O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


29 de abril de 2018

The Great Train Robbery (El gran robo al tren)


The Great Train Robbery (El gran robo al tren). Acción. 12 minutos. 1903. Estados Unidos. 

Película de Edwin S. Porter.

Introducción.-

El gran público contemporáneo no está acostumbrado a ver películas clásicas y, peor aún, aquellas que pertenecen al cine mudo, y más aún, aquellas de los primeros años que han sobrevivido, cuando el cine estaba dando sus primeros pasos. A pesar de que la tecnología hoy nos permite tener el acceso a estas producciones, el entretenimiento presente se limita, para la gran mayoría de los espectadores, a las películas del año, a aquellas que se pueden piratear por internet o aquellas que se venden y se alquilan on-line.

Como es lógico, por influencia del consumismo, de las modas y, muchas veces, por la falta de educación artística y cinematográfica, sabemos que a la gran mayoría del público no le gustan las películas antiguas, principalmente a los jóvenes, para quienes una película vieja es de hace unos dos o tres años, además de que es sinónimo de aburrida. Sin embargo, estamos convencidos de que el cine clásico no puede existir solamente para las clases de los estudiosos del cine en la universidad, o para el público que, con arrogancia, se autoproclama cult, culto, académico, como si pertenecieran a una casta superior única, algo que nadie les ha concedido tal título, aunque ellos lo proclamen sin humildad.
The Great Train Robbery - El gran robo al tren

Es necesario redescubrir el cine clásico y el cine mudo, principalmente el cine de los pioneros, como una forma de entender mejor el significado de la evolución del arte, del cine, así como también es la posibilidad de aprender a apreciar mejor la experiencia cinematográfica que cambia a una velocidad sorprendente, y que no sea solo una serie de anécdotas interesantes y divertidas de cómo se filmaba antiguamente. Es por este motivo que hoy vamos a hacer un breve comentario de un corto-metraje de 1903, que dura aproximadamente 12 minutos, y que ha sobrevivido al tiempo. Estamos hablando de la película de Edwin S. Porter: El gran robo al tren (The Great Train Robbery).

El gran robo al tren.-

The Great Train Robbery (El gran robo al tren) es una de las pocas películas sobrevivientes que hasta el día hoy es motivo de estudios y análisis para los especialistas. Pero al mismo tiempo, es interesante analizarla para entender cómo el cine evolucionó y el impacto que ella tuvo en su época.
 
El gran robo al tren
La gran mayoría de comentarios la tratan como una de las películas pioneras del género western, y algunos incluso la consideran la primera del género. Sin embargo, nosotros no la vamos a clasificar en dicho género, pues hay muy pocos elementos para sustentar tal argumento. Es verdad que en la película hay un tren, un robo, una cuadrilla de asaltantes, una persecución a caballo y otros elementos que caracterizaron, de alguna manera, el género western, pero lo que no nos permite clasificarla en dicho género, es que la historia no está ambientada en un espacio determinado para al que se le pueda atribuir como característico de este género. Los elementos que mencionamos anteriormente son “casuales”, pues el corto-metraje pertenece a una época (1903) en la que aún sobrevivían, aunque ya en amplio declino, lugares como los que son descritos en la obra.

Nosotros preferimos clasificar El gran robo al tren como una película de acción, pues sus 14 secuencias, como a todos los críticos les gusta resaltar esta característica, retratan la acción que va desde los asaltantes que roban el tren hasta la persecución final y la muerte de los mismos.

La historia.-
El gran robo al tren: los asaltantes dominan al empleado del telégrafo
Un grupo de asaltantes entra a la oficina del ferrocarril y le dominan al empleado del telégrafo, dejándolo en el suelo, inconsciente y amarrado, pero antes le obligan a solicitar la parada del tren. Enseguida, los asaltantes que están escondidos atrás del depósito del agua, suben al tren; un empleado que está en un vagón donde hay una caja, escucha el disparo de los asaltantes e intenta evitar el robo, pero los bandidos le disparan, hacer explotar la caja y se llevan el botín.
El gran robo al tren: el maquinista separa la locomotora del resto del tren

