O filme que assistimos...

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Patricio Miguel Trujillo Ortega


18 de setembro de 2012

A tus espaldas



A tus espalas, Drama-Comédia, 76 minutos, 2010, Ecuador.

Con: Jenny Nava, Gabino Torres, Lily Alejandra, Nicolás Hogan.

Dirección: Titto Jara H.

¿Qué pasa con una sociedad en las que sus miembros no se aceptan a sí mismos; es decir, niegan sus raíces, buscan desesperadamente las de otras y, saben, de antemano, que nunca serán lo que quieren ser y que no son lo que dicen ser y esconden con rabia lo que sí son?


Es difícil definir la respuesta en pocas palabras a este complejo juego de palabras; y, más aún, cuando hay una historia que intenta comprender este fenómeno social, psicológico, sociológico y racial que afecta a mucha gente en algunos países de la región andina en la que la palabra “mestizo” aún parece ser un insulto.

A tus espaldas, película de estreno de Titto Jara H, presenta una visión de este drama secular que sigue vigente en pleno siglo XXI en gran parte de Ecuador; pero lo hace con una buena dosis de humor porque, tal vez, si la gente ve en la pantalla grande ese gran complejo de inferioridad y llega a reírse de sí mismo, consiga superar su trauma y, nuevamente decimos tal vez, el país encuentre su rumbo psicológico y el orgullo de tener una identidad profunda que no sea solamente la parte “folclórica” o “exótica” –en los términos ridículamente acuñados hoy en día- desarrollada para los turistas.
Jorge Chiciza Cisneros - Jordi Lamotta Cisneros
A tus espaldas, por tanto, es un drama que le hace reír al espectador cuando conoce a Jordi Lamotta Cisneros, un joven que se ha cambiado de nombre y se ha ido a vivir en otra zona de la ciudad con el objetivo de olvidar su origen social y racial para intentar ser parte de una sociedad, a la que él piensa que no pertenece y, al mismo tiempo, cree que es superior-mejor, que la de él.

Jordi se llama en verdad Jorge Chicaiza Cisneros y de niño vivía en la zona sur de la ciudad. Su padre murió borracho en la calle cuando Jordi aún era niño y su madre se fue a vivir a España como inmigrante, razón por la cual él creció con la abuela y, relativamente, en una buena situación económica gracias al dinero que su madre le enviaba de España.

La Virgen de Legarda
Cuando cumplió dieciocho años, él se cambió de nombre y se fue a vivir a la zona norte de la ciudad. El protagonista justifica su actitud porque piensa que la ciudad está dividida en dos partes sociales: al sur, los pobres; al norte, los ricos. Y esta división es física porque entre las dos zonas de la ciudad hay una pequeña loma, El Panecillo, en la que está la estatua de la Virgen de Legarda. El problema es que la Virgen está de espaldas al sur, por tanto, ella no sabe lo que pasa en ese sector de Quito.

Se percibe, desde el primer momento, que Jordi creció en un mundo de diferentes tipos de complejos, pero el más importante, fue el de “inferioridad” social; por tanto, cuando él se considera adulto y está económicamente independiente, hace todo posible para ser parte de la “clase media” de la zona norte de Quito.

La mamá de Jordi se va a España y pierde su identidad
El espectador no conoce nada de la infancia de Jordi, a no ser un detalle pequeño y trascendental que el director lo presenta con ironía y burla. Se sabe que la madre del muchacho inmigró a España y nunca más regresó. Pero antes de saber este último detalle –de que no regresó- la mamá, después de estar un mes en España, le llama por teléfono a Jordi y cuando ella habla, su acento es “español”. Ella ya no “sesea”; es decir, ahora ella pronuncia la “c” y la “z” al mejor estilo peninsular y sus expresiones idiomáticas también las ha incorporado a su lenguaje. Inclusive el tono de voz ha cambiado. Para el buen observador, esta escena es una crítica mordaz a “la pérdida de identidad” de los inmigrantes que, en verdad no es una “pérdida de identidad” sino el reflejo de un complejo profundo de inferioridad que afecta a un gran sector de la población ecuatoriana. El ser “español” es mejor que ser “indio, mestizo, ecuatoriano, chagra, cholo”.

