O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


22 de novembro de 2011

Bend It Like Beckham - Jugando con el Destino


Bend It Like Beckham – Jugando con el destino, 2003. Comedia. Inglaterra. 112 minutos.

Con Parminder Nagra, Keira Knightley, Jonathan Rhnys Meyers.

Dirección: Gurinder Chadha

Bend It Like Beckham (Jugando con el destino) es una película inglesa que de una forma sencilla presenta temas profundos de reflexión sobre las relaciones familiares y las relaciones interculturales. Es una película que habla de sueños, de tradiciones, de frustraciones, de odios; pero, sobre todo, habla de la posibilidad de hacer realidad lo que uno desea de mejor para nuestra propia vida.

Aparentemente, esta película está dedicada a un público joven y, de preferencia, femenino; sin embargo, los temas que hemos mencionado y su complejidad afecta a jóvenes y adultos; por eso, es buena que esta película sea vista con una mirada más crítica y no tan superficial como nos puede llevar a creer las reseñas que hay por aquí y por allá de esta obra.

Jess y el altar de su gran ídolo
Sin embargo, uno de los problemas de la divulgación de Bend It Like Beckham (Jugando con el destino) es que se la presenta como comedia. Consideramos esto un grave error porque, si bien es cierto que la película presenta los problemas de una forma ligera, encontramos más drama que situaciones graciosas que nos puedan provocar carcajadas. Las situaciones en las que se meten los personajes para resolver sus conflictos no son risorias; no llegan ser dramáticas en un cien por ciento, no obstante, hay mucho drama en cómo resolver la intolerancia sexual, el racismo, la hipocresía, la amistad, la sobreprotección familiar: estos son algunos de los temas que encontramos en esta bella película.

A pesar de la profundidad de los conflictos que se dan y de lo difícil que es mantener las relaciones personales, no hay en la película personajes totalmente antagónicas o que pongan en peligro total a los protagonistas de la historia; al final, los problemas se resuelven y, de una forma u otra, todos consiguen lo que desean, no de la manera como se habían propuesto; mas, sí encuentran una solución para sus problemas y un camino para llevar a cabo sus sueños.

Soluciones algo ingenuas a problemas profundos
La solución de estos conflictos es un poco ingenua e idílica y, en ese sentido, el guión pierde. Sin embargo, consideramos que lo hacen porque el objetivo de esta película no es levantar temas polémicos para la discusión sino presentar una solución sencilla, de manera ágil, divertida y seria al mismo tiempo a esta pregunta que tiene que hacerse Jesminder: ¿debe seguir sus sueños o tiene que renunciar a ellos para mantener las tradiciones de su familia y los sueños de sus padres? ¿Debe sacrificarse para que los otros vivan en santa paz y santa calma?

Antes de hablar un poco más sobre los temas, vale la pena decir que la historia es narrada en forma lineal; no hay innovaciones fotográficas ni escenas espectaculares. En este sentido, Bend It Like Beckham es una película limitada, lo que no significa que sea mala. No hay que creer que solo aquellas que innovan son buenas porque no todas las innovaciones hacen que una producción sea excelente.

Los sueños:

Jesminder y sue sueño
Jesminder o Jess, como la llaman, sueña en ser jugadora profesional de fútbol. Sueña despierta mientras ve un partido de fútbol por la televisión: ella está en la cancha y juega al lado de su gran ídolo: el futbolista inglés Bechkam. En sus sueños ella se ve como la mejor jugadora del partido y todos hablan de lo fantástica que es como jugadora. Y más aún: en el partido es la única mujer.

Jess quiere jugar al fútbol y le gustaría conseguir una beca en una universidad de los Estados Unidos para poder dedicarse al fútbol profesionalmente.

El padre de Jess sueña en que su hija sea una gran abogada y su madre en que sepa cocinar muy bien la cocina hindú y que se canse con un hindú. El mismo sueño que tiene Pinky, la hermana mayor de Jess.

Jules es una muchacha de más o menos la misma edad de Jess y le gustaría formar parte de una liga de fútbol femenino profesional; sin embargo, la mamá de Jules sueña con que su hija se olvide del fútbol y que empiece a preocuparse con novios.

La realidad:

Jess es de origen hindú y vive con su familia en Londres. Sus padres son conservadores y tradicionalistas: mantienen las costumbres de su país a pesar de que se han adaptado a la vida del mundo occidental.

