O filme que assistimos...

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Patricio Miguel Trujillo Ortega


31 de agosto de 2018

Batalla en el cielo (Battle in Heaven)


Batalla en el cielo. Drama. 95 minutos. 2005. México

Con Marcos Hernández, Anapola Mushkadiz.

Dirección de Carlos Reygadas.

Una película para pocos.-

Batalla en el cielo, del mexicano Carlos Reygadas, que se presentó en los festivales de cine de Toronto, Cannes y Sundance, es una película polémica  que despertó en el público, y aún despierta, una serie de reacciones contradictorias por los más diversos motivos. Es imposible, desde la primera escena hasta la última, permanecer quieto, sin hacer ningún comentario, aunque, al principio, uno no sepa con exactitud qué es lo que se quiere decir.

Al ver Batalla en el cielo, el público se siente incómodo – sea para bien o para mal – de alguna manera, ya sea por las dos escenas de sexo explícito con personajes tan diferentes y contradictorios, o ya sea porque el personaje principal es feo, inexpresivo y tosco; ya sea porque la película hace el retrato de un sector de una sociedad dura, fría, indiferente y violenta, o ya sea por la angustia sofocante que provocan los ruidos externos que le asfixian al público tanto como sus personajes lo hacen.

De todas formas, una cosa es segura: a pesar de ser una película “escandalosa” y polémica, su importancia en el cine latinoamericano va mucho más allá de ese pleito en el que muchos no se van a poner de acuerdo, pues es un filme que dice mucho más de lo que aparenta, razón por la que hay que aprender a verlo, pues no estamos frente a una película de simple entretenimiento, sino frente a una reflexión profunda sobre hechos de la vida cotidiana que, muchas veces, preferimos no verlos.
 
Batalla en el cine: una película que incomoda a muchos
Batalla en el cielo mezcla sexo, placer, religión, crimen, impunidad, violencia, incomunicación y tradiciones; pero sobre todo, presenta a un personaje atormentado que no sabe cómo sobrevivir en medio de la angustia que lo destruye por dentro, y más aún porque no entiende el mundo que lo rodea, razón por la cual anda a la deriva en los laberintos urbanos de una gran metrópoli en los que no hay ni salida ni esperanza.

Los personajes de “Batalla en el cielo”: seres anónimos.-

Aunque solemos empezar hablando con un resumen de la película, en esta ocasión vamos a empezar por los personajes y sus principales características, ya que, como lo veremos más adelante, a la película se la puede resumir en dos o tres párrafos, puesto que lo más importante en Batalla en el cielo es lo que no se cuenta de manera directa.
Batalla en el cielo: Marcos va al aeropuerto a recoger a Ana
Marcos, Berta y Ana son los tres personajes principales, por no decir, los únicos de la película. Los dos primeros son seres anónimos en medio de la multitud que recorren las calles de México D.F. O sea, si a Marcos y a Berta los viéramos en la calle, no los reconoceríamos porque nunca les prestaríamos atención, pues ellos forman parte de la multitud caótica de una gran metrópoli; si nos topáramos con ellos, lo más seguro es que los viéramos con desdén o, simplemente, los ignoráramos como si nunca los hubiéramos visto.

Marcos y su esposa Berta son feos – y no nos vamos a meter en la discusión sin salida sobre el concepto de “qué es bello”. Ambos, físicamente, son feos, inexpresivos y gordos. La grasa corporal de sus cuerpos está a la vista de todos. Ellos no nos atraen para nada. Lo que acabamos de decir no es ningún tipo de prejuicio, sino algo mucho más profundo: Marcos y Berta somos “nosotros”, es decir, la gran mayoría de la población. Ellos no son los “personajes bonitos” que el cine, las series de televisión y la publicidad nos presentan todo el día como “modelos” de vida. Al verlos a ellos, no nos reconocemos en ellos, o sea, no nos damos cuenta que la gran mayoría de la población es como ellos, por eso, no se puede afirmar que Marcos y Berta, con sus “grasas a flor de piel”, sean grotescos; muy por el contrario, ellos son el retrato de una sociedad mestiza mexicana y latinoamericana. ¡Y con seguridad en las latitudes nortes también hay seres como ellos, pero ésa es otra historia!
Batalla en el cielo: Berta y Marcos
Un ejemplo de cómo Marcos y Berta no llaman la atención de nadie porque no se destacan de ninguna forma en medio de la masa de la gente, es la escena en la que Marcos pierde sus anteojos. Él se sube al metro y en medio de la multitud, cuando lo empujan, sus lentes caen al suelo y él se agacha para recogerlos. La gente que está a su lado lo pisotea, rompe sus anteojos y lo mira con desprecio, con violencia. Cuando él se levanta, a nadie le importa lo que ha sucedido, pues nadie se ha dado cuento de lo que ha pasado.