Jordi y sus amigos: viviendo de apariencias
Pero la “integración” de Jordi con la “clase media” del norte de Quito no es tan fuerte como a él le gustaría. Hay muchos elementos que insisten en aparecer, perseguirle y recordarle su verdadero origen, lo que le provoca una angustia profunda de ser “reconocido” como “mestizo” y, por tanto, el rechazo de los demás. Un miedo al rechazo que no tiene sentido porque su grupo de amigos es muy pequeño y, en verdad, no ha conseguido integrarse totalmente al “grupo social” que él aspira. Vive solo y de apariencias, como el hecho de gastar el dinero en su auto para llamar la atención de las personas.

Una escena que muestra esta angustia de Jordi es cuando llega al banco, donde él trabaja, una cliente que quiere un préstamo. La mujer es de la zona sur de Quito y le reconoce a Jordi. Se acuerda de cuando éste era niño; entonces, él, al ser reconocido, se asusta y se ve obligado a agilizar los papeles de la mujer solo para que ella no vuelva al banco y no lo “exponga” al peligro de ser “reconocido” públicamente por lo que él no quiere volver a ser nunca más. Es decir, por lo que él es y se niega a aceptar que es.
Jordi y su miedo de que lo "reconozcan"
En medio de este drama existencial que Jordi vive a escondidas de quienes lo conocen, aparece en su vida, Greta, una mujer que tampoco es lo que dice ser.

En una fiesta privada en el banco donde él trabaja, llega sin ser invitada una mujer muy atractiva que parece ser la “amante” del ingeniero Luis Alberto Granada, sobrino del dueño del banco. Como él está en la fiesta con su novia y Greta, borracha, imprudentemente se aproxima, Luis Alberto la saca del local y, ya que Greta necesita ayuda por su estado etílico, Jordi la socorre, la lleva a su propio departamento y ve la oportunidad de estar con una mujer sensual. Algo que él nunca pensó que podría sucederle.
Jordi y Greta
Se establece entonces una relación totalmente dañina para Jordi. Por un lado, él se enamora perdidamente de Greta y le ofrece su departamento para que se quede ahí, ya que ella no tiene más donde vivir. Por otro lado, Greta no le esconde el hecho de que ambos son diferentes y de que ella lo quiere solo como amigo. A pesar de que la postura de Greta está definida, Jordi insiste en vivir con ella y darle todo lo que necesita, con la esperanza de que en algún momento ella lo ame. Solo que Greta no es modelo, como afirma serlo y Jordi está tan ciego de “amor” que no se da cuenta que ella se está aprovechando de él.

Es que Jordi “quiere” permanecer ciego porque es un muchacho que está solo en el sentido literal de la palabra. No tiene a nadie y el “secreto” de su “identidad” es tan fuerte y vulnerable que no le permite relacionarse plenamente con las personas porque su objetivo es impresionar a los demás para que los “otros” lo acepten.

Por tanto, su vida es llena de “apariencias”.

Este “amor” por Greta, que en gran parte de la película no llega a ser ni “sexual”, hace que Jordi acabe perdiendo la nación de él mismo y de la realidad que lo rodea y llega a enfrentarse al “ingeniero” Luis Alberto, que es más que el “amante” de Greta, es quien le prepara los encuentros con ciertos “clientes” para los negocios que él hace a espaldas de su tío.

Jordi y sus amigos frente a Luis Alberto: a pesar de todo, baja la mirada...
Luis Alberto es un personaje que representa dos puntos de vista: por un lado, el mismo “complejo” de Jordi, solo que invertido: un complejo de superioridad en relación al “cholo”, pero de “inferioridad” en relación a su tío. Jordi y los demás empleados le llaman “Ingeniero Luis Alberto”. El título por delante como forma de respeto y de humildad frente a él, después de todo él es el “ingeniero”, lo que le coloca en un puesto más alto en la pirámide social. Aquí vemos nuevamente esas profundas heridas sociales que son parte de la sociedad ecuatoriana, en la que el “título” delante del nombre hace que la persona se sienta superior a los otros. Y lo más irónico, es que Luis Alberto es un hombre al que su tío lo humilla sin ningún problema, inclusive frente a los demás. El poderoso pisotea y el pisoteado busca a quien pisotear: el colonialismo de hace más de doscientos años continúa vigente.

Greta se aprovecha de Jordi y solo él no se da cuenta de eso
Un ejemplo de este comportamiento se lo ve cuando Jordi, que siempre le trata a Luis Alberto de “ingeniero”, le insulta tratándolo de “tú”, es decir, poniéndose a su mismo nivel social, lo que provoca la ira de Luis Alberto, quien no solo le da una paliza, sino que le hace sentir inferior usando una forma de tratamiento social específica, como cuando le dice, en relación a Greta: “¿Vos crees que una hembra se va a fijar en vos?”. La humillación se da por el uso del pronombre “vos”, una forma de tratamiento íntimo entre amigos, pero que denota desprecio cuando un “superior” lo usa con un “inferior”.

