O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


21 de março de 2011

Corner in Wheat


Corner in Wheat. 1909, Drama. 14 minutos. EEUU.

Dirección de D. W. Griffith.

Hoy queremos hacer un breve comentario de un cortometraje de 1909 de uno de los grandes pioneros del cine: D. W. Griffith. Para quien no sabe nada de él, una sola información: realizó más de 400 películas y muchas de ellas fueron controvertidas en su época, como The Birth o a Nation (1915), que trata sobre la intolerancia racial.

No nos vamos a detener con más informaciones sobre Griffith, pues los interesados van a encontrar mucha información, seria y competente, sobre él y el tipo de cine que realizó este cineasta.

Hoy nos interesa hablar de Corner in Wheat, del que ya se han hecho análisis profundos y meticulosos. Nosotros solo queremos trazar algunas impresiones de esta película para el público que no está acostumbrado a ver cine clásico y, más específicamente, el cine mundo.

Ha transcurrido más de un siglo desde que fue hecha esta película; el cine ha cambiado y el público actual necesita, muchas veces, aprender a ver este tipo de producción, porque si se lo mira con los ojos de hoy, se desperdicia el tiempo y se mata la película.

Según las informaciones que se encuentran en internet, Corner in Wheat, es una historia adaptada de la novela The Pit de Frank Norris (1903), y está hecha en solo veinticinco tomas, algo grandioso para la época en la que el cine cambiaba a una velocidad sorprendente. En aquella época, se filmaba con una cámara fija y nada más; los actores no disponían de mucho espacio para moverse. Sin embargo, Griffith utiliza una técnica para impactarnos con su película: en algunas escenas los actores se aproximan y se alejan del lente; en otras, los movimientos son lentos, extremadamente lentos. De esta manera, nuestro cineasta crea un diálogo adicional en la construcción de la historia y el público no consigue permanecer indiferente.

La historia.-

Corner in Wheat es la historia de un hombre que decide apoderarse del mercado mundial del trigo.

Es un cortometraje de contenido social en el que se enfrentan el capitalismo salvaje y la miseria del campesino como dos mundos paralelos antagónicos. Por un lado, están los campesinos que siembran el trigo y no tienen dinero para comprar el “pan” hecho con el trigo que ellos han sembrado; por otro lado, el “rey del trigo” que ha decidido ser el dueño absoluto del mercado mundial y a quien no le importa lo que sucede a su alrededor, mientras no le afecte.

La película empieza con dos escenas que presentan los mundos opuestos y antagónicos que luchan entre sí sin llegar a enfrentarse directamente.

Primero está el campesino, su familia y el arduo trabajo que los espera. En la primera escena, aparecen dos hombres que están acompañados por una mujer y una niña. Ellos recogen las semillas de trigo y las guardan en unas bolsas, pues están preparándose para ir a sembrar en un campo inmenso. El movimiento de las manos es lento, como si ellos estuvieran acariciando el producto, al mismo tiempo que sus miradas son tristes y están perdidas. En seguida, aparecen en el campo por donde caminan lentamente, transmitiendo de esta manera la sensación de lo agotador que es el trabajo de ellos. Como dijimos al principio, la técnica que aquí utiliza Griffith es la del personaje aproximándose a la cámara. Pero no lo hace solo por las dificultades propias de la época, sino porque es la forma que él encontró para mostrar con mayor intensidad el drama que se propuso narrar. Luego, estos personajes que se aproximan al “espectador”, hacen un giro de ciento ochenta grados y se alejan.



Enseguida conocemos al “Rey” del Trigo: un hombre muy bien vestido y que está fumando, en su despacho, sentado, pensando, mientras sus secretarios están atrás de él, ansiosos, esperando por sus órdenes. De repente, él tiene una idea y empieza a distribuir las tareas. La escena es agitada y todos salen a cumplir sus obligaciones. Sin embargo, hay un hombre, a la derecha, de espaladas a la cámara, que no se mueve para nada. Este hombre aparecerá todas las veces en las que la acción se desarrolla en el despacho del “Rey” del Trigo. Este personaje tiene siempre esa actitud rígida.

El Rey del Trigo va a la Bolsa de Valores donde intimida a las personas y usa la violencia cuando es necesario para conseguir sus objetivos. Una vez que lo logra, regresa a su despacho donde conmemora el éxito de sus acciones, extendiéndolo en un gran banquete con sus amigos.


Hay dos puntos interesantes en las tres escenas que acabamos de describir: la velocidad de los movimientos de los personajes en la Bolsa de Valores frente a la lentitud de los gestos del Rey del Tigre; y, la acción dramática provocada por la violencia que emplea este, cuando las personas, que se sienten perjudicadas por sus acciones, le suplican algo al hombre poderoso que las ignora.

