Don’t mess with Texas. Comedia. 2008. 6 minutos. Estados Unidos.
Escrito por Ethan Coen y Tricia Cooke.
Dirigido por Carrie Schader & Tricia Cooke.
Hoy vamos a hablar de un cortometraje que ganó
en el año de 2009 el premio al mejor cortometraje lesbiano en el Hamburg Lesbian and Gay Film Festival y
que fue distribuido por Wolfe Video en
2009 en el volumen 4 de su serie She
likes girls.
No hay muchas informaciones sobre este
cortometraje en Internet, y se sabe que fue producido como parte de los
requisitos en el M.F.A DEGREE OF THE FILM
DIVISION SCHOOL OF THE ARTS, COLUMBIA UNIVERSITARY.
A pesar de que es una película de la que no se
sabe mucho, tal vez por su carácter de producción universitaria, aunque los
autores del guion son cineastas conocidos, vale la pena dedicarle un par de
páginas para analizarla y contar algo de su historia – quizás mucho, dado su
carácter de “corto” – pues, además de que técnicamente está bien hecha, su
historia es original, divertida y una bofetada contra la hipocresía y los
prejuicios sociales que nos rodean a todos, principalmente a aquellos que
piensan que no son prejuiciosos.
Lesbianismo.-
Don’t mess with Texas (No
ensucies Texas, en una traducción literal) es un cortometraje dinámico,
divertido, de temática lesbiana. Y uno de los méritos de su historia es haber
escogido a una pareja lesbiana como protagonistas para representar el prejuicio
social, pero no aquel típico que escuchamos de los homofóbicos contra los
homosexuales, lo que ya es muy trillado, sino el prejuicio social de estos
últimos.
Don't mess with Texas - Vista parcial |
No se trata de una crítica a los homosexuales,
como alguien ingenuo y mal intencionado podría pensar, sino que los coloca a
estos como personas normales que viven los mismos conflictos que, de una forma
u otra, tienen todas las personas. Y para lograr esto, Don’t mess with Texas es
una historia con un final utópico, feliz, que le deja al espectador satisfecho
en tan poco tiempo y, de alguna manera, con la esperanza de que eso pueda
suceder algún día.
Don’t mess with Texas, con buen humor y sutileza, pero de
manera directa, en escasos seis minutos ridiculiza los prejuicios sociales,
incomode a quien incomode. Vamos primero a contar, con algunos detalles, su
breve historia y luego mencionaremos algunas características de los personajes
y del humor de la película.
La
historia y los personajes.-
Don’t mess with Texas sucede en algún lugar de una
carretera del estado estadounidense de Texas.
Una pareja de lesbianas, entre veinte a
veinticinco años, viajan en un auto y en todas las placas que encuentran en el
camino, colocan una calcomanía en la que está escrito “A dyke was here” (Una lesbina estuvo aquí). Y al hacerlo, se ríen
de manera escandalosa, dando a entender que ellas están ahí para provocar a los
demás con su condición sexual.
Don't mess with Texas |
En esta parte de la historia es inevitable que
el espectador se ponga a pensar en los prejuicios que hay contra los habitantes
de Texas por las políticas conocidas de líderes y grupos extremistas de este
Estado. Y la actitud de las chicas es desafiar a Texas o, en otras palabras, a
los homofóbicos, tradicionalistas, conservadores.
Las chicas se alejan por la carretera, gritando y desafiando |
Ellas no lo dicen así, en palabras, claro y
directo, sino con la fuerza que utilizan al ir pegando las calcomanías a lo
largo de la carreta y las risas escandalosas mientras lo hacen y van manejando
al mismo tiempo.
Esta pareja de lesbianas son personajes muy
estereotipados, de manera negativa, sobre cómo son las lesbianas. Una de las
muchachas es rubia, de cabello corto, usa una gorra con la visera hacia atrás, habla
y se comporta de una forma masculinizada. Es ella quien maneja el auto. Su
pareja es una chica que usa gafas, ropa negra, corta, provocativa y su
maquillaje resalta trazos específicos de su rostro. Son dos personas que, a
primera vista, pueden provocar rechazo, no porque sean lesbianas, sino por las
actitudes poco gentiles que tienen al hablar con los demás, pues parecen que
siempre están queriendo provocar una reacción negativa en los otros, como si ellas
fueran mejores que los demás.
Don't mess with Texas: la pareja protagonista |
La pareja se detiene al llegar al Charlie’s Truck Stop – 24 hour, un lugar
pequeño donde los lugareños están comiendo en un silencio total. Las muchachas
entran llamando la atención, y todos las ven. Ellos están serios, pero no dicen
una sola palabra. Ese silencio es tomado como un desafío por parte de las
chicas que empiezan a comportarse de manera agresiva y provocadora, razón por
la cual se besan de manera exagerada y se manosean frente a todos. Sin embargo la clientela
del restaurante no dice nada y cada uno se concentra en su propio plato.
