O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


19 de dezembro de 2017

Fire - Fuego



Fire – Fuego. Drama. Lesbianismo. Romance. 1996.  Canadá-India. 108 minutos.

Con Shabana Azmi y Nandita Das.

Película de Deepa Mehta.

A pesar de todo, un “pero” a las diferencias culturales.-

Hablar de una película que retrata un mundo cultural muy diferente al del espectador no es una tarea fácil porque, queriendo o no, surgen los prejuicios con aquello que no se conoce y sería ingenuo creer que, porque se vive en mundo globalizado y conectado a través de internet, se lo comprenderá plenamente.

Esto le sucede al espectador cuando ve por primera vez la película hindú-canadiense de 1996 Fire (Fuego) que, después de su estreno en la India, provocó una serie de protestas de grupos extremistas que no aceptaban ver en la pantalla grande una historia que les incomodaba: dos mujeres que se liberan del yugo machista de sus esposos, rompen las tradiciones milenarias y entran en una relación de amor lésbico.

Fire es una película de amor, de autodescubrimiento, de consolidación, pero fundamentalmente es de denuncia, sin caer en lo panfletario y en los estereotipos, contra los abusos de la sociedad hindú conservadora, machista, en la que la mujer está sometida a los caprichos, tanto físicos como psicológicos, del hombre o, mejor dicho, del esposo. Esta denuncia no es apelativa, al contrario, es sutil al poner a los personajes femeninos en un ambiente cerrado en el que pueden “gritar” en silencio la opresión que sufren, la soledad a la que se ven sometidas todos los días, para darles después el poder de decisión y la fuerza necesaria para enfrentarse a los tabúes que dominan a la sociedad hindú.
Fire: Radha y Sita
Por todo lo dicho hasta ahora, el espectador debe tener mucho cuidado al verla para no dejarse llevar solo por la “historia en sí”: hay que tomar en cuenta los elementos culturales de la sociedad en la que la narración transcurre.

Cabe mencionar también que Fire (Fuego) es una de las películas más importantes de su época (1996) en las que surge un romance lésbico, no solo por su historia, sino porque muestra el sufrimiento y la dificultad que tenía una mujer para asumir su homosexualidad en la India, un país que se basa en las tradiciones milenarias. Y una vez más hacemos un alerta para el espectador contemporáneo de 2017 en adelante, que se ha acostumbrado a ver películas con historias semejantes, a que comprenda la importancia de este filme en una época en la que el tema aún era tratado con reservas y prejuicios, incluso en la sociedad occidental, evitando así, por tanto, el compararlo con producciones más recientes.

La historia y sus personajes. -

La historia de Fire (Fuego) transcurre en Nueva Delhi y trata del amor que surge entre dos mujeres insatisfechas con sus matrimonios, que no tienen ninguna perspectiva de que sus vidas puedan mejorar algún día.

Rahda (Shabana Azmi) está casada hace más de una década con Ashok, hermano de Jatin. Ambos son los propietarios de un restaurante en el que ella cocina; además, ella cumple otras funciones en el hogar: cuida la casa y a su suegra, una anciana semi-inválida.
Fire: Sita y Jatin llegan a la casa de Ashok y Rahda
Jatin, por insistencia y presión de su hermano, se casa con Sita (Nandita Das) y va a vivir con su esposa en la casa de Ashok.

Rahda y Sita son infelices en sus vidas conyugales, pero cada una reacciona de manera diferente a los problemas que tienen.
Ashok en una reunión con su guía espiritual
Debido a que Rahda es estéril, Ashok decidió convertirse en asceta y no tiene más relaciones sexuales con su esposa, pues cree que el sexo está destinado únicamente a la procreación, lo que hace que él la “utilice” como “su” prueba personal para controlar su instinto sexual, sin importarle para nada las necesidades y los problemas que pueda tener su esposa. Lo único que a él le importa es que ella cuide bien a su madre y el restaurante para poder dedicarse con ahínco a sus creencias espirituales, razón por la que sale de casa durante las noches para estar junto a su líder religioso, escuchando las orientaciones de éste.
Fire: Sita y su sentimiento de soledad y agotamiento emocional
Radha, a pesar de su infelicidad matrimonial, ya se ha acostumbrado a ese estilo de vida y prácticamente no se queja de nada. Ha aceptado su realidad y no se la cuestiona a nadie.

Sita descubre enseguida que su matrimonio con Jatin es un fracaso porque él no la ama y continúa manteniendo relaciones amorosas con Julie, su amante china, a quien sí ama y con quien ya se relacionaba desde antes de casarse. Al principio, Jatin mantiene su relación extraconyugal con discreción, pero al percibir que su esposa no es una mujer pasiva y no acepta su comportamiento, no duda en mostrarle a ella que su matrimonio solo fue una conveniencia impuesta por Ashok. Jatin hace hincapié en decirle a Sita que no la ama, que ella está ahí para satisfacer los deseos sexuales de él y cuidar la casa.
Fire: el restuarante
A pesar de que Radha y Sita son dos mujeres diferentes, ambas tienen algo en común: la insatisfacción, no solo sexual, sino espiritual, pues sus matrimonios no las conducen a ningún lugar. Ambas están “condenadas” a vivir en una casa en la que no pueden hacer nada que no haya sido determinado por sus esposos. Ellas no tienen vida propia. No tienen ambiciones ni sueños ni la esperanza de que sus vidas puedan mejorar, ni con ellas mismas ni con sus maridos. Jatin, que es dueño de un videoclub, solo se preocupa por su amante china. Ashok prefiere participar en las ceremonias religiosas que compartir el ambiente familiar con su esposa. A esto hay que añadir el hecho de que Radha y Sita tienen la obligación de cuidar a Beji, la matriarca de la familia, una señora anciana, semi-inválida, que vive con ellos y se comunica tocando una campana.
 