Marcos es una persona callada, inexpresiva, pasiva, de movimientos lentos; hace las cosas de manera mecánica. Su tono de voz nunca varía y su rostro no expresa ningún tipo de emoción. Es como si él usara una máscara todo el tiempo que no le permite ni siquiera sonreír una vez. Por todo esto, se puede decir que Marcos es alguien que vive sin ningún tipo de aspiración en la vida. Vive lo que debe vivir y nada más que eso.

Berta es igual a Marcos.
Batalla en el cielo: Ana
Ana es la hija de un militar de alta patente. Es joven, bonita, delgada,  rica y acaba de retornar de sus vacaciones por un motivo trivial: le echa de menos a su enamorado Jaime, y quiere estar con él. Desde hace mucho tiempo, ella se prostituye en una casa que está ubicada en un barrio elegante. No hay ninguna explicación de por qué lo hace; aparentemente se prostituye por el placer de hacerlo. No se sabe nada de cómo es su relación familiar ni cómo está compuesta su familia ni qué le llevó a esa situación. Lo único que se descubre por una conversación que tiene con Marcos, cuando éste ha ido al aeropuerto a recogerla para llevarla al departamento de Jaime, es que el chofer sabe desde hace mucho tiempo que Ana es una puta que trabaja en una casa exclusiva a la que no va cualquier persona y que a él le gustaría tener sexo con ella.
Batalla en el cielo: Marcos y Ana
Una de las características que tienen en común estos tres personajes, es que ellos parecen que no tienen “conciencia” del mundo que les rodea. Ven las cosas que pasan a su lado, pero estas no les afectan en nada. La única diferencia entre Marcos y Ana es que el primero es feo físicamente y la segunda es bonita.

Resumen de Batalla en el cielo.-

La historia de Batalla en el cielo la resumimos en tres párrafos, sin embargo, la riqueza de la película está, primer lugar, en lo que son sus personajes y en lo que éstos representan; segundo, en la manera en cómo se narran los conflictos de los personajes y sus simbologías al relacionarlos con la sociedad a la que pertenece.

Marcos y su esposa Berta han secuestrado al hijo de una amiga de ellos y, por accidente, el niño muere. Después de contarle a su esposa, que es vendedora ambulante en la estación del metro, lo que ha sucedido, se va al aeropuerto a recoger a Ana, la hija de su jefe, que acaba de llegar de vacaciones. En medio del camino, ella le pide a Marcos que la lleve a la “boutique”, que no es más que la casa donde Ana se prostituye. Al llegar allá, ella se burla de Marcos diciéndole que él siempre habrá querido entrar y lo invita a hacerlo. Cuando Marcos está frente a una prostituta, se siente incómodo y no consigue tener sexo, pues él quiere estar con Ana, pero ésta se siente ofendida con la idea de Marcos.
Batalla en el cielo: Ana acaba de llegar a la "boutique"
Finalmente, Marcos tiene sexo con Ana y, sin saber por qué, le cuenta sobre la muerte del niño secuestrado. Al escuchar la noticia, Ana le dice que él tiene que entregarse a la policía y él acepta hacerlo. Ana no le recrimina ni lo juzga; ni siquiera se interesa en saber lo que ha sucedido. A ella simplemente le parece equivocado lo que ha hecho Marcos y él, que de alguna forma siempre ha tenido un deseo por Ana, acepta lo que ella le dice. Sin embargo, Berta le pide que no lo haga todavía: ella desea ir con su esposo a la fiesta religiosa que se está celebrando esos días en la Basílica de Guadalupe, ya que quiere participar en la peregrinación.
Batalla en el cielo: Marcos vive atormentado
Cada día que pasa, la vida de Marcos es un infierno, pues se atormenta cada vez más con lo que ha hecho y, cuando finalmente decide entregarse a la policía, va primero a despedirse de Ana, quien está en el departamento con Jaime. Marcos, después de despedirse, tiene un ataque de celos, regresa y sin ninguna explicación aparente, mata a Ana e inicia entonces su peregrinación de sufrimiento a la Basílica de Guadalupe.
 
