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Patricio Miguel Trujillo Ortega


13 de fevereiro de 2018

The Neon Demon (El demonio de neón)



The Neon Demon (El demonio de neón). Drama. Thriller. 118 minutos. 2016. Dinamarca-Francia-USA.

Con Elle Fanning, Jena Malone, Abbey Lee, Bella Heathcote.

Película de Nicolas Winding Refin.

La polémica.-

The Neon Demon (El demonio de neón) del director dinamarqués Nicolas Winding Refin no es una película fácil de verla, tanto es así que, por donde pasó, llovieron las críticas negativas y positivas. Unos la aplaudieron y otros la rechazaron de manera tajante.  Si hay mucha gente que aún se siente incómoda con esta película, es porque estamos frente a una obra que no es apta para todo el público. Ver The Neon Demon (El demonio de neón) significa dejar de lado la crítica simplista y entender que una película no es simplemente buena o mala  porque nos incomoda o no la manera de narrar una historia. Hay que entenderla en los más diversos aspectos.

El tema general de The Neon Demon no le es desconocida al público: la superficialidad salvaje del mundo de la moda; el canibalismo de las personas que están involucradas en ese universo que, inexplicablemente, tanto le fascina a la masa común y consumista de nuestra sociedad. En esta película, que según el IMDb en internet ganó 16 premios y fue nominada a otros 33, inclusive a la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2016, encontramos personajes superficiales, vacíos, excéntricos, narcisistas, asustadores, que no dudan en hacer lo que quieren para conseguir sus objetivos.

Nicolas Winding Refin nos entrega en esta película, que se destaca principalmente por la excelente fotografía, una serie de metáforas asustadoras de la sociedad en la que estamos viviendo. Y es esto lo que causa la polémica.
 
The Neon Demon: una película que habla de la ambición, del nacismo.
Es obvio que no se puede esperar que el espectador, en general, acepte una obra sin ningún cuestionamiento. Siempre habrá algo que nos incomode – y este no es el espacio para hablar del por qué nos sentimos incómodos – al apreciar una obra de arte; más aún una película como The Neon Demon que ofrece lo bello y lo feo de un mundo millonario que está lleno de destrucción, de lasciva, de drogas, de traiciones, de corrupción, de engaños, todo con el pretexto de vender una ilusión pasajera por la que miles y miles de muchachas jóvenes son capaces de sacrificarse, mutilarse, destruirse y matarse para estar dentro de ella.
The Neon Demon
Sin querer (ni siquiera se debe intentarlo) descubrir el “objetivo” personal del director Nicolas Winding Refn, él nos entrega una película tan superficial y, al mismo tiempo, tan bella fotográficamente,  como el mundo que retrata, sin cuestionarlo, sin plantear moralismos falsos, sin segundas intenciones. No está presente en esta película la hipocresía de lo ‘políticamente correcto’ porque no es un drama narrativo; no estamos frente a una historia que va del principio al fin. ¡Estamos frente a una experiencia estética!

La historia de The Neon Demon.-

The Neon Demon (El demonio del neón) no es una película que hable de la superficialidad del mundo de la moda como tal, sino de las apariencias, de la ambición, de la alta competitividad, del narcisismo, del comportamiento ambiguo de las modelos que entran ‘con alma, vida y corazón’ en ese mundo.
 
The Neon Demon
La primera impresión que tenemos es que estamos frente a una película de terror: Jesse, la protagonista, está acostada en un sofá, usa un vestido azul y está toda cubierta de sangre. La luz de la foto es de neón y la joven parece estar muerta. La escena es panorámica y solo cuando la cámara se ha aproximado lo suficiente, percibimos que se trata de una modelo que está siendo fotografiada; sin embargo, el ambiente que rodea a la joven: los colores, la música, la inexpresividad, el neón, ya nos dice que algo malo va a pasar.

