Never Let Me Go - (Nunca me abandones),
Drama – Ciencia Ficción - Romance, 103 minutos, 2010. Reino Unido.
Con: Carey Mulligan, Andrew Garfield, Keira
Knightley.
Dirección: Mark Romanek.
Never Let Me Go – Nunca me Abandones – es una de las
películas más conmovedoras que he visto este año. Esta película británica
independiente trata con delicadeza y dureza, al mismo tiempo, la esencia del
ser humano en un mundo en la que el individuo pierde cada día su valor como tal
y su sentido de la vida para convertirse en una simple mercancía.
Nunca me Abandones no es una historia de amor y, peor
aún, de un triángulo amoroso como, ridículamente, muchos la divulgan para
venderla. Es la historia profunda de un grupo de niños que un día descubre que
no son más que “mercancía” fabricada para ser desechada después de ser usada y,
no tienen ninguna posibilidad de cuestionar ese “cruel” destino y, peor aún, de
huir de él.
“Ahora no paso mi tiempo buscando un futuro,
sino recordando el pasado”
Kathy H. es una chica de 28 años. Ha llegado el
momento en que dejará de ser “cuidadora” y, por tanto, su futuro ha terminado.
Ahora debe cumplir el papel para que el que fue “creada” y lo único que le
queda es contarnos su historia: volver a vivir el pasado, única manera de saber
que tuvo una vida, “que tuvo un tiempo”.
Su historia, dividida en tres momentos, está relacionada con las diferentes
fases de los tres personajes principales: ella y sus dos amigos: Tommy y Ruth.
La película empieza en 1994, el año en que
Kathy H. nos cuenta su historia. Nos dice sobre su papel de “cuidadora”, pero
no entendemos lo que quiere decir con “cuidadora”.
¿Es una especie de enfermera? Este es el primer misterio, como otros que
vendrán, con el cual es espectador tendrá que enfrentarse.
Inmediatamente la primera parte de la historia
nos ubica en Hailsham, en 1978, en algún lugar de Inglaterra, en
un internado para niños y niñas.
Kathy H y los alumnos de Hailsham |
“No harán otra cosa más que vivir la vida que
ya está establecida para ustedes”
Desde el primer momento, Hailsham aparece como
un lugar misterioso. Parece ser un internado particular, pero enseguida hay la
duda de si se trata de una institución pública para huérfanos. Sin embargo, lo
que sí se nota desde el primer instante es el comportamiento poco “infantil” de
los niños. A pesar de que se les ve jugando y corriendo, hay un ambiente
“melancólico” en ese universo, tal vez transmitido por Kathy H, pues es a
través de ella que conocemos la historia.
No obstante, hay una escena clave que le
desconcierta al espectador que intenta descubrir qué lugar es Hailsham. Un día
los niños están emocionados porque habrá una venta de objetos que han llegado a
la escuela y que ellos los podrán comprar con “bonos” que han obtenido a lo
largo de los meses. Pero los objetos que los niños “compran” son cosas usadas,
viejas, inclusive rotas. A pesar del estado de los productos, los niños los
admiran y los compran con entusiasmo, como si fuera la única oportunidad de
tener algo tan bello.
¿Qué lugar es ese que se llama Hailsham en el
que los estudiantes usan una pulsera magnética que la pasan por un sensor todos
los días cuando bajan por las escaleras? ¿Por qué los muchachos toman siempre
un vaso de leche con una medicación? ¿Qué historia secreta se esconde en ese
lugar en el que hay una preocupación excesiva por la salud de los alumnos, en
el que cualquier lastimado, por más sencillo que sea, merece la atención del
médico?
Los principales personajes ya han sido
presentados hasta ese momento: Kathy H es una niña introvertida y sensible.
Ella tiene un amigo, Tommy, por quien se preocupe todo el tiempo, y de quien
los demás se burlan. Además, Tommy tiene dificultades para expresar sus
emociones, por lo que Kathy H intenta protegerlo.