Fire: Radha y Beji
Al principio de la historia, Sita hace todo lo posible para aproximarse a su esposo, quien se esfuerza por esconder sus verdaderos sentimientos, pero después que ella descubre la foto de su amante, él ya no duda en rechazarla abiertamente. Sita sufre con la decepción, y poco a poco se acostumbra al hecho de que su esposo la traiciona y no la ama. Sin embargo, esta brecha en su vida matrimonial solo sirve como un trampolín para que su amistad con Radha crezca y se fortalezca.
Fire: Sita y Radha
Un día, Sita le confiesa a Radha que su sufrimiento no es por Jatin, sino porque ella tiene un nuevo conflicto mucho más importante en su vida: con el pasar del tiempo, el sentimiento de amistad que tenía por Radha ha cambiado y en lugar de admirarla como amiga o hermana, ha empezado a amarla como mujer. Radha se asusta frente a esa información y al principio no sabe cómo comportarse, no tanto porque se trate de una declaración de un amor homosexual, sino porque en los últimos quince años de su vida se ha acostumbrado a ser una mujer no amada, no deseada, y esa declaración de Sita, tan inesperada, le provoca un doble conflicto: ella está casada con Ashok, pero al mismo tiempo, tiene sus deseos insatisfechos. Radha se deja seducir por Sita y ambas inician una relación de amor que les trasmite paz y satisfacción, principalmente por el hecho de que ambas están solas, en una casa que no les pertenece de verdad. Ellas aprovechan el silencio del hogar y el hecho de que están solas la mayor parte del tiempo para conocerse y descubrir el significado de esta nueva experiencia y pasión.

El lesbianismo y la insatisfacción sexual. -

A pesar de que surge un amor lésbico entre Sita y Radha, podemos afirmar que Fire (Fuego) no es una película exclusivamente sobre el lesbianismo, y sí sobre la insatisfacción sexual de las mujeres dominadas por una cultura machista que las trata como objetos que sirven únicamente para la satisfacción, sea cual sea, de los hombres.
Fire: Radha le peina a Sita
Primero hay que establecer la diferencia de edad. Sita, la más joven, es una mujer que se rebela contra la opresión de su marido. Es una mujer que está dispuesta a amar y a ser amada. Ella no quiere ser un objeto de uso. Representa, de alguna manera, a una generación que cuestiona el absolutismo de las tradiciones milenarias. No está dispuesta a bajar la cabeza y a aceptar pasivamente lo que su esposo le manda hacer.

Hay una escena que ejemplifica muy bien el carácter de Sita. Ella discute con Jatin por la relación extraconyugal que él tiene y por la vida matrimonial de ambos. A Jatin no le gusta nada la actitud con  la que ella le desafía y le da una tremenda cachetada en la mejilla. Sita, en lugar de llorar o retroceder asustada, le da también a Jatin una cachetada. Esa reacción de Sita no le agrada a Jatin, no tanto por el golpe en la cara, sino porque su esposa lo ha desafiado. Con el golpe, ella le dice que no está dispuesta a someterse a los caprichos de él.
 
Fire: Sita
Este carácter independiente de Sita, de revelarse, como mujer, contra la tradición, aparece desde el principio de la película. Un día, cuando está sola en su habitación, se viste con las ropas de su esposo y se contempla en el espejo. Ella sonríe feliz al verse travestida y se mueve libremente en ese espacio suyo, como si tuviera el control de su entorno. El hecho de sentirse de esta manera, al usar la ropa de su esposo, muestra la visión que Sita tiene sobre los hombres y las mujeres. Los primeros tienen la libertad de movimiento, de tomar decisiones y de hacer lo que quieren; las segundas, están oprimidas, se sienten agotadas, tristes, solitarias. Ese instante, cuando ella está usando las ropas masculinas, es un contraste con los otros momentos que ella vive en su nuevo hogar, donde pasa la mayor parte del tiempo triste, agotada, sin ilusiones.
Fire: Sita se pone las ropas de su esposo
Fire: Sita y Radha divirtiéndose de una manera ingenua y jovial
Por otro lado, no se puede afirmar que Sita sea lesbiana desde el principio. Lo que se percibe es que, al establecer una amistad profunda y desinteresada con Radha, ella se da cuenta de que puede amar a una mujer con intensidad y que puede ser feliz de esta manera. En otras palabras, ella descubre el lesbianismo como una opción que le hace sentirse bien consigo misma.