La familia de Jess y sus tradiciones
Los padres de Jess no la apoyan en absoluta con la ideal del fútbol. Creen que eso fue bueno cuando ella fue niña; ahora quieren que ella se dedique a ser una mujer hindú. Además, Jess debe enfrentarse todo el tiempo con los prejuicios raciales y sexuales tanto de sus padres como de los otros hindúes que forman el círculo del mundo en el que ella vive. Esto provoca que Jess tenga que recurrir a la mentira para vivir sus sueños y, como se dice que la mentira tiene piernas cortas, le descubren y tendrá que enfrentarse con ella misma y con sus padres si es que desea, realmente, ser ella misma.

Los padres de Jess no aceptan el sueño de su hija: se sienten humillados
Por otro lado, Jess es un poco insegura. Sabe que es buena para el fútbol, pero no cree totalmente en su potencial. Tal vez es consecuencia de lo que escucha en su casa y necesita el apoyo de sus amigos para luchar por lo que realmente desea.

Jules es una chica alta, delgada, rubia, lleva el pelo corto y juega muy bien al fútbol. Ella es integrante de un equipo de fútbol femenino, le gusta el entrenador pero su madre piensa que Jules es poco “femenina”. Le critica la forma en que se viste y trata de hacerle algo más “femenina”. No obstante, su padre la apoya totalmente y esto hace que con el pasar del tiempo la madre de Jules decida aprender cómo es el fútbol porque percibe que esa es la única manera de no perder a su hija. Como consecuencia, Jules es equilibrada y la vida familiar no tiene ningún contratiempo.

La madre de Jules intenta entender lo que es el fútbol
La amistad y sexualidad:

Los sueños de Jess empiezan a cambiar cuando se hace amiga de Jules.

Un día, Jules ve a Jess jugando fútbol con un grupo de chicos en el parque. Inmediatamente se da cuenta de que Jess es una gran jugadora y que puede tener un futuro en el deporte; entonces, la invita a que vaya a entrenar en el equipo de fútbol femenino del cual ella participa.

Esta invitación abre las puertas para que Jess empiece a tener un poco más de confianza en ella misma y que pueda ver que realmente es el fútbol donde puede tener un gran futuro. La amistad de Jess y Jules es “pura” en el más estricto sentido de la palabra: no hay ninguna trampa por parte de Jules y tampoco Jess intenta aprovecharse de su nueva amiga. Al contrario, los sueños que ellas tienen las une.

Sin embargo, esta amistad para por varias tormentas, desde el interés amoroso por el mismo chico hasta por los chismes de terceros.

Y este último punto es un elemento interesante de reflexión al ver la película. ¿Hasta qué punto la “opinión” de los otros es tan fundamental en las relaciones humanas? ¿Cómo puede destruir una relación un comentario mal interpretado de alguien que tiene prejuicios y juzga y condenada sin saber lo que sucede? Es un tema profundo que afecta a las personas todos los días en todos los medios y, como es una película dirigida a un público joven, es un buen punto de partida para formar jóvenes que tengan claridad en lo negativo de estos tres elementos: el chisme, el meterse en la vida de los demás y los prejuicios.

Y estos prejuicios son los que nos llevan al tema de la sexualidad porque en Bend It Like Beckham a la sexualidad se la presenta con prejuicios y, desde luego, siguiendo la coherencia del guión, al final se tratará de dar una solución a este problema.

Jess y Jules
Empecemos por la amistad de Jules y Jess. Ambas amigas son expresivas en su relación; muestran la alegría de vivir y de las pequeñas conquistas que logran. Un día, Jess le abraza a Jules en la calle justo en el momento en que pasa en un automóvil una familia hindú, los futuros suegros de la hermana de Jess. Ellos reconocen a la chica pero no ven el rostro de Jules. Lo único que ven es a una persona blanca, de cabello corto que está de espaldas.

Ellos creen que Jess está saliendo con un “blanco” inglés lo que les es inconcebible. Jess no puede tener relaciones con un “blanco”; la familia le acusa de avergonzarlos: si tiene un novio, debe ser un hindú.