El tercer personaje es Ruth, una niña que a
pesar de que es amiga de Kathy H y de Tommy, parece que le desprecia a este
último.
Conforme los minutos pasan, la “historia” que
parecería que Kathy H nos iba a contar: la vida de ella y sus amigos y sus
“típicas” historias infantiles en una institución educativa, nunca sucede. Lo
que se ve es un comportamiento raro que confirma que Hailsham es un lugar
enigmático, asustador. Por ejemplo, los alumnos piensan que el mundo exterior
es peligroso y que solo ahí están protegidos. Ellos cuentan historias de otros
muchachos que se atrevieron a cruzar la verja y desaparecieron.
Con la llegada de una nueva profesora a la
institución, el misterio se revela. Esta joven profesora decide contarles a los
muchachos la verdad porque piensa que “es
la única manera de que tengan vidas decentes”. Les dice que ellos nunca
llegarán a ser adultos. Que hagan lo que hagan, “no harán otra cosa más que vivir la vida que ya está establecida para
ellos”. Pues ellos son “clones”, seres fabricados para donar, cuando sean
adultos, sus órganos vitales. Y una vez que hayan hecho las donaciones
posibles, morirán.
Al oír esa verdad asustadora, se esperaría que
los muchachos se rebelaran, que buscaran explicaciones y que intentaran, de
alguna manera de escapar y de encontrar otra alternativa para sus vidas; sin
embargo, la profesora desaparece y los alumnos permanecen en silencio, viviendo
pasivamente; los meses se acumularán, los años llegarán y ellos crecen
conformados con el destino que se les ha impuesto.
Desde que fueron creados, se los educó para que
aceptaran esa realidad. Y ese es un hecho asustador, por más “ciencia ficción”
que la película sea. Una sociedad que condiciona a que las personas se
comporten bajo un esquema único con el solo objetivo de beneficiarse de ellas.
Seres pasivos, sin capacidad de pensar; seres que niegan sus emociones, sus
sueños y que no se atreven a cuestionar. Seres incapaces de percibir su
condición humana.
“Nuestros modelos son basura”
La segunda parte de Never Let Me Go (Nunca me
Abandones) sucede en 1985 y junta las piezas del rompecabezas y los
misterios se aclaran.
Kathy H y sus amigos han cumplido 18 años y
salen de Hailsham por primera vez para ir a vivir en The Cottages, una granja
en la que van a vivir con otros jóvenes que vienen de lugares semejantes al de
Hailsham, aunque no de la misma categoría. En este lugar ellos tienen,
finalmente, contacto con el mundo externo, pero aún son controlados con sus
pulseras magnéticas.
Finalmente el espectador se entera que esos
jóvenes forman parte del NDP (por sus siglas en inglés), un Programa Nacional
de Donaciones. Es decir, Hailsham y todo lo que les hacen a los chicos es
“legal”. Aquí se mezcla, entonces, la realidad con la ciencia ficción. Cobran
sentido las palabras con la que empieza la película, antes inclusive de conocer
a Kathy H, cuando se nos informa: “El
gran avance en la medicina surgió en 1952. Los médicos podían curar aquello que
hasta entonces era incurable. Hacia 1967 la expectativa de vida superó los 100
años”.
Esta revelación transforma la película, que
hasta ese momento tenía matices de “drama”, en una obra de “ciencia ficción”
con un profundo sentido humano. La historia sucede en un 1985 que no
corresponde a nuestra realidad, pero se la presenta como un hecho real. Es el
pasado ficticio de una sociedad posible que crea clones para que donen sus
“órganos” vitales, pues las personas están obsesionadas por vivir más tiempo, a
cualquier precio. Parece que es una sociedad en la que se han roto valor de
ética, de dignidad humana, más aún cuando nos preguntamos de dónde vienen esos
clones y cómo los hacen.