Inmediatamente, los asaltantes detienen el tren para obligarle al maquinista a separar la locomotora del resto de los vagones, para inmediatamente robar a todos los pasajeros que son obligados a bajar del tren, con las manos en alto. Un pasajero intenta escapar, pero uno de los asaltantes le dispara por la espalda. Después de haber robado, los bandidos regresan a la locomotora y se van, abandonando a las víctimas al lado de las vías del ferrocarril. Más adelante, ellos se bajan del tren, se dirigen hacia un bosque, atraviesan un arroyo y huyen en unos caballos. Al mismo tiempo, el telegrafista intenta levantarse y pedir ayuda, pero no consigue. Enseguida llega una niña con una lechera, y al ver al hombre en el suelo, lo ayuda, desatándolo y lanzándole agua en el rostro.
El gran robo al tren: un empleado intenta detener el asalto
En un salón, donde un grupo de hombres y mujeres están bailando y distrayéndose ruidosamente, llega un hombre y cuenta que hubo un atraco. Los hombres salen del salón y persiguen a los ladrones a caballo. Finalmente, ellos llegan al bosque donde los asaltantes están repartiéndose el botín y los matan.

La importancia de la película.-

Como pudimos observar, la historia de El gran robo al tren es muy sencilla y, para el espectador contemporáneo, no tiene nada de especial; sin embargo, tenemos que volver al pasado y ponernos a pensar como el público de 1903. En aquella época, casi la totalidad de las películas, que duraban un par de minutos como máximo, eran filmadas con la cámara parada, en una sola locación y toda la acción sucedía en una secuencia única. La cámara se mantenía distante y la historia “narrada” era extremamente sencilla. Es verdad que Georges Méliès, en Francia, hacía todo tipo de experiencias innovadoras en el cine, pero hay que recordar que en aquella época el Océano Atlántico era una gran barrera física, temporal y cultural.
El gran robo al tren: persecución a los bandidos
Porter, en El gran robo al tren, utilizó una serie de técnicas que fue una gran novedad para la época, razón por la que este corto-metraje hasta hoy es mencionado, recordado y estudiado. En primer lugar, Porter rodó la película en locaciones, es decir, además del filmar en un estudio, con varios escenarios (la sala del telegrafista, el interior del vagón, el salón del baile), filmó también al aire libre, en diversos lugares (el depósito del agua, la maquinaria del tren, en las rieles del tren, en el bosque, la persecución a caballo, etc). Eso, por sí solo, ya era una gran novedad, lo que le daba a la historia una dinámica especial, nunca antes vista en el cine. La historia tenía acción y el espectador podía vivirla.

Segundo, aunque la cámara se mantiene distante de los actores, razón por la que es difícil distinguir sus características, Porter utiliza algunos cortes e incluso, nuevos ángulos para filmar, sin limitarse a la escena frontal, como sucede, por ejemplo, cuando se separa la maquinaria del resto del tren: la escena es vista desde un lado transversal. Además, la cámara se mueve, no permanece todo el tiempo parada, como se puede ver, principalmente en la parte final durante la persecución a los bandidos. Esta técnica constituía otra gran novedad y le daba una nueva dimensión a la narración.
El gran robo al tren: los bandidos esperan que el tren se detena para subir
Por otro lado, la película utiliza lo que se llama cross-cutting, que no es otra cosa que cortar las escenas y montarlas de tal manera que la narración de la película sugiere que dos cosas suceden al mismo tiempo, como es el caso de la niña que ayuda al telegrafista mientras los asaltantes roban al banco. Esta técnica no existía en aquella época. Las historias narradas seguían una secuencia de principio a fin, por eso El gran robo al tren innova esa manera narrativa. Para el espectador de hoy, no significa ninguna novedad, pero para el de 1903, era una forma de darle a la historia un impulso único y emocionante.