La madre de Jules llora al pensar que su hija es lesbiana
En otra oportunidad, la madre de Jules escucha una conversación entre su hija y Jess. Ella no sabe que su hija está triste porque ha tenido un problema con Jess por causa de un muchacho. Jules se siente traicionada y piensa que su amiga le ha roto el corazón. La madre de Jules escucha esas últimas palabras y asocia determinadas imágenes del comportamiento de su hija y llega a un “terrible conclusión”: Jules es lesbiana y está enamorada de Jess. Y más aún, cuando un día ve que Jess, emocionada por lo que les está sucediendo en relación al fútbol, besa a Jules.
El abrazo y beso de las amigas mal interpretado por la madre de Jules

La madre de Jules sufre con el descubrimiento y sólo se sentirá tranquila cuando llega a saber que su hija no es lesbiana. Es entonces que ella, hipócritamente, afirma que no tiene nada contra las lesbianas.

La madre de Jules vive preocupada con la "femenidad" de su hija
Otro punto de prejuicios sobre la sexualidad vuelve a aparecer en la madre de Jules desde el principio de la película.  Ella cree que su hija no es nada “femenina” Intenta convencerla de que use ropas más “femeninas”. Le incomoda que su hija use las ropas deportivas. Este prejuicio no le permite ver que su hija es una mujer femenina y sensual. Como la mayor parte de la participación de Jules está relacionada con el fútbol, siempre se la ve usando ropas deportivas; mas, la única vez que la vemos fuera de este ambiente, es una discoteca y Jules aparece con una ropa extremamente sensual y femenina.

Jules en la discoteca
Dentro del tema de la amistad, hay que mencionar la amistad de Jess con un chico hindú. Ambos son amigos desde la infancia y se gustan, pero no como para ser novios. Incluso, el chico le llega a confesar que él es homosexual pero no puede contar a nadie porque dentro de su familia y de las tradiciones de esta, esto es algo inaudito. Por otro lado, su amistad y amor por Jess es tan grande que está dispuesto a “sacrificarse” casándose con ella, con tal de que los padres de Jess le permitan ir atrás de su sueño: el fútbol.

El racismo:

El otro elemento clave de la película es el racismo.

Aunque no se aborda este tema directamente con el nombre de racismo, éste existe en la familia de Jess y en los demás miembros de la comunidad hindú.

Constantemente se habla de que ellos (los de origen hindú) no pueden relacionarse –como pareja- con personas “blancas”. Ellos rechazan cualquier intimidad y contacto con los “blancos” y Jess se ve frente a un terrible dilema, pues además del fútbol, ella se ha enamorado de un hombre “blanco” y no importa que no sea inglés –es irlandés. Él continúa siendo “blanco”.

Para ellos, no hay ninguna chance de salir del mundo social que se han formado los hindúes en Loncres.

¿Jess con un "blanco"?
Se intenta dar una explicación a través de la historia del padre de Jess quien cuenta cómo los ingleses lo rechazaron, solo por ser hindú, cuando fue a Inglaterra e intentó jugar críquet, a pesar de que él era un excelente jugador y había jugado con ingleses en su país.

El padre de Jess repite una y otra vez que no quiere que le pase lo mismo a su hija. En otras palabras, el amor del padre por Jess se transforma en autoprotección, lo que no le permite ver más allá de su propio resentimiento.

De una forma ligera, también se presenta el tema del racismo dentro del fútbol. Durante un juego, una jugadora adversaria le llama a Jess de “paquistaní” con el solo objetivo de ofenderla. Jess reacciona a este insulto con violencia y, lo que más le duele, es que nadie de los que están presentes durante el insulto, la comprenden.

Es una pena que este tema no se profundice más en la película y que no se trata de dar una solución –sabemos que no es fácil; sin embargo, lo ideal sería que se hiciera un planteamiento más grave del asunto. Al final, el problema queda pendiente y los propios personajes saben que un día tendrán que enfrentarlo definitivamente.
 
En síntesis, Bend It Like Beckham (Jugando con el destino) es una película que toca temas profundas, pero de una forma sencilla, muy ligera. No corre el riesgo de meterse en camisa de once varas; a pesar de esto, es una buena lección de vida la que vemos en la pantalla porque los personajes, con todos sus dramas y confusiones, son bonitos y bastante bien elaborados. Parminder Nagra (Jess) y Keira Knightley (Jules) actúan excelentemente y, tanto es así, que las puertas del cine a ambas se la abrió, principalmente a Keira Knightley a quien podemos verla en otras buenas y grandes películas.

