O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


27 de julho de 2018

Those Magnificent Men in their Flying Machine - Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras


Those Magnificent Men in their Flying Machine (Esos magnífios hombres y sus máquinas voladoras). Comedia, Aventura. 137 minutos. 1965. Reino Unido.

Con Stuart Whitman, Sarah Miles, James Fox, Terry-Thomas, Jean-Pierre Cassel, Alberto Sordi, Gert Fröbe, Robert Morley, Irina Demick.

Dirección de Ken Annakin.

Las grandes aventuras de los años sesenta.

Las comedias de los años sesenta se caracterizan, entre otros aspectos, por narrar historias ligeras, divertidas, con un humor sutil y estereotipado que, a los ojos de hoy, nos parecen películas bastante ingenuas. Sin embargo, hubo una serie de grandes comedias que, además de las características mencionadas, eran verdaderas aventuras épicas que divirtieron al público con personajes graciosos que se metían en las más divertidas confusiones. Como es lógico, al final todo terminaba bien, menos para el malvado tramposo que, aunque se esforzaba por engañar a todos y salir victorioso de cualquier forma, acababa perdiendo para el bien de los demás.

Hay tres grandes películas que pertenecen a este estilo único y peculiar de aquella época y que tuvieron gran éxito. Estas películas no solo que no han sido olvidadas, sino que han sido muchas veces imitadas, pero sin conseguir los mismos resultados que las originales. Estamos hablando de Those Magnificent Men in their Flying Machines (Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras), It’s a Mad, Mad, Mad, Mad World (El mundo está loco, loco, loco – 1963), The Great Race (La carrera del siglo – 1965).

Pero la película que hoy nos interesa es Those Magnificent Men in Their Flying Machines (Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras). Es una comedia extremamente divertida que no es más que una libre adaptación súper cómica de una competición aérea, patrocinada por el Daily Mail de Londres, que ocurrió en 1910. Es una película muy bien hecha, con actuaciones impecables, con efectos especiales muy bien logrados y, lo que es más importante, con un guion dinámico y original.
 
Los pilotos recorren el camino que deben conocer para poder orientarse desde el aire
Esta película tenía un solo objetivo, a saber: en entretenimiento. Desde luego que se puede pensar en un análisis ideológico subjetivo, pero eso sería salirnos del cine, y al final del presente texto, lanzaremos una idea al respecto, pero nuestro objetivo es hablar de los logros cinematográficos de este filme que hace un homenaje sincero a los pioneros de la aviación, a su creatividad, a su fuerza de voluntad para vencer las adversidades.

La generación del siglo XXI debería tener la oportunidad de tener más contacto con este tipo de películas que, aunque carecen de la tecnología del cine contemporáneo, son insuperables en más de un aspecto. Por otro lado, para los amantes del cine, es una comedia que nadie puede dejar de verla.

La historia.

Lord Rawnsley (Robert Morley), dueño del periódico Daily Part, motivado por las palabras de su futuro yerno, Richard Mays (James Fox), de la fuerza aérea británica, quien le informa que Inglaterra, además de dominar los mares debería dominar los aires, aspecto éste en el que ha perdido terreno para otras naciones, organiza una competición aérea de Londres a París, y ofrece un premio de 10.000 libras esterlinas al primer piloto que llegue a la capital francesa.
Richard, Patricia y Lord Rawnsley
Estamos hablando de 1910, una época en la que los aviones aún estaban siendo desarrollados y no podían volar distancias muy grandes; una era en la que muchos pilotos arriesgaban la vida para descubrir el avión ideal y vivir grandes aventuras que, hasta esa época, eran imposibles de realizarlas.

La noticia llega a todo el mundo y se inscriben más de ochenta pilotos de diversas nacionalidades. Estos se reúnen en Inglaterra en un campo preparado para el evento, en el algunos días antes de la competición testan sus máquinas voladoras que, por cierto, a las que en ningún momento se las llama “avión”. Hay máquinas voladoras de todas las especies (algunas inventadas especialmente para la película) y después de varios días de preparación, solo sobran 14 pilotos para participar en la competición, pues la mayoría acaba destruyendo sus máquinas voladoras y no tienen recursos para reponerlas.
Olive lee en medio del desierto la noticia de la competición
Durante la etapa de preparación, la película presente a los principales competidores que representan a cinco países. Cada uno de ellos se mete en las más diversas situaciones cómicas por la manera en que cada uno de ellos se relaciona con los demás, pues además de testear las máquinas voladoras, ellos deben conocer la región por la que van a volar, para poder guiarse durante el vuelo, motivo por el que se ven obligados a participar en diversos eventos donde van a surgir los conflictos, todos tratados de una manera divertida.
Los primeros días los pilotos se preparan para la compeitición
Al llegar el día de la competición, todos partes en busca del premio, pero solo cuatro aviones llegarán a París. Los demás, o sufrieron algún tipo de accidente o simplemente se pierden en medio del camino. El caso más irrisorio de los que se pierden, es el de un piloto que inventó su avión cuando estaba en una bañera. Por este motivo, su avión parece una bañera y él viaja de espaldas, razón por la que no ve hacia donde va. Vale la pena resaltar que la mayor parte de los pilotos son representados como personas egocéntricas y no como caricaturas, aunque sí hay una o dos caricaturas bien elaboradas.