Continúan las escenas paralelas: son seis tomas que caminan juntas. Mientras los festejos suceden alrededor de una mesa donde hay abundante comida y bebida y mucha gente elegante que celebra el triunfo del Rey del Trigo, en una panadería hay un cartel que anuncia el aumento del precio del pan, de 5 a 10 centavos, por culpa del aumento del precio del trigo. Los primeros clientes en la panadería se quedan sorprendidos con la noticia y se ven obligados a pagar lo que se les pide. En esta secuencia, las escenas cambian dramáticamente: de la fiesta a la panadería y de esta a la fiesta, para volver a la panadería, con una imagen estática: hay una cola grande de clientes frente al pan y la tristeza impregnada en sus rostros, al sentirse impotentes porque no pueden comprarlo.


Después de otra escena rápida del banquete, una mujer y su hija pequeña, las mismas que aparecen en la primera escena de la película, no pueden comprar pan y se acercan a los campesinos que siembran el trigo. Nuevamente, los movimientos son lentos, extremadamente lentos. El efecto que causa es impactante: por un lado está la ostentación y la ambición del banquete del Rey del Trigo y, por otro lado, la miseria de quienes no pueden comprar pan a pesar de que ellos fueron los que sembraron el trigo con el que se ha hecho ese mismo pan. Al mismo tiempo, el pan se acaba en la panadería y se ven obligados a llamar a la policía para que expulsen a los clientes que no quieren salir del local. Es una escena de mucha violencia, con cachiporras y revólveres.


Luego vienen cinco escenas con las que se empieza a cerrar la ironía del destino de la vida. El grupo de hombres y mujeres, siempre elegantemente vestidos, que han estado festejando el triunfo del empresario, lo visitan en su despacho y van todos al silo para conocer la propiedad del “Rey” del Trigo. Se intercalan varias escenas cortas de los visitantes, de un par de empleados, del silo, del almacenamiento del trigo, hasta cuando se ve el contenido de un telegrama: “You have control of the entire market of the world. Yesterday added $4.000.000 your fortune”.

La alegría del Rey del Trigo es incontrolable y al quedarse solo por un instante, se cae en el silo y el trigo lo sepulta. La escena es desesperante debido a la velocidad de los movimientos. Cuando los amigos le encuentran al Rey, ya es demasiado tarde. Las mujeres lamentan la muerte con movimientos exageradamente teatrales.

La película termina con una escena similar a la del principio: los dos campesinos vuelven a recorrer el campo, mientras siembran trigo. Ellos se detienen frente a la cámara, dan la vuelta, y se alejan nuevamente.

¿Una historia moralizante?

En solo catorce minutos, D. W. Griffith nos presenta una película compleja, desde el punto de vista de su temática, y rica en el lenguaje cinematográfico, el que ya lo mencionamos anteriormente: los movimientos, la aproximación a la cámara, la velocidad en determinados momentos, el paralelismo, etc.

Pero ahora, vamos a intentar entender qué hay atrás de esta película. Empecemos por el título de la obra que es explícito: el verbo “corner” hace referencia al monopolio, que es justamente el tema de la película: la ambición de un empresario por controlar el mercado hasta las últimas consecuencias.

Indudablemente, Griffith nos ofrece una película moralista, pero no del tipo simplista en la que el “malo” es castigado y el “bueno” recibe la recompensa. Porque si bien es verdad que el Rey del Trigo muere, con su fallecimiento nada ha cambiado, y eso se lo ve en la última escena, que puede ser el inicio de la película, lo que da a entender que estamos en un círculo social vicioso sin principio ni fin. El Rey muere, pero su poder permanece vivo.


¿Podemos afirmar que esta es una película de denuncia social? ¿La historia retrata la situación de los campesinos y productores de finales del siglo XIX? ¿Es una crítica y una denuncia a la estructura de algunos empresarios estadounidense de aquella época?

Sea cual sea la idea, percibimos que Griffith denuncia cómo las actitudes de los dueños del mercado afectan notablemente a grandes sectores de la población. Empleando palabras más sofisticadas: la película es una muestra visual poderosa, en la época en que fue hecha, de los efectos negativos que provoca el monopolio, y más aún si añadimos la avaricia del empresario.

Esto que acabamos de decir, tal vez no tenga ningún efecto especial en el público contemporáneo que está acostumbrado a escuchar y a ver las denuncias, prácticamente en vivo, pero debemos pensar en el efecto que tuvo en la época de la película, cuando la población no tenía el acceso a la información con la velocidad y de la misma manera que hoy la tenemos. Además, el acceso al cine en 1909 era restricto.

No podemos decir que Griffith era un antiamericano, o antisistema o pre bolchevique: él simplemente tuvo la genialidad y osadía de mostrar al “gran público” lo que se sabía que existía, pero solo de oídas.

Hoy por hoy, Corner in Wheat no nos provoca la misma conmoción que pudo haber provocado en la época, pero no hay duda de que su director tuvo la visión para usar el arte y mostrar un realidad tan vigente en aquella época como en la actualidad. Corner in Wheat es una película que no la podemos ignorar y vale la pena verla de vez en cuando.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.

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