Batalla en el cielo: Ana y Marcos
Los conflictos y sus formas.-

Tal como hemos presentado el resumen, un ingenuo podría confundir Batalla en el cielo con un melodrama más de los tantos que hay por ahí en el cine latinoamericano y estadounidense que cuenta la historia de un hombre que asesina a otra mujer porque na la puede tener.

Pero eso sería no solo una impresión equivocada, sino un error totalmente descabellado, ya que la película no trata ni del amor ni de los celos: estamos frente a una película que nos mete en los vericuetos más profundos y angustiantes de un individuo que ha perdido por completo el rumbo de su vida – o tal vez nunca lo tuvo – y que, junto con su esposa, no tiene noción del mundo que le rodea, lo que solo ayuda a intensificar el sufrimiento y a alentar la falsa idea de que todo está bien una sociedad en la que todo está mal.
Batalla en el cielo: Marta y Marcos con la familia a la que le secuestraron el bebé
Empecemos por lo más obvio: ¿por qué Marcos y su esposa secuestran a un niño de una familia que no tiene dinero para pagar un rescate? ¿Qué es lo que ellos esperaban con eso? Es verdad que pretendían ganar dinero de la manera más fácil, pero ellos no se dan cuenta de la verdadera dimensión del problema en que se meten. Y eso que les sucede a ellos, le pasa a la gran mayoría de personas que forman parte de ese cuerpo gigantesco de personas anónimas que caminan por las calles sin tener noción de cómo la violencia se ha transformado en algo cotidiano y de manera gratuita. Es como si ninguno de los dos tuviera noción de lo que es vivir en sociedad, pues ambos solo forman parte de un montón.

Este aspecto de la violencia, que genera un comportamiento irresponsable, aparece en cuatro ocasiones en la película. Como es lógica, la primera es el secuestro, que no se ve en la película; solo sabemos de él porque lo que Marcos le cuenta a Berta. La segunda vez en que se muestra esa violencia gratuita es cuando Marcos pierde sus anteojos en el metro, como lo explicamos anteriormente. La tercera escena en que se nos presenta este conflicto es cuando Marcos le recoge a Ana en el aeropuerto. Para ese momento, Marcos ya está atormentado con la muerte del bebé y se detiene frente a un semáforo que está en rojo. Marcos se queda distraído y no percibe que el semáforo ya está en verde. Los autos pasan a su lado, tocando la bocina, hasta que un carro pasa a su lado y uno de los pasajeros lo insulta con gestos extremamente violentos.
Batalla en el cielo: Marcos, que ya ha perdido sus anteojos, en el metro
La cuarta ocasión en que la violencia está presentada de manera directa y gratuita es cuando Marcos sale de la ciudad y se detiene en una gasolinera donde se escucha una música de Bach a todo volumen. Ese momento llega otro auto y el cliente exige a gritos que quieten esa música. El cliente se siente en el derecho de atacar verbalmente a alguien que no le está haciendo nada a él.

Estas escenas de violencia son demoradas; no son actos fortuitos de escasos segundos, ya que éste es uno de los conflictos que presenta Batalla en el cielo por medio de situaciones que, aparentemente, no tienen nada que ver con la historia de Marcos y Ana.

Otro de los conflictos que trata la película es la incomunicación o, dicho de otra forma, la falta de comunicación, metafóricamente representada por medio de los ruidos que le incomodan y le perturban al espectador. Estos ruidos muestran una ciudad dinámica como un personaje ágil, pero agresivo, en el que las personas, amontonadas – como se ve en la escena del metro – viven sin comunicarse.
Batalla en el cielo: Marcos y Berta
Hay dos momentos concretos que muestran esta situación. La primera sucede casi al inicio de la película, cuando Marcos se acerca a su esposa para contarle la muerte del niño. Como ya mencionamos, Berta es vendedora ambulante en una de las estaciones del metro. Cuando la cámara nos la presenta, las alarmas de los relojes que ella vende están tocando. Provocan un ruido insoportable, pero ella no se incomoda con eso. El ruido de los relojes es prolongado, y se mezcla con los ruidos de los transeúntes que pasan por el local. La cámara, de la que hablaremos más adelante, hace una de sus típicas tomas circulares: se mueve por el local y nos muestra a los alumnos de dos escuelas que vienen en direcciones contrarias. Como una de las características de la película es la lentitud de sus acciones, el espectador ve cómo esos grupos de niños y adolescentes se aproximan mezclándose con el ruido de los despertadores que tocan y de toda la gente que camina por ahí; a eso, hay que añadir una madre que arrastra a un niño pequeño, de no máximo cinco años, y le grita para que se apure. Mientras todo esto sucede alrededor de Berta, Marcos le cuenta lo que pasa y es difícil entender lo que ellos conversan.
Batalla en el cielo: Marcos está perdido consigo mismo
Resumiendo: los personajes están rodeados por el ruido externo que no les permite comunicarse ni con los demás ni con ellos mismos. Podríamos decir que la consecuencia de eso es la soledad en que ellos viven: esa soledad que los consume, los atormenta y los atropella.

