O filme que assistimos...

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Patricio Miguel Trujillo Ortega


4 de janeiro de 2016

The East



The East. Thriller - Drama, 2013, 116 minutos, Inglaterra-USA.

Con Brit Marling, Alexander Skarsgard, Ellen Page.

Dirección de Zal Batmanglij.

The East es una película profunda que nos hace reflexionar, a partir de un tema políticamente apasionante y polémico, sobre las creencias del ser humano, la lucha por los mejores ideales y las decisiones – acertadas o no – que tomamos cada día, sea cual sea nuestra posición en la sociedad.

The East es un trhiller dramático con un guion dinámico y sorprendente que no le deja al espectador descansar hasta la última escena. Nada es previsible y, cuando creemos que ya sabemos por dónde va la historia, hay un giro de 45º que nos lleva por otros caminos; incluso, cuando pensamos que los personajes ya están definidos, estos nos vuelven a sorprender – como lo hacen todas las personas – con su propia evolución.

Y la responsable de esta excelente película del cine independiente es Brit Marling, una cineasta de un talento indiscutible y una de las mejores escritoras del cine independiente contemporáneo, que también se destaca como una buena actriz, como ya lo demostró en otras películas anteriores, como en la fantástica Another Earth. Marling de la a sus producciones un “sello” particular con el que cautiva al espectador gracias al desarrollo de la trama que parece simple – siendo compleja – y con un final ambiguo que le obliga al espectador a decidir el significado de las últimas actitudes de la protagonista, con lo que la historia se reinventa. Definitivamente a Brit Marling no le interesa darnos todo masticado, pero sí un buen cine.

La historia.-

The East es una película seria, compleja y profunda que habla del ecoterrorismo, del fanatismo, del odio, de valores sociales y morales, de grandes ideales, justamente en la actual sociedad en la que parece que los conceptos de “solidaridad” y la “lucha por el bien común” se han metamorfoseado en las “comunidades virtuales”.
Benji y segundo ataque
The East nos presenta a un grupo de jóvenes que deciden punir a grandes corporaciones por los crímenes ambientales que dichas instituciones han cometido, a pesar de lo cual han salido ilesas de las “acusaciones” y nadie se atreve a tocarlas; sin embargo, en esta historia hay varias contradicciones que se presentan en esta relación de lucha de intereses; por eso mismo, la película no defiende posturas radicales ni de unos ni de otros; ni siquiera las llega a cuestionar “directamente”. Deja que los personajes evolucionen a partir de sus acciones y principios y el espectador es el que tiene la palabra final, lo que le diferencia de otras producciones que tocan el mismo tema de manera extremamente emocional sea para el bien o para el mal.
Sarah se encuentra con el grupo The East
La película evita los estereotipos, no se deja llevar por la emotividad de los personajes y o de las situaciones; intenta ser imparcial y por eso nos presenta la visión radical de los tres antagonistas que se enfrentan: los poderosos que promueven el descontentamiento (las grandes corporacione)s; los que se manifiestan contra el descontentamiento (las instituciones que protegen a los poderosos, vistos como clientes y no como inocentes o culpables); y, finalmente, los que están descontentos (los ecoterroristas). Frente a ellos está el espectador que, si así lo quiere, podrá juzgar a cada uno de los radicales, pues la película, propiamente dicha, no lo hace, solo nos da un empujón para que lo hagamos si así lo deseamos.

Los conflictos.-

The East es un grupo de jóvenes “ecoterroristas” que han decidido hacer “justicia” con las propias manos y la película empieza mostrando un video producido por este grupo “ambientalista” que se ha propuesto punir a cuatro grandes corporaciones, a quienes acusan de terrorismo mundial por contaminar y destruir el medio ambiente.

El video, exhibido por internet, muestra una serie de animales cubiertos de petróleo en el litoral, mientras una voz en off acusa a la compañía petrolera, Lorex Oil, de ser la responsable por el derramamiento de 15 millones de barriles de petróleo en el Océano Atlántico. Inmediatamente, el video muestra a un grupo de jóvenes, encapuchados, que invaden la mansión de Barry Redond, uno de los jefes de la Lorex Oil y derraman petróleo en las diferentes habitaciones de la propiedad. Finalmente, el video termina advirtiendo que ese es solo el principio y que van a atacar a tres grandes corporaciones, acusadas también, de practicar terrorismo mundial: “Si envenenan nuestro hábitat, envenenaremos el de ustedes. Somos The East”.

