Con Kate Winslet, Patrick Wilson.
Dirección de Todo Field.
Little Chldren es una de las mejores películas de 2006 y ocho
años después no ha perdido su vigencia. Continúa siendo rica en contenido y con
una manera narrativa sencilla que demuestra que, para hacer buenas películas,
no es necesario grandes efectos especiales o romper la línea narrativa con
modismos que más ayudan a confundir. Little Children es una película que trata un tema profundo sin
caer en el triste recurso del escándalo; es una película sensible, crítica y,
al mismo tiempo, sin huir del problema presentado, pretende dejar abierta una
puerta para encontrar la salida, caso así el personaje quiera hacerlo.
Empecemos este breve comentario con las
palabras finales de la película: “Tú no
puedes cambiar el pasado, pero el futuro puede ser una historia diferente. Y esta
(la historia) debe empezar en algún
momento”.
Esta frase dicha por el narrador -un narrador
omnipresente del que no sabemos nada- de
Little
Children resume el sentido de esta excelente película que plantea un
tema tan obvio, cuando lo vemos expuesto de esta forma, pero tan difícil de
entenderlo cuando se lo vive. Por eso, podemos formular las dos preguntas que
se derivan de esta afirmación: “¿Podemos
cambiar el pasado? o ¿Podemos construir el futuro?
Estas dos interrogantes “básicas” son las que
los protagonistas de Little Children –que tuvo tres nominaciones al Oscar de 2007, 39 nominaciones en
diversos festivales y 16 premios- intentan responder de la manera más difícil,
porque los conflictos internos del ser humano no son tan fáciles de resolverlos
como las respuestas “lógicas” que tenemos en la punta de la lengua cuando los
problemas son de los otros.
Más que una historia de amor.-
Little Children es mucho
más que una historia de amor o de traición como la suelen divulgar para fines
comerciales e, inclusive, por las pésimas y mediocres traducciones del título
original que no perciben la profundidad de la “metáfora crítica” de su título.
Aunque sí es una historia de amor, no trata
solo del “amor romántico”, sino también de la traición, del odio irracional, de
los traumas y las perturbaciones sexuales, de la ignorancia, de los prejuicios
sociales, de los miedos de conquistar los sueños y del no saber qué hacer
frente a los sueños fracasados.
Little Children |
Little Children es una historia crítica sobre un estilo de
vida que, como su propio título lo dice, trata de los pequeños niños, solo que en este caso, los niños pequeños son los adultos inmaduros que viven a tropiezos
y que construyen sus vidas de adultos inmaduros atando sus necesidades, una
atrás de otra, con errores y más errores. Por tanto, el título de la película
es irónico, pero al mismo tiempo, es una reflexión profunda porque, como lo
veremos a continuación, los adultos inmaduros están por todo lado, escondidos
en fachadas de una vida perfecta. Y tal vez esta sea el motivo de que la
historia transcurra en los famosos suburbios perfectos estadounidenses, pues en
las grandes urbes los pequeños niños
se mezclan con los grandes y pasan desapercibidos.
Esto explica la primera escena de la película
que le engaña adrede al espectador: mientras se escucha la voz de un
presentador de noticias de televisión que informa sobre la liberación de un
pedófilo y la reacción de la comunidad ante tal hecho, la cámara nos muestra la
sala de una casa que está adornada con un gusto algo dudoso: una serie de
relojes, uno al lado de otro, y muchas figuras de porcelana de niños en una
estantería.
Sarah y su hija Lucy |
Decimos que esta escena nos engaña porque nos
hace pensar que los niños pequeños de la historia son las víctimas de los
adultos; no obstante, enseguida la historia toma otro rumbo cuando el narrador
nos presenta la rutina de cuatro madres que llevan a sus hijos pequeños todas
las mañanas a jugar en un parque infantil. Tres de ellas, que representan a las
“típicas” amas de casa, convencionales y perfectas de los suburbios de los
Estados Unidos, crean fantasías con la imagen de un padre que, ocasionalmente,
lleva a su hijo pequeño a jugar en el mismo parque. La cuarta madre, la más
joven, tiene una apariencia de que está estresada y de no encajar en ese “mundo
perfecto” que le rodea. Un ejemplo es la escena cuando Sarah busca la comida
para darle a su hija y descubre que la ha dejado en su casa. Ella está
nerviosa, enojada, impaciente, mientras su hija alborota y las madres comentan
que no es la primera vez que sucede eso.