Kathy busca en una revista a su "Original" |
La segunda pregunta no tiene respuesta. La
película no está preocupada en contar la “historia” del avance de la medicina y
sus consecuencias; la primera pregunta tiene una respuesta parcial y obvia,
“descubierta” por Ruth.
Un día, una pareja de donantes que viven en el
Cottages le cuenta a Ruth que en un pueblo cercano han visto a una mujer que se
parece a ella y que podría ser su Original, es decir, la mujer de la
que hicieron. Ellos viajan un día al pueblo para verla y cuando la ven por la
ventana de una agencia de viajes, se dan cuenta que es una mujer muy elegante y que no se
parece en nada a Rut.
Surge, entonces, por primera vez la
manifestación de un sentimiento de tristeza, de rabia, de frustración, pero no
lo suficientemente fuerte como para romper esa pasividad con la que han sido
creados y educados. De todas formas, las palabras de Ruth son explícitas para
decirnos de dónde vienen los clones: “Nuestros
modelos no son personas como ella. Todos lo sabemos, pero nunca lo decimos.
Nuestros modelos son basura. Drogadictos, prostitutas, borrachos, vagabundos
(...) Si quieres buscar Posibles... busca en la alcantarilla. De ahí venimos”.
Ruth le dice a Kathy: "Somos modelados con los de la escoria" |
Esta declaración de Ruth es, en verdad, un
cuestionamiento a la posible actitud, y quien sabe, en muchos lugares, a
situaciones reales, de considerar al ser humano como un individuo descartable.
Hay grupos sociales que piensan que hay personas que no valen nada y que si se
los elimina, no se pierde nada.
Es un cuestionamiento serio de un posible
futuro en la que el “individuo” se transforme en una “mercancía” negociable
para beneficio de otros individuos. No hablamos de la esclavitud, esa lacra
social que ha dominado a la humanidad durante siglos, sino a esa obsesión
morbosa de la actual sociedad de valorar su “eternidad”, sin ética, sin valores
de respeto por la condición humana.
A pesar de este sentimiento de frustración
total, surge en Cottages una
esperanza: esa misma pareja les cuentan a los tres amigos que hay oído hablar
que si una pareja siente un “amor
verdadero”, si lo solicitan, pueden conseguir aplazar la donación de
órganos dos o tres años más.
Empiezan a parecer señales de que esos jóvenes
quieren tener la oportunidad de vivir: de vivir su vida; pero, lamentablemente,
ellos están solos y condicionados a hacer lo que les han dicho que deben hacer.
“Se suponía que no debían sentir”
El tiempo pasa y los tres amigos se separan.
Ruth le deja a Tommy y Kathy H obtiene el papel de “cuidadora”. Los cuidadores
son clones que asisten a los donantes hasta que realizan su última donación,
por tanto, hasta su muerte. Kathy cumple su función y se siente orgullosa de
hacerlo, a pesar de que sabe que es un actividad desgastante.
Never Let Me Go: seres creados para "dar" vida a otros. Una de las asistentes de Kathy después de haber donado un ojo |
Así, en 1994, cuando ya trabaja como
“cuidadora” a unos 9 años, se encuentra nuevamente con Ruth. Su amiga de la
infancia ya ha hecho dos donaciones y ya no quiere sobrevivir a la tercera
donación. Está cansada y confiesa que no le gusta la idea de que un día,
simplemente, le desconecten.
Y es realmente una de las escenas más
impactantes de la película cuando se realiza la última donación de Ruth. Ella está
tendida en una cama metálica de hospital, le quitan sus últimos órganos, apagan
los aparatos y ella se queda ahí, como lo que es: un cuerpo inerte que ha
cumplido su función: dar sus órganos para que otras puedan vivir.
El momento en que le quitan el último órgano que Ruth puede donar |
Ruth está muerta, sola, abandona: una persona a la que le quitaron la dignidad humana |
Ella nunca fue considerada un ser humano. A su
alrededor solo hay silencio, soledad, abandono total y la frialdad a la que no
le importan esas personas que “nunca debían sentir nada”
Sabemos entonces lo que les espera a todos los
clones.