La escena que acabamos de describir es un plano prolongado, extremamente largo y que cumple su objetivo: mostrar el caos del mundo que les rodea a estos seres anónimos atormentados por su vacío existencial y, en el caso de Marcos, por su culpa.

La segunda situación del ruido perturbador es la que mencionamos al referirnos a la violencia; la música de Bach en la gasolinera. Cuando Marcos llega allá, la música es tan alta y, al mismo tiempo tan disonante con la ciudad de México, pues se escucha una música barroca que no se encaja “convencionalmente” en el ambiente en el que la están tocando, y es tan alta que más parece un ruido que una música. Este ruido externo cumple la función de un plano prolongado para ubicarnos en un escenario donde los conflictos surgen a todo momento y por pequeñas cosas, como sucede inmediatamente después cuando llega un cliente y exige que quiten esa música, tal como lo explicamos arriba.
Batalla en el cielo: Ana
Marcos se atormenta  con la muerte del niño desde el principio de la película y no sabe cómo seguir viviendo. No se sabe con exactitud si él está arrepentido o no; lo único que está determinado es que él está perdido porque su vida es una serie de actos repetitivos sin ningún sentido, sin ninguna aspiración.

Todos los “ritos” que cumple son apáticos y mecánicos; los cumple porque hay que cumplirlos y porque se ha acostumbrado a vivir de esa manera. Por tanto, se lo ve apático cuando le cuenta a su esposa la muerte del niño; en el metro, al perder sus anteojos, no reacciona de ninguna manera; al llevarle a Ana del aeropuerto a la “boutique” tiene el mismo comportamiento; cuando le insultan al distraerse en el semáforo, ni siquiera hace un gesto para “defenderse”. Cuando participa en el “rito” matutino y vespertino de izar la bandera, permanece impasible, de la misma forma que lo hace cuando Ana practica la felación en él.
Batalla en el cielo: Marcos y Ana
En todos los momentos, Marcos es una persona atormentada, que no ha aprendido a expresar sus emociones o a vivir de otra manera, por eso es difícil decir si él está arrepentido o no por la muerte del niño. De todas formas, ese sufrimiento lo lleva a la destrucción.

El sexo.-

Batalla en el cielo presenta tres escenas de sexo que le chocan al espectador, no solo porque son explícitas y no estamos frente a una película pornográfica, sino porque éstas no son fáciles de entenderlas. La película empieza y termina con una escena similar: Ana le hace una felación a Marcos. La diferencia está en que en la primera escena Marcos es apático y Ana cumple con su obligación de prostituta, aunque en ese momento nadie sabe que ella lo es; en la segunda, Marcos sonríe finalmente y Ana llora. Pero en ambos casos, el plano empieza mostrando la figura gorda de Marcos y a Ana, de espaldas, con su gran caballera, frente a él. La cámara se aproxima hasta mostrar el acto sexual en sí.
Batalla en el cielo; Marcos y Ana
¿Cuál es el significado de estas escenas?