Luis Alberto representa también una especie de “machismo cavernícola” aún vigente en gran parte de la sociedad latinoamericana, con la participación pasiva de la mujer, representada por Greta. Hay dos escenas que resumen ese comportamiento. La primera, cuando Greta aparece en la fiesta del banco, él la saca del local y le dice: “Vos sabes que te voy a agarrar cuando me de la puta gana. Te vas a quedar callada”. Y la expulsa del local con violencia. Más tarde, dominado por los celos y la “rara relación” que ella tiene con Jordi, la lleva a las fueras de la ciudad y le da una paliza y la abandona, para después llamara nuevamente porque él tiene un “cliente” importante.
Luis Alberto le da una paliza a Jordi

Luis Alberto le da una paliza a Greta
Volviendo a hablar de Jordi, decíamos que él vive de las apariencias. Se viste con la mejor ropa y va a los mejores restaurantes con el objetivo de que lo “acepten” socialmente; sin embargo, sus amigos, que desconocen las razones que hacen que él se comporte de esa manera, siempre se burlan de él porque creen que es “avaro”. Una de las escenas más graciosas que muestra lo que los amigos piensan de él, es cuando uno de ellos le dice: “Si vos eres tan tacaño que a las noches sales a ladrar para ahorrarte el perro”.

Toda esta situación dramática de A tus espaldas llega a ser tan absurda que el espectador termina riéndose del protagonista. El guion coloca ciertas dosis de humor en medio del drama, tal vez, con la finalidad de mostrar que “eres lo que escondes”, tal como está escrito en el cartel de la película.

"Eres lo que escondes". Jordi, un típico quiteño patético
A tus espaldas es una buena película, sin embargo, el desenlace nos parece un poco forzado. La situación del abogado misterioso que aparece con mucho dinero y que desencadenará el final de la historia no está muy clara. Puede que sea un pretexto para romper la relación “Jordi-Greta” y darle al protagonista la oportunidad de finalmente vivir como siempre quiso ser: “rico”, aunque para eso debe perder lo que más quería, una mujer sensual como Greta.

No obstante él renuncia a Greta con mucha facilidad cuando se le presenta la posibilidad de ser alguien en la vida, y lo hace porque él no ama a Greta: él ama la idea que el hombre machista latinoamericano tiene de una mujer, y más aún si este hombre es acomplejado. Por eso, la abandona sin ningún problema porque finalmente puede vivir como siempre quiso ser.

A tus espaldas no da una respuesta al conflicto de identidad de un pueblo, sino que le muestra a ese pueblo un espejo donde verse y reírse de sus propios defectos, dándole, al mismo tiempo, una bofetada a la hipocresía social.

La producción de la película es de buena calidad y fue grabada en el formato de cine digital red one; por tanto, las imágenes son buenas y el audio también, a pesar de que hay pequeños trechos en que es difícil comprender lo que hablan los personajes.

La Virgen en el Panecillo
Uno de los personajes principales de la película es la estatua de la Virgen y, como tal, su presencia es constante, con muchas tomadas generales que aparecen como un refuerzo al discurso de Jordi quien, de alguna forma le confiesa sus dolores, decepciones y frustraciones a la “Virgen”. De principio a fin de A tus espaldas, la estatua está presente como punto de partida y de llegada, por eso, cuando la fortuna económica le llega a Jordi, él, a pesar de que está lejos, ve a la Virgen en las noticias de la televisión.

La Virgen: el norte y el sur
Hay que destacar la excelente imagen aérea de la Virgen a los diez minutos de la película. La cámara gira en 360 grados, en una panorámica lenta de la estatua y muestra esa “división” física y social de la ciudad. Por otro lado, a pesar de que se habla de esa división de Quito entre ricos y pobres, A tus espaldas no muestra muchas imágenes de la ciudad. Al principio hay primeros planos de personas mestizas que están en el centro de la ciudad –es la visión dolorosa que Jordi tiene de los habitantes de la urbe- y cuando se hace referencia a este complejo social del protagonista, en general se presentan imágenes rápidas de edificios, ventanas y, en alguna ocasión, algunas calles de la zona norte de Quito. Es decir, se evita mostrar imágenes generales de la ciudad; tal vez sea para resaltar que la historia es contada en primera persona, es decir, desde el punto de vista de Jordi: es así que él se ve y piensan que todos lo ven de la misma forma.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

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