Jesse (Ellen Fanning) es una joven de dieciséis años  que acaba de mudarse a la ciudad de Los Ángeles y está siendo fotografiada por Dean (Karl Glusman), un joven aspirante a fotógrafo de moda. Después de la sesión de fotos, cuando está limpiándose la sangre falsa, conoce a Ruby (Jena Malone), una maquilladora que queda fascinada con la belleza de la adolescente. Esa mismo día, Ruby la invita a una fiesta y la presenta a dos modelos amigas de ella: Sarah (Abbey Lee) y Gigi (Bella Heathcote), quienes se sienten inmediatamente amenazadas por ella y empiezan a odiarla.
The Neon Demon: Ruby queda fascinada con la belleza de Jesse
Jesse quiere aprovechar todas las oportunidades que se le presenten para tener éxito, las que no se demoran en aparecer. Tiene una entrevista con la dueña de una agencia de modelos que la envía a una sesión de fotos con Jack McCarther (Desmond Harrington), quien, como todos los demás, queda encantado con la presencia de la adolescente y, para sorpresa de las demás modelos, no solo que la fotografia, sino que pide que todos se vayan porque desea una sesión especial y particular de fotos.

De esta manera, como si todo fuera fácil para Jesse, ella va a un teste de elenco para un desfile del diseñador de moda Robert Sarno (Alessandro Nivola). Él, así como Ruby y Jack McCarther, queda fascinado con la presencia de la adolescente y excluye a sus modelos favoritas, entre ellas, Sarah, para darle toda la atención a Jesse. De este modo, con una facilidad asombrosa, y sin sacrificios físicos y psíquicos, como lo hacen otras modelos, ella asciende en el mundo de la moda, lo que solo ayuda a aumentar el odio de Sarah y Gigi, que al sentirse desplazadas, quieren su destrucción.
The Neon Demon: Las modelos esperando la oportunidad de trabajar con Robert Sarno
La falta de historia.-

The Neon Demon es una película que no entra en detalles. El cambio de escenas es fugaz, tal vez como una metáfora del mundo que está retratando: la brevedad de la vida de quienes están dentro del mundo de la moda y de la fama, lo que contrasta con la lentitud de la película.

Los personajes carecen de una historia. No se sabe nada del pasado de Jesse, de Gigi, de Sarah y de Ruby, los cuatro personajes en los que el guion está centralizado. Si bien es verdad que se conocen algunos detalles, muy pocos, del presente de ellas, se desconoce por completo la “historia” de ellas. Es como que lo único que vale en ese universo es el presente. No importa el pasado de las personas; a nadie le interesa la historia de cada uno de los individuos pues ellos son solo objetos de uso para conseguir un fin. Esa falta de historia es la falta de identidad de cada una de las modelos: llegan, pasan y se van. No hay espacio para el recuerdo, para la nostalgia; es por eso que ellas están obsesionadas en vivir al máximo el momento y la presencia de un elemento extraño – Jesse – constituye una amenaza que debe ser eliminada cuando se presente la oportunidad.
The Neon Demon: personajes sin historia

Lo que para algunos “críticos” esa falta de “historia” de los personajes  puede representar un defecto, otros lo vemos como algo positivo, coherente con la propuesta de la película: sus personajes son seres transitorios, cuyas vidas pasadas y/o futuras no les importa a nadie. Lo único válido es el presente que viven: transitorio, extremamente rápido, por el cual están dispuestas a los más grandes sacrificios.

Los personajes.-

Jesse es una joven de dieciséis años que aparenta ingenuidad. Es bella y sabe qué es bella. Le gusta ser bella y quiere ganar el mundo gracias a su belleza. La primera impresión que tenemos es que es una joven inocente y angelical, pero que está consciente del poder que ejerce con su cuerpo. En una de las pocas conversaciones que tiene con Dean, al principio de la película, dice que tiene que aprovechar la belleza de su cuerpo para tener éxito. Dice que no sabe cantar, ni bailar ni actuar: su poder es su belleza. Jesse es narcisista y el mundo al que entra solo le ayuda a que ese narcisismo crezca hasta las últimas consecuencias. Esto es obvio cuando Sarah le pregunta a Jesse cómo se siente ser la persona a la que todo el mundo admira: “Es lo máximo”, responde.
The Neon Demon: Jesse es narcisista, así como la generación a la que representa
Jesse es la personificación del narcisismo y ella representa a los jóvenes de nuestra sociedad contemporánea que viven en un mundo que los hace ser y querer ser narcisistas (no vamos a entrar en los juicios de valores; limitémonos a expresar lo que sucede a nuestra alrededor): todos están desesperados por publicar sus fotos y sus videos en internet porque necesitan “ser notados”, “quieren ser notados”. Nadie quiere pasar desapercibido. ¡Esa es la característica de la joven generación a la que Jesse pertenece!