Don't mess with Texas: la chicas hacen hincapié de provocar al entrar al restaurante |
Como la provocación no surte efecto, las
muchachas se dirijan a la barra, pero la morena camina por el restaurante
mirando de forma arrogante a todos. Ella necesita que alguien le diga algo,
pero nadie les hace caso. Parece que ellas quieren que las critiquen, las
rechacen o las insulten de alguna manera porque son lesbianas, pero nada de eso
sucede. Por esa misma razón, cuando la mesera, al otro lado de la barra les
pregunta qué desean comer, la chica de pelo negro hace su pedido y, cuando la
mesera insiste en qué va a pedir “la amiga”, esta hace hincapié en decir que no
es “la amiga”, y se siente orgullosa por mostrar que son lesbianas y que no
tienen miedo de mostrarlo ni de lo que piensen los demás sobre ellas, más aún cuando
la cámara, con precisión, apunta un cartel donde está escrito que el
restaurante se reserva el derecho de rehusar el servicio a alguien.
Don't mess with Texas: la pareja espera que alguien reaccione a la provocación |
Uno de los clientes, entonces, le dice a la
chica, con educación y paciencia, que tenga calma y que no se comporte de
manera dura con la mesera, pues esta está pasando por tiempos difíciles.
La protagonisa: arrogante y burlona |
Esa es la gota de agua que la chica está
esperando para volver a caminar y desafiar a los texanos. Aunque nadie les
dice nada a ambas, ella habla con un tono duro de que están en el siglo
veintiuno y quiere saber cuál es el problema de ellos. Pero los clientes
continúan en silencio, cada uno viviendo su vida, sin meterse en la de los
demás. Apenas se nota que una cliente hace un movimiento de disgusto con la
cabeza.
Gestos y miradas provocadores |
Ese es el momento del clímax, cuando se espera
que todo explote, ya que, después de todo, la pareja no ha sido cortés con
nadie. Y más aún cuando la muchacha morena se acerca a un cliente que está en
la barra, y en el preciso momento en que este se lleva la taza de café a la
boca, ella le da un golpe en la espalda para pegarle en la camisa su famosa
calcomanía.
Don't mess with Texas: la pareja en la barra |
Don't mess with Texas |
Pero estamos frente a una comedia. Los
movimientos de las dos protagonistas son algo grotescos, bastante exagerados.
Podríamos decir que llegan a ser casi teatrales. El espectador espera
impaciente que en algún momento alguien en ese bar reaccione como se esperaría
que reaccionara un texano conservador y homofóbico. Y el silencio que reina en
el ambiente solo ayuda a aumentar la tensión.
Allison |
Y justo, en medio de esa tiesura, llega otro
personaje, también estereotipado. Se llama Allison y es una mujer muy
masculinizada. Desde la entrada del restaurante, se dirige a la camarera, y con
palabras cariñosas se disculpa por lo que ha sucedido entre ambas, le pide
perdón y se acerca. La camarera le dice que la ama y se besan en la boca.
Nuestras dos primeras protagonistas se quedan estupefactas con lo que ven
mientras los clientes aplauden por la reconciliación de Allison y su novia.
Allison y su novia |
Las provocadoras se quedan sin palabras |
Los clientes aplauden cuando la pareja se reconcilia |
¿Para qué ha servido, entonces, tanta
provocación teatral? ¿Qué esperaba nuestra primera pareja que sucediera en
Texas?
Hay muchas posibles respuestas, pero la
película no nos dice nada. Solo vemos que los clientes del local se alegran con
la reconciliación de las chicas y la madre de la mesera le da el resto del día
libre a su hija para que se vaya con Allison.
El humor teatral y otros detalles.-
Lo primero que hay que recalcar es que Don’t
mess with Texas no es una producción moralista ni una crítica al
comportamiento de las lesbianas. Al contrario, el hecho de haber escogido a las
lesbianas como protagonistas de ese comportamiento prejuicioso tiene un
significado importante, como dijimos anteriormente, pues muestra que nadie está
libre de escapar, en algún momento, de esas actitudes prejuiciosas.
Es importante, entonces, resaltar el papel que
cumplen los diálogos en la película. La mayor parte de las conversaciones, son
las opiniones que emiten las dos muchachas desde el principio hasta el fin de
la película. Son ellas las que ponen las diversas opiniones. Los otros “personajes”
no dicen nada al respecto; al contrario, sus escasas palabras intentan ser
apaciguadoras. Y cuando hablan Allison y su novia, hablan de sí mismas, de sus
sentimientos, de su relación.
Aquí podemos hacernos una pregunta, pero
estaríamos saliendo del cortometraje: ¿El prejuicio que tenemos no es más que
una reacción del miedo que tenemos por aquello que no conocemos ni
comprendemos?
"Don't mess with Texas" |
Pero volvamos a la película. Los dos
principales personajes son bastante teatrales. Sus gestos son exagerados, lo
que ayuda a disminuir la tensión que, en una situación real semejante a la
película, podría provocar graves reacciones. Al final, las muchachas saben que
se han comportado de manera ridícula y el espectador se da cuenta que esa forma
de actuar no es más que un medio para llamar la atención de los demás. Y
podemos destacar ese comportamiento exagerado en la forma en que ambas se
sientan en la barra, o cuando la rubia se atraganta y la morena chilla
histéricamente, o cuando la vemos a esta última tirada en el suelo, impotente, sabiendo
que solo ha estado haciendo el ridículo desde el principio.
Como dijimos, la película es dinámica y eso se
debe a la variedad de planos que se utilizan, principalmente gracias a la
combinación constante de planos medios con primeros planos.
Este es un corto que vale la pena verlo más de
vez y su título se aplica a cualquier lugar. Todo depende de cómo vemos las
cosas que nos rodean.
Texto original de
Patricio M. Trujillo O.
Está prohibido la
reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrito del autor.
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