Sarah Moss, cuyo nombre verdadero es Jane Owens, una ex-agente del FBI, trabaja en la agencia privada de inteligencia más grande del mundo, la Hiller Brood. A ella le dan la misión de localizar la ubicación del grupo The East y descubrir los planes que ellos tienen. Es un trabajo difícil y peligroso, principalmente porque ella no sabe a qué a quiénes se va a enfrentar y va a estar, literalmente, sola. El éxito de su misión solo depende de ella.
Sarah Moss

Sarah inicia entonces un viaje de aventuras y peligros. Empieza escondiendo la verdad de su enamorado, a quien no le puede decir lo que realmente va a hacer. Luego, se integra a un grupo de vagabundos y gracias a una serie de incidentes ella consigue conocer al famoso grupo The East. Conforme los días pasan, ella profundiza ese conocimiento y empieza a darse cuenta que está cuestionándose sobre lo que realmente el movimiento está haciendo y, principalmente sobre lo que ella tiene que hacer.

Sarah empieza a ver el otro lado de la historia, pero no deja de realizar su trabajo profesional. Percibe que atrás de las amenazas del grupo, hay una verdad que tiene que ser entendida; también se da cuenta que los medios que utiliza el grupo son cuestionables y que atrás de sus actos de “justicia” hay también una serie de actos de “venganza” personal.
Sarah e Izzy
Para integrarse al grupo, ella participa en una serie de ritos –no como si fueran rituales de iniciación o algo por el estilo- que muestran el estilo de vida de los integrantes. Y algo muy importante: nadie le obliga a participar. La elección de hacerlo o no es exclusivamente de ella.

Los personajes.-

Los personajes son realistas y evolucionan conforme la historia se desarrolla. Sus acciones son coherentes con el discurso que tienen y aunque no se conocen con detalles los hechos del pasado, se percibe que este influye de manera directa en sus actitudes. Podemos afirmar sin miedo de equivocarnos que ellos no son ni buenos ni malos. Simplemente ven las cosas desde un punto de vista diferente.

Empecemos por Sarah, que no es ni mejor ni peor que los integrantes del movimiento. Ella es una mujer profesional, competente, que se ve obligada a llevar casi una doble vida, pues no puede compartir con su pareja lo que le sucede. (Aunque esta relación de amor ocupa poco tiempo en la historia, es una parte importante porque le provoca una serie de conflictos que solo ella misma los puede solucionar).
Sarah conoce y se intrega al grupo The East
Sarah se involucra totalmente en su trabajo y cumple con su misión al pie de la letra. Sabe improvisar en el campo de acción, pero aún no tiene la madurez necesaria para que su trabajo sea perfecto, como su jefa le dirá en un par de ocasiones. Pero es justamente esa “inmadurez” la que le ayuda a cuestionarse y cuestionar lo que hace ella y lo que los otros hacen.

Podemos decir que Sarah representa el “estatus quo”. Ella es el “sistema” que está decidido a punir a los terroristas, no porque estos sean “malos” o porque esté equivocada la idea de “hacer justicia con las propias manos”, sino porque hay que proteger, en primer lugar, a los clientes que están “sufriendo” con los actos violentos de los “criminales”. No se trata de hacer justicia. No se trata de declarar si las grandes corporaciones son culpables o no de los “crímenes ambientales” de los que se les acusa. Solo se trata de “protegerlos”. Nada más. Pero Sarah no es fría ni insensible como lo es el “sistema” Ella no pierde su capacidad crítica y analítica. Percibe lo que está mal tanto de uno como de otro, por eso, ella se dará cuenta al final que puede luchar dentro de la legalidad y conseguir los nuevos objetivos que se ha propuesto.

Sarah, como personaje, es rico y el eje que mantiene la tensión permanente y necesaria en la película.
Sarah
Los integrantes del The East deben ser analizados como grupo y como individuos.

Como grupo, forman una pequeña comunidad “itinerante”. Aunque la película los retrata en un momento específico de su “historia”, sabemos que ellos no permanecen en un lugar fijo. Están en un sitio específico según las necesidades y cuando deben esconderse, cada uno toma su propio rumbo –desconocido para el espectador– y vuelven a juntarse cuando es necesario.

En el presente, es decir el momento que cuenta la película, están hospedados en una antigua propiedad de la familia de Benji, el líder del grupo. Un individuo extremista que tiene una historia interesante de pérdidas y traumas. A pesar de que, aparentemente, pues la película no entra en estos detalles, no tiene ningún problema económico, ha decidido vivir de una manera simple para intentar darle justicia al mundo o, por lo menos, lo que él piensa que es “justicia”.

Durante el tiempo que están juntos en la casa vieja de Benji, ellos elaboran los planes de acción contra las tres corporaciones restantes. A pesar de la apariencia abandonada que tienen, no usan drogas ni tienen una vida de libertinaje. Al contrario, intentan mantener entre ellos una serie de ritos de respeto, tanto por la naturaleza como por ellos mismos. Son una especie de jóvenes “freeganistas” (aunque no se utiliza esta expresión durante la película) con grandes ideales.
Izzy
Habíamos dicho que Sarah representa al “sistema” y su opuesto es Izzy (Ellen Page). Ella está contra el sistema y está dispuesta a destruirlo de cualquier forma. Mientras Sarah racionaliza sin perder la sensibilidad, Izzy se deja llevar por la pasión pura, hasta las últimas consecuencias.