Escenas especiales.-

A pesar de que el corto-metraje dura casi doce minutos, vale la pena resaltar tres escenas especiales. La primera, es la del asalto a los pasajeros. Cuando el tren se detiene, dos de los asaltantes, obligan a todos los pasajeros a bajar del tren. La cámara, ubicada a la izquierda, muestra cómo dos delincuentes amenazan a los pasajeros. Pero lo más interesante, es la cantidad de víctimas que hay. Deben de ser, por lo menos, más de cincuenta pasajeros que se amontonan a lo largo de la vía, incapaces de defenderse. Lo que más llama la atención en esta escena, (5’19”) es cuando uno de los ladrones da un paso hacia adelante, para asustar a una de las víctimas, haciendo el gesto de que le va a disparar. Cuando la mujer retrocede asustada, él se ríe y se divierte con el miedo del pasajero. Aunque los pasajeros son anónimos, así como los asaltantes, la escena ayuda a mostrar el miedo de unos y la crueldad de otros.
El gran robo al tren: uno de los asaltantes mata a un pasajero que quiere huir
La otra escena que vale la pena mencionar es la que sucede en el salón de baile. Los hombres que están en el salón le disparan alrededor de los pies de un hombre para que este “baile” al ritmo de los disparos. Consideramos esta escena interesante para su época, y es tan importante, que con el pasar de las décadas, muchísimas películas han reproducido la misma escena, tanto que hoy nos parece una escena trillada; pero, como hemos dicho desde el principio, hay que pensar con la mentalidad de 1903. Además, si la escena no fuera buena, ¿por qué tantos directores la han copiado una y otra vez?
El gran robo al tren: el salón de baile
El gran robo al tren
La tercera escena es la última que aparece en el corto-metraje. Después que los bandidos han muerto, aparece uno de los asaltantes, en primer plano, en fondo negro. Es la única escena en la que se ven los detalles del personaje, quien, sin mostrar ningún tipo de emoción, “mira” a los espectadores, saca su revólver y le dispara al “público” varias veces. Lo único que podemos hacer hoy es imaginarnos el impacto de esta escena en el público. Es una muestra de cómo el cine tiene ese poder de conmover a las personas de las más variadas formas.

El gran robo al tren es una de las primeras películas más intensas de los primeros años del cine y le puede servir al espectador contemporáneo para entender cómo lo que hoy existe de bueno en el cine es el resultado de grandes experiencias del pasado, razón por la que, aunque no seamos aficionados a las películas clásicas, hay que mantenerlas en el lugar de honor que les corresponde en la historia del cine.

Texto de Patricio M. Trujillo O.
Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.

21 de abril de 2018

THELMA


Thelma. Drama. Fantasía. 117 minutos. 2017. Noruega, Dinamarca, Suecia, Francia.

Con Eili Harboe, Kaya Wilkins, Henrik Rafaelsen, Ellen Dorrit Petersen, Anders Mossling e Grethe Eltervåg

Película de Joachim Trier.

Introducción.-

¡Thelma es una de las mejores películas de 2017! Una película fácil de verla, compleja para analizarla, difícil para ponerse de acuerdo en el significado de todas sus metáforas; pero sobre todo, no es solo una muestra de cine de calidad, sino de un cine profundo y sensible.

El cine ya ha retratado de diferentes formas el difícil proceso que es la madurez de los jóvenes, por lo que una nueva película que hable de este asunto, tan trillado, no nos sorprende en absoluto, ya que es un tema del que se puede hablar mucho debido a que los jóvenes están en un permanente proceso de crecimiento; sin embargo, lo difícil en el cine contemporáneo no es solo encontrar películas nuevas que añadan algo original a este tema tan comentado, sino que aporten elementos particulares sin caer en el melodrama, en la comedia grotesca o en el moralismo disfrazado. ¡Y Thelma es esta película!
Thelma
Thelma, del cineasta noruego Joachim Trier, es una película que utiliza de elementos sobrenaturales, inexplicables, fantásticos para retratar el despertar de una  joven que, al incorporarse al mundo de los adultos, se enfrenta con las angustias que le atormentan porque no está preparada para vivir en ese mundo, en el que los deseos y los descubrimientos se mezclan con el miedo, las creencias y, hasta cierto puno, el fanatismo.

Thelma, la protagonista, al tener que vivir sola en una gran ciudad, sin darse cuenta, sin haberse propuesto, empieza a cuestionarse su deseo sexual y, la opresión religiosa con la que ha sido educada, solo ayuda a ahogarse en sus propias angustias. Y al hacerlo de manera inconsciente, su mundo se vuelve caótico, pierde el dominio sobre sí con el surgimiento de una serie de poderes sobrenaturales que le ayudan a sobrevivir a ese “terror” que significa el autodescubrimiento. La película utiliza elementos fantásticos para retratar ese miedo y la inseguridad al estar en un mundo para el que no ha sido preparada para vivir.
Thelma
Cuanto más fantástica es Thelma, es más realista también. Y este es el magnífico paradojo de esta película, a la que hay que verla con cuidado, prestando atención a los detalles de la historia, de la fotografía, a los extensos momentos de silencio, sin querer dar una explicación lógica para cada una de las escenas sobrenaturales.

