Le Mystère de la Tour Eiffel (El
misterio de la Torre Eiffel). Suspenso. 130 minutos. 1927. Francia.
Con Félicien Tramel, Règine Bouet,
Gaston Jacquet.
Dirección de Julien Duvivier.
Introducción.-
Hablar en los tiempos actuales sobre
la riqueza del cine mudo es correr un riesgo muy grande de que el gran público
contemporáneo no lo vea como tal, sino como una mera curiosidad. Como es más
que obvio, el cine actual maneja conceptos de arte y tecnología muy diferentes
de lo que se usaron hace noventa años. Además, el espectador moderno,
dependiendo de la edad de éste, no tiene nada en común con aquellos
espectadores que se quedaban fascinados al ver en la pantalla grande la “magia”
que solo existía en los sueños o los lugares fascinantes del mundo que no estaba
al alcance de cualquier persona, a no ser en los relatos de viaje.
La imagen, la historia, el sonido,
la cultura y los valores son otros, tanto es así que no es difícil escuchar a
mucha gente que afirma que no les gusta el cine mudo y que nunca han visto una
película de esa época. Solo de imaginarse de ver una película en blanco y negro
esta gente ya tiene pesadillas. Cabe añadir que para la gran mayoría el cine
mudo es sinónimo de Chaplin, y eso es algo que “se lo ve por mera obligación de
moda”. Además hay un gran sector de la población, principalmente de jóvenes,
que llaman a una película de hace tres o cuatro años de “vieja”. Conversar con
estos últimos sobre la trascendencia de una película “prehistórica” es un gran
desafío y no siempre se tiene éxito. Lo que es una pena porque las mentes
estrechas tienen una visión más limitada y prejuiciosa del mundo que nos rodea.
Pero hoy vamos a correr ese riesgo y
hablar de una película francesa de Julien Duvivier (1896 – 1967), uno de los
grandes cineastas franceses que hizo películas tanto en Europa como en
Hollywood. Y vamos a hablar de la experiencia única de ver Le Mystère de la Tour Eiffel (El
misterio de la Torre Eiffel), una película de suspenso que hace poco
tiempo ha sido rescatada y de la que en Internet, por ejemplo, no se encuentra
casi ninguna información. Aunque esta no sea la mejor película de Duvivier, es
un filme bien hecho, con una historia interesante y con una cámara que nos
llega a sorprender, a pesar de que hoy – la era de la exageración de los
efectos especiales – ya casi nada nos sorprende.
La película.-
El misterio de la Torre Eiffel es una película de suspenso con
mucha acción y una riqueza sorprendente de recursos cinematográficos muy bien
logrados para la época de su realización. La película es dinámica y la historia
fluye con naturalidad. El espectador contemporáneo no se cansa con la historia
narrada porque, entre otros aspectos, hay una gran diversidad de escenarios que
ayudan a enriquecerla.
Aunque más adelante vamos a entrar
en los detalles del argumento de la película, El misterio de la Torre Eiffel
es la historia de una organización criminal internacional que tiene una radio
clandestina en la Torre Eiffel, desde donde se comunican interfiriendo en las
radios locales, por medio de códigos secretos, con sus integrantes que viven en
diversas ciudades europeas: Londres, Madrid, Roma, Viena, Berlín. La
organización se autodenomina Ku Klus
Eiffel (nombre que nos remite al Ku Klux Klan de los Estados Unidos) y
desea apoderarse de la herencia millonaria que ha heredado el uruguayo Aquiles
Saturnin.
El valor de la fortuna heredada por Aquiles Saturnin |
El código secreto del Ku Klus Eiffel |
El mapa de la organización del Ku Klus Eiffel |
Después de que se han expuesto todos
los hilos del conjunto de la trama en casi una hora, menos la identidad del
jefe del Ku Klus Eiffel, la película
acelera de manera sorprende su ritmo con una serie de escenas de persecución y
de peligro en el que la cámara cumple un papel fundamental, en primer lugar por
la variedad de ángulos y de planos que se utiliza: la cámara busca todas las
posiciones posibles para darle fuerza y drama a la historia, así como para
mantener el suspenso hasta el último momento.
En segundo lugar, hay que destacar
el movimiento de la cámara y la variedad de escenarios. Muchas de las escenas
son filmadas al aire libre, algo que no era común en una época en la que la
mayoría de películas eran filmadas en estudios cerrados. El misterio de la Torre Eiffel es
rico en la utilización del espacio abierto, y lo que enriquece ese espacio es
la velocidad de las escenas. Por ejemplo, cuando el Ku Klus Eiffel secuestra a Aquiles y lo llevan a un castillo,
Sylvanie y su hijo van a rescatarlo en un auto. Durante todo el trayecto, la
cámara solo muestra el camino por el que van los secuestradores y los amigos
del protagonista. El camino es estrecho, en una región montañosa, y solo un
pequeño muro separa la carretera del precipicio. La escena dura bastante tiempo
y se siente la velocidad en la que van los autos. Como es lógico, hay una
cámara fija montada en un auto, sin las seguridades actuales, que filma todo
ese trayecto, principalmente el “movimiento” muro, lo que provoca la sensación
de velocidad y peligro. Es un excelente trabajo para la época.
