O filme que assistimos...

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Patricio Miguel Trujillo Ortega


15 de fevereiro de 2011

2:37


2:37. Drama. 99 minutos. 2006. Australia.

Con Teresa Palmer, Gary Sweet, Daniel Whyt.

Dirección de Murali K. Thalluri.


¿Es fácil ser adolescente? Esa es una pregunta que tiene miles de respuestas, pues cada persona tiene sus propias experiencias y, en general, tratamos, como adultos, de responder según el presente en que viven, ignorando lo que la memoria, a veces, se niega a recordar. Y así mismo, a veces, solo cuando hay alguna noticia trágica es que recapacitamos, por un momento, sobre el mundo conflictivo que viven los adolescentes a diario al intentar encontrarse consigo mismo y driblar los diversos problemas que se le presentan, problemas que no se limitan al uso del alcohol, las drogas, el sexo. Problemas que tienen una dimensión mucho más grande.



2:37, una película australiana impactante que le abofetea al espectador al mostrarnos el mundo conflictivo de los adolescentes que nosotros no somos capaces de ver o, mejor dicho, que ni el propio adolescentes, a veces, consigue encontrar las palabras para gritar su problema y pedir ayuda.

2:37 es una película que debe ser vista y analizada con cuidado. No es una película más, de las tantas que hay ahí, que retrata el ‘drama’ de los adolescentes y sus dificultades para encontrarse en la vida; esta película hace un retrato profundo y tortuoso de los jóvenes que viven dos grandes conflictos: la soledad y la angustia de la vida cotidiana al tener que fingir que todo está bien en sus vidas, cuando en verdad, absolutamente nada está bien. Esta película muestra la desesperación de no saber cómo solucionar tantos conflictos que ni padres ni profesores, muchas veces, son capaces de percibir y, cuando lo hacen, ya es demasiado tarde. Por eso, el resultado de esta película es, contradictoriamente, previsiblemente imprevisible.

2:37, que fue presentada en el Festival de Cannes, huye de los estereotipos de los dramas juveniles. Aunque utiliza algunos de los problemas, la película está, básicamente, construida a partir de las emociones, de los sentimientos que viven sus personajes. Cada uno de ellos lucha, a su manera, para intentar sobreponerse al miedo y a la angustia que les rodea en esa compleja red de las relaciones sociales que tanto le sofocan al adolescente. No es una película de “populares” y “perdedores”: es un drama existencial sobre la necesidad de aceptar a los demás y de ser aceptado por los demás; es un drama de no saber cómo pedir ayuda para sobrevivir en un mundo cruel.
2:37
Los personajes.-


La historia de 2:37 sucede en un día escolar, en un intervalo de 5 horas. La narración está hecha como si fuera un laberinto, en el que los caminos – personajes – se mezclan se sin darse cuenta; el tiempo retrocede por instantes y se repite desde diferentes ángulos para darle fuerza al camino que los adolescentes tienen que recorrer todos los días. Es un recurso interesante que muestra cómo cada individuo solo ve lo que quiere ver y no lo necesita ver. 


Hablar de los siete personajes de la película es algo complejo y profundo, por lo tanto, vamos a limitarnos a dar solo una pincelada en cada uno de ellos, para intentar ver la dimensión y la profundidad de este drama humano real.
Melody

Melody y Marcus son dos hermanos que viven realidades muy diferentes y contradictorias. Marcus es alumno estudioso, pero está obsesionado en sacar buenas notas porque quiere demostrarle a su padre que él será un victorioso en la vida. Marcus quiere ser como su papá, un hombre que le exige mucho y que se ha transformado en el modelo de su vida. Por eso, se comporta de manera dura con las personas, reprimiendo sus emociones y sus necesidades, lo que es contradictorio pues es una persona que, cuando quiere, es sensible, lo que se demuestra con su pasión por la música y el piano. Sin embargo, él intenta reproducir lo que ve en su padre y se comporta de esa manera. Cuanto más duro, mejor.
Melody y Kelly
Mientras Marcus ocupa el primer lugar en su familia, Melody ha sido dejado de lado. Ella no tiene fuerzas para luchar contras las adversidades de la vida. Ella está mal, vive mal, se siente mal y no sabe cómo pedir ayuda. No tiene una buena comunicación con sus padres o, mejor dicho, no hay una comunicación real con ellos. Ella y su hermano están solos en la casa y cuando su madre, que está viajando, le llama por teléfono, Melody no se atreve a decirle lo mal que se siente ese momento, la vida horrible que lleva: ella no solo está embarazada, sino que desde los 13 años abusan sexualmente de ella. Melody está sola, se siente frágil y no tiene a nadie a su lado, ni en la casa ni en la escuela, que le pueda ayudar.
 