Conforme resumimos la historia de Those Magnificent Men in their Flying Machines, podemos darnos cuenta que la película está divida en tres partes. La primera dura aproximadamente cuatro minutos y es una secuencia en blanco y negro que parece un documental, en el que un narrador cuenta con humor una “historia” de los inicios de la aviación o, mejor dicho, del deseo que el hombre siempre tuvo de volar. En esta secuencia actúa Red Skelton que interpreta a diferentes personas de diversas épocas, aunque al final de la película, en los créditos aparece con el nombre el hombre neandertal. Esta secuencia mezcla algunas imágenes reales de los pioneros de la aviación con otras interpretadas por Skelton. Este documental, vamos a llamarlo así, es una pincelada de lo que va a suceder más adelante.

La segunda parte de la película es la preparación de la competición, en la que hay que destacar, principalmente, el conflicto de Patricia Rawnsley con su padre, el organizador del evento. Ella es una joven que sueña con ser independiente, en una época en la que en Inglaterra las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres; pero su principal sueño es poder volar en una máquina voladora. El problema es que su padre no le permite y le prohíbe a Richard Mays, el enamorado de Patricia, de que la haga volar. Este conflicto es importante porque a partir de ahí surgirán dos problemas importantes que guiarán la historia de Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras.
Richard y Patricia
Como es característico en películas extensas de los años sesenta, hay un intervalo musical de aproximadamente unos cuatro minutos para iniciar la segunda parte de la película, a la que nosotros, siguiendo la lógica de nuestro raciocinio, la llamamos de tercera: en ésta ocurre la competición propiamente dicha, con secuencias espectaculares para retratar los percances que sufren los competidores, como por ejemplo, caer en medio del Canal de la Mancha por falta de combustible, caer a la entrada de un convento por el mismo motivo o caer en medio de una carretera por un pequeño problema mecánico. Pero ninguno de los inconvenientes tiene un final trágico, ni cuando se llega al clímax del filme: el público en París espera al ganador, sea cual sea la nacionalidad de éste, ya que quien consigue volar de Londres a París en 25 horas y 11 minutos es un verdadero héroe.

Los personajes y sus conflictos.

Los personajes principales de Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras están hechos a partir de un estereotipo específico; es decir, no son personajes “puros”, lo que no es un problema en esta película, pues el humor parte justamente de esta caracterización rellena de estereotipos.
Patricia y Richard
Empecemos hablando de Patricia Rawnsley (Sarah Miles), el único personaje mujer importante de la película, pues las otras mujeres que aparecen cumplen papeles secundarios. Ella es hija de Lord Rawnsley (Robert Morley) y está saliendo con Richard Mays (James Fox). Ella es una mujer que usa motocicleta, cuando su padre no la ve, y hace todo lo posible para poder volar, pero su padre no le permite. Donde esconde su moto, hay un mensaje a favor del derecho de las mujeres al voto, sin embargo, ella acata todo lo que su padre le dice, a pesar de que también le “desobedece” siempre que puede hasta conseguir realizar su sueño: volar. Sin embargo, a pesar de no tener la libertad que le gustaría tener, ella sabe cómo salirse con la suya. Es una joven alegre, independiente, que no le teme a la aventura y sabe cómo relacionarse con las demás personas.
Richard y Patricia
Patricia y Olive
Richard Mays es un joven militar, pretendiente de Patricia. No le molestan las ideas de ella, pero siempre hace lo que el padre de ella manda. Se comporta como nos imaginamos que se comportan los “británicos”. No es expresivo en sus emociones; cuando Patricia quiere besarlo en público, no le agrada, principalmente si él está usando uniforme. Él está determinado a ganar la competición, pero la mayor parte de la película está involucrado en mantener la compostura para no dejarse dominar por los celos cuando aparece Olive Newton, un aviador estadounidense que llega no solo para participar en la competición de las máquinas voladoras, sino también para competir por el corazón de Patricia. Una muestra de esa manera de ser inglés de Richard es cuando, dominado por los celos, le desafía a Olive con extrema elegancia y educación, ya que él es un verdadero caballero.
Olive Newton, piloto estadounidense
Olive Newton (Stuart Whitman) es el prototipo del “sueño americano”, aunque en ningún momento se utiliza esta expresión. Es una persona que ha invertido hasta el último centava en su avión y, si pierde la competición, no tiene ni cómo regresar a su país. A pesar de eso,  se deja seducir por la alegría de Patricia y, aunque sabe que su padre es poderoso y no autoriza que su hija vuele, la lleva a volar, aún sabiendo que eso le puede perjudicar. Por otro lado, Olive no duda en sacrificase para ayudar a los demás; es decir, la película lo presenta como un hombre ‘altruista’ que es capaz de perder la competición si con eso ayuda a salvar a algún necesitado.
Pierre Dubuis, piloto francés
Pierre Dubuis (Jean-Pierre Cassel) y Colonel Manfred Von Holstein (Gert Fröbe) son los dos aviadores que provocan algunas de las escenas más graciosas de la película. Ambos representan el estereotipo de lo que son los franceses, el primero, y el de los alemanes, el segundo. Aunque la película abarca a todos los cinco principales pilotos como un todo, esta pareja de enemigos provocan muchas carcajadas de buen gusto.
Colonel Manfred Von Holstein, piloto alemán
Pierre, siguiendo el estereotipo de los franceses, es un romántico incurable que no pierde la oportunidad de enamorase y, tanto él como su equipo de mecánicos se toman las cosas a la ligera y son irreverentes, principalmente con los alemanes, que son lo opuesto de los franceses. Los alemanes son disciplinados, rigurosos y lo hacen todo a la perfección, siguiendo al pie de la letra el manual de instrucciones. (Una de las tantas escenas divertidas es cuando el Colonel Manfred Von Holstein se ve obligado a pilotear su máquina voladora, y como no sabe hacerlo, lo hace siguiendo las instrucciones del manual, y la primera instrucción, como es lógico, es sentarse en la máquina, algo que él no lo hace hasta no haber leído dicha instrucción).
Colonel Manfred von Holstein
Otra escena que caracteriza el estereotipo alemán de principios del siglo veinte está en la frase que  Von Holstein repite constantemente: “No hay nada que un oficial alemán no pueda hacerlo”. Tanto es así que, cuando su avión sufre un accidente y él cae en el agua, desde la embarcación que se acerca para rescatarlo le preguntan si sabe nadar. Su respuesta, mientras intenta no ahogarse, es su frase predilecta: “No hay nada que un oficial alemán no pueda hacerlo”.
 