Pero las escenas más sorprendentes
son las que fueron filmadas en la Torre Eiffel. Son unos diez minutos de
contener la respiración. Aquiles y la policía persiguen a los integrantes del Ku Klus Eiffel que iban a reunirse en la
Torre Eiffel. Al percibir que la policía ha llegado, los criminales detienen
los ascensores, tratan de bloquear todas las posibles entradas y huyen por las
escaleras. Aquiles y la policía invaden la torre y empiezan a subir por
escaleras secundarias, por la estructura metálica de la torre y por cualquier
lugar de donde puedan agarrarse para subir. No sabemos cuántas cámaras se
utilizaron en esta escena, pero hay cámaras esparcidas por toda la torre de tal
manera que se filma la persecución desde todos los ángulos imaginables e
inimaginables de la Torre Eifell. Las cámaras se mueven constantemente y se
muestra el peligro de la persecución, no solo para Aquiles y la policía, sino
también para los propios criminales que escalan y corren por la estructura
metálica de la Torre sin ninguna seguridad. No tenemos ninguna información del
tiempo que tardaron en filmar esa secuencia ni los recursos que utilizaron para
evitar tragedias. Con seguridad usaron dobles y esos actores deben haber sido
acróbatas, pero lo que sí se percibe es que en la persecución no hay efectos
especiales. Es una filmación a la que la vamos a llamar de “en vivo” y que no
fue hecha con un fondo verde y computadorizado.
Escenas de la persecución y las vistas de París de 1927 |
La estructura de la Torre Eiffel apreciada en las escenas de persecución |
Variedad de ángulos y vistas impresionantes de París |
Le Mystère de la Tour Eiffel |
Escenas impresionates de la Torre Eiffel |
Esta secuencia le ofrece al
espectador dos puntos de vista originales y auténticos sobre París. La primera
son las imágenes, desde lo alto de la Torre, de la Ciudad Luz. Se pueden
apreciar las construcciones, las avenidas, los parques de cómo era París en
1927. Son escenas únicas que hoy constituyen un registro visual histórico de la
París de antaño. El otro punto de vista es que gracias a la cantidad de cámaras
que se usaron en la Torre se puede apreciar y entender la dimensión e
imponencia de la estructura arquitectónica de la misma. Es sorprendente ver
cómo las estructuras metálicas están entrelazadas, como si fuera una tela de
araña, lo que le da una majestuosidad única a la construcción.
La historia.-
En un circo trabajan dos falsos
hermanos siameses, los hermanos Mironton. Uno de ellos, al escuchar una
conversación privada entre el dueño del circo y un abogado que está buscando a
Aquiles Saturnin para entregarle una herencia que le ha dejado su padre, le
roba los documentos al verdadero Aquiles, que es el otro de los hermanos
siameses, se hace pasar por éste y se apodera de una millonaria fortuna,
mientras el verdadero Aquiles permanece en el circo pasando hambre y sin
trabajo.
El misterio de la Torre Eiffel - Los hermanos siameses Mironton |
El testamento estipulaba que si no
se le encontraba a Aquiles Saturnin, la fortuna pasaría para Sir William
Dewitt, un gran amigo del difunto.
El falso Aquiles empieza a vivir una
vida de lujo y de ostentación; sin embargo, el Ku Klus Eiffel decide apoderarse de la fortuna de Aquiles Saturnin.
Por medio de la radio clandestina que tienen en la Torre Eiffel, convocan a los
integrantes del grupo que están en diferentes ciudades europeas y le presionan
al falso Aquiles para que les dé su fortuna.
El falso Aquiles huye y se hospeda
en un hotel sencillo y no sabe qué hacer. Tiene mucho miedo de lo que le puede
pasar, pero la suerte parece que le favorece, pues desde la ventana de su
habitación ve al verdadero Aquiles, que está acompañado de Sylvanie, otra exintegrante
del circo, y el hijo de ella, que está en la calle mendigando.
El falso Aquiles llama al verdadero Saturnin
y le cuenta que ha ganado una herencia; no obstante, el verdadero Aquiles duda
de que la haya obtenido con honestidad. Como ambos son muy parecidos
físicamente, el falso Aquiles le pide al verdadero que lo sustituya porque él
tiene que ausentarse durante dos semanas, razón por la que le ofrece pagar al
final de ese plazo la suma de 500.000 francos.
A pesar de que el verdadero Aquiles
no confía en el falso, acepta la propuesta y se va, junto con Sylvanie y el
hijo de ella, a vivir en la mansión del falso Aquiles y empieza a disfrutar de
los lujos momentáneos que están a su disposición. Sin embargo los integrantes
del Ku Klus Eiffel llegan cuando él
está ofreciendo una fiesta en la mansión y lo secuestran. Al principio, él cree
que toda esa situación es una broma, hasta que finalmente descubre que lo
quieren matar para quedarse con la fortuna que él ha heredado de verdad.