Solo al final de la película creemos entenderlas. La primera escena sucede de verdad, ya que Marcos consigue finalmente tener sexo con Ana, algo que él siempre lo ha querido, pero nunca ha tenido de la oportunidad de hacerlo realidad, hasta que el conflicto de Marcos le acerca a Ana. A pesar de tener sexo, Marcos no disfruta del acto, pues está atormentado, como ya lo hemos dicho, y Ana, por su parte, cumple con el papel que ella misma se ha impuesto: el de puta.
Batalla en el cielo: Marcos y Ana
La segunda vez, al final de la película, podemos afirmar que todo pasa solo en la imaginación de Marcos. Dominado por los celos, cuando va al departamento de Ana a despedirse de ella antes de entregarse a la policía, la mata como única forma de poseerla de verdad. Aunque ambos ya tuvieron sexo, él nunca la tuvo, pero siempre quiso poseerla. Él la deseaba antes, pero no podía manifestar ese deseo ya que él solo era el chofer (hay una distancia social muy grande entre ellos); cuando las circunstancias le obligan a confesar su crimen, él pierde toda esperanza de vida y, a pesar de haber tenido sexo con Ana, sabe que ella no le pertenece ni nunca le pertenecerá. Por eso, al despedirse y ver en el suelo los patines de Javier, él regresa a matarla porque él ya está muerto y no tiene nada que perder. En su imaginación, Ana le hace nuevamente una felación, y el detalle de la segunda escena es peculiar: él no está usando un condón, algo que sí lo usa en la primera.
Batalla en el cielo: Berta y Marcos
La tercera escena de sexo le incomodó a mucha gente porque muestra los cuerpos gordos de Marcos y Berta haciendo sexo. Berta está sentada encima de Marcos y la cámara muestra esos cuerpos nada bonitos moviéndose al ritmo del placer. Este es un tipo de escena que el cine no nos muestra, pues en la mayoría de las ocasiones, cuando hay sexo, los cuerpos son bonitos o atractivos de algún modo. En este caso, la escena muestra que Berta le desea a Marcos y que ese deseo va mucho más allá de la atracción física, más aún porque Marcos ya le confesó anteriormente a Ana que él ha tenido otras relaciones sexuales con otras mujeres. Además  hay que pensar en un detalle: como dijimos anteriormente, la película retrata a personas anónimas, y los cuerpos de los millones de anónimos que están en la ciudad no son los bellos cuerpos de las propagandas y de las portadas de las revistas; al contrario, son esos cuerpos gordos, feos, con arrugas, sudados, como los de Marcos y Berta, que la gran mayoría de la población los tiene.
Batalla en el cielo: Ana a camino de la "boutique"
 El sentido de las tomas circulares.-

El lenguaje de Batalla en el cielo es directo, seco; los pocos diálogos que hay, son precisos. Nadie pierde el tiempo con palabras sin sentido o con doble sentido. Los personajes dicen lo que piensan y lo que quieren. No están preocupados en “agradar” a los otros. Cuando ellos no tienen nada que decir, guardan silencio, por eso la película es bastante parada, porque el silencio se prolonga en muchas situaciones. Pero ese silencio, que es un gran contraste con el exceso de ruido en determinadas escenas, ayuda a intensificar la características de los personajes: son seres comunes que, aunque tuvieran algo que decir – y desde luego que tienen algo que decir, como todas las personas, pero no saben hacerlo – pasan desapercibidos en la gran ciudad de México, que es una de las protagonistas de la película.
Batalla en el cielo: Javier y Ana
Esta idea de que estos personajes no son más protagonistas que cualquier otro de los millones que hay en la ciudad está demostrado por medio de las tomas circulares de Carlos Reygadas.

Hay dos escenas que muestran lo que queremos decir. La primera es nocturna y es cuando Marcos sale de la ciudad. Al llegar a la gasolinera donde se escucha la música de Bach, él sale del auto y lentamente  se distancia del vehículo; de igual manera, la cámara, con lentitud, muestra todo lo que está en su entorno, dándole énfasis a la gente que, en fila, están peregrinando hacia Guadalupe. Esta escena no es tan “aleatoria” como se podría imaginar alguien; por el contrario, gana protagonismo al final de la película, cuando Marcos tiene que hacer su propia peregrinación final.

La otra toma circular llena de significado es cuando Ana y Marcos tienen sexo. Mientras ellos están haciendo sexo, la cámara los abandona en la habitación y sale por la ventana. Nuevamente, como la anterior, con lentitud ella muestra un paisaje urbanístico vacío y nada atractivo: terrazas, antenas, etc. Lo que la cámara nos está mostrando es que ellos están en medio de una gran multitud que vive en su propio espacio y que tienen sus propias pasiones y sufrimientos; por tanto, ellos son tan protagonistas como cualquier otra persona; es decir, la historia de ellos no es original, no es única; hay miles de historias que viven el mismo drama todos los días, cada uno en su propio mundo.
Batalla en el cielo: lo que muestra la toma circular mientras Ana y Marcos tienen sexo
¡Ellos no somos únicos!

