Con Joey Lauren Adams, Ben Afflek y Jason Lee.
Dirección de Kevin Smith.
Chasing Amy es una película sorprendente, compleja,
diferente y con Joey Lauren Adams.
Sorprendente porque Kevin Smith había fracasado
con una película anterior a esta y, a pesar de las pocas expectativas que se
tenía en él, logró realizar una –para los curiosos, con un presupuesto de solo 250.000
dólares– de las obras más importante, en su género, de los noventa.
Compleja porque Chasing Amy no es una
comedia romántica como parece al principio y tampoco es un drama de sexualidad
como puede imaginarse el espectador ingenuo. Las relaciones de sus personajes
van a más allá de los estereotipos, aunque parten de estos para encontrar sus
verdaderos “yo”.
Diferente porque, a pesar de que a veces
abusa de un lenguaje crudo y de actitudes poco convencionales para el
espectador conservador, sus personajes consiguen retratar las emociones que se
esconden bajo la apariencia y los prejuicios.
Y con Joey
Lauren Adams, porque simplemente su participación es espectacular. Su
actuación, con un personaje difícil, paradojamente sencillo y complejo, es
formidable y no hubiera sido la misma película con otra actriz. Ella consigue
darle la fuerza necesaria y, al mismo tiempo, el equilibrio dulce en un mundo
masculino que se puede derrumbar con un simple toque de dedos.
Empecemos por el principio.
Holden y su amigo Banky son los autores de una
revista de comics que cuenta las aventuras de Bluntman and Chronic, inspiradas en Jay and Silent Bob. Al
participar en una feria de comics, Holden conoce a Alyssa, una guionista, con
quien establece inmediatamente una empatía tan grande que, a pesar de las
diferencias de ambos, inician una amistad profunda que, con el pasar de la
semanas, se transformará en pasión.
Holden y Alyssa |
Hasta ahí la historia no parece más que una
comedia romántica como muchas otras; sin embargo, hay que mencionar los
aspectos que la diferencian de las demás y que la transforman en un drama de
personalidad.
Alyssa es lesbiana y no oculta su identidad
sexual; sin embargo, se siente atraída por Holden y éste, que al principio
pierde la esperanza cuando se entera que su nueva amiga no es heterosexual, no
consigue evitar lo inevitable: se enamora de ella. Al mismo tiempo, Alyssa
descubre por primera vez el “amor”,
no por un hombre sino en un hombre. Es decir, lo que ella descubre en Holden va
más allá de cualquier identidad sexual, porque ella continúa siendo lesbiana.
Esta propuesta puede ser un choque para el
espectador que juzga con prejuicios; sin embargo, Kevin Smith huye del
estereotipo “sexual” para presentarnos un mundo donde lo más importante es
estar seguro de lo que uno es, tal como lo veremos de aquí a poco.
Como toda comedia romántica, la relación de
Alyssa y Holden fluye con naturalidad, aunque el espectador no deja de
preguntarse constantemente qué va a suceder en relación con la sexualidad de
Alyssa; la serie de momentos que la pareja vive, primero como amigos y luego
como enamorados, son comunes a cualquier película romántica y transcurren sin
ninguna intensidad especial; incluso, aparecen en escenas rápidas, una atrás de
otras, como todas aquellas películas que quieren llegar al conflicto rápidamente,
para después solucionarlo todo como por arte de magia.
Solo que ése es el momento en que Chasing
Amy rompe el esquema tradicional de las comedias románticas y se
transforma en un drama con un final no previsto, pero coherente con la
propuesta de los personajes, lo que hace que sea una película admirada y
respetado hasta los días de hoy.
Los personajes y la inseguridad masculina.
Para entender mejor por qué Chasing Amy no es
una película de “identidades sexuales”, pues al principio el espectador puede
quedarse pensando en qué momento Alyssa va a anunciar que ya no le gustan las
mujeres o en qué momento Holden “transforma” a una lesbiana en una
heterosexual, hay que comprender a los tres personajes principales y sus
complejidades.
