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Patricio Miguel Trujillo Ortega


28 de abril de 2013

El Niño Pez



El Niño Pez, 2009, Argentina. Drama-Suspenso. 96 minutos.

Con: Inés Efron, Emme.

Dirección: Lucía Puenzo.

El Niño Pez, segundo largometraje de Lucía Puenzo, escritora y cineasta argentina, es una historia de amor y de soledad, de barreras sociales y de abandono, de sueños, de fantasías y de secretos. Es una película en la que los personajes transitan entre extremos, llegando inclusive al límite de sus propias existencias, guiados por la pasión y el deseo.

Lala, la protagonista de la película, es un personaje ricamente construido, complejo y apasionante. Es joven, desafiante, decidida y pasa por una transformación radical que la lleva de la ingenuidad a una dura realidad en la que se juega la vida y la muerte.

Ella es una estudiante de secundaria que está enamorada desde los 13 años de edad de Ailín, la mucama paraguaya de 20 años de edad, que trabaja y vive en su casa. Su amor por la muchacha es intenso y, aparentemente, correspondido. Ambas chicas mantienen una relación compleja, íntima, en la que Lala intenta tener el control; además, sueñan con irse a Paraguay a vivir a orillas del lago Ypoá, lugar donde vive el “niño pez”, una leyenda de la región que es un “fantasma” en el pasado de Ailín, la Guayi.

Sin embargo, los sueños de Lala no se realizan fácilmente porque ese “deseo” la lleva por vericuetos en los que pone en riesgo ese mismo amor que la inspira a tomar las decisiones más extremistas, y se enfrenta a varios peligros que empiezan en su familia y terminan con la policía.

El lesbianismo con naturalidad

Uno de los temas que llama la atención es la naturalidad con la que el “lesbianismo” es tratado en El Niño Pez; o, dicho de otro modo, la forma en que no es tratado.
Lala y Ailín
Es que en la película, el amor de Lala por Ailín es natural, espontáneo y no hay ningún tipo de oposición por el hecho de que sean dos mujeres las que se amen. Aparentemente, nadie cuestiona el que Lala ame a otra mujer; no hay ideas prejuiciosas contra el lesbianismo; por eso, podemos afirmar que la película no es la historia de dos lesbianas y sí de dos mujeres que se aman; sin embargo, lo que sí se puede cuestionar es la madurez del amor de Lala, no porque esté enamorada de otra mujer, sino porque es su primer amor y, como tal, se deja llegar por las intensas pasiones de este.

Lala y Ailín planificando el viaje a Paraguay
En este sentido, el gran mérito de Puenzo es que hace una película en la que no existen las etiquetas “homosexual” o “heterosexual”. Las protagonistas no son obligadas a optar por una opción sexual, ya que la relación, principalmente por parte de Lala, fluye naturalmente.

Lo positivo de El Niño Pez es que, al tratar el tema del lesbianismo con la naturalidad con la que debería ser tratado siempre, se distancia de las películas tradicionales en las que las lesbianas aparecen como mujeres conflictivas que usan y abusan del alcohol, de las drogas y a las que se las presentan como mujeres conflictivas tanto en el ámbito personal como social. En el caso de Lala y Ailín, ellas son tan normales como cualquier persona y los errores que cometen son como consecuencia de la imprudencia, la inmadurez y la soledad en que ambas viven.
 
Ailín y Lala
De esta forma podemos entender que los crímenes que comete Lala (asesinato y robo) no tienen nada que ver con su sexualidad sino con sus sueños y temores; sin embargo hay que destacar que sí se muestra el prejuicio en relación al amor de las muchachas por sus diferentes condiciones sociales, después de todo Ailín es la “Guayri”, la emigrante paraguaya, una empleada doméstica, que tiene una relación con la hija de los patrones. Eso se lo visualiza perfectamente en los pocos diálogos que la madre de Lala tiene con su hija.