Emilio Ponticelli y, al fondo, su esposa y sus hijos
El conde Emilio Ponticelli (Alberto Sordil) es uno de los hombres más ricos de Italia y vive destruyendo sus máquinas voladoas, y siempre que su esposa le pide que desista de volar, él promete hacerlo, hasta el momento en que aparece una nueva máquina voladora y se olvida de la promesa. Es un hombre de familia, tanto es así que su esposa y sus ochos hijos le acompañan a la competición. Es un hombre cariñoso con la familia, exagerado y, además de destruir de destruir máquinas voladoras, parece que lo único que sabe hacer es hijos.
Sir Percy Ware-Armitage
Como no podía faltar, está Sir Percy Ware-Armitage (Terry-Thomas), el villano de la película. Además de ser gobernador es un individuo inescrupuloso que no duda en perjudicar a los demás pilotos para que todos pierdan. Como es lógico, Sir Percy Ware-Armitage tiene una gran participación en esta comedia, no solo porque es el antihéroe por excelencia, sino porque el público sabe desde antemano que en algún momento el tiro le va a salir por la culata. Y es justamente lo que se espera desde el principio. No obstante, las escenas en las que él participa son muy divertidas y, aunque hoy, más de cincuenta años esas escenas ya las hemos vistos en otras películas, éstas continúan siendo originales y graciosas, tanto es así que en algunos afiches de la película él ocupa el espacio central de la imagen. Vale decir que su propia caracterización es caricaturesca: él aparece con un gran bigote, una sonrisa falsa y un espacio bien notorio entre sus dientes incisivos.
Sir Percy Ware-Armitage y su fiel compinche
Sir Percy Ware-Armitage preparando uno de sus planes diabólicos
Para finalizar la presentación de los principales personajes, hay que mencionar a Brigitte, Ingrid, Marlene, Françoise, Yvette y Betty (todas representadas por Irina Demick). Esta bella mujer de una sonrisa encantadora y seductora está siempre presente en todos los lugares donde está Pierre Dubuis: desde el primer accidente en el que él se choca con su máquina voladora contra un árbol por quedarse viendo a la bella mujer que está siendo pintada por un artista, hasta el final de la película cuando el público festeja la llegada de los pilotos victoriosos a París. En todas las oportunidades él conoce a una simpática mujer que siempre tiene un nombre diferente, una nacionalidad diferente, pero es la misma persona.
Pierre y Bety
Brigitte, Ingrid, Marlene, Françoise, Yvette, Bety (Irina Demick)

Brigitte e Pierre Dubuis
Escenas especiales.

Una película con tantas situaciones cómicas  y llena de aventuras y desventuras está repleta de escenas especiales, sin embargo vamos a limitarnos a solo cuatro escenas que retratan el humor de la película.
 