La presentación de estos personajes es a través
del narrador omnisciente, del cual el espectador, como lo dijimos
anteriormente, no sabe nada, que nos lleva de la mano por el mundo caótica
emocional y familiar en el que vive Sarah. El encuentro ocasional y matutino de
estas mujeres, que no tienen ninguna amistad profunda y que solo comparten un
par de horas al día mientras vigilan que sus hijos pequeños se diviertan, es el
punto de partida para intentar responder a las dos preguntas planteadas al
principio de este texto.
Los personajes.-
La mejor manera de entender Little
Children es concentrarnos en sus protagonistas y comprender las
relaciones que ellos intentan reconstruir sin darse cuenta que todo no pasa de
una escape: es cierta incapacidad que ellos tienen para entender la realidad,
lo que hace que esta película tenga que ser vista más como un drama psicológico
profundo que muestra, de manera crítica, el disturbio urbano de una sociedad
que vive de las apariencias y no se esfuerza por encontrarse consigo misma.
Richard, el esposo de Sarah |
Los personajes principales están bien
construidos. Son coherentes en sus propuestas, en sus conductas y tienen vida
propia. El espectador, de alguna manera, en algún momento de la película, se ve
decepcionado cuando ve que estos se comportan de una forma que no esperaríamos,
pues a pesar de que “representan” la vida suburbana estadounidense, no caen en
el estereotipo de otros dramas, lo que
enriquece la película, y más aún porque no encontramos, a lo largo de la obra,
indicios que nos muestren antes de hora las opciones que cada uno de ellos toma,
sea para bien o para mal.
Sarah Pierce (Kate Winslet) es una joven mujer,
casada y madre de Lucy, una niña pequeña de unos cinco años. Ella, como ya lo
dijimos, va todas las mañanas a un parque infantil para que su hija juegue. Sin
embargo, como esposa y ama de casa está frustrada. Económicamente su vida no
tiene ningún problema. Vive en una casa grande, lujosa, pero su vida
matrimonial y sexual está en un impase. Por otro lado, ella ha abandonado sus
estudios de doctorado en literatura para dedicarse exclusivamente a la vida
familiar. Una vida que ahora le asfixia porque no tiene ninguna perspectiva para
el futuro que no sea el cuidar a su hija; no porque esto sea un error, sino porque
sus sueños, sus aspiraciones se han quedado a medio camino. Hay que comprender
que, además de madre, ella es una mujer.
Y eso se percibe cuando decide romper ese hermetismo en el que se encuentra y
compra un traje de baño rojo con el único objetivo de sentirse bonita, de ser
atractiva para los ojos de otro hombre. Es la necesidad de recuperar su
autoestima.
Por otro lado, su esposo Richard no le ayuda a resolver su gran conflicto, pues este se ha
distanciado emocional y sexualmente de su esposa y prefiere masturbarse frente
a un computador que tener relaciones sexuales con Sarah.
Sarah y Brad |
Brad Adamson (Patrick Wilson) está casado con Kathy (Jennifer Connelly) y tiene un
hijo Aaron. Brad es abogado, pero aún no ejerce la profesión pues no ha
cumplido todos los requisitos para serlo y, por eso, se dedica al hogar, a
cuidar a su hijo, mientras su esposa trabaja fuera de casa y es la que sostiene
el hogar financieramente. En teoría, Brad está acomodado a su situación y se
está preparando para concluir su carrera; no obstante, está frustrado: ama a su
esposa, ama a su hijo, pero no ama su vida y nunca ha querido ser abogado.
Una de las escenas más importantes para
entender a Brad es cuando sale de su casa por la noche para ir a estudiar en la
biblioteca, pero se queda en la calle, sentado, mientras ve a un grupo de
jóvenes que se divierten y hacen acrobacias con sus monopatines. A Brad le
gustaría hacer lo mismo, pero no tiene la fuerza necesaria para tomar una
decisión tan importante en su vida como es la de hacer algo que le dé
satisfacción; por tanto, se plantea una interrogación: ¿qué es más importante:
la carrera profesional elegida, aunque no le da satisfacción o un sueño juvenil
que nunca lo realizó? Además, hay que recordar para vivir el estilo de vida que
ahora tiene, abandonó la práctica del fútbol americano que tanto le gustaba.