Al contrario de ella, Radha, algunos años mayor que Sita, tiene miedo cuando escucha que la esposa de su cuñado está enamorada de ella. No es que ella cuestione de alguna forma el amor homosexual. Lo que le pasa es que ella representa a esa generación que se ha acomodado a las tradiciones, aunque no esté satisfecha con ellas. A pesar de que no las entiende perfectamente, no tiene la fuerza necesaria para rechazarlas con convicción. Esto se retrata en el hecho de aceptar pasivamente una relación con su marido que solo la frustra cada vez más. Al escuchar las palabras de amor de Sita, Radha no sabe cómo reaccionar frente a la posibilidad de volver a amar y ser amada, de ser deseada como mujer. Sin embargo, el contacto físico que tiene con Sita, por medio de las miradas, las sonrisas picantes, las palabras, los momentos de silencio, la compañía mutua, le permite descubrir que hay otra posible forma de amar. Y al final, decide aceptarla y asumirla con firmeza.
Fire: el toque y el deseo
El contacto físico entre Sita y Radha es fundamental en la relación que surge entre ambas. La relación se inicia de manera sutil y ellas aprovechan todas las oportunidades que tienen para tocarse con las manos. A través del contacto con los dedos, ellas inician un proceso de satisfacción física. Se dan cuenta que sus deseos pueden ser satisfechos y aprenden, principalmente, a no reprimirse más. Este contacto físico permanente entre ambas es un contraste con la frialdad con que les tratan sus maridos.
 
Fire: Sita y Radha: la experiencia del toque
En otras palabras, Sita y Radha encuentran en el lesbianismo su forma de amar y de ser felices. Su manera de realizarse como personas, como individuos, como mujeres que tienen deseos con los que se sienten bien.

Segundo, hay que desconfiar de la idea absurda de que la relación homosexual entre Sita y Radha sea una manera de escapar de la relación heterosexual frustrada a la que se han visto sometidas por sus esposos. Creer que ellas se volvieron lesbianas porque no había un hombre que las satisficiera plenamente, es una manera simplista, pobre, ignorante y prejuiciosa de entender la realidad de las mujeres oprimidas y de justificar el lesbianismo con conceptos simplistas.
Fire: Sita y Radha: el descubrimiento del placer del toque

Sita y Radha descubren el lesbianismo como algo pleno y deciden aceptarlo y asumirlo. Al hacerlo, ellas dejan en el pasado la historia que han tenido con Ashok y Jatin y lo que ellos representan. Ellas deciden darse una oportunidad para volver a vivir en plenitud. Esta decisión está representada muy bien en la escena en la que Ashok las encuentra a ambas en la cama. Con una determinación única, algo que es su característica, Sita coge sus cosas y se va de la casa, quedando con Radha en verse después en un templo religioso, para a partir de ahí iniciar una nueva vida. Radha, cuando se queda sola frente a frente con su esposo, no le pide disculpas, como él se imagina que debería ser: al contrario, por primera vez en su vida matrimonial, ella no lo teme, se enfrenta a él y toma la decisión más importante de su vida: irse de la casa para encontrarse con Sita, sabiendo que a partir de ese momento la vida de ella y su nueva amante no sería más la misma, pero sabiendo, al mismo tiempo, que a partir de ese instante sus vidas tienen un sentido mucho más grande.
Fire: Sita y Radha se encuentran en un templo
La soledad y la tiranía sobre las mujeres. –

Fire  muestra en los primeros diez minutos el abismo que hay en la relación conyugal entre Sita y Jatin, aunque le engaña al espectador que al principio parece estar viendo una relación idílica entre un hombre y una mujer recién casados. La pareja está paseando, en medio de un grupo de turistas, por el palacio Taj Mahal. El guía turístico les cuenta a los turistas la historia de amor sobre el palacio, pero Sita, que está participado del paseo, está sola. Su marido se mantiene distante. Inclusive hay una escena en la que se le ve apoyado en una pared, cubierto por una sombra que solo permite ver su impaciencia. Debido que no se siente a gusto en su matrimonio, no hace nada para estar con Sita, desde el principio de la relación.
 
Fuego: Jatin, el esposo de Sita, se mantiene distante durante el paseo.
Además de la soledad, Fire muestra la tiranía de los hombres sobre las mujeres no solo a través de los esposos de Sita y Radha, sino también por medio de Mundu, el criado de la familia. Este es un personaje desagradable que solo piensa en sí mismo y todo lo que hace es para su satisfacción personal, ya sea por placer o por venganza.

En algunas ocasiones, Mundu tiene que cuidar a Beji, la matriarca, una mujer religiosa y conservadora. En esas oportunidades, al estar sola con la anciana que está postrada, él debe poner en la televisión las películas religiosas que tanto a ella le gustan, pero en lugar de hacerlo, él se pone a ver, frente a ella, las películas pornográficas del video-club de Jatin y se masturba, sin sentirse incómodo con la anciana que no consigue expresar lo que siente.
Fire: Mundu se masturba frente a la anciana Beji
¿Qué se puede decir de Mundu y de esta situación? Él sabe que, mientras no le descubran, puede hacer lo que quiera.