Patricia realiza su sueño de volar en una máquina voladora
La primera escena es cuando Patricia aparece manejando una moto en el campo y llega  Richard, en una máquina voladora, a la gigantesca propiedad de Lord Rawnsley. Ella aparece usando una ropa confortable: boina, un pulóver y un pantalón. Desde la llegada de su “novio”, ella se muestra alegre, inquieta, testaruda y apasionada por el mundo de las máquinas voladoras. Cuando se dirige con Richard a hablar con su padre, ella va a un cuarto para esconder la moto, pues su padre no puede saber que ella maneja ese vehículo, y enseguida aparece transformada en una “verdadera lady británica”: sombrero, bien peinada y una ropa extremamente clásica. Sin embargo, ella no pierde su postura inicial, aunque se muestra frente a los demás con el comportamiento para el que ha sido educada.
Patricia y Richard
La segunda escena que queremos destacar también involucra a Patricia, pero Olive, el piloto estadounidense. Patricia está andando en bicicleta por el campo al que están llegando las diferentes máquinas voladoras para prepararse para la competición, cuando ella pierde el equilibrio y se cae. Olive corre a ayudarla, y al quitarle la bicicleta que le ha caído encima, le arranca el vestido. Es el primer contacto que tienen ambos personajes y a partir del cual surgirá el interés mutuo que ambos tienen y las diferentes situaciones cómicas que surgirán a  partir de este inocente incidente.
 
Olive y Patricia
La tercera escena digna de destacar, es el duelo que hay entre Pierre Dubuis y el Colonel Manfred Von Holstein. El alemán, cansado de las bromas pesadas que le hace el francés, lo desafía a un duelo. El francés escoge como armas un arcabuz y un globo. Aunque le parece absurda la decisión de Dubuis, el alemán acepta que el duelo sea en un globo y con arcabuz, sin darse cuenta de que Pierre le está tomando el pelo una vez más. Cuando están listos para el desafío, como es lógico, todo sale equivocado para ambos, pero el público se divierte con una de las secuencias más graciosas de la película.
 
Una de las tantas escenas en la que los franceses se burlan de los alemanes
Así como Those Magnificent Menn in their Flying Machines hace un homenaje bien humorado a los pioneros de la aviación, también hace un homenaje al cine mudo, específicamente a los policías de la Keystone. En el campo donde esos magníficos hombres con sus máquinas voladoras están preparándose para la competición, hay un Cuerpo de Bomberos que siempre está listo para socorrer a los accidentados. En una de esas situaciones, cuando uno de los pilotos pierde el control de su máquina voladora y ésta empieza a andar por el campo de manera desgobernada,  los bomberos corren al camión y empiezan una loca corrida caótica en el mejor estilo de los policías de la Keystone del cine mudo. Esos son unos minutos divertidos que nos recuerdan grandes momentos de un cine que tuvo mucho éxito y que causó furor en el público de los primeros años del siglo veinte.
Los bomberos
Los bomberos: un homenaje a los policías de la Keystone
Una escena interesante es cuando Olive va al galpón donde James está trabajando. Olive le pide a Jemes que le preste una llave inglesa y él no entiende lo que le pide. El humor radica en que ambos están en Inglaterra y los ingleses no conocen esa  llave con ese nombre. Este tipo de humor sutil en el que se juega con palabras y expresiones es característico de las comedias de los años sesenta y que está muy presente en Esos magníficos hombres en sus máquinas voladoras.

Del título y otras características.

Para el presente comentario de la película Those Magnificent Men in their Flying Machines hemos decidido usar el título en español Esos magníficos hombres en sus máquinas voladoras porque nos ha parecido que es la traducción adecuada. Hemos visto otros dos títulos con los que esta película fue conocida, en español, en los años sesenta: Aquellos chalados en sus locos cacharros (Este título nos parece ofensivo porque presenta a los pilotos como locos, lo que se opone al sentido de la película: el homenaje, aunque sea gracioso, a los pioneros de la aviación; en segundo lugar, las máquinas voladoras no eran trastos viejos que no funcionaban mal; al contrario, eran los nuevos inventos que aún no habían sido perfeccionados).
Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras

El otro título que encontramos fue Los intrépidos hombres en sus máquinas voladoras. Este título es mucho más decente que el anterior.
Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras que aceptaban todo tipo de desafío
Por otro lado, Esos magníficos hombres en sus máquinas voladoras es una película que hoy, después de más de cincuenta años de su realización, continúa siendo tan divertida como en la época de su estreno, pues retrata de manera humorística una mundo que solo lo conocemos a través de la historia. La película recibió siete nominaciones, entre ellas al Óscar (1966) y al Globo de Oro (1966), pero solo obtuvo el BAFTA (1966).

Texto original de Patricio M. Trujillo O.
Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.

