O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


29 de agosto de 2012

Hoax for the Holidays


Hoax for the Holidays, Drama, 94 minutos, 2010, Canadá.

Con: Callum Keith Renne, Martha MacIsaac, Ricky Mabe.

Dirección: George Mihalka.

Hoax for the Holidays es una película canadiense que, en parte, puede ser resumida en la frase final de un personaje secundario que dice: “cada uno ve lo que quiere ver”.
  
Pero el problema es que cuando todos ven la misma cosa de forma diferente, por intereses egoístas, se los manipula para que vean como uno quiere que los otros vean las cosas.

Hoax for the Holidays es una producción profunda realizada de una forma sencilla, pero muy bien hecha, con una bella fotografía; la película no tiene miedo de tocar la herida en un tema delicado: la manipulación religiosa con fines estrictamente económicos. No obstante, no es solo eso: es también la historia de una joven y el terrible dilema de encontrarse consigo misma.

En pocas palabras, de una forma muy superficial, la película se resume contando que Casey McMullen es una joven que se declara atea y que en un acto de rabia lanza un café contra la pared de la cafetería en la que trabaja y, en lugar de borrar la mancha, la altera y permite que la gente de la ciudad, manipulada por la codicia de Bob, el dueño de la cafetería, crea que es un “milagro” espiritual, pues dicen que la mancha parece el rostro de Jesucristo. Por tanto, en poquísimos días, la vida de la ciudad se altera y Casey vive uno de los tantos conflictos que le afectan en su vida: contar la verdad o también beneficiarse para resolver otros tantos problemas que tiene.
Casey, en la carretera, queriendo huir
Casey
A pesar de este resumen tan escueto, la historia no es tan sencilla, pues los personajes principales son profundos en su caracterización, coherentes con su discurso; cautivantes unos y despreciables otros.

Además hay que mencionar que la película no tiene una “moraleja” a pesar de ser una narración subjetiva, hecha en primera persona por la protagonista, quien desde el principio le condiciona al espectador al decirle que lo que va a contar “es verdad”. Por otro lado, el estilo narrativo de la película es prácticamente lineal: empieza con el último día de la historia, regresa al pasado y cuenta en secuencia los acontecimientos que nos llevan al inicio de la película, por tanto, a su desenlace.

Hoax for the Holidays transcurre en un pueblo pequeño que se llama Nately. Como dice uno de sus personajes, es un “un pueblo humilde donde el tren sigue pasando, pero ya no se detiene”. Es el mes de diciembre y las fiestas navideñas se acercan.

Casey McMullen es una joven que trabaja en el café Krowne Donuts. Ella es una muchacha alegre y malhumorada al mismo tiempo; irónica y sarcástica; dinámica, de palabra ágil y directa en su forma de hablar y de actuar. Quien conversa con ella, sabe lo que ella piensa; además, aparentemente, no le teme a nada.
"Otro día de trabajo por un salario mínimo"
Krowne Donuts y Nately
Sin embargo, como ya mencionamos anteriormente, Casey vive varios conflictos intensos. Su hermana mayor, Meg, con quien tenía una fuerte conexión, está en el hospital desde hace más de un año en estado de coma. Ella no la visita nunca, pero entiende lo que le sucede a su hermana y aunque no lo dice a nadie, la recuerda constantemente; es así que siempre que Casey está en su casa, ella mira el video que grabó justo el día del accidente fatal. Ella siente la pérdida de su hermana que, de alguna forma, era su inspiración; al mismo tiempo, comprende lo que sucede y sufre con la ausencia de su padre que está aferrado a Meg.
Kasey le recuerda permanentemente a su hermana aunque no la visita en el hospital
Por esto, Casey se ha visto en la necesidad de asumir los problemas económicos de la familia, pues su padre –se menciona que la madre murió cuando ella y su hermana eran niñas- pasa la mayor parte del tiempo en el hospital, cuidando a Meg porque sabe que los enfermeros no la atienden como deberían hacerlo; además, conversa con ella y siempre deja un grabador encendido con la esperanza de que suceda algo positivo cuando él no está. Si sucede algo, él quiere oírlo. Por este motivo, la casa está mal conservada y las deudas son tantas que es posible que pierdan todo en un embargo. Debido a que su padre no se preocupa para nada con las situaciones cotidianas de la casa, es Casey quien tiene que resolver todo.