A partir de ahí, Aquiles contará
siempre con la ayuda de Sylvanie y el hijo de ella para huir de los
secuestradores e iniciar una persecución que no será fácil, pues él volverá a
ser secuestrado, hasta que al final irán a la Torre Eiffel, donde sucederán los
eventos de los que hablamos al principio de este texto.
El misterio de la Torre Eiffel está lleno de intrigas, de escapes
peligrosísimos, de engaños, no obstante son los falsos hermanos Mironton que
representan las contradicciones del ser humano. Aunque la película no es
psicológica, hay que destacar las características de los “hermanos” que
personifican esa lucha entre el “bueno” y el “malo”; el “bobo” ” y el “listo”.
El falso Aquiles es una persona
lista, que sabe aprovecharse de cada situación que se le ofrece, pero es una
persona ruin. Este adjetivo tan fuerte es perfecto para describirlo, pues como
individuo no duda un solo instante en perjudicarle al verdadero Aquiles todas
las veces que sean necesarias para salir bien de los problemas en los que él se
ha mentido. Primero le roba la identidad y, por tanto, la fortuna. Segundo le
manda, sin explicarle lo que en verdad sucede, directamente a la boca del león
y, por último, cuando todo se ha solucionado, aún espera quedarse con la
fortuna que no le pertenece.
El verdadero Aquiles es una persona
algo ingenua, que se demora a entender lo que sucede en la fiesta de la
mansión; lo mismo le pasa cuando está frente a la policía. No sabe explicar con
precisión lo que está aconteciendo y solo la casualidad le ayudará a resolver
el misterio. Pero al mismo tiempo, es un individuo fuerte, valiente y decidido.
No duda un solo instante en enfrentarse solo a toda una organización criminal.
Por otro lado, es una persona generosa y grata.
Sylvanie perdió su trabajo en el circo
porque le ofreció comida cuando él tenía hambre, pues en el circo cada grupo de
actores tenía su propia comida y debido a que él ya no tenía al otro hermano
siamés, no pertenecía a ningún grupo. El verdadero Aquiles nunca más le deja
sola a Sylvanie y todo el tiempo se preocupa de que no le falta nada.
Algunas escenas claves.-
El verdadero Aquiles se queda sin
trabajo en el circo y a pesar de que todos supuestamente forman una comunidad,
él no pertenece a ningún grupo después que su compañero de actuación se ha ido.
El deambula en medio de los grupos buscando comida, pero nadie le ofrece un
plato. Intenta robar un poco de comida, pero no tiene éxito. La escena muestra
hasta qué punto puede llegar la crueldad del ser humano, la falta de
solidaridad, el que mimportismo por lo que les sucede a los demás.
Después de apoderarse de la fortuna
de Aquiles Saturnin, el falso Aquiles va a vivir a una mansión y muestra su
verdadera personalidad: un ser humano despreciable. Cuando entra a la casa,
tiene ocho empleados, todos de uniforme, que le ayudan a quitarse el sombrero,
a recoger su bastón y a quitarle el saco. Después se sienta en su sillón, y
aparecen unos diez empleados y unas empleadas para darle de beber y encenderle
el cigarrillo. Cada uno cumple una función ridícula mientras el patrón no hace
nada. La escena muestra la superficialidad del individuo, la pobreza de
espíritu de alguien que tiene que ostentar para ser reconocido.
El falso Aquiles y su ostentación exagerada |
Aquiles descubre finalmente que el
secuestro y la amenaza contra su vida no es una broma. Es el punto de partida
para descubrir el otro lado de su personalidad. Hasta ese momento, él se ha
dejado arrastrar por las desgracias que han sucedido en su vida, y no ha tenido
la fuerza necesaria para salir adelante. Aunque no ha perdido la gentileza con
la que trata a las personas, como lo demuestra cuando llega a la mansión y les
da la mano a los empleados, saludándolos con entusiasmo y humildad, solo el
momento en que lo van a matar es que se da cuenta que algo está mal y su
espíritu cambia: se enfrente a los enemigos, los desafía, se burla de ellas. Es
un Aquiles que hasta ese momento nunca había aparecido.
Saturnino descubre que las amenazas no son una broma |
Aquiles corre y llama a Sylvanie y
al hijo de ella a que se queden en la mansión. Es el gesto máximo que faltaba
para expresar la gratitud por ellos, después de todo ellos no lo abandonaron en
ningún momento de peligro.
Saturnino y su gratitud por Sylvanie y el hijo de ella |
El misterio de la Torre Eiffel es una película que vale la pena
verla. Aunque no sea la mejor de Julien Duvivier ni la más importante del cine
mudo, es una producción bien hecha que tiene muchos méritos. Además, el
reconocimiento público de las grandes obras es algo muy relativo.
Patricio M. Trujillo Ortega.
Prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización
escrita del autor.
Nenhum comentário:
Postar um comentário