Ahora vamos a hacer un pequeño paréntesis para plantear una “una teoría de la conspiración especulativa”: Esos magníficos hombres y sus máquinas voladoras es una película de 1965 y es interesante pensar en las nacionalidades de los aviadores. De los más de ochenta que se inscriben, solo quedan 14 al inicio del evento, y solo cuatro llegan a la meta. La nacionalidad de los principales competidores son: estadounidense, alemana, francesa, inglesa, italiana y japonesa. No hay ningún piloto de algún país de la Cortina de Hierro (recordemos que esta película inglesa fue hecha en el auge de la Guerra Fría). Este es un dato interesante del cual se pueden elaborar diversas teorías, así como el hecho de que tampoco hay personajes de raza negra ni mujeres pilotos, a pesar de que hubo varias mujeres que se destacaron y cumplieron un papel importante en los primeros años de la aviación, como es el caso de E. Lilian Todd (1865-1937) y Élise Léontine Deroche (1886-1919)

Pero no nos vamos a detener con estas ideas, aunque es interesante el planteárnoslas.
Ilustraciones (storyboard) de la película

19 de julho de 2018

Jenny's Wedding

Jenny’s Wedding. Drama-Comédia. Lesbianismo. 94 minutos. 2015. Estados Unidos.


Dirección de Mary Agnes Donoghue.

Con Katherine Heigl, Alexis Bledel, Tom Wilkinson, Linda Emond, Grace Gummer.

Sobre críticas y éxitos.-

A muchos críticos les gusta catalogar las películas en estrellas o en puntos por medio de una ‘calificación’ extremamente subjetiva; luego, el público en general repite las palabras de los críticos como si estas fueran verdades absolutas. De esta manera, muchas películas han ganado un éxito inmerecido y otras han sido condenadas al olvido, hasta que alguien en algún momento las rescata, merecidamente algunas veces.

Esto siempre ha sucedido y continuará sucediendo porque el cine es, básicamente, una industria para ganar dinero, aunque eso sí, para suerte de todos, hay una lista gigantesca de películas y directores que han ido contra esa corriente, aunque sin dinero, tampoco podrían hacer nada.

Las líneas anteriores se deben a que he visto en estos días Jenny’s Wedding, una película independiente de 2015 que, a pesar de algunos defectos, me ha gustado. Después descubrí que no tuvo éxito comercial y tuvo muy poca acogida en general por parte de los críticos, haciéndose ganadora de muchos comentarios más negativos que positivos, a la que le han hecho pocas concesiones, ya sea por su temática o por la actriz principal en sí, Katherine Heigl, que no es una de las actrices preferidas por los ‘críticos especializados’.
Jenny's Wedding
Algo que he aprendido de las críticas es que cuando llueven muchas piedras algo está mal: o la película es realmente mala o los críticos no son tan buenos como ellos mismos se imaginan que son. Como Jenny’s Wedding no es una película mala, aunque tampoco es la mejor del siglo, el problema está en otro lugar.

Por suerte mía, tengo el buen hábito de ver muchas películas sin leer antes ningún comentario en ningún lugar; evito, en lo posible, saber algo de la misma para no dejarme influenciar por opiniones de terceros; incluso, en algunas ocasiones ni siquiera veo los cortos. De esta manera, he descubierto pequeños tesoros olvidados y he tenido grandes decepciones, de la misma manera que se tiene cundo se leen las opiniones de los demás.
Jenny's Wedding
En el caso de Jenny Wedding, cuando terminé de verla me di cuenta que no es una gran película y que permanecerá en segundo plano durante mucho tiempo; no obstante, percibí también que esta película tiene más pros que contras y hay que aprender a verla; no es una película hecha para todos los gustos por la manera en cómo desarrollo algunos temas; pero es justamente ahí que gana la originalidad que no ha sido entendida por algunos sectores de la crítica. Por este motivo, vamos a rescatar los aspectos positivos de esta pequeña, pero bonita película.

Jenny’s Wedding: un catel maravillosamente engañador.-

El cartel de Jenny’s Wedding le engaña al espectador, pues si nos dejamos llevar por el título y la fotografía de éste, nos da la idea de que estamos frente a una comedia romántica, debido a que en primer plano aparece una novia, camino al altar, usando el típico vestido blanco y su rostro expresa una felicidad radiante, como teóricamente solo las novias lo tienen.
Jenny's Wedding
Hasta los cinco primeros minutos de la película, no nos damos cuenta que el afiche de la película nos ha estado mintiendo, pues Jenny’s Wedding empieza con el bautismo de los sobrinos de Jenny y la fiesta en la casa de los padres de ésta. Cuando ella llega a la casa de su familia, su hermano le presenta a un amigo, como ya lo ha hecho en muchas otras ocasiones, pues todos en la familia de Jenny están preocupados que los años pasan y ella no solo que nunca ha llevado a ningún enamorado a la casa, sino que tampoco ha dicho nada de casarse. Al contrario, ha permitido que todos se imaginen lo que quieran y que todos repitan los chimes que inventa su hermana menor, razón por la cual todos en su familia intentan ‘engancharle’ con alguien, antes de que sea demasiado tarde, es decir, antes de que se quede solterona.
Jenny's Wedding
Ese es el momento de volver a pensar en el afiche de la película y, si el espectador es observador y un poco más analítico, percibe que en el afiche, a la izquierda, hay el rostro de otra mujer, que está de perfil, y tan feliz como la novia que camina hacia el altar. Solo que su imagen está un poco borrosa, de propósito, pues la fotografía quiere que nos concentremos en Jenny.