Casey no es feliz en su trabajo. En un momento dado, ella dice “otro día de trabajo por un salario mínimo”; sin embargo, nunca falta y cumple, aunque no le agrada, las órdenes de su jefe. A pesar de eso, intenta ser alegre, pero pierde la paciencia con facilidad, se irrita y usa y abusa de la ironía. Al mismo tiempo, ella debe cuidar el negocio de su padre, que es la venta de árboles de navidad en un lote que está frente a la cafetería.

Podemos mencionar dos escenas claves para entender quién es Casey y los conflictos en los que se mete.

La primera escena es cuando está entrenando, con un muchacho de su misma escuela a quien solo lo llama de Hockey, en la caja que atiende a los clientes que llegan en auto. Con humor y bastante ironía, debido a que ella insiste en declararse atea, le enseña a desearles feliz navidad a todos los clientes, sea cual sea la creencia religiosa de ellos.
Casey lanza el café contra la pared
La segunda escena es clave ya que la película gira en torno de ésta: Casey está en el patio del café y ve a su padre en el lote de los árboles. Ella se acerca con buen humor a comprar un café haciendo ruidos con la boca como si ella fuera un carro y se acerca a la caja de los clientes que llegan en auto a la cafetería. Sin embargo, Bob, el dueño del local no acepta el chiste y, como es intransigente, le llama la atención porque solo se puede vender café en ese lugar si se está en carro. Casey se disgusta y justo ese momento pasa un niño que le lanza una bola de nieve. Ella, entonces, se irrita más aún y con rabia lanza el café contra la pared de la cafetería. Como nadie la ve, se aproxima y, al ver la mancha que ha hecho, tiene una idea, altera la imagen e ingresa al café a mostrarle a Bob lo que acaba de “descubrir”.

Bob es el dueño del café Krowne Donuts. Es un hombre de unos sesenta años que dirige su negocio con autoritarismo. Tiene una sonrisa falsa y sus empleados lo temen. No acepta sugerencias ni críticas de nadie y manipula a las personas a su antojo. Es religioso, fundamentalista, e impone su voluntad a todos, inclusive al sacerdote responsable de la parroquia a la que él frecuenta. Bob es la persona con más poder en Nately.
El padre Donald percibe que el milagro es una farsa
Hay varias escenas que muestran el poder y el autoritarismo de Bob en la ciudad, y aunque aparecen en diferentes momentos de la película, las podemos mencionar una atrás de otra para entender el conflicto central de Hoax for the Holidays.

La primea escena sucede en la iglesia. Hay nuevo sacerdote, Donald, que durante el sermón hace un chiste sobre la necesidad de “reciclar” la religión. A Bob y a los demás feligreses no les agrada las palabras del cura y, sin ninguna intimidación, Bob, desde el lugar donde está sentado, se da la vuelta y le hace señas al organista de la iglesia para que empiece a tocar el instrumento; de esta manera, le manda a callar al padre y lo censura. Más adelante, le recomendará al padre, inclusive, de que debe cortarse el cabello.

Sin embargo, el mejor empelo del autoritarismo de Bob es cuando le dice a Casey que ella es una buena chica, pero que “Job era un buen hombre y aprendió que no debía cuestionar la autoridad”. Claramente vemos en el personaje la representación de aquellos que creen tener el poder “divino”: decir lo que la gente debe hacer, pensar o sentir. Un fundamentalismo religioso que puede llegar a las últimas consecuencias y que empieza, aunque no lo parezca, con las actitudes más sencillas, como por ejemplo, mandarle a Casey a barrer el patio como castigo porque lo contradice, más aún porque él sabe que ella depende de las propinas que gana dentro del café, al atender a los clientes; esas propinas son fundamentales porque con ellas Casey puede pagar las cuentas atrasadas que se han acumulado en su casa gracias a la negligencia de su padre. Al estar en el patio, ella no gana ninguna propina.