El amor y la desestructura familiar

Así como está claro que Lala ama a Ailín, hay una duda muy grande de si el amor de esta es auténtico, pues ella, además de ser mayor y de tener más experiencia de vida, carga un pasado complejo y un secreto que hace que su comportamiento provoque celos y temores en Lala. Esto se percibe por la forma en cómo Ailín se relaciona y coquetea con otros hombres, fomentando el deseo de Lala de realizar lo más pronto posible su sueño de amor.

Desde el principio se percibe que Lala está totalmente enamorada y que es un amor de adolescente dominado por la pasión típica del primer amor y del miedo de perderlo; no acepta de ninguna forma que algo se interponga entre ella y su amada; que destruyan los sueños que ambas, principalmente ella, han construido, fundamentalmente con la idea de irse a vivir juntas al Paraguay, al lago Ypoá.
 
Lala, su padre, su hermana y Ailín
Este temor le hace ser posesiva, dominante y extremamente peligrosa, más aún porque su personalidad es fuerte; además hay que añadir el conflicto familiar que ella vive y que es otro de los temas de El Niño Pez: la familia desestructurada.

La de Lala es una familia aparentemente “normal”: padre, madre y dos hijos. Sin embargo, la madre es una mujer ausente, tanto física como emocionalmente en la vida de la familia y, en especial, de la hija. Es una mujer que no está en la casa y cuando se da el gran conflicto de la familia está en el extranjero, participando en un maratón. El hermano de Lala es un muchacho que ha tenido problemas con drogas y que trata de recuperarse. A pesar de que le han dado de alta, él prefiere volver a la granja y continuar con su tratamiento, lo que en verdad es un reflejo de que el ambiente familiar le hace mal, tanto es así que se niega a volver a la granja llevando alguna foto de la familia como recuerdo, como su padre le sugiere. El padre, el juez Brönte, es una figura pública y tampoco se encaja en esa familia.

Hay dos escenas que muestran claramente esta situación. La primera sucede cuando la madre de Lala organiza una fiesta con sus amigos y tanto su marido como su hijo se sienten desubicados en la misma y contemplan la fiesta desde las escaleras, mientras la madre-esposa se divierte a lo grande con un grupo de amigos, incluso bailando sensualmente con estos. Ese no es definitivamente el mundo de ambos.


La otra escena es cuando Lala se va de Buenos Aires a Paraguay con el objetivo de encontrarse con Ailín, que iría después; se va sola y nadie sabe de su paradero. A pesar de que la policía la busca para tomarle declaraciones sobre la muerte de su padre, nadie de su familia hace nada por encontrarla. Ella regresa y la postura de su madre, cuando la ve, no pasa de un afecto mínimo y se preocupa más en evitar otro escándalo “en la familia”.

Es ese el ambiente que le rodea a Lala y del que desea escapar. Lo que no justifica el parricidio que comete dominada por los celos cuando ve a Ailín haciendo sexo con su padre. Ella no sabe si ya había una relación entre ambos o si no fue más que “sexo casual”. De todas formas, es el explosivo que desencadena el drama en la relación de ambas chicas.

La familia de Ailín también está destruida desde hace mucho tiempo y tiene un conflicto adicional: el abuso sexual.
 
Lala en la casa de Ailín en Paraguay
Ailín abandonó su país porque necesitaba huir de su padre, quien se enamoró de ella y con quien tuvo relaciones sexuales cuando aún era adolescente. Esta situación anormal en la vida de la muchacha le lleva a un mundo ambiguo: por un lado, odia a su padre y al mismo tiempo lo “ama”. Y esto lo podemos verificar porque ella tiene grabados en cinta todos los episodios de las novelas en las que su padre, Sócrates Espinosa, actuó.

Este amor conflictivo es mutuo y se lo puede ver en dos escenas. La primera es cuando Lala está en Paraguay y el padre de Ailín le dice que está seguro que su hija no quiere verlo, ya que a él le pasó lo mismo que le pasa a Lala, se enamoró de Ailín. No obstante, cuando Lala va a visitar a Ailín y le dice que conoció a su padre, esta reacciona con rabia al saber que no la visitará. Se percibe en la relación de ellos que el amor natural de padre/hija no ha desaparecido por completo, sin embargo ninguno de los dos se atreve a volver en el pasado para tratar de reconstruir el futuro. Ambos prefieren vivir su propio mundo, aislados, solos, con sus amarguras y frustraciones.