Breve aproximación a las simbologías de “Batalla en el cielo”.-

Batalla en el cielo es una película compleja que requiere un análisis detallista de las muchas simbologías que se utilizan. Por ahora, solo queremos aproximarnos a dos cuestiones muy interesantes: los ritos y la ceguera. Dos temas, en última instancia, que son forman uno solo.
Batalla en el cielo: otra toma demorada sobre los ritos
Al ver la película por primera vez, hay varias situaciones que parecen que no tienen sentido; es como si estuvieran ahí para rellenar el tiempo, más aún porque son escenas demoradas. No obstante, los elementos que aparecen en dichas escenas son parte de la simbología que usa la película para retratar a su personaje principal: la ciudad de México: un lugar gigante, dinámico, lleno de vitalidad, donde las personas viven en el anonimato, repitiendo una serie de ritos, sin llegar a entenderlos. Personas que conviven todos los días con la angustia, la soledad, la incomprensión, la violencia y el vacío existencial.
Batalla en el cielo: ritos, violencia, anonimato... en búsqueda de una identidad
El primero de estos ritos es el izar la bandera de México. Mecánicamente al inicio del día y al inicio de la noche, salen los soldados del cuartel, caminan por la plaza grande de México y repiten el gesto de izar y arriar la bandera, en una ceremonia a la que poca gente le presta atención. Cuando la cámara muestra el acto, se ve a los autos que circulan por la plaza sin detenerse; además, hay muy pocas personas que ven el acto. Es decir, todos se han acostumbrado a ese momento y ya no llama la atención de nadie.

Marcos forma parte de ese ritual. Él es el chofer del comandante, padre de Ana, y está presente en el izar y arriar de la bandera. Así como el sexo oral entre Marcos y Ana, la escena de la bandera sucede tanto al principio como al final de la película y sirve para machacar la idea de la identidad mexicana.
Batalla en el cielo: la simbología de los ritos
¡La película está hablando de los mexicanos!

Otro rito que aparece “aleatoriamente”, es cuando Marcos está en su casa viendo televisión y se habla de los triunfos y de las alegrías que ha dado el equipo de fútbol Los Pumas. Nuevamente Batalla en el cielo trata de la identidad mexicana. La escena es prolongada justamente para enfatizar en la “identidad”, pues son millones de hinchas que se sienten felices y orgullosos por Los Pumas, el equipo de fútbol que los representa, que los hacer ser mexicanos.

En las dos situaciones descritas arriba, Marcos siempre está apático. Participa de los dos actos deforma monótona porque ya se ha acostumbrado; es como si no entendiera más el significado de las mismas. Son los ritos de identidad que han perdido, paradójicamente, su identidad.

Pero el rito más importante que aparece en la película es la cuestión religiosa. Marcos y Berta están buscando el perdón de la virgen de Guadalupe. Pero es un perdón mecánico; es una acción a la que la gente se ha acostumbrado a hacerlo porque hay que hacerlo o porque simplemente los demás lo hacen.
Batalla en el cielo: Marcos después de haber asesinado a Ana. Una imagen irónica: dos policías, atrás de Marcos, descansando, tomando un helado, mientras el criminal se arrastra con sus penas
Estas tres situaciones las definimos como la “ceguera”. Nadie ve lo que sucede a su alrededor porque no tiene la conciencia de lo que está pasando. Esta ceguera está representada durante la peregrinación de Marcos después de haber matado a Ana. Marcos se junta a la multitud que se dirige a la Basílica; en medio del camino, una persona, de las tantas que hay hablando de la fe, le pone a Marcos, que está con su camisa manchada con la sangre de Ana, una capucha en la cabeza. Él no se la quita; al contrario, continúa caminando de rodillas, sin ver el camino, hasta llegar a su destino. Él es un “penitente” y, si bien la capucha le han puesto para esconder su identidad, ésta representa la ceguera: él y los demás no consiguen ver lo que está a su alrededor y al no conseguirlo, el sufrimiento se agudiza hasta no poder más. El único problema es que nadie está consciente de ello.
Batalla en el cielo: Berta y Marcos en la catedral

Batalla en el cielo es una película que no le deja satisfecho a todo el mundo. Algunos la colocan en la lista de las peores del cine mexicano; otros, lo contrario. Lo único que podemos afirmar es que una obra que debe ser vista con cuidado, sin asustarse por presentar elementos que no son de nuestro agrado. Es una película que hay que aprender a verla.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

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