El milagro de Casey versus el milagro de Bob.-

Casey es la única que, de alguna forma, se atreve a enfrentarse a Bob y, aunque él no lo menciona nunca, lo sabe; por eso, es a ella quien más trata de manipularla; cuanto más lo intenta, ella más se lo resiste, manteniéndose firme en sus convicciones.

Cuando Casey le muestra a Bob la mancha en su restaurante, este “decreta” inmediatamente el “milagro” religioso que el pueblo necesita: la mancha representa la imagen de Jesucristo y convence a todos que eso es una “manifestación divina” para "realzar la fe”.

Sin embargo, lo que más resalta con el milagro es el éxito económico del café de Bob, por lo que en algún momento el padre Donald dice: “Tampoco creo en el manto de Turín que es del siglo XIV y que aún genera muchas ganancias. A Bob también le mejoró el negocio”. LaCasey afirma después: “antes éramos un pueblo fantasma. Ahora nos convertimos en un circo cristiano”.
La gente se amontona y cree ciegamente en el "milagro": "el circo cristiano"
Bob, al contrario de Casey y Donald, piensa que con la imagen “ha recibido un capital espiritual”.Y todo lo que sucede en el café a partir de ese momento, representa ese “capital espiritual”.

Las personas de la ciudad van al café; luego llega gente de otros lugares. En poquísimos días, hay una multitud que va a ver la imagen de la pared. La gente se arrodilla, reza; se quedan extasiados con el fenómeno y anuncian “milagros”. Las “curas” aparecen por todo lado. Y como no se hace esperar, los negocios en torno al “milagro” se multiplican para el principal beneficiario: Bob, quien hace de todo para ganar mucho más de lo que está ganando; gracias a su autoritarismo y a su manera de ser, hace que todos trabajen para él. Inclusive cuando el padre Donald no acepta sus ideas, consigue que lo despidan del trabajo y que la misa del 25 de diciembre se realice en su café, frente a la imagen de la pared con la presencia del obispo.

Bob representa al “capitalismo salvaje” que no importan los principios, la ética, los valores ni el respeto a las personas, pues solo piensa en ganar mucho dinero. Hay una escena clara en este sentido:

Un día, mucho antes de la hora de cerrar, el Café se queda sin provisiones. Se ha vendido todo. No sobra nada. Bob está felicísimo por tanto dinero que está ganando. Entonces él les pide a los clientes que se vayan y que regresen al día siguiente. Cuando en el local solo sobran él y sus empleados, uno de estos le pregunta que si los clientes aún pueden usar los baños. Bob, sin ningún escrúpulo, lanza su sentencia: “Si no compran, no pueden usar los baños”.

Su ambición es tanta que, cuando se siente criticado por Casey, tiene la necesidad de castigarla haciéndola que trabaje en la parte externa del café, muchas veces haciéndola barrer el patio. Lo peor de todo, es que él sabe que ella necesita el dinero de las propinas para pagar las deudas que tienen en su casa y, con el castigo, ella deja de ganarlas. Bob no acepta que se lo contradiga y cree en la santa punición.
Casey está feliz y entusiasmada con las propinas que gana
Mientras tanto, Casey cumple un papel ambiguo en la historia.

Por un lado, ella no acepta lo que todos llaman el “milagro”, no solo porque sabe que no se trata de un milagro, sino porque no cree en ellos y le incomoda el fanatismo de la gente; por tanto no se detiene en sus ideas ateas a pesar de que la gente le grita en la cara “pagana”, “bruja”; ella resiste con todas sus fuerzas a las ambiciones desesperadas de Bob de “convertirla” ya que él está convencido de que ella fue la primera en ver el milagro.

Casey juega con el papel de que la gente debe creer lo que quiera creer y lo que al principio fue un acto de rabia contra Bob se transforma en una necesidad de ganar dinero, pues las propinas aumentan cada día y, gracias a ellas, su situación económica mejora en algo. No obstante, ella sufre la presión del padre Donald y de su amigo Hockey para que detenga el absurdo que ella inventó; pero no lo hace, tanto porque aún quiere sacar provecho de la situación, como también porque es una forma de burlarse de la "ingenuidad" de los creyentes.