Después de la fiesta, Jenny regresa a su departamento y luego llega Kitty, su compañera de departamento que empieza a hablar sobre el arriendo de la vivienda. Pero Jenny no está preocupada por eso y le dice a Kitty que se ha dado cuenta de que finalmente ella quiere formar una familia y le propone casamiento.
Jenny's Wedding
¡El afiche ha cumplido a la perfección el objetivo de engañarle al espectador! No estamos frente a una comedia romántica convencional y el espectador, si desea continuar viendo la película, necesitar tener la mente abierta para entender que esas dos mujeres harán lo necesario para cumplir el sueño de sus vidas: casarse. Ellas quieren ser esposa y esposa.

¿Otra película con mujeres lesbianas?.-

A veces tenemos la impresión de que los personajes homosexuales son una moda en el cine y en la televisión, lo que no significa necesariamente que los productores están conscientes de la importancia de que haya este tipo de personajes, pues muchos lo hacen solamente porque necesitan conquistar al público para ganar más dinero y la simpatía de determinados sectores de la sociedad. Esto no quiere decir, por tanto, que todos los directores y productores estén realmente preocupados en retratar la vida de ellos.
Jenny's Wedding
Y en el caso específico de las lesbianas, muchas películas aún las retratan con prejuicios sociales de todos los estilos. Es verdad que el cine con personajes lesbianas ha evolucionado en las dos últimas décadas, aunque solo en el último lustro se ha vuelto una “moda”, principalmente en el cine comercial, pues el cine independiente ya viene trabajando desde hace mucho tiempo con películas en las que se las presenta como ellas son: personas normales que se diferencian de los demás solamente por su vida sexual.

¡Y esto parece ser lo que le incomoda a mucha gente!, a esa gente que le gustaría ver aún a las lesbianas desde una óptica prejuiciosa: promiscuidad, tragedia, traiciones, enfermedades, etc.
Jenny's Wedding
Jenny’s Wedding, película independiente, se diferencia del cine comercial en la forma de presentar a sus personajes. Jenny, la protagonista, y Kitty, su novia y futura esposa, son lesbianas desde siempre. Son mujeres felices, realizadas profesional y personalmente. No tienen ningún problema con ellas mismas, ni con su identidad, ni nada por el estilo. Ellas son felices como son y en la película no se cuestiona una sola vez la sexualidad de ambas. Ni siquiera están preocupadas en demostrar nada a nadie. En pocas palabras, principalmente Jenny, que es el personaje principal, es lesbiana y punto. ¡No hay discusión! No hay una sola palabra de arrepentimiento, de duda: ella siempre lo ha sido y continuará siéndolo, les guste o no les guste eso a los demás.

En otras palabras, no se debate la homosexualidad de Jenny ni de ninguna mujer lesbiana. Ellas son como son y punto final, por ese motivo la película no se preocupa en contar cómo es la relación homosexual de Jenny y Kitty, y peor aún en contar la historia personal de la pareja. El tema central de Jenny’s Wedding es la familia de Jenny: cómo reacciona este núcleo familiar al descubrir que ella se casará con una mujer.

La hipocresía familiar: el verdadero tema de Jenny’s Wedding.-

La familia de Jenny es una familia tradicional, conservadora, católica y, aparentemente es una familia feliz. El único problema es que nadie sabe que Jenny es lesbiana y, el momento en que Kitty acepta la propuesta matrimonial, llega la hora de contarles a todo que la amiga y compañera de departamento, que todos piensan que es Kitty, es en verdad la mujer con la que ha vivido los últimos cinco años y con quien ha decidido casarse.
Jenny's Wedding: Jenny y su madre
Jenny nunca les ha contado la verdad a sus padres sobre su sexualidad porque los conoce bien y sabe que ellos no son personas abiertas; sin embargo, no puede esconder más tiempo su secreto porque ella quiere un casamiento a lo grande con la participación de su familia, razón por la que les cuenta que ella es lesbiana. La primera en saberlo es su madre. El mundo de ésta, Rose, se viene hacia abajo. Se siente traicionada, aparentemente no por la homosexualidad de su hija, sino porque está segura de que su hija le ha mentido, algo que le parece imperdonable pues siempre le ha enseñado a Jenny a no mentir.

Pero la verdad es que Rose es una mujer prejuiciosa, tan prejuiciosa que a pesar de que se siente engañada porque su hija le “ha mentido” todos esos años, ella alimenta “la mentira”, ya que no quiere que Jenny les cuente la verdad a su hermanos. No quiere que nadie sepa que su hija es lesbiana, pues tiene miedo del “qué dirán” los demás, lo que es un tema muy interesante que la película lo trata de manera clara y directa, pues en teoría vivimos en una época en la que ya no hay más aquél miedo del “qué dirán” los vecinos, algo que marcó negativamente a nuestra sociedad hasta hace algunas décadas.
Jenny's Wedding: Jenny y su padre
Los padres de Jenny tienen miedo de lo que opinan los demás. Ellos han vivido en el mismo barrio desde hace más de cuarenta años y conocen a todos los vecinos y temen lo que estos puedan pensar, no tanto sobre Jenny, sino sobre ellos como padres.