La justicia.-

Un aspecto importante que hay que analizar en The East es el concepto de “justicia”. ¿Hasta qué punto, de verdad, los integrantes del movimiento quieren que se haga realmente justicia? ¿Hasta qué punto ellos consiguen superar sus traumas, odios y resentimientos personales del concepto “justicia”? Parece que hay una línea muy frágil que divide la historia personal con el idealismo del grupo.

La segunda corporación que es una empresa farmacéutica a la que le acusan –aparentemente con razón- de envenenar a las personas con un producto que están elaborando, pues la hermana de uno de los integrantes del grupo recibió esa medicina y prácticamente se quedó loca. Cuando el grupo decide darles a los dueños de la empresa su “propia medicina”, con las consecuencias fatales que esto representa, ¿están realmente haciendo justicia o es solamente un acto de venganza personal? Porque en un primer momento la empresa no sufre las consecuencias del ataque y sí la cúpula de la misma. ¿Será que eso va a cambiar los daños que la empresa ha provocado?
 
¿Culpable o víctima? Empresarios son envenenados
Cuando Izzy quiere obligar a que su propio padre, dueño de la tercera corporación que será punida, y la presidenta de esta se sumerjan en un río contaminado que ha provocado la enfermedad y muerte de inocentes en las ciudades cercanas, ¿ella realmente quiere hacer justicia o es el odio hacia su padre y los conflictos personales no solucionados el que le lleva a cometer ese acto?

En cualquiera de los dos casos, hay gente que está siendo punida, pero las corporaciones permanecen intactas. Entonces nos hacemos una pregunta: ¿cuál es el concepto de justicia para unos y otros?

Es aquí que la presencia de Sarah cumple un papel importante, porque ella va a estar justo encima de esa línea frágil que separa la venganza personal de la justicia social. Es el contrapeso: no puede luchar contra el sistema, al que ella misma representa, ni tampoco contra el fanatismo ciego y fundamentalista: ella debe encontrar la manera de transformar la justicia en un nuevo concepto: dar la oportunidad de que las personas cambien y, al hacerlo, cambiar la sociedad: algo que Benji no lo entiende.

Escenas interesantes.-

Entre las muchas escenas interesantes, una que vale la pena destacar es cuando Sarah se alimenta por primera vez con los integrantes del grupo. Todos están sentados alrededor de la mesa y usan una camisa de fuerza. Nadie puede usar las manos para comer y le piden a Sarah que empiece a hacerlo. Lo intenta de varias veces sin éxito. Cuando prácticamente ha desistido, los miembros de The East empiezan a comer, ayudándose mutuamente. La escena, aunque parezca algo moralista, tiene una lección importante tanto en Sarah como en el espectador. Ella, por un lado, reacciona con dureza porque cree que le están criticando por su comportamiento “egoísta”; como si ellos se creyeran mejores que otros y solo aumenta su deseo de realizar su trabajo profesionalmente; por otro lado, el espectador percibe que el grupo tiene un “ideal” en común que los mantiene unidos, por decisión propia, sin nadie que les esté obligando a hacer lo que se han propuesto. De todas formas, la escena es importante porque ayuda a entender el “espíritu” del grupo: no son solo jóvenes rebeldes que se han unido por un objetivo.
Izzy y su propia venganza
Otra escena que merece algunas palabras es cuando Sarah le defiende a uno de los vagabundos que acaba de ser golpeado por uno de los guardias que los encuentra viajando clandestinamente en un tren. Ella podría haber escapado como lo hicieron los otros, pero ella se quedó ahí. ¿Por qué lo hace? ¿Su instinto le dice que es la oportunidad que estaba esperando para poder contactar con algún integrante del grupo de ecoterroristas o lo hace porque realmente tiene la necesidad de salvar a ese joven? Esta pregunta el espectador podrá responderla al final de la película, cuando consiga entender realmente cuál es la personalidad compleja que representa Sarah.

Palabras finales.-

The East es una película que vale la pena verla varias veces. Despierta todo tipo de pasiones por el tema y la manera en cómo este es tratado; pero lo que no cabe ninguna duda, es la calidad cinematográfica, con una muy buena fotografía, con personajes realistas y complejos. Y lo más interesante es que no nos da respuestas: nos da la oportunidad de reflexionar y encontrar nuestra propia pregunta, nuestra propia respuesta, nuestro ideal y nuestra justicia.

Como información adicional, entre otras nominaciones, fue nominada como Best Thriller Film en el Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films, USA (2014); fue nominada también en el Golden Trailer Awards 2014: Best Thriller; ganó como el mejor drama en el Traverse City Film Festival (2013).

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

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