Para finalizar, Bend It Like Beckham recibió una indicación al Glbo de Oro en la categoría de Mejor Película Comedia Musical; también recibió una indicación al BAFTA de Mejor Película Británica y ganó el Premio del Público en el Festival de Locarno.


Patricio Miguel Trujillo Ortega.

13 de novembro de 2011

Mes Chères Études - Por mis Estudios - Student Services


Mes Chères Études (Por mis Estudios – Student Services), 2010. Francia. Drama. 107 mintuso.

Con: Déborah François, Alain Cauchi, Mathieu Demy, Benjamin Siksou.
 
Dirección: Emmanuelle Bercot.

El cine y la televisión están saturadas de historias “basadas en hechos reales” que relatan las aventuras y desventuras de jóvenes mujeres que, por una razón u otra, han terminado en la prostitución.

De alguna forma, hay un público numeroso que espera estas historias, tal vez con una “pizca” de curiosidad morbosa o, quizás, con un poco de discurso humanista; sea cual sean las razones por las que éste se siente atraído a estas historias que, muchas veces, se limitan a exponer el drama de jóvenes en una sociedad cada vez más individualista y egoísta, una película nueva que aborde esta temática necesita encontrar un estilo narrativo original para no ser una más del montón.

En este sentido, creemos que la película francesa Mes Chères Études es un aporte al cine gracias a algunas pinceladas que hacen de ella una película relativamente buena; lamentablemente, al final la “prisa” gana al guión y algunos cabos se quedan sueltos. Pero luego volveremos a estos detalles.

¿Qué tiene de especial Mes Chères Études?

Laura
Primero: el personaje.

Laura es una joven universitaria de dieciocho años que decide prostituirse porque no tiene dinero para comer. Ella vive en el interior de Francia y, a pesar de que ya tiene un trabajo, no le alcanza el dinero para lo necesario. Además, comparte el departamento con su enamorado que es un individuo egoísta en extremo; desde el primer momento percibimos que él no la ama, solo espera que su contribución económica. Él se irrita, por ejemplo, porque Laura se ha comida el jamón que era de él y ahora quiere que ella se lo devuelva.

Segundo elemento: la cámara.

Laura antes de su primera cita
El lugar de la cámara juega un papel importante en Mes Chères Études. Prevalecen las escenas de primer plano y es interesante la mezcla de éstas con las tomas generales, además de los montajes con números y letras. Vamos a explicarlo con más detalles: cuando se hablan de los problemas económicos de Laura, la escena es un montaje de números e imágenes que muestran esta situación; cuando Laura está en internet buscando un nuevo trabajo, en primer plano aparece ella y solo escuchamos el click del teclado. La cámara se detiene en su rostro y sentimos las emociones que la dominan mientras leemos los mensajes –que se mezclan en primer plano-  que ella está digitando y recibiendo.

Otro ejemplo es el inicio de la película: vemos una serie de imágenes rápidas de una joven mujer que se está limpiando el cuerpo y preparándose para salir. Luego la vemos caminando, desde lejos, por una calle hasta que se encuentra con un hombre mayor que lleva un portafolio negro. Algunos minutos más tarde, esta escena se vuelve a repetir, pero con más detalles que complementan la situación y el espectador consigue entender lo que le sucede a Laura. La cámara se distancia un poco y al salir del baño, le pide un beso a su enamorado (hecho que tendrá más sentido posteriormente); luego la vemos en la calle, caminando hacia el encuentro y, antes de ir donde está el hombre, ella se detiene, se apoya en una pared y después de tomar el valor suficiente para ir, camina y la cámara acompaña sus pasos desde atrás de su cabeza. Sentimos cada paso que ella da.
Los primeros planos es una característica constante
Por último, una de las cuestiones de fondo que planeta Mes Chères Études es el por qué Laura decide prostituirse. Lo hace, en primer lugar, porque no tiene dinero y a pesar de que trabaja, lo que gana no es suficiente para vivir dignamente.  Ella tiene tanta hambre que acaba desmayándose en la universidad, en medio de la clase; ahí mismo, en un diálogo rápido con alguien que sospechamos que sea un consejero, descubrimos su situación: no tiene con qué pagar el almuerzo y sus padres no pueden ayudarla económicamente.