Escenas especiales. –

Primero vamos a hablar de las escenas de sexo y de amor. Ambas son discretas. En la primera, la de sexo, prevalece el plano general y el plano americano, con algunos primeros planos. Estas escenas en tonos pálidos le deja al espectador distante de lo que sucede en la cama, permitiendo que prevalezca la intimidad de ambas amantes.
Fire: Sita y Radha
Fire: la seducción
Fire: la pasión
Siguiendo el mismo estilo de las escenas de sexo, las de amor suceden de manera discreta. Hay dos escenas que deben ser destacadas. Una sucede en la azotea de la casa. Radha y Sita están solas y ambas se sientan en el suelo, en medio del silencio del hogar, para conversar y disfrutar ese momento de intimidad. Ambas mujeres están descubriéndose y dándose la oportunidad de amarse.  La otra sucede en la mitad de la película, en un paseo en el que participan todos los miembros de la familia. Mientras están sentados en el césped, conversando, Sita le masajea los pies a Radha y lo único que les delata son sus miradas que, a pesar de que son discretas, transmiten el placer, el erotismo que están viviendo ese momento, de una manera silenciosa y desafiadora, porque lo hacen frente a sus esposos, quienes no tiene la capacidad de percibir lo que sucede entre ambas. Es una escena de amor, de sexo, de pasión y de desafío.
Fire: Sita y Radha: la seducción con el toque y la mirada
Fire: Sita expresa por Radha con la mirada
En todos estos casos, las escenas muestran el rompimiento del tabú sobre el amor mutuo de dos mujeres. Algo que hay destacar en estas escenas es que el romance que viven Sita y Radha, a pesar de la felicidad que les trae, es sufrido, pues no pueden manifestarlo libremente porque están conscientes de que, a pesar de que es bueno para ellas, para la sociedad tradicional en la que viven, es prohibido.

Una segunda escena fundamental, para entender la verdadera dimensión de la película Fire, como una crítica a la cultura de la India que trata a las mujeres como objetos de sus esposos, como seres que no tienen derecho a buscar sus propios deseos, es cuando Radha conversa con su esposo sobre el camino espiritual. Como ya lo mencionamos anteriormente, Ashok ha desistido de su vida sexual con su esposa, aunque no consigue abandonar por completo sus deseos sexuales, para dedicarse a la vida espiritual. En un momento determinado, ella le pregunta a él cuál es el deber que ella tiene como esposa. Ashok le dice que su deber es apoyarlo (en la búsqueda de su camino espiritual). En otras palabras, esa frase muestra una cultura que determina al hombre como el centro de la vida de las esposas, quienes son excluidas porque se desconoce sus necesidades y deseos sexuales y espirituales. Es decir, la función de las esposas es cumplir con los antojos de los hombres, pero ellos no tienen esa obligación.
 
Fire: Radha y Ashok
Otra escena clave de Fire es un diálogo entre Sita, Ashok y Jatin sobre su amante. Esta escena muestra dos facetas del conflicto cultural esposo-esposa. Primero, los hombres no soportan la idea de que una mujer no los “respete” como ellos creen que las mujeres deben hacerlo. Segundo, porque muestra el espíritu de Sita: una mujer más joven, valiente, que no tiene miedo de enfrentarse a los valores tradicionales de su cultura. Una mujer que decide tratar a los hombres de la misma manera como ellos la tratan. La escena es la siguiente: Jatin discute con su hermano Ashok porque desea ir a ver a su amante, pero no lo dice explícitamente porque no quiere que su hermano sepa lo que él va a hacer. Sita, al escuchar la conversación, le dice a Jatin que debería irse a encontrarse con su amante. Con la misma ironía y el mismo desprecio con el que él la trata, ella le incentiva a que se vaya a donde Julie. No lo hace como una forma de resignación, sino como un medio de mostrarle el desprecio que tiene por él, lo que le irrita a Jatin, pues le incomoda de manera especial que su esposa no lo “respete”. Es una escena paradójica porque en otras circunstancias, el hombre “se quedaría” contento de que su esposa le incentivara a tener una relación extraconyugal.
 
Fire: Sita le da una cachetada a Jatin
Palabras finales.-

La mayor parte de la película transcurre en ambientes cerrados, específicamente, la casa en la que viven Sita y Radha. En este ambiente prevalecen los colores opacos y la fisonomía de las mujeres denota, principalmente, tristeza, soledad y resignación. Los únicos momentos en los que se las ve alegres, es cuando están solas, disfrutando de su intimidad, de sus fantasías. Lo que contrasta con las pocas escenas que suceden al aire libre, que son coloridas, y en las que ellas parecen sentirse algo más aliviadas del peso del hogar.
 
Fire: Sita y Radha: tristeza, soledad, resignación...
Algo importante que hay que resaltar es que en Fire no se nos muestra una India “exótica”. La película huye de los estereotipos de mostrar la cultura “exótica” para el occidente. La mayor parte del filme sucede en el interior de la casa de la familia y en el restaurante. La historia está construida a partir de los diálogos de sus protagonistas, de sus conflictos, de sus frustraciones. Son pocas las escenas que suceden al aire libre, lo que ayuda a mostrar el mundo represor de una cultura que está ahincada en la tradición.
Fire no nos muestra una India "exótica"
Fire: la purificación
Fire es una película hermosa y angustiante al mismo tiempo que retrata la realidad de lo que es ser mujer en la India. El título de la película hace referencia a la purificación del individuo. El fuego es un elemento que se utiliza en las reuniones espirituales de Ashok, así como también en una de las películas religiosas que ve la anciana, Biji, en la televisión. Ese mismo fuego está presente en el enfrentamiento final entre Radha y Ashok, cuando ella, en lugar de bajar la cabeza, tiene la fuerza necesaria para decirle a su esposo que ella quiere ser amada, que le desea a Sita, que tiene sus propios deseos. El fuego, en esa escena, es una metáfora de la purificación por la que acaban de pasar ambas mujeres: han roto con una tradición milenaria sofocante y han decidido caminar con sus propios pies.
Fire: una película hermosa y angustiante
Fire ganó diversos premios internacionales en festivales como el Chicago Internacional Film Festival (1996), el Vancouver International Film Festival (1996), el Verona Love Screens Film Festival (1997), el Barcelona International Women’s Film Festival (1997), el L.A. Outfest (1997), el Mannheim-Heindelberg International Filmfetival (1996).