El guion.-

La narración de Thelma está divida en dos grandes momentos con una introducción enigmática. En la primera parte, el espectador sigue los pasos de la protagonista, escena tras escena, descubriendo con ella, ese mundo que le resulta desconocido y, hasta cierto punto, perturbador. Esta primera parte sirve también para conocer la personalidad de Thelma, la estrecha relación que tiene con sus padres hasta el momento en que surgen los problemas que tanto le afectan y la necesidad que tiene de vivir independiente, tomando sus propias decisiones. A partir de ese instante, ya no sabe si lo que se ve es real o imaginario. El guion está hecho de tal manera que al principio el espectador no entiende los fenómenos que suceden y surge una pregunta: ¿son una metáfora de los conflictos de la protagonista o son realmente acontecimientos reales?

Thelma: en la primera parte empieza a descubrirse
Thelma: en la segunda parte pierde la vitalidad
La segunda parte de la película sirve para aclarar algunas de las dudas que aparecieron en la primera. En este momento, Thelma deja de ser la protagonista activa y determinada de la primera parte; asume un papel pasivo que es casi desesperante al comprarlo con la intensidad de la primera parte. Ella pierde la determinación que le caracterizó en la primera parte y parece que va a ser derrotada en esa lucha en la que se enfrente con otros personajes sobre los que ella no tiene ningún control. Como es lógico, este segundo momento es más lento que el primero, pero al mismo tiempo el drama y lo inexplicable se intensifican hasta que llega el momento en que Thelma deberá decidir si pasa a tener, o no, el control de su vida.

La historia de ‘Thelma’.-

Thelma es una joven del interior que va a Oslo a estudiar en la universidad. Es tímida, retraída y vive en un pequeño departamento sencillo, sin ningún tipo de lujo, dedicándose exclusivamente a los estudios. Sin embargo, todos los días se comunica con sus padres  por teléfono, quienes le reclaman cuando ella no contesta las llamadas inmediatamente.
Thelma y sus padres en la estación de tren
Desde la primera escena, que es magnífica, ya se percibe el peligro que le rodea a la protagonista. En un plano aéreo, muy distante de su objetivo, la cámara muestra una plaza por donde caminan muchas personas. Todas son pequeñas, no se las distingue y caminan por un suelo blanco, que transmite la sensación de vacío, lo que se refuerza con la lentitud con la que la cámara se aproxima hasta llegar a su objetivo: una joven que camina sola: Thelma.

Esta escena es una manera de presentar la situación en la que se encuentra la protagonista: está en un mundo desconocido, donde ella es una persona más que no se distingue para nada de las otras; es un ser anónimo perdido en medio de la confusión de la gran urbe. Al mismo tiempo, esta escena parece decirle a Thelma que hay alguien que la está observando, vigilándola todo el tiempo, que sabe lo que ella hace o piensa. Es como si hubiera un ser omnisciente que controla la vida de la joven, lo que después se confirmará a lo largo de la película con la presencia sobreprotectora y la historia secreta de sus padres.
Thelma en la biblioteca
Anja ve a Thelma tener su primera convulsión
Un día, cuando Thelma entra a la biblioteca de la universidad, ella se sienta en un lugar vacío,  mira a algunos de los estudiantes que están en el local y empieza a sentirse mal. Tiene una serie de convulsiones y, mientras las tiene, una banda de pájaros negros se choca estrepitosamente contra la ventana de la biblioteca. ¿Qué relación hay entre ambos acontecimientos? No hay ninguna explicación, tanto es así que no hay ningún comentario sobre el fenómeno de los pájaros. Luego, si el espectador quiere, entenderá los hechos.
Thelma en la universidad
Después de un momento, Thelma se recupera y ve a su lado a una joven que la está ayudando. Ambas se hacen amigas y empiezan a pasar bastante tiempo juntas. Anja es la primera amiga que Thelma tiene en la universidad y, por medio de ella, conoce a otros jóvenes; sin embargo, solo socializa con su única amiga, pues tiene dificultades para hacer amistades con los otros, inclusive porque no sabe cómo comportarse, lo que se ve cuando su amiga la lleva a una fiesta. Su relación con Anja es intensa y, conforme los días transcurren, vuelve a tener las convulsiones, principalmente cuando está con ella y, toda vez que aparece este fenómeno, suceden cosas raras a su alrededor que ella no sabe explicarlas.
Anja aparece, sin saber cómo, frente al edificio donde vive Thelma.
Por ejemplo, en una oportunidad, ella está pensando en Anja y, de repente, ésta aparece frente al edificio donde vive Thelma. Lo raro de la situación, es que Anja no sabe dónde vive su amiga y no entiende cómo llegó ahí, tan repentinamente; pero ella se siente bien al estar frente a Thelma, quien también se siente bien con la presencia de su amiga, cuando de repente, mientras ambas están conversando, tiene otra convulsión inexplicable.
 