Aunque no llega al nivel descarado, autoritario y totalmente egoísta y sin escrúpulos de Bob, Casey se comporta de la misma forma que él; pero ella no tiene el poder y es vulnerable. Esa vulnerabilidad no es porque ella piense que no es “igual a los demás”, sino por el conflicto que vive con su familia: su padre, de repente, cree en el “milagro” y piensa que es la última oportunidad que tiene para salvar la vida a su hija Meg.

Solo que no hay ningún milagro. Cuando Casey ve que todo lo que ha construido está a punto de derrumbarse, debe tomar una decisión: o irse del pueblo y dejar a la gente con sus falsas creencias o acabar con toda esa farsa.
El padre de Casey ve a su hija que se aproxima al hospital a visitar a Meg
Hoax for the Holidays es crítica, dura y directa en el tema del fundamentalismo religioso económico. No hay un discurso filosófico, teológico ni social; sin embargo, al profundizar el lado humano de Casey, de su hermana y de su padre, consigue colocar el otro peso en la balanza. Porque Casey, a pesar del engaño, es honesta consigo misma, con su familia y con sus amigos; solo que está desesperada porque su familia se desintegra emocional y físicamente; su padre no comprende que Meg no tiene chances de sobrevivir y que si fuera Meg, ella optaría por morir en lugar de quedarse en la situación en que se encuentra.
El momento más duro: finalmente el papá consigue despedirse de Meg
Además, la relación que Casey establece con Hockey, a pesar de que dura poco tiempo, es profunda porque el muchacho reconoce que nadie le trata a él como ella lo hace, con respeto; puesto que él es simplemente un jugador de hockey, nadie quiere saber lo que él piensa. Sin embargo, Casey tiene la sensibilidad de percibir que su amigo es mucho más que un jugador de hockey: es una persona. Eso mismo hace que él se aleje de su amiga porque no puede aceptar que ella insista en el engaño de la imagen, y más aún porque él se sabe incapaz de detenerla.

A pesar de que la película es dinámica y que cada una de las escenas cumple con su papel, pues no hay situaciones superficiales o de relleno, vale la pena destacar dos momentos en los que Hoax for the Holidays es terriblemente cruel en su crítica. Pero una crueldad comprensible en la historia.

La primera es cuando Bob le chantajea a Casey para que ella haga un discurso con las palabras que él ha escrito y que acepte frente al pueblo el milagro. Eso es importante para él, pues demostraría la capacidad de “convertir” a la “oveja perdida” del pueblo. Pero Casey rechaza la propuesta sin ningún tipo de miedo porque le dice que él le está pidiendo que venda el alma al diablo. Ese instante aparece la imagen de un diablo en un juego de feria de pueblo que es derribado por una pelota e, inmediatamente, el cura Donald toca el órgano en la fiesta.
Casey no cae en la tentación de Bob: sus principios son más fuertes
La otra es cuando Casey revela la verdad y el obispo y Bob permiten que la multitud, decepcionada al saber que fueron engañados, le linchen a Casey. Ellos no levantan un dedo para defenderla. Una actitud medieval y típicamente inquisidora en pleno siglo veintiuno.

Sin embargo la película no tiene un final trágico, pero para saberlo hay  Y para eso hay que verla.

Para finalizar, hay que destacar los elementos visuales de Hoax for the Holidays que son bellísimos.
Imágenes generales y el frío a través de los colores
Primero, prevale el ambiente frío de la ciudad en todas las imágenes. La película es viva en colores; no obstante, hay un matiz azulado a lo largo de la producción que consigue transmitir el frío que rodea y el ambiente aislado del pueblo. De estas imágenes generales, vale destacar las que muestran la casa de Casey, oscura algunas veces e iluminada otras veces.
Casey se dirige a contar la verdad
Segundo, hay muchas imágenes con la cámara parada y distante, con tomadas generales de diversos ambientes, que ayudan a fortalecer el espíritu del pueblo donde el tren ya no se detiene.

Una imagen con un gran efecto es cuando Casey camina hacia la muchedumbre para contarles la verdad. La cámara la enfoca desde arriba, desde la cabeza; los pasos de la muchacha adquieren la fuerza que ella necesita para acabar con la farsa.