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

Está prohibida la reproducción total o parcial de texto en cualquier medio sin la autorización escrita del autor del texto.

26 de novembro de 2017

Amistad



Amistad. Drama. 1997. Estados Unidos. 155 minutos.

Con Djimon Hounson, Matthew McConaughey, Morgan Freeman, Anthony Hopkins.

Dirección de Steven Spielberg.

Una historia real y una paradoja.-

            Amistad es una muy buena película dirigida por Steven Spielberg, basada en el libro Black Mutiny de Wiliam Owen, que trata sobre la esclavitud de los negros en los Estados Unidos en el siglo XIX, cuando este país se estaba construyendo, fortaleciendo y, al mismo tiempo, paradójicamente, dividiéndose en el confronto de la defensa de valores como democracia, libertad e igualdad.
            Al mismo tiempo, Amistad es uno de los títulos más paradójicos del cine. Su nombre nos engaña porque la mayor parte de la película se habla del odio, del racismo, del desprecio por la dignidad humana, de la esclavitud, de la incoherencia de la religión, de la tiranía del poder “democrático” y “monárquico”, de la hipocresía política, entre otros aspectos que trazaron el comportamiento de la sociedad del siglo XIX y que, de muchas formas, ha sobrevivido hasta los días de hoy.
Amistad: uno de los títulos más paradójicos del cine
             Aunque la historia de la película, basada en hechos reales, parte del problema del  tráfico de esclavos “ilegales” frente al tráfico de esclavos “legales” y el desprecio general con el que se trataba a los negros africanos, Amistad es una muestra de algunos aspectos de la realidad cruda del pensamiento estadounidense del pasado que aún está latente en el país más rico y poderoso del mundo.
Primerísimo plano de Cinque
            No debemos ser ingenuos y creer que Amistad es una buena película simplemente por su historia, pues hay muchas otras narraciones tan crueles como ésta o, incluso, mucho más deshumanas. Lo que la hace ser una gran película es la mano acertada de Spielberg en la dirección: el guion es bueno, ágil, camina sin perderse en escenas innecesarias; la fotografía es excepcional con el uso constante de primerísimos planos cuando es necesario, del contraste oscuro en los interiores y otros detalles que los comentaremos más adelante. Sus personajes son fuertes, coherentes y el ritmo narrativo tiene una serie de pausas que ayudan a intensificar esta historia que sucedió en el año de 1839.
Primerísimo primer plano del clavo que Qince lo saca

Quince

            Amistad es una película fuerte e impactante. Es imposible que el espectador se quede inmune frente a su historia, cuya mayor parte es narrada en ambientes cerrados, como son las celdas de la prisión, los calabozos del barco, el tribunal, los salones del palacio de la reina de España, etc. El hecho de que la mayor parte de la película transcurra en “interiores” se debe a que es una película que presenta el conflicto que surge en la lucha por la defensa de la dignidad humana, en la que tratan de prevalecer teorías y conceptos, como si estos fueron los más importantes, lo que es más factible de entenderlo en los espacios cerrados donde los protagonistas se enfrentan para defenderse y acusarse. Por eso no hay muchas escenas de acción y, cuando las hay, surgen de manera impactante y rápidas para enfatizar el eje central de la historia.