Thelma tiene otra convulsión frente a Anja
Thelma no les cuenta a sus padres lo que le sucede y, por su propia cuenta, va al médico para que la examinen. Ella desea descubrir qué es lo que sucede. Está preocupada con su salud mental y quiere saber si hay algo anormal con ella, pues no entiende nada de lo que pasa a su alrededor. Conforme pasa por una serie de exámenes médicos, ella pasa también por un proceso de autodescubrimiento que la asusta, pues surgen indicios de aspectos de su vida desconocidos para los que no está preparada.
Thelma se hace exámenes médicos para descubrir cuál es su problema
Al mismo tiempo, ella se entera de que sus padres tienen un secreto que puede ser el origen y/o la cura de su problema y está decidida a resolver su problema, pero no es tan fácil como parece; por eso, en la medida en que se entera de algunos de los detalles del secreto de sus padres, va perdiendo poco a poco la fuerza de voluntad que ha mostrado desde el principio, lo que se complica una noche cuando está pensando en Anja y no le gusta lo que piensa de su amiga, por eso, solo con la fuerza de su pensamiento, hace que Anja desaparezca misteriosamente del cuarto en el que vive, sin dejar ninguna huella de su presencia en ningún lugar, a no ser un cabello que atraviesa la ventana de la habitación: a pesar de la distancia, Thelva ve cómo el vidrio de la ventana del departamento de Anja se rompe en mil pedazos y su amiga es absorbida por una fuerza misteriosa que le hace pasar por el vidrio que, momentos después, aparece intacto, como si nada hubiera sucedido.
 
Anja es absorvida por la ventana de su cuarto
Thelma ve el único rastro que quedó de la existencia de Anja: un cabello en medio del vidrio
Al llegar a esa situación, Thelma se da cuenta de que no puede continuar sola. Necesita la ayuda de alguien y recurre a sus padres. Deja la universidad y vuelve a la casa familiar, donde finalmente descubre cuál es la enfermedad que ella tiene y el peligro que representa para los que están a su lado: cuando se siente mal por algo, es capaz de hacer desaparecer a las personas, algo que lo hizo de niña, aunque ella no se acuerda conscientemente de ello.
Thelma regresa a la casa paterna
El padre de Thelma es médico y le receta una serie de medicinas que la debilitan, dejándole pasiva, a merced de lo que sus padres puedan hacer con ella, pues ya no tiene fuerzas para impedir la tragedia que ve llegar. Ese momento surge el gran dilema: permitir que las medicinas hagan el efecto negativo sobre ella, y que sus padres decidan si debe vivir o no, o luchar para recuperar su vitalidad y vencer lo que le atormenta.

¿Cuál es el real problema de Thelma?.-

Como ya lo dijimos anteriormente, hay que recordar que Thelma es una joven que no está preparada para vivir en el mundo de los adultos. Ella ha vivido bajo los dogmas religiosos y fundamentalistas de sus padres, sobreprotectores, quienes, basados en una moral cristiana retrógrada, han conseguido que ella se reprima, que tenga miedo de sus deseos, principalmente cuando estos van en contramano de lo que le han enseñado sus padres. Como dijimos al principio, en su departamento no hay ningún tipo de muebles, lo que es una metáfora que representa el poco o nulo contacto que ha tenido con el mundo exterior mientras vivía con sus padres. Tanto es así que la única comunicación que tiene es con ellos a través del celular. Y esto es un contraste con las “tentaciones” que el nuevo mundo le ofrece: fiestas, amor, alcohol, etc.; en síntesis, una serie de experiencias con las que no está acostumbrada y no sabe cómo enfrentarse con ellas, principalmente el deseo sexual.
Thelma conoce una serie de "nuevas tentaciones"
Thelma y Anja
Por eso se puede decir que Thelma es una película de un autodescubrimiento sufrido, angustiante, que provoca el choque de conflictos paradójicos que le hacen sufrir a la protagonista: el amor y el odio (con ella misma); la venganza  y la liberación (con sus padres).