Pero ella vive sola, en un hotel de mala muerte y rechaza la amistad de Dean, que muestra interés por ella, porque solo está interesada en su éxito. Al rechazarlo, aparta de sí a la única persona que intenta alertarla de los peligros que la rodean. Pero ella no está preparada para los peligros, de lo que hablaremos más tarde, al explicar algunas de las metáforas de The Neon Demon.
 
The Neon Demon: lo único que importa es la belleza
Sarah y Gigi son las dos rivales de Jesse y la odian solo por el hecho de que es bella, de que llama la atención y de que todos la prefieren. Además, como es cuatro años más joven que ambas, ellas empiezan a darse cuenta de que están quedándose viejas para el negocio y todo lo que han hecho para triunfar parece que no ha valido la pena. En un bar, después del desfile de Sarno, éste elogia la belleza natural de Jesse y se burla de Gigi. Sarno, refiriéndose a la joven adolescente, dice: “la belleza no es todo, es la única cosa”.
The Neon Demon: Sarah odia a Jesse porque no es tan bonita como ella

Sarah es bella y extremamente ambiciosa; su amiga Gigi se ha hecho un sinnúmero de cirugías para ser bella, pero ninguna de las dos tiene “ese no sé qué” que Jesse lo posee de manera tan natural. Es por eso que ambas no dudan un solo instante en matarla y en comerla, pues las dos están obsesionadas con la belleza de Jesse y tienen la necesidad de apoderarse de su belleza.
 
The Neon Demon: Ruby queda fascinada con la belleza de Jesse
Ruby, la maquilladora, es una mujer bella que desde el principio se obsesiona con la belleza de Jesse. Es como si ella quisiera poseerla. Sus ojos brillan, de manera asustadora, cuando está frente a la joven. Quiere ser su amiga, por eso la invita a la fiesta al principio de la película; quiere protegerla, por eso desea quedarse con ella cuando el fotógrafo Jack pide que todos salgan del estudio; y, finalmente, quiere seducirla cuando la tiene frente a sí. Pero Jesse (que es virgen, a pesar de haber alardeado de haber tenido muchas relaciones sexuales) la rechaza y eso provoca en ella una transformación inexplicable, principalmente porque, como lo dijimos anteriormente, no sabemos nada de ningún personaje. No hay nada objetivo que explique el por qué ella la mata de una manera tan fría y cruel. Solo se pueden hacer especulaciones: ya que no pudo poseerla físicamente, necesita poseerla de otra manera, por eso, en una de las escenas más raras de la película, se la ve bañándose, en éxtasis, con la sangre de Jesse.
 
The Neon Demon
De los personajes masculinos no hay nada que hablar: ellos son elementos de una coreografía o parte del decorado, por ese motivo, así como aparecen desaparecen enseguida.

La ambigüedad en The Neon Demon.-

Como habíamos dicho al inicio, The Neon Demon insinúa desde el principio que algo malo va a suceder. Conforme la historia avanza, se percibe que la película es cíclica: el principio se mezcla con el final, cuando el espectador ve lo que le sucede a Jesse: las manchas de la sangre falsa coinciden con la mancha de sangre alrededor de la cabeza de Jesse en la piscina, y se refuerza más aún la historia cíclica con la mancha de sangre de Sarah, después de clavarse el cuchillo a sí misma.
The Neon Demon: la sangre falsa
Este sentido cíclico de la película gana más fuerza con los recursos que se utilizan, a saber: la lentitud de las escenas en la mayor parte de la película, los pocos diálogos que muestran que los personajes no tienen nada que decir porque viven el momento instantáneo que está en constante movimiento. En otras palabras, ni los personajes saben lo que les va a pasar al día siguiente ni el espectador lo que puede esperar de esas personas: cada fin de escena es el inicio.
The Neon Demon: la sangre verdadera
Esta ambigüedad es el resultado de lo que es la película: una historia superficial que trata de un mundo más superficial aún, pero millonario y peligroso. Esta ambigüedad es uno de los elementos positivos de la obra, pues los personajes están involucrados en una red de relaciones ambivalentes en la que nunca se sabe lo que realmente piensan.