Es aquí, entonces, que se presenta el primer dilema verdadero de la película: qué es la verdad y qué es la mentira.

El segundo dilema es la capacidad de usar estas dos palabras, verdad/mentira, como una excusa para esconder los prejuicios. Porque lo que está claro desde el principio es que Rose no acepta que su hija sea lesbiana e intenta esconder ese prejuicio de diferentes maneras, pero siempre se le escapan algunas palabras que delatan sus verdaderos sentimientos: en un momento determinado, enredándose con sus emociones y las palabras, le dice a su hija que no sabe cuál de ellas (Jenny o Kitty) va a usar el vestido de novia y quién va a usar el frac. Es decir, en la cabeza de Rose, vive la idea prejuiciosa de que una de las dos es la “mujer” y la otra es el “hombre” en la relación, lo que no le permite ver que Jenny y Kitty son lo que siempre han sido: dos mujeres.
Jenny's Wedding: la familia de Jenny
Eddie, el padre de Jenny, también se siente traicionado por la “mentira” de su hija y no acepta de ninguna forma lo que sucede. El problema es que él se niega a hablar de sus emociones, de sus sentimientos, de lo que desea y se ha acostumbrado a lo largo de los años a esconderse atrás de las palaras de su esposa. Así como Rose, también tiene miedo del “qué dirán” sus amigos, sus vecinos, pero se siente traicionado y atacado cuando Jenny, en un momento dado se enfrenta a él y le recrimina por su comportamiento, pues ella esperaba que su padre reaccionara de una manera diferente a la de su madre.
Jenny's Wedding: el padre de Jenny
La verdad es que tanto a Rose como a Eddie les cuesta aceptar la verdad: Jenny no les ha mentido.

Ella conoce a cada uno de su familia y omitió la verdad porque sabía que no habría aceptación, que ninguno de ellos entendería que ella es lesbiana; por eso, al contarles sobre su sexualidad, sucede justamente lo que ella más temía: el rechazo.

Lo importante es que Jenny es una mujer decidida, fuerte, cuya personalidad está formada, por tanto – y aquí está uno de los aportes positivos de la película – ella no entra en ninguna crisis de identidad; al contrario, sigue adelante con su proyecto, con o sin la participación de su familia. Claro que a ella le gustaría que todos estuvieran presentes, pero si no lo están, no lo estarán. Ella continuará con el sueño que siempre tuvo de tener un gran casamiento, porque sabe que no está haciendo nada equivocado.
Jenny's Wedding: Jenny, una mujer realizada y completa
(Nos atrevemos a hacer un pequeño paréntesis porque nos parece que éste es uno de los temas que a los críticos más les ha incomodado: la película no profundiza el conflicto familiar. Pero no tiene por qué hacerlo: Jenny no es una niña, no es una adolescente y ni siquiera es una joven de veinte años. Ya es una mujer “hecha y derecha” que camina con sus propios pies, toma sus decisiones y no necesita la aprobación de los demás para hacer algo. Entonces, ¿por qué la película tendría que gastar tiempo en el conflicto familiar de la intolerancia? Si eso hubiera sucedido, habría sido el típico discurso trillado).

Los personajes.-

Como ya hemos dicho, Jenny es una mujer decidida, feliz y realizada. Tiene sus momentos de vulnerabilidad cuando está frente a su familia, pero de seguridad total cuando está con Kitty. Cuando es necesario, llega a ser combativa, como cuando se enfrenta a su padre que la rechaza y se va diciéndole que “no lo va a echar de menos”. Pero, como hemos dicho, a pesar de que la película trata de su casamiento, el verdadero tema de la película está centrado en su familia conservadora, que no llega a ser homofóbica, sino hipócrita, con miedo del “qué dirán”.

Kitty, la novia, es un personaje secundario. Aparece muy poco en la película y casi no habla. Es como si estuviera de decoración. Su único papel importante es que sirve de pretexto para que Jenny les diga a sus padres que es lesbiana. Este es uno de los puntos negativos de la película, pues es un personaje que debería haber sido más explorado para caracterizar mejor la personalidad de la pareja feliz, así como también podría haber sido un puente entre su novia y los padres de ésta. Lo lamentable de Kitty es que se mantiene muy distante del conflicto familiar.
Jenny's Wedding: Kitty
Anne, la hermana menor de Jenny, es un personaje interesante que se deja llevar por el impulso y los resentimientos de su infancia. Le tiene envidia a su hermana porque cree que sus padres siempre la han preferido. Cuando se entera de que su hermana es lesbiana, se siente realizada, pues ahora ya tiene cómo demostrar a sus padres que la hija perfecta no es perfecta. Tanto es así que, al verla un día en la calle, besándose con Kitty, en lugar de acercarse a su hermana, corre feliz a la casa de sus padres para contarles lo que ha visto. Está contenta de que sus padres se decepcionarán de Jenny.