Pero antes de su muerte, ella, Kathy H y Tommy
se vuelven a encontrar después de muchos años y hacen un paseo a una playa
donde hay un barco encallado. Es una de las escenas más bonitas y tristes de la
película. Bellas por los colores poéticos de la imagen y triste porque los tres
amigos están ahí, juntos, pero solos. No tienen ninguna esperanza en vida. El
barco encallado es un símbolo de sus propias vidas: nacieron encallados y nunca
saldrán al mundo, a recorrerlo, para conocerlo y para vivirlo. Están pardos
ahí, hasta que alguien se los lleva.
Tommy corre al bote que está encallado |
Surge entonces la idea de verificar si es
verdad aquella historia que habían escuchado algunos años antes sobre el “amor verdadero”. Tommy y Kathy van a la
casa de Madame, una profesora de
Hailsham, para contarle que ellos se aman de verdad. Quieren que ella les ayude
para que puedan vivir dos o tres años más. Esta es otra de las escenas que
muestran ese mundo frío y deshumano de una sociedad en la que dignidad humana
no existe. O mejor dicho, solo existe para unos cuantos “seleccionados”.
Tommy y Kathy frente a la casa de Madame: la última posibilidad de "vivir" un poco más |
Tommy siempre tuvo dificultad de mostrar sus
emociones cuando era niño, principalmente cuando tenía que dibujar. Cuando
creció, se esforzó por aprender a expresar sus emociones por medio del dibujo
y, como es ingenuo, así como Kathy, pues a pesar de que son adultos su
experiencia de vida es tan limitada, va con su amiga a la casa de Madame para que ella verifique que ellos
tienen el amor verdadero. Sin embargo,
la profesora les explica que eso no existe y que los dibujos, que ellos hacían
cuando eran niños en Hailsham y que se los llevaban a la galería, eran para
“probar que los niños donantes eran humanos”. Después de todo, se suponía que
ellos “no debían sentir”.
Tommy grita desesperadamente al perder la última esperanza |
De esta forma el ciclo de la vida de Tommy y
Kathy H está terminado. Ruth ya ha hecho su última donación y no existe más.
Tommy se prepara para sus últimas donaciones y Kathy H en breve dejará de ser
“cuidadora” e iniciará sus donaciones. No obstante, sus últimas palabras
resumen el sentir de ellos: “Quizá
ninguno de nosotros comprenda lo que ha vivido o sienta que ha tenido
suficiente tiempo”.
Ruth mira a Tommy cuando le preparan para hacer una donación más: "Quizás ninguno de nosotros comprenda lo que ha vivido o sienta que ha tenido suficiente tiempo" |
El amor verdadero.
Aunque hemos discursado el tema de los donantes
a lo largo de este texto, no podemos olvidarnos que el título de la película se
refiere al “amor verdadero” de Kathy H por Tommy, pues la verdad es que Never
Let Me Go es también una triste historia de amor de una niña, que luego
será adulta, y que nunca se olvidará de su único amor. Y como único consuelo le
queda es la cinta casete que Tommy le compró cuando eran niños y escucha
impotentemente la canción “Never Let Me Go” interpretada por Jane Monheit.
Kathy escucha la canción "Never Let me Go" |
Últimas palabras.
Never Let Me Go es una película que lanza, indirectamente, un
cuestionamiento serio sobre la “evolución” del ser humano y las consecuencias
de esta evolución si no hay una actitud ética de respeto a la dignidad humana.
Y este planteamiento se lo presenta sin moralismos ni sensacionalismos.
La película tiene una fotografía bellísima y
merecidamente ganó seis premios en diversos festivales cinematográficos internacionales
y fue nominado para 22, según información del IMDb.
Texto original de
Patricio Miguel Trujillo Ortega.
Prohibida la
reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.
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