No podemos terminar sin mencionar que el espectador solo verá la imagen hecha por Casey al final de la película. El recurso de no mostrar lo que los personajes ven es eficaz porque consigue, dentro de la historia subjetiva, de que de alguma forma el público se mantenga objetivo. Tanto es así que al final, cuando uno de los empleados tiene que limpiar la mancha, éste afirma que se parece a Willie Nelson (cantante estadounidense de música country)
Hoax for the Holidays
Queremos finalizar nuestro comentario con las palabras de Casey: “crean lo que quieran creer... están tan seguros de tener todas las respuestas... No soy la chica que lo vio primero; solo soy la chica que lo hizo porque los milagros no existen”.

Hoax for the Holidays es una película que hay que verla, no solo por su excelente historia sino por la calidad de su realización con un personaje tan bello y profundo como Casey.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier medio sin la autorización escrita del autor.

7 de agosto de 2012

Miss Minoes


Miss Minoes, Aventura - Fantasía, 86 minutos, 2001, Holanda.

Con: Carice van Houten, Theo Maasen, Sarah Bannier.

Dirección: Vincent Bal.

Miss Minoes es una hermosa película de fantasía que, además de contar una historia divertida y bien elaborada, muestra que sí es posible hacer buenos filmes no solo para el público infantil, sino para toda la familia.

Porque eso es Miss Minoes: una película para la familia que no tiene miedo de usar lo que siempre le ha cautivado al ser humano: la fantasía. Y lo utiliza de tal forma que el mundo ingenuo del niño se ve preservado sin saltar sus etapas de desarrollo, tal como lo hacen tantas películas “infantiles” que abusan y “reabusan” de lo grotesco y de lo vulgar.

Miss Minoes es una producción holandesa-alemana que cuenta la historia de una gata que una noche, después de un accidente, se transforma en una joven mujer y, sin perder su esencia gatuna, se ve obligada a convivir con los seres humanos intentando equilibrar su parte “humana” con su ser “gato”.

Para entender mejor esta bella película, vamos a hablar primero de los dos personajes principales, destacando algunas escenas claves.
Miss Minoes es una gata que después de oler un tanque contaminado, probablemente radioactivo, se transforma en una mujer y, como tal, es elegante, tímida, dulce, amable,  y muy ágil; pero, le tiene miedo a la altura y a los perros. Y le encanta comer sardinas; además, no le gusta salir a la calle por el temor “natural” hacia los perros.

Ella no entiende por qué se transformó en persona y se siente mal porque su hermana le rechazó al verla como humana y desea, ante todo, volver a ser gata. Sin embargo, a lo largo de la película le surge una duda: ¿volver a ser lo que era o quedarse como humana?

Miss Minoes tiene que pasar por una doble experiencia difícil: encontrar una casa “humana” donde vivir y convencer a los gatos de que ella continúa siendo una gata.
Miss Minoes caminando por los tejados
Hay tres escenas especiales muy bellas de Miss Minoes como mujer y, al mismo tiempo, como gata:

La primera es cuando la conocemos como persona y percibimos que está asustada y perdida. Ella está en una rama alta de un árbol con miedo de un perro que está al pie del árbol, ladrándola. Ella viste toda de color verde y está encogida. Su rostro muestra el terror que le causa el animal. La tomada de la cámara es general y el árbol aparece en medio de la escena. Ese momento pasa un muchacho (Tibbe –de quien hablaremos más adelante) y le pide que se baje; pero ella le dice que no se atreve a hacerlo por el temor a la altura. En esta frase se ve el estereotipo de las historias sobre gatos: cuando huyen se suben a los árboles y luego necesitan ayuda para bajarse. Luego que el perro se va, a pesar del miedo que tiene, salta con una agilidad sorprende, más aún porque usa zapatos de taco alto.
Miss Minoes subida al árbol: miedo a los perros y a la altura

La segunda escena es cuando ella camina sobre los tejados de las casas. Gracias a que la cámara está fija y estática, se perciben sus movimientos ágiles, como un verdadero gato. Esta escena hay que unirla con otra que sucede diez minutos después cuando ella está en el tejado y se debe enfrentar con un grupo de gatos que, al verla, se alarman porque les parece absurdo que los humanos empiecen a apoderarse de los techos. Entonces, ella se ve obligada a demostrarles a los animales que ella es una gata y no una persona, para lo cual debe cantar la canción “miau miau” que solo los gatos pueden hacerlo. Esta escena del canto es fabulosa y divertidísima.