La transformación de Lala.

El punto crucial de El Niño Pez, como ya lo dijimos, es cuando Lala ve a Ailín teniendo relaciones sexuales con su padre. A partir de este hecho se desencadena la tragedia y la transformación de Lala, uno de los momentos más importantes de la película.
Lala
Lala se siente traicionada tanto por Ailín como por su padre, sin embargo su amor ciego por la chica es tan fuerte que la perdona, pero no así a su padre, a quien lo mata envenenándolo. Con la muerte de él, el sueño de vivir su amor idílico se derrumba, más aún cuando Ailín es detenida porque es la principal sospechosa del crimen.

Cuando Lala está en Paraguay y se entera que el padre de Ailín se enamoró de su propia hija, ella entiende la tragedia por la que la “Guayi” ha tenido que pasar; entonces regresa decidida a Buenos Aires a hacer todo lo posible para salarla y es así que se da la transformación definitiva tanto físicamente como de carácter.

Ailín y Lala
Lala se mete a la bañera, donde pasó muchos momentos soñando con Ailín, y se corta el pelo, a rape. Se lo corta con violencia y con amor, como una manera de comulgar con su novia, pues ella en algún momento, entre bromas y caricias, le había sugerido cortárselo.

Con este corte, Lala pasa a ser otra mujer.

Hasta ese momento, ella había aparecido como una niña, algo tímida aunque desafiadora, controladora, de mirada dura y vestida, muchas veces, con su uniforme escolar. Ahora, su rostro cambia, se endurece mucho más y sus actitudes también. Su manera de vestirse es diferente y está totalmente decidida a enfrentarse de frente contra todas las adversidades que se le presentan por delante, pues tiene un solo objetivo: salvar a Ailín, que está presa, aunque ella misma tenga que ir a la cárcel.

La transformación de Lala es muy bien hecha y representa la madurez de la muchacha, aunque se puede cuestionar las consecuencias morales de sus actitudes. El cambio significa el fin de la inocencia: el sueño se ha terminado. Pero lo positivo es la fuerza de voluntad para no darse por vencida. Ella sabe lo que quiere y lucha por eso.
 
Lala, dispuesta a todo por su amor por Ailín
Es de esta forma como nos sorprende la agilidad, la frialdad, la fuerza y el coraje que tiene cuando llega a la casa del comisario de policía y lo mata con determinación cuando descubre que él, así como otros, estaban prostituyendo a Ailín.

El Niño Pez.

El espectador se demora en descubrir el significado del título de la película. A pesar de haber oído la leyenda que Ailín le cuenta a Lala, solo cuando esta entra al lago Ypoá y le ve al “niño pez”, el misterio empieza a aclararse, parcialmente, porque es una escena “fantástica”, ya que en verdad no se sabe si Lala realmente lo vio o sino fue solo un sueño o un recuerdo de las historias que su novia le contaba.
 
Lala en el lago Ypoá
La idea de Ailín de construir su casa frente al lago no es solo porque es un lugar idílico, sino porque ella necesita “renacer” de su pasado que tanto le atormenta.

Del género y algunos peros.

El Niño Pez es una película singular y no es fácil determinar cuál es su género.

La primera impresión es la de una mezcla de géneros narrativos. Es un drama y un suspenso al mismo tiempo; tiene algo de romance y una pisca de policiaca y algo de fantástico. Esta serie de géneros mezclados no es un juego arbitrario de la directora, sino una excelente forma de mostrar la variedad de los conflictos humanos: el amor, la traición, el parricidio, la corrupción de la policía, el abuso sexual y la soledad.

El primer género que vemos es el romance y es el motor de la película. Lala ama a Ailín y le gusta estar con ella. La historia de amor es de pasión y de entrega mutua, y así lo demuestra la escena cuando ambas chicas se bañan juntas en la bañera y permanecen sentadas, abrazadas, conversando, trazando sus fantasías, narrando la historia del “niño pez”.
 