Brad y los jóvenes deportitas |
No es que Brad quiera ser como los jóvenes
adolescentes, sino que tiene la necesidad de hacer algo que le dé sentido a su
vida. La respuesta a este dilema no es tan fácil como parece; por eso, hay que
recordar otros elementos que le
incomodan: su vida sexual con su esposa tampoco es buena, pues esta aún permite
que el hijo de ellos duerma en la cama matrimonial, sacrificando así la
relación de la pareja.
Brad huye de su problema al relacionarse
íntimamente con Sarah quien, aprovecha también la oportunidad para volver a
tener la sensación de ser amada, de ser deseada y, por qué no, de rencontrar
sus aspiraciones de vida.
Es interesante el papel que cumple la
literatura en la relación extraconyugal entre Sarah y Brad. Se hace una referencia
a Madame Bovary de Gustave Flaubert
para trazar un paralelismo entre la personaje-título de este libro francés y
Sarah.
Sarah, su traje de baño y la psicina: un juego por recuperar la autoestima |
Otros personajes.-
Little Children no se limita a contar la historia de amor y
traición de Sarah y su esposo y la de Brad con su mujer. Hay otros personajes
ricos que completan este pequeño mundo suburbano que, de un día para otro, se
transforma en un mundo complejo y peligroso.
Ronnie |
Ronnie (Jackie Earle Hayley) es un pedófilo
que acaba de salir de la cárcel y regresa a la casa de su madre quien le
protege no solo de los conflictos que provoca su presencia en el barrio, sino
también del mundo exterior: la madre le cuida como si fuera un niño que pudiera
dejar de comportarse mal simplemente porque ella lo ama. La madre está
consciente de los problemas de su hijo, sin embargo su mayor preocupación es
quién lo va a cuidar cuando ella ya no esté.
Ronnie es un hombre inmaduro con un problema
sexual y psicológico tan profundo que no le permite relacionarse con otros
adultos, y peor aún, con una mujer. Por eso una de las escenas más dramáticas
de la película es cuando él tiene una cita con una mujer. El ambiente es tenso,
y el hecho de que la escena sea nocturna, ayuda a acentuar la situación
enfermiza de Ronnie cuando este le obliga a la chica a estacionar el auto
frente al patio de una casa en dónde se ve un columpio. No entramos en más
detalles de la escena para no quitarle al espectador la posibilidad de que él
mismo descubra el mundo pervertido de Ronnie y el peligro que este represente
tanto para la sociedad como para él mismo.
La madre de Ronnie |
Sin embargo, hay que resaltar que Ronnie está
consciente de su problema que le martiriza, hasta tal punto que él mismo
llegará a la automutilación como una forma desesperada de recuperar una parte
de la vida que nunca la ha tenido y que nunca más la podrá tener.
Ronnie, como personaje, cumple dos papeles. El
primero, nos desvía de la atención de los problemas de Sarah y Brad, lo que
permite explorar otros tipos de conflictos que no pueden permanecer escondidos;
en otras palabras, las relaciones no pueden resumirse solo a historias de amor
de pareja de éxito y de fracaso.
Larry y la mamá de Ronnie |
El otro papel es que justifica la presencia de Larry (Noah Emmerich), un antiguo amigo
de Brad y un expolicía, que decide perturbar la vida de Ronnie en el barrio. Su
odio por el pedófilo huye del control y se le vuelve una obsesión. En verdad,
es la manera que encuentra para huir de sus propios conflictos. De esta manera,
Ronnie y Larry forman una pareja de odio de dos personas que no consiguen verse
a sí mismos y, al no hacerlo, arrastran en su drama a otras personas, inocentes
o no, en el torbellino de sus vidas. En el caso de Larry, a la madre de Ronnie.
Pero no es solo la inmadurez de Larry que no
consigue comprender los errores que cometió como policía, marido y padre lo que
nos llama la atención; sino que él es una imagen, un retrato de la inmadurez de
la sociedad que no sabe cómo actuar, de verdad, frente al Ronnie.
La escena que muestra esto de una manera clara
es cuando Ronnie va a la piscina pública del barrio y se pone a nadar en medio
de la multitud. Cuando la gente le reconoce, empieza la histeria colectiva, el
“miedo sin sentido”. Todos abandonan la piscina hasta que la policía llega y le
obliga abandonar el lugar. En esta ocasión, él no ha hecho nada, sin embargo su
presencia incomoda a la población que, en verdad, no está preocupada por nada
con la vida del enfermo: simplemente no quieren su presencia y lo que a él le
pase no les interesa. El objetivo no es curar el mal, sino no permitir que el
mal nos ataque. Y esto lo vemos en la continuidad de la escena: cuando la
policía se lo lleva, todos vuelven a la piscina en medio de una gran gritería, como
si nada hubiera sucedido. En otras palabras, es un rechazo con odio-egoísta:
Ronnie es el malo y no importa lo que le pase mientras nadie se sienta
perturbado. Es decir, la sociedad como un ente colectivo no propone soluciones
al problema; lo único que se busca es driblarlo y dejarlo para que otros lo
resuelvan.