La historia de Amistad.-

            Es el año de 1839 y a bordo del barco español Amistad  hay un grupo de más de cuarenta negros africanos que viajan en la condición de esclavos. Los negros, comandados por Cinque, rompen las cadenas y masacran a la tripulación, con excepción de dos marinos para que estos los ayuden a volver a África, pues ellos desconocen las vías marítimas como para regresar a su tierra natal.
            La película inicia con una serie de imágenes violentas pero, al mismo tiempo, bellas gracias al uso constante y preciso de primeros planos y ángulos diversos que retratan el dolor de los negros, el odio, la venganza, la rabia, la muerte y la desesperación del grupo al saber que están perdidos en medio del océano. De dichas escenas, la más impactante por la dureza es en la que Cinque, el personaje principal de los esclavos, arranca con un diente de león, que lo tiene escondido, uno de los clavos de las cadenas que lo atan al barco. A partir de ahí, él libera al resto del grupo que se apodera del Amistad para matar sin ninguna compasión a la tripulación del barco.
Amistad: Cinque arranca el clavo que lo ata al barco
Amistad: en medio de la lluvia, Cinque y otro africano inician la matanza
Amistad: muerte de uno de los tripulantes
Amistad
            Durante varias semanas, la Amistad navega, aparentemente, sin rumbo fijo y los esclavos sobreviven a la travesía, a pesar de las inclemencias del nuevo clima al que deben enfrentarse (el frío, pues los dos tripulantes, además de esconder los documentos del barco, engañan a los africanos y los llevan hacia el Atlántico norte), hasta que son interceptados por un barco de la Marina estadounidense que los lleva a New Haven, en Connectituc.
El barco "Amistad" es interceptado por la marina estadounidense
La llegada de los esclavos a New Haven
         En New Haven, los africanos son detenidos y se inicia un juicio por el asesinato de la tripulación. Este juicio provoca un conflicto entre los diferentes poderes institucionales de los Estaos Unidos porque los involucrados en el problema afirman tener razón. Por un  lado, la Corona española solicita que se le devuelva el barco de bandera española y los esclavos, pues estos pertenecen a la Reina Isabel II, que era adolescente en aquella época (interpretada por Anna Paquin), para respetar el tratado sobre los océanos de 1795 firmado entre los Estados Unidos y España. Por otro lado, los tripulantes sobrevivientes, que son cubanos, junto con otro comerciante, alegan ser los dueños de la “carga” y afirman que los negros son esclavos legítimos de Cuba. Además, el fiscal Holabird pide que los esclavos sean condenados por haber asesinado a la tripulación del Amistad. Al mismo tiempo, dos abolicionistas ricos, Joadson y Tappan se involucran en el juicio y luchan por la libertad de los negros, razón por la que contratan a un joven abogado, Baldwin, especializado en litigios comerciales.
Amistad: La reina adolescente de España Isabel II
Amistad: Contratación del abogado Baldwin
            El juicio pasa por diversas etapas y el destino de los esclavos negros cuelga de un hilo hasta que Joadson y Baldwin encuentran a Covey, un exesclavo que fue salvado por la Marina británica. Él habla el mismo idioma de Cinque y de esa manera finalmente se conoce la verdad sobre el origen de los cuarenta y cuatro negros que sobrevivieron en el barco.
            Vale la pena resaltar la escena que muestra el recurso que usaron Joadson y Baldwin para encontrar a alguien que hablara el mismo idioma de Cinque. ¡Un recurso original! A partir de ese momento, se crea por primera vez un puente de comunicación entre el abogado y Cinque, lo que es fundamental para que el tribunal conozca el otro lado de la historia, pues hasta ese momento los argumentos del abogado defensor se basaban únicamente en teorías.
Amistad: Baldwin intenta encontrar alguien que hable la lengua de los esclavos capturados
            El clímax de la película ocurre cuando el caso es decidido por la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, compuesta, por ironía del destino, por una mayoría de jueces que son dueños de esclavos. La defensa de los esclavos la realiza John Quincy Adams (Anthony Hopkins), expresidente de los Estados Unidos, e hijo del segundo mandatario del mismo país.

“Existen 3 o 4 millones de esclavos en este país: ¿por qué deberían importarme 44?”.-

            Uno de los puntos claves para solucionar el problema de los cuarenta y cuatro esclavos es determinar con precisión su origen. Si son de Cuba, como unos afirman, ellos serían esclavos de “verdad” y no habría que discutir más al respecto. Sin embargo, se demuestra en el juicio que ellos no solo no hablan español, sino que no entienden nada de lo que sucede a su alrededor. Por tanto, si ellos son de África, no son esclavos ya que fueron capturados como hombres libres.
            En la época de la historia, algunos países, entre ellos Inglaterra, ya había abolido la esclavitud y combatía el tráfico de esclavos. No obstante, el concepto del esclavo es muy “curioso”, si lo vemos desde nuestro punto vista actual: si un negro era capturado en África, no era esclavo, y sí un hombre libre; pero si era hijo de un esclavo, nacido en un país donde la esclavitud se permitía, era esclavo. Este concepto se presenta en la película al tratar de identificar el origen de los negros, algo que incomodaba a los Estados Unidos, un país que estaba a poco años de iniciar la Guerra Civil y en el que la esclavitud cumplía un papel fundamental en la vida económica de la nación.
Una de las escenas finales de la película: no se pudo detener la Guerra Civil estadounidense
            Martin von Buren, el presidente de los Estados Unidos en 1839, estaba en campaña por la reelección y necesitaba el apoyo de los estados del sur. Cuando se entera de lo que sucede en New Haven, él resume su pensamiento con la siguiente frase: “En este país existen tres o cuatro millones de esclavos. ¿Por qué debería preocuparme por cuarenta y cuatro? Para él, la presencia de los negros del Amistad es un problema en su ambición por la reelección. Sus asesores le presentan la encrucijada en la que se encuentra: si apoya la liberación de los cuarenta y cuatro negros, los estados del sur del país no lo apoyarán y fortalecerá a los abolicionistas del norte. Si no apoya a los negros, estará abriendo las puertas para la Guerra Civil con los estados del norte. Por ese motivo, lo que más le interesa a él es que los negros sean devueltos a España.
Martin von Buren estaba más preocupado en su reelección que en el destino de los cuarenta y cuatro negros
            Sin embargo, uno de los temás que se plantean en la historia es la independencia del Poder Judicial. Martin von Buren consigue que se cambie de juez para la realización del juicio. Al no conseguir que este nuevo juez dicte la sentencia que a él le interesa políticamente, apela a la Corte Suprema. En este “juego del poder” se presenta el delicado tema de la independencia de los Poderes en una democracia. La escena que retrata este conflicto se da en una cena en la que están presentes el Embajador de España y Martin von Buren. Para el Embajador de España, lo más absurdo es la “independencia arrogante de los tribunales estadounidenses”. Dice que “si no se puede gobernar a los tribunales, no se puede gobernar”. El discurso del Embajador es el retrato del pensamiento monárquico de la España de aquella época, frente a lo que el presidente de los Estados Unidos se ve obligado a reconocer esa independencia de poderes como piedra fundamental para la democracia.
El Embajador de España afirma que si no se puede gobernar a los tribunales, no se puede gobernar
Los personajes.-