Empecemos por Alyssa.
Alyssa |
Ella es una mujer coherente en lo que hace y
dice. Ella es lesbiana y en ningún momento deja de serla. No tiene ninguna
crisis de identidad y no está “buscando” algo. A ella le gustan las mujeres y
ha tenido muchas enamoradas; sin embargo, confiesa que hasta ese momento ella
no había descubierto el amor. Sus relaciones han sido pasajeras, superficiales
y sin ningún otro propósito que vivir el momento. No hay que imaginarse por
ningún instante que ella sea una persona superficial; al contrario, es profunda
y busca su realización sin perder en ningún momento la noción de los hechos.
Como es lógico, ella tiene un pasado y cree que “el pasado es pasado” y que hay
que continuar la vida en el presente. Es decir, es una persona madura que no se
deja influir por las buenas o malas decisiones que haya tenido en el pasado.
Pero es justo con Holden que ella descubre el
amor. Y por coincidencia, Holden es un hombre. Si Holden hubiera sido mujer,
Alyssa lo hubiera amado con la misma intensidad, pues le complementa y le
satisface. Tienen todo lo necesario para llevar adelante una relación seria,
profunda y duradera.
Por todo esto, podemos reafirmar diciendo que Alyssa
es la persona más coherente de la película. Ella lleva el peso de la historia y
en ningún momento niega su identidad sexual. ¡Esto es fundamental! para
entender, de verdad, la película. Sería un grave error imaginarse que ella se
transforma en “bisexual”. Las palabras que pueden definir a Alyssa es que ella
“encontró el amor”, imaginándonos éste como algo más allá de lo mero romántico
y/o sexual, y sí como la posibilidad de construir una vida en pareja.
Una ex-novia, Alyssa, Banky y Holden |
Al contrario de Alyssa, Holden es inseguro y
tanto Alyssa como el espectador lo descubrimos poco a poco.
Pero para comprender a Holden, hay que
conocerle primero a Banky, su amigo de infancia. Juntos han creado los
personajes de Bluntman and Chronic y pasan
la mayor parte del tiempo juntos.
Cuando Holden conoce a Alyssa, Banky se siente
celoso; no obstante, cuando sabe que ella es lesbiana, se tranquiliza y le es
fácil conversar con la nueva amiga. Incluso, ambos protagonizan una de las
escenas más importantes de la película cuando conversaban sobre lo difícil que
es comprender lo que quieren las personas cuando tienen una relación, no solo
emocional sino sexual. Es una escena “fuerte” para quien está acostumbrado a
frases melosas; no obstante, Kevin Smith nos sorprende porque consigue retratar
dificultades reales que las películas generalmente las esconden, ya que buscan,
casi todas, el final feliz. Esta escena hay que verla un par de veces para
entender la profundidad de las revelaciones que hacen Alyssa y Banky sobre
ellos mismos y las parejas en general.
Pero esta simpatía desaparece enseguida cuando
Banky percibe que la amistad entre Alyssa y Holden va por nuevos rumbos.
Enseguida, él hace todo lo posible para mostrarle a su amigo lo absurdo de
mantener esa relación con la “lesbiana”. Banky es agresivo, grosero y hace hincapié
en descubrir los “secretos” del pasado de Alyssa con los cuales intenta separar
a la pareja. “Secretos”, como hemos dicho, que para Alyssa no tienen ningún
sentido porque ella está en el presente.
Lo que se percibe desde el principio es la
inseguridad de Banky. Parece que él no sabe andar con sus propias piernas; por
otro lado, se insinúa que sus sentimientos por Holden tienen otro matiz, uno
que él aún no se ha dado cuenta. Esta inseguridad de Banky está muy bien
representada en la primera escena de la película cuando él discute y pierde el
control con un fan de su revista que le acusa de ser “solo” el que pinta los
dibujos de Holden.
De esta manera llegamos finalmente a Holden.