Thelma ve por primera vez a Anja en la biblioteca e, inexplicablemente, tiene una convulsión. Cuando ella va con su amiga y la madre de ésta  a un concierto, el contacto físico, al estar al lado de su amiga, le asusta y tiene que huir para evitar que suceda algo inexplicable, más aún cuando Anja la besa. Lo que pasa es que Thelma también se siente atraída por Anja; le gusta su amiga y se enamora de ella. Ese amor tan repentino la aterroriza, no por ser una amor lésbico, sino porque va contra todo los principios que sus padres le han inculcado. No es que se hable al respecto en la película, sino que está explícito en el comportamiento de ella frente a sus padres y en la única anécdota que cuenta sobre ellos, que comentaremos de aquí a poco.
Anja y Thelma
Hay una escena que muestra este conflicto, en el que el detalle de la cámara diseña uno de los tantos miedos que Thelma tiene. En los primeros días de la universidad, sus padres la van a visitar y los tres van a un restaurante. La cámara está ubicada atrás de Thelma mientras ella conversa con sus padres y, como quien no quiere nada, la cámara, como si fueran sus ojos, ve entrar al restaurante a dos hombres adultos. Después, con discreción, la cámara se mueve para mostrarnos lo que Thelma continúa viendo: los dos hombres, sentados en la mesa del restaurante, de manos dadas. La única que parece notar ese gesto es ella, quien mira después a sus padres y espera que ellos digan algo. Pero estos parecen que no han visto a la pareja homosexual y no comentan nada. Pero ella ve a sus padres y en su mirada se refleja el miedo, la represión, el castigo.
Thelma ve a una pareja en el restaurante
Esta escena que acabamos de describir parece casual, más aún porque dura poquísimos segundos, pero más adelante ella tiene mucho más sentido, cuando Thelma es capaz de confesar que se ha enamorado de una mujer. Es entones que se descubre lo que está sucediendo: ella ha estado todo el tiempo saboteando su posible relación amorosa  y sexual con Anja, razón por la que le hace desaparecer con su poder sobrenatural inexplicable; al mismo tiempo, ella se pune porque lo que siente va contra los preceptos que sus padres le han inculcado. En pocas palabras, se puede afirmar que Thelma descubre el amor, pero está corroída por la culpa y no tiene con quién hablar de sus emociones, lo que provoca que sus convulsiones sean cada vez más frecuentes, más aún cuando se da cuenta que es un amor lésbico.
Anja y Thelma
En ningún momento Thelma menciona algo sobre una relación homosexual o que sus padres sean homofóbicos, incluso porque el tema central de la película no trata de una relación homosexual, aunque la personaje principal descubra una pasión lésbica. (Por eso es un error clasificar esta película como si fuera de temática lésbica). No hay nada al respecto en toda la película que se hable sobre el lesbianismo. No se menciona una sola palabra sobre ese tema. Pero sí se hace referencia a esas creencias extremistas de sus padres, como en la escena en la que Thelma le cuenta a Anja que un día su papá le hizo poner su mano en una vela encendida. A ella le dolió un poco, pero fue suficiente para entender lo que su padre quería decirle: de esa manera ella se quemaría en el infierno si un día ella pecara. Por tanto, el encontrar el amor de una manera tan diferente a lo que está acostumbrada, ella teme y ya se siente condenada.
Thelma y Anja
De esta manera se explican las dos escenas en la que Thelma usa sus poderes sobrenaturales de manera inexplicable: la aparición misteriosa de Anja frente a su casa y la desaparición de su amiga. En la primera, la aparición de Anja representa el deseo sexual por su amiga, la necesidad de tocarla, de verla, de estar con ella; son los síntomas del enamoramiento; en la segunda, ella huye del deseo porque lo considera una tentación. Pero todo esto Thelma lo hace de manera inconsciente, involuntariamente, pues hasta ese momento ella no sabe que tiene ese don. Cuando llega a descubrir la dimensión de su poder, se asusta más aún, pues pasa a saber que ese poder lo usaba de niña para escapar de aquello que le incomodaba, que le fastidiaba, que le perturbaba.
Thelma
Thelma transita por varias etapas durante la película: primero, la llegada al mundo de los adultos, independiente, en la que tiene que tomar sus propias decisiones, para lo cual no está preparada. En la segunda descubre que tiene un problema de salud inexplicable, lleno de misterios, y la única manera de resolverlo es siguiendo lo que el médico que le atiende le dice cuando intenta estimular sus recuerdos: “Deja tus pensamientos libres”. En esta etapa, Thelma es capaz de recuperar el pasado que está escondido en algún lugar de su cerebro: un pasado que sus padres han hecho todo lo posible para hacerlo desaparecer. La tercera etapa es la sumisión total: sus padres son rígidos, fieles a sus creencias, y no se dejan someter por el sufrimiento de su hija; al contrario, están dispuestos a anularla totalmente, con tal de anular los poderes de su hija. Y, finalmente, la última etapa, la cuarta, es cuando, ella usa por primera vez sus poderes de forma consciente, sabiendo lo que hace, como única forma de recuperar su vida destruyendo los miedos a los que ha sido sometida desde niña.