            Tres personajes se destacan en Amistad: Cinque, Baldwin y John Quincy Adamas y, necesariamente, hay que hay hacer algunas anotaciones sobre ellos.
            Cinque es el hombre que asume el liderazgo del grupo de esclavos tanto en el barco como en el tribunal. Es un personaje que al principio llama la atención por la fuerza y la violencia con la que se comporta en la embarcación, gracias al recurso del primer plano y a la variedad de ángulos en las escenas iniciales de la película. Primero se lo ve arrancando el clavo que lo ata a las cadenas del barco, para después comandar el asesinato a los tripulantes de la embarcación. Hay una escena en especial que lo engrandece: la cámara lo enfoca desde abajo hacia arriba para agrandar la figura que transmite vigor, muerte, odio, violencia y venganza. Al mismo tiempo, se lo ve agarrado al timón y la cámara, una vez más enfocándolo desde abajo, lo presenta como la figura que guía al grupo de africanos en la búsqueda del camino para regresar a su hogar. La escena transcurre de noche y solo se ve el timón, a Cinque y las estrellas en el firmamento.
Cinque
            Conforme la historia avanza, se conoce el por qué Cinque es el líder del grupo. Es una historia interesante que retrata cómo era la vida de él en África. No la vamos a comentar aquí para no echar a perder la sorpresa a aquellos que aún no han visto la película.
            Cinque es un personaje completo. Es una persona sencilla que lo único que busca es la libertad, y que le permitan a él y a sus compañeros regresar a sus casas. Él no entiende los discursos que se manejan dentro y fuera del tribunal, primero porque hay la dificultad propia de la lengua – él no habla inglés y nadie sabe qué lengua habla él -; segundo porque los propios conceptos que se discuten no tienen sentido para él: la libertad, la dignidad humana, la propiedad privada, el cristianismo, la esclavitud, etc., ya que a él y a sus compañeros se los trata como animales, cuando lo único que ellos desean es regresar a sus hogares. Por todo eso, es sorprendente cómo Cinque, de tanto escuchar las discusiones en el tribunal, aprende un par de palabras en inglés para pedir que los dejen libres.
Después de capturar La Amstad, Qince apunta con una espada el camino hacia su tierra natal

Lo único que Cinque desea es regresar a su tierra

            Baldwin es un joven abogado inteligente que sabe cómo usar los conceptos de la sociedad estadounidense para conseguir la libertad de los esclavos en una sociedad en la que los abolicionistas aún son una minoría. Él trabaja con la noción de la “adquisición de bienes robados”. Él sabe que no es posible defender a los negros tratándolos como personas, como individuos, pues el “statuo quo” de los Estados Unidos de aquella época, centralizado en la esclavitud, no lo permite. Por ese motivo, al defender a los negros, utiliza el argumento de que ellos eran “mercancía robada”, razón por la cual no podría ser comercializada.
Baldwin
            Con esta postura de Baldwin, la primera impresión que se tiene de él no es de las más agradables, ya que nosotros, como espectadores contemporáneos, no conseguimos vivenciar esa manera de pensar; no obstante, el abogado muestra a lo largo de la película su empatía por los negros. Es una persona que está dedicada a la causa y que no desiste en ningún momento cuando la situación se complica. Sabe cómo aprovecharse de las brechas que la justicia le permite para conseguir su objetivo: salvar al pequeño grupo de africanos.
            John Quincy Adams, como ya lo mencionamos anteriormente, fue presidente de los Estados Unidos (1825-1829) y cuando sucede la historia del barco Amistad, él era diputado estadual en Massachusetts y aunque los abolicionistas lo buscaban para que los apoyara, él se mantenía encima del muro. Todos sabían cuál era su posición sobre la esclavitud, pero él se negaba a hacerla pública. Esto se lo ve en la película a través de los diálogos entre él y los dos abolicionistas que lo buscan para que los ayude en la defensa de los negros al inicio de los conflictos.
John Quincy Adams, en el centro de la imagen, conversando con dos abolicionistas
John Quincy Adams en la Corte Suprema
            A pesar de la postura de mantenerse encima del muro, cuando la situación se complica y ya no hay esperanza de salvar a los negros del Amistad, él acepta defenderlos cuando el caso llega la Corte Suprema. El discurso que él da es impactante, primero porque era un buen orador y, segundo, porque conocía de primera mano la historia de su país (su padre fue el segundo presidente de los Estados Unidos). Usa la palabra para hablar de los conceptos de democracia, libertad y esclavitud. Su discurso de defensa se basa en los “valores” de la fundación de los Estados Unidos, en la importancia de la “tradición cívica republicana” y en el propio papel que cumple la Suprema Corte como vigilante de los valores constitucionales.