Hay una tercera escena que nos sorprende de una forma especial. A pesar de que Miss Minoes ya ha conseguido un lugar donde vivir, aunque es temporalmente, ella duerme en una caja de cartón, en la cocina. La cámara la enfoca al nivel del suelo y la vemos durmiendo plácidamente. Y al lado de la caja, hay una taza de leche. Ella es un “gato” y cuando la despiertan bruscamente, se defiende con las uñas.
Tibbe es un joven periodista extremamente tímido e inseguro que corre el riesgo de perder su trabajo en el periódico de la ciudad porque, debido a su timidez, no consigue ninguna noticia interesante para publicar.

Él vive en un departamento pequeño y pasa la mayor parte del tiempo intentando encontrar “la noticia” con la que pueda ser respetado como periodista; además, su mejor amiga es una niña, Bibe, la hija de los dueños del departamento donde él vive.

Miss Minoes y los gantos cantando "miau miau"
Tibbe conoce a Miss Minoes cuando ella está en el árbol y la ayuda a bajar; sin embargo, por su timidez no consigue saber nada de la muchacha; no obstante, después se sorprenderá al encontrarla en la cocina de su departamento, a donde ella se ha metida por la ventana, comiendo las sobras de una sardina que estaban en el basurero.

Miss Minoes le dice a Tibbe que necesita un lugar para poder pasar la noche y le cuenta quién es ella; él no le cree y desea que se vaya; no obstante, como Miss Minoes está tan asustada y le ofrece ayudarlo contándole noticias interesantes para que él no pierda su trabajo, ella se queda con él. Es que la gata de la jefe de Tibbe le contó a otro gato lo que oyó en la oficina y, de esta forma, las noticias vuelan de gato a gato hasta llegar a Miss Minoes.

Con dificultad, Tibbe acepta la propuesta de la chica y, a partir de ese momento, se da una fuerte relación de amistad entre ambos, aunque condicionada a las “noticias” que Miss Minoes le puede conseguir. Y ella le narra tantas historias sorprendentes que en pocos días él se convierte en la persona más famosa del periódico y todos empiezan a respetarlo. Es lógico que él no revela la fuente de sus noticias: Miss Minoes que camina todas las noches por los tejados de las casas conversando con los gatos.

Vale la pena destacar que al principio las noticias que le parecen interesantes a Miss Minoes no significan nada para Tibbe y, las que él considera importante, para ella no valen nada. Un ejemplo de eso es la primera noticia que ella le cuenta: una gata va a tener unos cachorritos. Como Tibbe no reacciona frente a esa noticia como ella hubiera querida, le cuenta algo que para ella no tiene valor: la gata Sra. Pastor (los gatos tienen el nombre de sus dueños) encontró una olla de monedas de oro en el cementerio.

Miss Minoes
Es interesante resaltar esa diferencia de “valores” entre gato y humano. No se establecen juicios moralistas ni de valores. Simplemente, cada uno de los seres se deja llevar, vamos a decirlo, por “sus instintos”. Y ese es uno de los logros de la película: los gatos continúan siendo gatos y no asumen en ningún momento ninguna característica ni habilidad humana. Ellos se limitan a hacer las cosas que hacen los gatos y solo se comunican entre ellos; inclusive, Miss Minoes no consigue hacer muchas cosas que le pide Tibbe porque ella es una gata y no sabe qué hacer; además, su comportamiento en cualquier lugar es como el de un gato que está, accidentalmente, en el cuerpo de una mujer y quiere a toda costa volver a ser gato.

(Una escena que nos puede ayudar a entender lo que decimos es cuando Miss Minoes sale a la calle por insistencia de Tibbe, ya que si fuese por ella se quedaría todo el día en el departamento. Al caminar por la calle, ve a una mujer que tira unas sobra de comida en un basurero y ella, Miss Minoes, elegantemente saca esa comida del basurero para comerla; también podemos mencionar otra escena en la que se la ve con un ratón en la boca).
Sin embargo, con el avance de la película, el comportamiento de ella cambiará gradualmente e irá asumiendo algunas características humanas, que la asustan y que le hacen, al final, cuestionarse: ¿qué es lo que ella quiere ser? ¿Gato o mujer?