Lo sobrenatural y otros aspectos de Thelma.-

Uno de los aspectos más interesantes de la película es cómo se utilizan los elementos fantásticos. Aparecen de una manera realista, a tal punto que sin la presencia de ellos no habría el escape del clímax al que se llega cuando el personaje principal tiene que decidir sobre el destino final de su vida. Por otro lado, gracias a los elementos fantásticos la película no es moralista ni prejuiciosa. Un tema tan común, tan simple y complejo al mismo tiempo, como es el hecho de dejar la casa paterna y materna para independizarse y vivir en el mundo, gana fuerza cuando los conflictos aparecen desde la óptica ‘sobrenatural’ o, mejor dicho, fuerzas desconocidas que ayudan a explicar los traumas, los miedos, evitando de esa manera el moralismo que, inevitablemente, nos lleva a emitir juicios de valor basados en prejuicios sociales, religiosos, morales o de otra índole. De la manera en que Thelma está hecha, la película se mantiene lo más neutra posible.
Thelma
Thelma es una película que está bien hecha. Su ritmo no es ni rápido ni lento y el espectador se queda confuso cuando aparecen los elementos sobrenaturales. Hay situaciones en las que no se sabe lo que está sucediendo, pero esto no es un defecto; al contrario, como lo dijimos en la introducción, solo ayudan a aumentar la tensión. El hecho de no saber lo que está sucediendo hace que el espectador camine al mismo ritmo de la protagonista: así como ella no sabe lo que pasa, el espectador tampoco lo sabe. En otras palabras,  la ausencia del narrador omnisciente ayuda a darle más realismo a esta historia fantástica.

Por otro lado, la fotografía es excelente. Las imágenes son bellas y en tonos fríos, lo que ayuda a enfatizar ese ambiente de angustia y de misterio en relación con los poderes de Thelma.

Escenas especiales.-

La primera escena es un enigma que solo tendrá sentido cuando la película está por llegar al final. En un paisaje blanco, cubierto de nieve, aparecen un hombre adulto y una niña que caminan hacia una floresta. Se supone que son padre e hija. El hombre ve un ciervo y lo apunta con su escopeta. La niña se fija en el ciervo y espera con intensidad, en silencio y sin moverse, el disparo que le matará al animal; por eso, no se da cuenta que el hombre desvía la escopeta del animal y le apunta a ella, con el deseo de matarla ahí mismo, como si ella fuera un animal de caza.
La niña, el ciervo y el padre
Thelma, de niña, y su padre
Otra escena importante que ayuda a entender los conflictos que vive Thelma, así como nos ayudan a comprender el significado de las visiones que ella tiene, es la conversación de ella con sus padres en el restaurante. Al papá no le gusta y no aprueba lo que su hija opina sobre un tema determinado, razón por la que le llama la atención, acusándola de que ella, ahora que está en la universidad, cree que sabe más. Él es incapaz de salir de su mundo religioso cerrado para entender el mundo que está a su alrededor. Thelma, en ningún momento intentó faltarle el respecto a sus padres o, peor aún, mostrarse prepotente, como si supiera más que ellos; lo único que ella hace es tratar de compartir con sus padres los nuevos saberes que la universidad le ha ofrecido, pero su familia es incapaz de aceptar eso y prefiere que ella acate pasivamente las enseñanzas fundamentalistas de su familia.