Luke

Luke es un atleta. Es jugador de fútbol y con sus amigos se burla de los demás, principalmente de aquellos que parecen frágiles. Es el estereotipo del personaje que muestran las películas sobre jóvenes: es prepotente y se esfuerza en transmitir la imagen de que es un hombre seguro de sí mismo, que sabe lo que quiere en la vida, principalmente con relación a su sexualidad y a las mujeres. Sin embargo, tiene un secreto que lo atormenta: es homosexual y debe esconder de cualquier forma ese hecho. Como se dice, vive dentro del armario y la mejor manera de reprimir su deseo sexual es torturando a los más débiles.



La enamorada de Luke es una chica hermosa que sueña con la posibilidad de un día casarse con él. Su fantasía es vivir una eterna luna de miel con su enamorado del colegio. Es una muchacha ingenua que no percibe que Luke no es quien dice ser y por eso no se da cuenta de cómo él la maltrata, porque está tan obsesionada con la belleza física de ella, que incluso tiene trastornos alimentarios, que nada más le importa. Es una joven superficial que no tiene ningún plan para la vida. Ha sido educada y tratada como una muñeca. ¡Ella es una muñeca y quiere seguir siendo una muñeca bella y delgada! 
Sean
Sean ha asumido su homosexualidad y por eso mismo lo han excluido en la escuela. Luke y sus amigos, en público, se burlan de Sean. Pero además de esos problemas de colegio, él no quiere saber nada de vivir con sus padres porque éstos no entienden la sexualidad de su hijo; creen que Sean está pasando solo por una etapa y se niegan a aceptar la realidad. El problema es que esa situación provoca un vacío existencial en la vida del joven que, sabiendo que está solo y sintiéndose incomprendido, escapa de la realidad por medio de las drogas. Por otro lado, él está enamorado de la única persona de quién nunca podría haberse enamorado.
Steven
Steven es un chico que vivía con su familia en Inglaterra y desde hace poco tiempo está en Australia. Él nació con dos problemas biológicos: una de sus piernas es más corta que otra y tiene dos uretras: una la controla perfectamente y la otra, no. En la antigua ciudad donde vivía, las personas sabían de su problema, pero ahora nadie lo sabe y pasa todo el tiempo por momentos vergonzosos, principalmente por las burlas constantes que sufre. Él es tímido y no sabe con quién compartir sus problemas. Pasa la mayor parte del tiempo en silencio, solo, intentando acercarse a los demás, pero todos lo rechazan de una u otra forma. Su fantasía es ser jugador de fútbol.
Kelly
Kelly es la persona más anónima de los siete personajes principales. De ella no sabe casi nada. Es una joven que estudia música y trata de ser amiga de Marcus. Al mismo tiempo, trata de ser agradable con las personas que están a su lado, con su comportamiento agradable. Es alguien que está dispuesta a dialogar, a escuchar, a apoyar. Kelly transmite serenidad, pero las apariencias engañan: cada día ella sufre y se angustia más, en silencio, y poco a poco va perdiendo el control de su vida.


Estos siete personajes representan el universo de los adolescentes en el colegio. Es verdad que hay algunas rasgos estereotipados en cada uno de ellos, pero de todas formas son individuos que viven dramas reales que no pueden ser compartidos en público. Exige que ellas tengan autocontrol, justo en una época de sus vidas en la que eso es precisamente difícil. Por otro lado, los siete viven situaciones con las que se aíslan de las personas y, lo que más tienen en común es la falta de diálogo. No hay un adulto o un amigo de verdad que los escuche y los pueda orientar.



Sobre la relación de los jóvenes con sus padres, todo se resume de la siguiente manera: los padres de Melody y Marcus están ausentes. Los padres de Sean no aceptan la realidad de su hijo. Steve quiere aprender a resolver sus problemas sin la ayuda de sus padres.
 