Joe y Laura en el primer encuentro
Cuando Laura busca un nuevo trabajo por internet, encuentra una serie de avisos clasificados de hombres que buscan mujeres para encuentros sexuales. Después de algunas dudas, ella entra en contacto con un hombre que dice tener 50 años y que le promete detenerse en el momento en que sea necesario, además de que le informa de que no está interesado necesariamente en sexo. Estos dos últimos detalles juegan un papel importante en la decisión de Laura, que con timidez y decisión acepta iniciarse como prostituta.

Laura contempla el mundo desde la ventana del hotel
El primer encuentro con Joe marca de forma significativa el destino de Laura. Cuando ella entra a la habitación, Joe le da un sobre donde están escritas las instrucciones de lo que ella debe hacer. Desde ese momento, se percibe con claridad que Joe es una persona a la que le gusta “jugar” y dominar la situación. Laura, abre el sobre y obedece lo que se le pide. Ella está muy nerviosa y cuando aparece desnuda en la habitación, ella es tímida y tiene mucho miedo. Cuando Joe le acaricia la cabeza, la cámara se detiene para mostrarnos en primer plano su alianza de casamiento. Laura yace en la cama indefensa y cuando Joe intenta besarla, ella se asusta y escuchamos el susto. No hay fondo musical y el espectador respira la tensión del ambiente. Incluso, la desnudez de Laura no es ni sensual ni erótica. Es dramática. Cuando ha terminado el tiempo estipulado para el encuentro, Laura se va sin haber tenido una relación sexual, pero ambos están satisfechos: él porque ha conseguido lo que ha querido: una “Lolita” a la que tratará de someterla posteriormente y ella, 250 euros. La cámara acompaña los pasos de Laura, primero por atrás y luego al lado de ella: vemos la satisfacción que siente en su rostro. Está feliz. Por primera vez, sonríe y va a comer: gasta el dinero en aquello que ella necesitaba: comer.

Laura parece sentirse con más confianza y segura de sí misma, lo que le motiva a conseguir otro cliente. Cuando está con éste, en un restaurante, trata de saber por qué él la buscó; mas, esa seguridad desaparece cuando están juntos en el carro del cliente y éste empieza a acariciarla. La relación sexual es violenta y hay muchos primeros planos del rostro de Laura para mostrar el sufrimiento y el dolor por el que está pasando. La escena es silenciosa y solo se escuchan los ruidos del acto sexual violento.

¿Por qué se prostituyen las estudiantes?
Este segundo encuentro es el puntapié para el desarrollo profesional de Laura. Por un lado, ella termina su relación con Manú por la insensibilidad de éste y se va a vivir a la casa de una colega. Al mismo tiempo, en un restaurante, donde come y estudia, ella conoce a un muchacho, Benjamin, que muestra por interés por ella; no obstante, Laura no desea tener ninguna relación de pareja. Por otro lado, Laura se saca fotos eróticas para divulgar su imagen y cuando recibe la propuesta del fotógrafo para trabajar en un trío, no acepta porque dice que no desea hacer carrera con la prostitución.

Pero, ¿por qué la prostitución? Laura está curiosa por saber más detalles de la prostitución estudiantil porque ella sabe que hay muchas estudiantes universitarias que trabajan como prostitutas. A través de un “chat”, ella conoce a una prostituta quien le dice que la mayoría de las estudiantes prostitutas lo hacen simplemente porque es una forma de ganar dinero fácil, para comprarse, por ejemplo, bolsas.

¿Qué busca Benjamin en Laura?
Ese momento, Mes Chères Études tiene una escena interesante y ambigua. La cámara, en escenas de primer plano, se transforma en los ojos de Laura, quien camina por la calle observando atentamente a muchas chicas jóvenes y bonitas que caminan por las calles, edificios de oficinas y centros comerciales con bolsos y zapatos elegantes y de marcas caras. La cámara es rápida, hay un fondo musical dinámico y se detiene después en un super primer plano de sus labios. Laura sonríe y aparece frente a la vitrina de una tienda: ella acaba de tomar una decisión.

La ambigüedad de la escena anterior es que no sabemos si las chicas que aparecen son jóvenes estudiantes prostitutas o simplemente lo que Laura desea conseguir.