La primera escena de Jesse, acostada en el sofá, le deja al espectador con una sensación rara, como ya lo habíamos dicho, pues no se sabe si es un maniquí, de tan perfecta que es la joven, o si es un cadáver. Los colores vibrantes, el contraste de los mismos que componen la escena y la inmovilidad de la actriz dejan esa sensación de no saber qué es lo que realmente vemos.
 
The Neon Demon: Ruby intenta seducir a Jesse
Cuando Jack, el fotógrafo, le pide a Jesse que se quite la ropa para fotografiarla, se crea una expectativa porque no se sabe lo que puede suceder. El estudio de fotografía es gigantesco. Hay un telón blanco, gigante también, que provoca una claridad exuberante que contrasta con la piel pálida de Jesse y su comportamiento tímido. Se presiente que algo malo le puede suceder a la modelo porque no se sabe cuál será la actitud del fotógrafo que se comporta de una manera dura, fría, despectiva, lo que es un contraste brutal con la actitud casi angelical e ingenua de la joven. Cuando ambos se quedan finalmente solos, puede suceder todo o puede que no suceda nada.
The Neon Demon: la ambigüedad de la historia y el peligro por medio de los colores
Cuando Sarah y Gigi le persiguen a Jesse por la casa para matarla, hay momentos en que no se sabe “quién es quién”, pues ambas muchachas, con la velocidad de la escena, se confunden en una y le confunden al espectador al mismo tiempo, ya que las dos son rubias, delgadas y el odio hacia Jesse es el mismo, a tal punto que ambas parecen un mismo personaje, lo que ayuda a aumentar la tensión en esa escena macabra. Puede ser que esa confusión sea adrede para mostrar, por medio de la ambigüedad, la falta de identidad de las modelos: todas son iguales, todas quieren ser iguales, lo que refuerza más la acertada decisión de hacer una película superficial de un mundo superficial.
The Neon Demon: Gigi

Jesse le tema a Hank, el gerente del hotel, pues es un individuo de carácter extremamente desagradable y trata de aprovecharse de las situaciones para su propio beneficio, como sucedió con el problema del león de la montaña que entró al cuarto de Jesse. Una noche ella sueña que él le hace tragar un cuchillo, lo que solo ayuda a aumentar la tensión que ya vive Jesse en el hotel. En otra noche, mientras está durmiendo, percibe que alguien quiere entrar a su cuarto. Como el invasor no consigue entrar a la habitación, se va y se escuchan los gritos de otra muchacha de otra habitación. ¿Quién quería atacar a Jesse? No se sabe si era Hank u otro individuo desconocido hasta ese momento.

Escenas especiales.-

La primera escena que queremos destacar por su importancia es el desfile de Jesse con las ropas de Sarno. Mientras ella camina, ella ve un triángulo brillante que había visto en una alucinación; al ver su reflejo dentro de un prisma, ella besa su imagen. Ella se besa. Es el momento en que Jesse ha llegado al narcisismo total. Ha perdido su ingenuidad: está consciente de que ha logrado lo que se ha propuesta. Está enamorada de su propia imagen, así como los otros están enamorados de ella por su belleza angelical y natural.
 