Lala y Ailín
El segundo género conductor de El Niño Pez es el suspenso a través de la muerte del juez Brönte y el destino que les depara a las protagonistas. Además, ¿qué otro secreto esconde Ailín de su vida en Paraguay?

El drama es el puente de unión de los dos géneros mencionados anteriormente. La familia de Lala está desestructurada y es tensa la relación de sus miembros que viven aislados bajo un mismo techo. Por último, la parte final de la historia tiene algo del género policiaco al mostrar el abuso de poder de algunos miembros de la policía que se aprovechan de la condición humilde de las menores de edad que están detenidas y las prostituyen.

Finalmente, no hay que olvidar el elemento fantástico: la leyenda del “niño pez”. No es por nada que las primeras escenas de la película transcurren debajo del agua, mostrando escenas que para el espectador no tienen ningún significado y que, solo más adelante,  tendrán sentido. De todas formas, el elemento fantástico surge como uno de los pocos elementos realistas, aunque parezca contradictorio, pues la laguna del “niño pez” es el destino final de Lala y Ailín: es ahí donde podrán realizar sus vidas, juntas.


El Niño Pez no es una película lineal. Está llena de avances y retrocesos que ayudan a mantener el clima de suspenso hasta el final de la misma. Es un recurso que ayuda a que el tiempo de la historia pase rápido sin dejar vacíos en la trama. Vale la pena también mencionar que el primer plano y el plano medio corto y el plano medio prevalecen cuando las dos protagonistas están en escena; además hay que destacar el color oscuro de las imágenes que rodean a las muchachas durante gran parte de la película.

De los muchos aciertos y escasos errores, hay uno que me incomoda mucho porque considero que este es una “escena común” que ya se la ha visto en muchas películas y no tiene más la fuerza que en otrora habrá tenido. Es la escena en que Lala y Ailín discuten porque esta le dice a Lala que no la quiere más y que no desea volver a verla. Es verdad que es un recurso para esconder los verdaderos sentimientos de Ailín, que está presa y que no quiere que Lala vaya a la cárcel en su lugar; sin embargo, es demasiado repetitivo y nada original.
 
El destino final de las chicas .. no está dicho
En fin, se puede hablar mucho más de El Niño Pez pero el espacio nos falta este momento. Por ejemplo, hay un personaje del que no hemos dicho nada y que vale la pena analizarlo con calma. Nos referimos al Vaso, una figura masculina-amiga que es el apoyo de Ailín. Mas, será en otra oportunidad.

Texto original Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Queda prohibida la reproducción total o parcial del texto en cualquier medio sin la autorización escrita del autor.

El Niño Pez premios:

  1. Argentina. Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina. Mejor Actriz Revelación. Premios Clarín 2009. Mejor Actriz Revelación.
  2. Italia: Torino GLBT Film Festival. Best Freature Film Award.
  3. Romania: Bucharest International Film Festival. Best Director Award.
  4. Japón: Tokyo Latin Beat Film Festival. Best Actress Award.
  5. España: Festival de Málaga. Cine Español. Premio especial del jurado. Premio a la mejor fotografía.
  6. Canadá: Inside Out – Toronto LGBT Film Festival. Audience Award: Best Feature Film.
  7. Estados Unidos: Frameline 32 San Francisco Internacional Lesbian & Gay Film Festival. Audience Award. Best Freature Film. Connecticut Gay & Lesbian Film Festival. Audience Award. Outfest The Los Angeles Gay & Lesbian Film Festival. Grand Jury Award. Outstanding Feature Film. Fresno Reel Pride Gay and Lesbiann Film Festival, Caifornia. Audience Award: Best Feature Film. Providence Latin American Film Festival. Best Script Award. Pittsburgh Lesbian & Gay Film Festival. Audience Award: Best Feature Film. Tampa Internacional Gay & Lesbian Film Festival. Audience Award: Best Foreign Feature Film.