En este momento de la película se dan tres situaciones en la vida de Laura:

Laura: no soy una puta
La primera es que ella trata de convencerse de que ella no es una prostituta. Ella va en un tren y se repite “no soy una puta”; sin embargo, ella tiene una serie de encuentros con otros clientes: las escenas son rápidas y aparecen con números los valores de las diferentes relaciones.

La segunda situación es que ella vuelve a encontrarse con Joe, con quien se da el mismo ritual de la primera vez: el cuarto del hotel y un sobre con las instrucciones de lo que ella debe hacer: solo que esta vez él demuestra tener una gustos nada convencionales y acaba atando a Laura y violándola con un pene de plástico.

Y la tercera situación es que ella finalmente se enamora de Benjamin con quien empieza a salir; a él le cuenta que ella es una prostituta y en un primer momento parece que a él no le importa; sin embargo, con el pasar de las semanas, él se queda cada ve más celoso y, a pesar de decir que la ama, la insulta y se separan. No obstante, hay que resaltar dos hechos: a pesar de que Laura se prostituye cada vez más, el dinero que gana lo gasta en la vivienda y en la alimentación y por eso, cuando Benjamín la insulta, ella se defiende diciendo que solo se ha comprando una chaqueta para ella con su trabajo; por otro lado, Benjamin tiene treinta años y no estudia ni trabaja. No hace nada.

Después de la pela hay una hermosa escena fotográfica de Laura en la lluvia.

En este momento de la historia, Laura quiere terminar con su trabajo de prostituta. Continúa estudiando y aprobando los exámenes y se entera, a través de una discusión con el fotógrafo que sacó sus fotos, de que en la ciudad todos ya saben que ella es una puta; entonces, Laura decide irse a París, y como necesita dinero para poder marcharse, acaba aceptando un encuentro por mil euros con Joe, quien además de engañarla, porque no le pagó lo que le debe,  le prepara para un encuentro misterioso que se lleva a cabo en un club privado, donde ella es poseída violentamente por más de un hombre.

Esta es el momento más fuerte de Mes Chères Études, principalmente cuando vemos a Laura en un baño limpiándose desesperadamente, como quien intenta eliminar todo vestigio de mancha que le hace sentir sucia y mal con ella misma; al mismo tiempo, cuando Laura se va del club y camina, usando solo una gabardina. como si fuera un zombi.
Laura sale del Club al que fue llevada por Joe
Laura finalmente se va a París y es este el momento en que la película pierde la agilidad y profundidad con la que venía trabajando. El guión se precipita y la vemos en París sola, para enseguida verla trabajando en un restaurante porque un hombre le ofreció el trabajo simplemente porque la vio en la calle desesperada. Enseguida regresa a su ciudad para terminar los estudios para después retornar a París. Las situaciones por las que pasa Laura cambian drásticamente y el espectador necesita ir estableciendo sus propias conclusiones para, al final, quedarnos con la duda de si Laura en París continuó trabajando o no como prostituta.

La película es presentada desde el principio como el testimonio a través de una entrevista. Al inicio, aparece una muchacha con una peluca y maquillándose en un escenario con un fondo negro. Al final de la película, aparece la misma escena y vemos a Laura que no responde a la última pregunta pero mira con intensidad a la cámara mientras el locutor hace la conclusión final de la película:

“Les recuerdo que un gran número de estudiantes se prostituyen para seguir sus estudios. Por lo tanto, no es un caso excepcional o aislado. Las cifras reveladas por el sindicato de estudiantes en la primavera del 2006, cuando se inició el movimiento contra la ley de igualdades de oportunidades, tenían como objetivo llamar la atención del gobierno sobre la realidad de los estudiantes. Por otro lado, según las cifras de la organización, más de 45.000 estudiantes viven en extrema pobreza y 225.000 bregan para pagar sus estudios”.

Resumiendo, Mes Chères Études es una película que cuenta la historia real de Laura, una joven que debe luchar consigo misma para tratar de sobrevivir en un mundo que le ofrece todo y, al mismo tiempo, le niega todo.

Es una película que hay que verla con mucha atención y vale resaltar el excelente trabajo de la actriz Déborah François en un papel difícil de realizarlo y que ella lo hace de una forma impecable.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

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