The Neon Demon: Jesse enamorad de su propia figura
La segunda escena es la del león de la montaña. Jesse ha dejado abierta una ventana y al regresar de noche al hotel, escucha un ruido dentro de su habitación y tiene miedo. Le llama al gerente, quien abre la puerta y descubren lo que ha sucedido: un león de la montaña ha entrado y ha destruido la habitación. Al principio, esta escena parece que no tiene sentido, más aún si pensamos que el cuarto está en el segundo piso. ¿Cómo pudo entrar, entonces, el león de la montaña? Estamos frente a una metáfora: al dejar abierta la ventana y permitir que el animal entrara, ella está dejando abierta la puerta por donde entran los peligros que amenazan su vida. El salir del cuarto sin prestar atención a lo que hace y dejarlo vulnerable (algo que no se ve en la película, pero lo suponemos) representa la pérdida de la seguridad que tenía en su mundo, antes de llegar a Los Ángeles y, cuando ya estaba ahí, antes de tener tanto éxito: ahora que todos llaman a su puerta, si no presta atención, puede ser devorada por el león de la montaña. El problema es que ella se ha vuelto más narcisista (lo que se ve en el juego de colores: el azul se transforma en rojo) y no detecta el peligro.
The Neon Demon: Jesse no está preparada para el peligro
La tercera escena que hay que destacar es cuando Sarah se come el ojo de Jesse que Giga ha vomitado. ¡Solo de escribir la frase anterior ya percibimos la situación rara!
 
The Neon Demon Sarah se come el ojo de Jesse que Gigi ha vomitado
Después de haber matado y comido a Jesse, Sarah va con Gigi a una sesión de fotos con Jack. Al verla a Sarah, el fotógrafo se queda encantado y decide sustituir a la modelo por Sarah. Gigi y Sarah están nuevamente en la cumbre; de repente, Gigi empieza a pasar mal durante el ensayo y corre al baño, donde vomita el ojo de Jesse que se comió la noche anterior. Gigi está desesperada y grita: “necesito sacármela de mí”. No se sabe si está arrepentida o no. Lo cierto es que está sufriendo y se clava unas tijeras en el estómago. Sarah, al verla morir, se queda estática y en lugar de ayudar a su amiga, se agacha, coge el ojo de Jesse, se lo come, y vuelve triunfante para ser fotografiada.
The Neon Demon: Sarah observa a Gigi que acaba de matarse y al ojo de Jesse que yace en el suelo

¿Por qué el canibalismo en The Neon Demon?.-

La escena del canibalismo es una de las que más le chocó a la gente en general. Parte de la histeria de muchas críticas se debe a ella; sin embargo, hay que entender que el canibalismo en The Neon Demon es una de las mejores maneras para representar la obsesión por la belleza.

Expliquémoslo de otra manera: Gigi y Sarah se comen el cuerpo de Jesse y Ruby se baña en la sangre de la adolescente. Las dos primeras odian a la muchacha, a pesar de que ella nunca les hizo nada. Envidian su belleza, además de estar obsesionadas por ella, y no desean destruirla. Ellas quieren apoderarse de “la belleza de Jesse”. Quieren ser “ella”. Con la muerte de la adolescente no se solucionan sus problemas; no significa que ellas vayan a recuperar el lugar de prestigio que tenían antes de la llegada de la joven: ellas necesitan apropiarse de la esencia de Jesse y por eso se la comen. Y el ojo que Gigi vomita y que Sarah se lo traga represente la belleza exterior, que es lo único que a ellas les interesa: el ojo ve todo, y ellas necesitan ser vistas.
 
The Neon Demon: Ruby se extasía son un cadáver
Algo similar sucede con Ruby: desde el momento en que la conoce se queda obsesionada con la belleza de la joven adolescente. Cuando Jesse la rechaza sexualmente, Ruby se siente perdida, tanto es así que va a la morgue, donde también trabaja como maquilladora, y tiene relaciones sexuales con un cadáver. Ruby está perturbada y transita demasiado rápido del deseo al odio, tanto es así que es ella quien mata a Jesse y luego se la ve bañándose, extasiada, en su sangre. Al día siguiente, como si estuviera participando de un ritual, está encima de la tumba, que se supone es la de Jesse. Es como si ella finalmente la pudiera tener. Se establece una relación entre el cadáver de la morgue que le dio placer con el placer que le da ahora la muerte de Jesse, única forma de poseerla. Definitivamente el comportamiento de Ruby es morboso.
 
The Neon Demon: Ruby sobre la tumba de Jesse

The Neon Demon (El demonio del neón) es una película que no satisface todos los gustos y si se la clasifica de “rara”, no está mal; no obstante, cumple con lo que se ha propuesto. Además, hay que resaltar la excelente dirección fotográfica de Natasha Braier que nos ofrece una experiencia visual de primera calidad.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.
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