La sensualidad, la tensión y la madurez.-
Little Children tiene una narración muy interesante y le
captura al espectador con facilidad. Además de sus personajes bien construidos,
el ambiente que se crea alrededor de estos consigue mantener diferentes estados
de ánimo conjugados magistralmente. Por un lado están las escenas de seducción,
con algo de erotismo, de pasión y de amor entre Sarah y Brad. Son escenas bien
elaboradas y la dosis de sensualidad hace que la película no caiga ni en lo
común ni en la apelación gracias a la buena fotografía que sabe cómo captar los
momentos intensos entre los amantes.
El otro aspecto que hay que mencionar es la
tensión. Es una película prácticamente tensa desde el momento en que los
personajes empiezan a interactuar entre ellos hasta el final. El espectador no
tiene tiempo para respirar y relajarse. Así lo vemos desde el principio, cuando
Sarah le pide a Brad que le bese con el objetivo de provocar a sus “amigas”
curiosas hasta cuando ella misma le pierde de su vista a su hija por unos
segundos una noche y parece que un destino se construye alrededor de la niña.
Hay que destacar, por otro lado, que la
película les ofrece a los personajes la oportunidad de enmendar sus errores. No
lo hace de manera moralista ni hipócrita. Trata de hacerlo de una manera
natural, en la que cada personaje debe descubrir que sus acciones tienen
consecuencias. Ellos deben entender que son adultos y que no pueden continuar
comportándose como niños aunque no se sientan satisfechos con la vida que tiene
hasta ese momento. No pueden seguir echando la culpa a los demás por sus
propias decisiones; no pueden, simplemente, dejo hacia atrás y salir corriendo,
huyendo de la realidad.
La fotografia como lenguaje |
En ese sentido, a pesar de que es un drama, Little
Children tiene algo peculiar que no es común en los dramas
psicológicos: se le ofrece a sus personajes y, por tanto, al público, una
posibilidad positiva de enmendar “el futuro”.
Los 136 minutos de la película transcurren con
mucha agilidad. Las escenas, que no ofrecen trucos especiales, son dinámicas
gracias a la calidad fotográfica. La variedad de ángulos que la cámara utiliza
es parte del lenguaje narrativo. Es una fotografía que, aparentemente, no tiene
nada de especial, sin embargo la cámara parece estar siempre en los lugares
necesarios y habría destacar los detalles: los primeros planos constantes que
se transforman en el “discurso narrativo”. Podemos mencionar tres escenas como
ejemplo. La primera cuando Brad y Sarah se aman. Los detalles que recorren las
curvas del cuerpo de Sarah y el tiempo necesario para que el espectador vea el
rostro de ellos, principalmente el de
ella, lo que hace que el espectador comprenda las emociones, las necesidades y
las angustias de Sarah: no es simplemente una aventura más.
Sarah |
La segunda es cuando Sarah y su marido han ido
a cenar a la casa de Brad y su esposa. La cámara, siempre parada, está inquieta
y muestra variedad de ángulos, principalmente las expresiones del rostro de las
dos esposas mientras la conversación se da, aparentemente, de la manera más
informal.
Y la tercera que comentamos aquí es cuando
Ronnie le obliga a la chica, con quien ha salido, a detener el auto. Son tres
momentos de primeros planos: el lloro de la mujer, la excitación violenta de
Ronnie y, de repente, los columpios, quietos y silenciosos.
Little Children |
Little Children es una muestra de que aún hay buenas películas
a pesar de que el tema, aparentemente, no es innovador. Es una obra profunda,
actual y, como dijimos al principio, su título es una metáfora: niños pequeños
que juegan a ser adultos en un mundo de adultos, donde tienen miedo de ser
adultos y de dejar de ser niños.
Text original de
Patricio Miguel Trujillo Ortega.
Está prohibida la
reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.
Lo que vi es que la princesa trabaja para sustentar a un "princeso" que no le interesa estudiar y mucho menos trabajar. Y ninguna de ellas merece a este "princeso" gandul.
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