Pero, volviendo al asunto de las noticias, hay que destacar que Tibbe es algo aprovechador, pues él acepta la presencia de Miss Minoes por los beneficios que él obtiene de ella; si ella no consiguiera las informaciones que a le interesan, tendría que irse del departamento. Además, él siempre intenta chantajearla ofreciéndole “sardinas”. A pesar de eso, no hay que juzgar a Tibbe de forma drástica ya que, de alguna manera, él también es ingenuo e inseguro y la presencia de la “mujer-gato” le ayudará a madurar como hombre y como profesional; incluso, será capaz de correr el riesgo de perder su trabajo, de no tener dónde vivir y de que nadie lo respete en la ciudad porque decide enfrentarse a toda una ciudad que no cree en sus palabras.

Ellemeet es el villano de la película. Es el dueño de una fábrica de perfumes y es el presidente de la Asociación de los Amantes de las Mascotas. Es una persona respetada y admirada por toda la ciudad porque consideran que a él le deben todo, sin embargo tiene un terrible secreto y Miss Minoes y Tibbe harán de todo para desenmascararlo.
Miss Minoes comiendo las sobras de una sardina

Miss Minoes es una película dinámica que mezcla aventura, humor y romance de una forma ingenua. Tal como son sus personajes.

Y de todos los personajes, además de la belleza singular que es Miss Minoes, hay que destacar la participación de los gatos. Son escenas graciosas y de buen gusto que significaron muchas horas de trabajo. Las conversaciones de los animales en los tejados son originales; además, como ya lo hemos mencionado, ellos nunca asumen actitudes humanas, lo que hace que el mundo imaginario de la película sea más creíble. (Siempre me han parecido ridículas esas películas en las que los protagonistas: perros, gatos, monos, loros, etc. asumen comportamientos humanos y, muchas veces, con más inteligencia que los hombres).

En Miss Minoes, los gatos son gatos y si llegan a participar activamente en el plan para detener los proyectos malvados de Ellemeet, es gracias a que cuentan con la ayuda de la gata que se transformó en mujer. Incluso, ella sola no hubiera podido hacer nada si no hubiera contado con la ayuda de Tibbe y de Bibi.
Miss Minoes y los gatos contra Ellemeet
La escena que ilustra a la perfección esta situación es cuando Ellemeet tira a la basura los cachorros de una gata que acabaron de nacer. Cuando la mamá-gata los encuentra, no los puede salvar pues no tiene la habilidad necesaria para hacerlo; entonces, ella busca a Miss Minoes quien finalmente podrá rescatar a los gatitos.

A pesar de este mundo de fantasía e ingenuidad de la película, hay que destacar un momento profundo y un gran desafío que se lanza al público a través de los personajes:

Miss Minoes le acusa a Tibbe de cobarde porque él desiste de la verdad y prefiere dejarse arrastrar por el conformismo cuando el problema de Ellemeet se le escapa de las manos. Gracias a ese desafío, él será capaz de volverse a levantar y de no desistir, porque cuando se tiene la razón y se lucha por una buena causa, es así que hay que hacerlo. Este mensaje se lo transmite de una forma sencilla, sin ningún tipo de moralismo.

Para finalizar, queremos resaltar los colores vivos de la película que le dan una alegría intensa, incluso en los momentos más tensos que se presentan. La película transcurre de forma dinámica: la transición de una escena a otra es ágil y no hay elementos sueltos.

Miss Minoes es una película a la que se la puede analizar desde varios aspectos y vale la pena que se lo haga, pues es una excelente producción que participó en varios festivales de cine y ganó algunos: Children’s Jury Pirze. Chicago Intl Children’s Film Festival; Best Film The Intl. Film Festival for Children in Montreal; Children’s Jury Prize Cairo Intl. Film Festival for Children.

Y no queremos terminar sin dejar de admirar la actuación impecable de Carice van Houten en su papel de Miss Minoes.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Está prohibida la reproducción total o parcial en cualquier medio sin la autorización escrita del autor.