Una escena que muestra cómo lo sobrenatural es un reflejo de las emociones de la protagonista es cuando ella está nadando en la piscina de la universidad. De repente, es como si todo se moviera de lugar y cuando Thelma intenta salir a la superficie, no puede hacerlo porque encima del agua hay un techo que tapa a la piscina; es como si ésta se hubiera dado la vuelta, en ciento ochenta grados, para que ella no pueda salir a la superficie. La escena es angustiante porque muestra a la protagonista encerrada en sus pasiones, sin encontrar una vía de escape. La metáfora inicial empieza con la natación, que es una de las pasiones de ella, y se complementa la imagen cuando sabemos que Anja está fuera de la piscina, esperándola. Thelma está encerrada, como una prisionera, debatiéndose por no morir ahogada.
Thelma no consigue salir de la piscina
Hay una escena que no podemos dejarla de lado ya que ésta tiene una simbología discutible y se la puede ver desde diversas ópticas. Thelma está tumbada y un animal está saliendo de su boca. ¿Cuál es su significado? Si juntamos los diversos momentos en los que Thelma y Anja han tenido un contacto físico, ya sea por medio de una caricia, de una sonrisa, de un beso apasionado, de estar durmiendo en la misma cama, con las convulsiones constantes de la joven, como consecuencia de esa lucha interna para rechazar sus emociones por culpa del miedo provocado por la represión familiar/religiosa, se puede deducir que ella ya ha tenido algún tipo de contacto sexual más íntimo, como podría ser el sexo oral; de ahí que ese animal que sale de su boca puede representar este acto que, al mismo tiempo que le provoca placer, le provoca sufrimiento debido a sus conflictos internos.
Thelma
La escena en la que el padre de Thelma muere puede parecer fría y cruel, más aún al saber que la hija está presenciando la muerte de su progenitor. Sin embargo hay que darse cuenta que Thelma necesita libertarse de la opresión de lo que ha representado su padre durante toda su vida. Lo “irónico”, si es que podemos usar este término, es que la hija, al final, tiene el coraje de ver a su padre morir para recuperar su libertad. Decimos que es irónico porque la película empieza con la escena en la que el padre quiere matar a su hija, pero al final se arrepiente. Ambos buscaban en cada momento su liberación: el padre tenía miedo de los poderes desconocidos de su hija, pero al final se arrepiente, lo que impide que intente eliminarla, ya de adulta, a través de otros medios; mientras tanto, Thelma se da cuenta que sus poderes no son malos si sabe usarlos – y de hecho los usa para recuperar a Anja –, pero para eso necesita destruir cualquier vestigio de lo que reprime, en este caso, representado con la muerte de su padre.
Thelma y su padre al principio de la película
El padre de Thelma, al final de la película
La escena final, similar a la primera, tiene el efecto de rescatar a Thelma del drama y colocarla en el nivel de la felicidad, por lo menos en aquella felicidad momentánea, ésa que ayuda en la formación de la personalidad. Pero, a diferencia de la escena inicial, ésta empieza desde la plaza: la cámara nos muestra a Thelma y a Anja caminando juntas, de manos dadas, serenas, y luego empieza a subirse y a distanciarse despacio hasta el momento en que ambas, así como todas las demás personas, son puntos irreconocibles. Ya no hay ningún ser omnisciente vigilándola; ella ahora camina con sus propios pies.
Thelma y Anja: la cámara empieza a distanciarse
 
Thelma es una película inteligente, intrigante y que no se encaja con facilidad en cualquier género. Es una película que le obliga al espectador a prestar atención en los detalles, a salir de la lógica “natural” para entrar en el mundo de la joven que se enfrenta a sus temores y a sus contradicciones que transforma su vida en sueños y pesadillas. Es una película de calidad a la que se la ve con gusto.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.