Lo interesante de Anne, como personaje, es que sirve como un puente para criticar la ridiculez de los prejuicios sociales, pues ella es heterosexual y tiene un casamiento heterosexual fracasado. Ella solo va a percibir que su vida matrimonial es un fracaso total gracias a la perspectiva que le ofrece la personalidad decida de Jenny y el casamiento de ésta. Aunque le cuesta aceptarlo, sabe que su hermana realmente es feliz.
Jenny's Wedding: Jenny y su madre
Michael es el hermano de Jenny que aparece un par de veces y tiene un papel secundario, pero importante. Cuando su hermana le cuenta que es lesbiana, él no solo que lo acepta, sino que le dice que siempre lo supo y, sin ningún discurso especial, la apoya.

Escenas especiales.-

Hay tres escenas que valen la pena destacar como especiales.

La primera es el bautizo de los sobrinos de Jenny. Cuando el sacerdote le pregunta a ella si renuncia a Satanás, ella no dice nada; cuando el sacerdote vuelve a preguntarle, ella le dice qué pasa si ella no cree en eso. Ese momento, la cámara muestra a Eddie, su padre, quien hace el comentario de que su hija debe tener algún tipo de remordimiento, pues de lo contrario no hablaría de esa manera. Ese comentario simple y, aparentemente, ingenuo de Eddie, ya es el preámbulo de lo que vendrá: la mentalidad estrecha, conservadora de la familia que no acepta las diferencias de los demás.
Jenny's Wedding: el casamiento
La segunda escena clave es cuando la madre de Rose está haciendo compras y escucha la conversación de Ellen, su mejor amiga desde hace cuarenta y cinco años, con otra mujer. Ambas están hablando mal de Jenny por el hecho de ser lesbiana. Enseguida Rose, que hasta ese momento se niega radicalmente a aceptar la realidad de su hija, se acerca a las dos mujeres y les recrimina mostrándoles el otro lado de la verdad que nadie quiere ver: la hija de la amiga de Ellen se embaraza a cada instante de un hombre diferente, y el hijo de Ellen está gastando los ahorros de sus padres. Rose les dice que eso sí no les incomoda porque sus hijos son heterosexuales, pero se atreven a criticarle a su hija, que no ha hecho nada errado, solo por el hecho de ser lesbiana.

El discurso de Rose es interesante porque denuncia el prejuicio social de que lo heterosexual está bien, aunque las personas sean auténticos cretinos, mientras que las lesbianas están mal por el simple hecho de ser lesbianas.
Jenny's Wedding: Jenny y Kitty mirando los vestidos de novia
Sin embargo, esta escena tiene un punto negativo: la conversión rápida y repentina de Rose que, hasta ese momento, no quería ni siquiera hablar con su hija al respecto. Es verdad que los padres pueden salir en defensa de sus hijos en cualquier momento, no obstante la transformación de Rose no sigue la línea de comportamiento que ha tenido a ese momento. Es una buena escena, en general, pero tan ingenua que parece mágica.

La tercera escena clave es cuando Denny, esposo de Ellen y amigo de Eddie desde la infancia, entra a la casa de Eddie para conversar con él. Como ambos están distanciados por la pelea que tuvieron sus esposas, Denny le dice que él tuvo la necesidad de dar a torcer el brazo para él mismo, es decir, vencer sus propias ideas, vencer su prejuicio para ir allá y conversar con él. El diálogo es breve, pero intenso, y le abre el camino a que Eddie también dé el brazo a torcer, porque de no hacerlo, su sufrimiento sería solo de él y después el arrepentimiento no serviría para nada. Es una escena que no habla de un arrepentimiento seco y simplista, sino que coloca en la boca de sus personajes una importante verdad universal que a mucha gente le cuesta aceptar: la testarudez no nos lleva a ningún lado; el perdón, sí. Pero en este caso no se trata de perdonar a Jenny, sino de  perdonarse así mismo.
Jenny's Wedding: Jenny y su padre
Ahora vamos con los contras de Jenny’s Wedding.-

La película parece una historia “empaquetada” por la velocidad con la que cambian las escenas. Esa transición demasiado rápida no permite que se profundicen todos los aspectos necesarios de la historia, lo que no deja que sus personajes sean más intensos.
Jenny's Wedding
Otro contra que no le permite a la película ser muy buena, pero sin quitar los méritos que ya hemos mencionado, es su final previsible. No hay nada sorprendente al final. El giro “positivo” es demasiado brusco. Lo que ayuda a disminuir este contra, es el espíritu optimista de la película: a pesar de ser un drama, la película tiene un final feliz. Los conflictos se resuelven de una u otra forma. Incluso Anne sale de apatía matrimonial en la que vive arrastrada.
Jenny's Wedding
En otras palabras, Jenny’s Wedding muestra la realidad que mucha gente se niega a ver: las personas quieren ser amadas por sus familiares. No basta con decir que se los acepta como ellos son; no basta con el discurso de la tolerancia: todos quieren pertenecer a un grupo y desean ser amados.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.