Escenas claves y la dignidad humana.-

            Es fundamental destacar una serie de escenas que las consideramos especiales a lo largo de la película como una forma de reflexionar el concepto de la dignidad humana en el siglo XIX, además de que muestran cuáles eran los “valores” sociales de aquella época.
            Sin preocuparnos por el orden cronológico, empecemos hablando en el tribunal, donde el fiscal se refiere a los negros con términos despectivos. Los considera salvajes, los trata como si fueran salvajes y, por tanto, sin ningún tipo de consideración. Frente a la dificultad de comunicarse en el tribunal porque los africanos no hablan español, lo que demuestra que no son cubanos, como alegan los supuestos “dueños” de la mercancía, el fiscal dice que ellos “prefieren hablar con sus dialectos simples”. La palabra “simples”, en este contexto, tiene un racista porque, sin ningún argumento lingüístico, el fiscal determina que el inglés y/o el español son lenguas complejas mientras que la lengua de los negros no lo es porque ellos son “salvajes”.
El fiscal considera a los negros como "salvajes"
            Otra escena importante es cuando finalmente se conoce lo que realmente sucedió con los africanos desde el momento en que fueron esclavizados en su tierra natal. Cuando se los conduce al barco, un sacerdote les dice a cada uno: “Dios te bendice. Dios te perdona”. Esta escena muestra la complicidad de la Iglesia con la esclavitud y la hipocresía de la religión que trabaja de acuerdo a los intereses de los grupos dominantes. Sin entrar en un análisis profundo, podemos preguntarnos: “¿Por qué ‘Dios’ los está perdonando?” ¿Por ser negros? ¿Por ser africanos? ¿Porque eran libres y a partir de ese momento tienen el privilegio de trabajar para los “amos”? ¿Por ser salvajes?
El sacerdote y la hipocresía de la religión: "Dios te bendice. Dios te perdona"
            La vida en el Amistad era una tortura para los africanos. Hay tres escenas impactantes de cuando ellos están en la embarcación. La primera muestra que solo les daban de comer a aquellos que estaban sanos, lo que demuestra que los negros no eran considerados “seres humanos”, sino una mercancía. Solo valía la pena “invertir”, dándoles a comer, a aquellos que les generaría ganancias. La segunda es la manera cruel como encadenaban a los débiles y enfermos, uno al lado de otro, para tirarlos al mar vivos, para que murieran en medio del océano. La tercera, es cuando una madre que tiene a un hijo en sus brazos, al ver lo que le espera, ella misma se lanza al mar, pues prefiere morir por decisión propia que pasar por la tortura a la que les someten los negreros.
Los negros, encadenados, son arrojados al océano
Uma madre prefiere suicidarse con su hijo antes que pasar por los sufrimientos que ve a bordo del Amistad
            Una de las escenas más impactantes de la película es en la que Cinque, en medio de una de las tantas sesiones de juicio, se levanta con sus manos esposadas hacia arriba y suplica, en un inglés tosco, que les dejen libres. La escena es importante porque hay que recordar que él no habla inglés y durante una buen parte de la película persiste la dificultad de comunicación entre los esclavos y las demás personas. La escena es impactante porque el pedido de libertad lo hace usando el poco inglés que ha aprendido escuchando a los demás. Ese inglés tosco que utiliza es un grito de agonía mientras los demás discuten si la “mercancía” debe o no ser entregada a los que la reclaman. Además, la escena gana más fuerza porque mientras él, con su voz ronca, pide su libertad, el fiscal lo ignora y cree que es absurdo que se lo interrumpa mientras pronuncia su discurso.
Cinque pide en el tribunal que les dejen libres
            En contraste a estas escenas que muestran el comportamiento de la sociedad del siglo XIX en relación a la dignidad humana, hay una, cuando ya hemos pasado más de la mitad de la película, que cuenta cómo ese grupo de negros fueron capturados en su tierra natal con la ayuda de mercaderes negros que los vendían por armas. La escena es importante por dos aspectos: el primero, la cuestión cinematográfica: es una de las pocas escenas de la película en la que los colores cobran vida, en contraste con el tono oscuro que es la constante en Amistad. El segundo aspecto es que la escena muestra a Cinque con su familia en su tierra natal: ellos vivían libres en su propio paraíso.
Cinque y su familia en su tierra natal

La captura de Cinque
La fortaleza clandestina donde se comercializa esclavos "ilegales"

            A pesar de todo lo dicho anteriormente, una de las escenas más importantes es la que sucede a los cinco minutos y diecisiete segundos. Después que ha terminado la matanza en el barco, hay un primer plano del nombre del navío, pero sobre el nombre aparece una cadena. La escena es una metáfora sobre el verdadero significado no solo sobre el nombre paradójico del barco, como lo explicamos al principio de este texto, sino el verdadero sentido de la historia. Además, podemos hacer una interpretación adelantándonos al desarrollo de los acontecimientos, pues la vida y libertad de los cuarenta y cuatro negros africanos a va a depender de la empatía que el abogado Baldwin establezca con sus defendidos al hacer todo lo posible para entenderlos y saber la verdadera historia de ellos. Baldwin, al final, traba una verdadera amistad con Cinque y, por medio del él, con el grupo.
 
La Amistad: un nombre más que paradójico
            Amistad es una película importante que hay que verla y reverla, no solo porque haya ganado siete premios y haya tenido veintinueve nominaciones, sino también por el excelente trabajo fotográfico de Janusz Kaminski y la música de John Williams, además de lo que ya hemos mencionado en este pequeño análisis.
El ejército británico destruye la fortaleza secreta de los negreros

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

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