Gracias a la interferencia de Banky, descubre
un “secreto” de Alyssa: que ella ya había tenido una relación sexual con un
hombre en su época de estudiante colegial, y que su apodo era de “sándwich”. Al
“descubrir” este hecho del pasado, él empieza a mostrar su verdadera
personalidad: es un hombre inseguro de sí mismo y, por tanto, se desmorona.
Alyssa besa a una ex-novia. Banky y Holden se sorprenden |
Pierde la confianza en él y en la buena
relación que mantiene con Alyssa porque insiste en aferrarse a un hecho pasado
que no le influye en nada ni a él ni a su relación con Alyssa. La verdad es que
no confía en él mismo y se inventa un drama donde lo único que hay son los
celos obsesivos de Banky; no obstante, Holden insiste en revivir una historia
que sucedió hace mucho más de diez años, a pesar de que ésta puede destruir la
excelente relación que ha tenido hasta ese momento con Alyssa.
Y este es el tema central de la película: la inseguridad masculina.
Holden tiene todo para ser feliz con su nueva
pareja, pero decide actuar de manera inmadura en una especie de competición que
no existe. Desea revivir hechos del pasado que tuvieron su importancia cuando
sucedieron, en la vida de Alyssa y, al hacerlo, destruye lo que era lindo.
¿Por qué Persiguiendo a Amy (Chasing Amy)?
Holden no acepta las explicaciones de Alyssa y
la pierde. A pesar de que ella le da la oportunidad de seguir juntos, él
insiste en aferrarse a un pasado que no le pertenece. Y, cuando finalmente se
da cuenta, ya es tarde porque la vida continúa y Alyssa, como mujer madura que
es, sigue adelante.
Y lo único que le queda a Holden es “perseguir
a Amy”.
Un día, antes de llegar al desenlace de la
historia, Holden le cuenta a Jay y al
Silencioso Bob lo que le sucede, y
este último, que nunca dice nada, le cuenta su propia experiencia, algo similar
a lo que le sucede a Holden. El Silencioso
Bob le cuenta los detalles de cómo le perdió a Amy por haber hecho algo
parecido a lo que está haciendo su amigo. Le explica que él amaba a Amy y que
ella también lo amaba, pero al aferrarse a un pasado absurdo, la perdió
definitivamente y lo único que le quedó fue “perseguirla”, es decir, buscarla
sin la posibilidad de volver a encontrarla.
Y el Silencioso
Bob le advierte a Holden del 'peligro' en el que se mete, pues Holden tiene miedo de sí mismo y
de tener una relación seria.
Chasing Amy no ofrece una solución al problema de Holden y
no se mete con moralismos falsos y soluciones superficiales. Cada personaje
deberá asumir sus propias responsabilidades como fruto de las decisiones que
toma. De nada vale lamentarse después de lo que se ha hecho, pues los días
avanzan, el pasado se queda y vivimos el presente.
La película es dinámica, intensa y además de la
pasión que tiene Alyssa, hay que destacar el papel que cumple Hooper X, un
joven negro homosexual que en sus diálogos coloca una serie de cuestiones que
no se pueden dejar de lado.
Hooper X, Holden, Banky - Chasing Amy |
Chasing Amy es una película que hay que verla por lo menos
un par de veces y no hay que preocuparse por los detalles de curiosidades que
se comentan tanto en Internet sobre el bajo presupuesto con que fue hecha y
algún que otro error técnico que aparece por ahí; tampoco hay que permanecer
rememorando la relación de sus personajes con otros del mismo director. Hay que
preocuparse en sacarle el “jugo” a esta obra que retrata de manera
significativa el “miedo de los hombres” al tener una relación seria, madura con
una mujer que tiene mucho más experiencia que él.
No es por nada que esta película obtuvo varios
premios y nominaciones, como el Golden
Globe (98) o el British Independent
Film (1998), en el que ganó el premio de mejor película independiente
extranjera.
Texto original de
Patricio Miguel Trujillo Ortega.
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