La historia.-


Los siete personajes que acabamos de escribir se encuentran en la misma escuela. En más de una oportunidad, sus caminos se entrecruzan, pasan al lado, pero no se ven. No tienen ojos para lo que está sucediendo alrededor de ellos. Cada uno está encerrado en sus propios dramas y en la lucha para “sobrevivir” a sus problemas en ese mundo que, a veces puede ser cruel: el colegio.


Estratégicamente, Thalluri nos cuenta la historia con la cámara en movimiento. Ella se mueve todo el tiempo, siguiendo de cerca a cada uno de los personajes; la gira todas las veces que es necesario para mostrarnos el ambiente que le rodea a dicho personaje. Después, la cámara busca a otro de los jóvenes, segundos antes de la escena anterior y, desde otro ángulo, seguimos los pasos de este nueve personaje y, como anteriormente, con los giros de la cámara, percibimos lo que el personaje anterior y, el actual, no perciben a su alrededor. En otras palabras, la cámara son los ojos de los jóvenes y el espectador tiene la oportunidad de ver una misma escena varias veces, cada uno desde una óptica diferente, tal como sucede en la vida: el objeto es el mismo, pero la mirada es distinta. 
Kelly y los corredores de la escuela

En pocas palabras, la técnica de Thalluri es magistral  para mostrar el infierno en el que se encuentran esos siete personajes, de carne y hueso. Son personas comunes y corrientes que no saben cómo enfrentarse con los dilemas que la vida les presenta. Lo que más enfatiza esta técnica es la soledad en la que ellos viven, a pesar de que están rodeados de amigos y colegas. Nadie consigue ver más allá de sus ojos: ni ellos con sus dramas existenciales, ni los otros, que deben tener situaciones similares. Y dentro de esa soledad, hay alguien, en especial, que se vuelve más invisible que los otros.


La mayor parte de la historia sucede en los corredores de la escuela, como hemos dicho, con la cámara en movimiento, que nos muestra cómo, en medio de la multitud, la soledad es uno de los dramas más serios que hay en la actualidad y, para los adolescentes en especial, la dificultad de entender el mundo y sus conflictos, así como la dificultad de los adultos para entenderlos. Esta sensación no sería la misma si la historia sucediera en otros espacios de la escuela, como por ejemplo, las aulas. 
2:37 una historia que va más allá de un suicidio
Después de seguir los pasos de estos jóvenes durante cinco horas, a las 2:37 de la tarde, uno de ellos se suicida en el baño, cortándose las venas, encogido en sus dolores, gritando su soledad y la imposibilidad de continuar viviendo.
2:37

2:37 no es una película moralista ni escandalosa. No ofrece soluciones para los conflictos de los jóvenes. Simplemente se limita a mostrar la dificultad por la que pasan los jóvenes en la adolescencia: una etapa en la que se renuncia a la identidad infantil, en la que se construyen nuevas identidades y en la que se empieza a tejer las posibilidades de construir nuevas relaciones. Un camino que no es fácil y que muchas veces es más doloroso de lo que los adultos lo recuerdan. Pero, al mismo tiempo, la película es una alerta de que no hay que esperar que suceda la tragedia para hacer algo. No sirve de nada, después, como lo confiesan seis de los siete personajes, decir que no se dieron cuenta de lo que le sucedía al joven suicida. Los lamentos siempre llegan demasiado tarde.
 
Escenas claves.-

Durante ciertos trechos de la película, y a lo largo de la misma, cada uno de los personajes aparece haciendo una declaración de sus historias, como en una entrevista. Son pequeños monólogos, en primerísimos primeros planos, en los que ellos narran sus sueños, sus frustraciones y sus secretos. Es la oportunidad que tienen de expresarse, de hacerse oír.

Otra escena que nos parece interesante es cuando la cámara nos muestra al principio de la película las ramas de unos árboles. Durante varios momentos esta escena se repite y siempre parece que no se encaja con la historia; no obstante, minutos antes de las 2:37, cobrará sentido.
2:37
2:37 es una película que vale la pena verla y reflexionar sobre ella. El espectador no consigue permanecer insensible frente a una realidad que se la encuentra en cualquier esquina.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Prohibida la reproducción total o parcial de cualquier forma y en cualquier medio sin la autorización escrita del autor.

Um comentário:

  1. Dicas interessantes que nos dão vontade de conferir a obra. É interessante a questão do "mosáico" representado por cada personagem "enquadrados" no mundo e em uma escola. Sobre seu comentário acerca do título :"É só uma questão de tempo", parece sim não valorizar a história.

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