Con Shabana Azmi y Nandita Das.
Película de Deepa Mehta.
A pesar de todo, un “pero” a las
diferencias culturales.-
Hablar de una película que retrata
un mundo cultural muy diferente al del espectador no es una tarea fácil porque,
queriendo o no, surgen los prejuicios con aquello que no se conoce y sería
ingenuo creer que, porque se vive en mundo globalizado y conectado a través de
internet, se lo comprenderá plenamente.
Esto le sucede al espectador cuando
ve por primera vez la película hindú-canadiense de 1996 Fire (Fuego) que, después
de su estreno en la India, provocó una serie de protestas de grupos extremistas
que no aceptaban ver en la pantalla grande una historia que les incomodaba: dos
mujeres que se liberan del yugo machista de sus esposos, rompen las tradiciones
milenarias y entran en una relación de amor lésbico.
Fire es una película de amor, de
autodescubrimiento, de consolidación, pero fundamentalmente es de denuncia, sin
caer en lo panfletario y en los estereotipos, contra los abusos de la sociedad
hindú conservadora, machista, en la que la mujer está sometida a los caprichos,
tanto físicos como psicológicos, del hombre o, mejor dicho, del esposo. Esta
denuncia no es apelativa, al contrario, es sutil al poner a los personajes
femeninos en un ambiente cerrado en el que pueden “gritar” en silencio la
opresión que sufren, la soledad a la que se ven sometidas todos los días, para
darles después el poder de decisión y la fuerza necesaria para enfrentarse a
los tabúes que dominan a la sociedad hindú.
Fire: Radha y Sita |
Por todo lo dicho hasta ahora, el
espectador debe tener mucho cuidado al verla para no dejarse llevar solo por la
“historia en sí”: hay que tomar en cuenta los elementos culturales de la
sociedad en la que la narración transcurre.
Cabe mencionar también que Fire
(Fuego) es una de las películas más importantes de su época (1996) en
las que surge un romance lésbico, no solo por su historia, sino porque muestra el
sufrimiento y la dificultad que tenía una mujer para asumir su homosexualidad
en la India, un país que se basa en las tradiciones milenarias. Y una vez más
hacemos un alerta para el espectador contemporáneo de 2017 en adelante, que se
ha acostumbrado a ver películas con historias semejantes, a que comprenda la
importancia de este filme en una época en la que el tema aún era tratado con
reservas y prejuicios, incluso en la sociedad occidental, evitando así, por
tanto, el compararlo con producciones más recientes.
La historia y sus personajes. -
La historia de Fire (Fuego) transcurre
en Nueva Delhi y trata del amor que surge entre dos mujeres insatisfechas con
sus matrimonios, que no tienen ninguna perspectiva de que sus vidas puedan
mejorar algún día.
Rahda (Shabana
Azmi) está casada hace más de una década con Ashok, hermano de Jatin.
Ambos son los propietarios de un restaurante en el que ella cocina; además,
ella cumple otras funciones en el hogar: cuida la casa y a su suegra, una
anciana semi-inválida.
Fire: Sita y Jatin llegan a la casa de Ashok y Rahda |
Jatin, por insistencia
y presión de su hermano, se casa con Sita (Nandita Das) y va a vivir con su esposa en la casa de Ashok.
Rahda y Sita son infelices en sus
vidas conyugales, pero cada una reacciona de manera diferente a los problemas
que tienen.
Ashok en una reunión con su guía espiritual |
Debido a que Rahda es estéril, Ashok
decidió convertirse en asceta y no tiene más relaciones sexuales con su esposa,
pues cree que el sexo está destinado únicamente a la procreación, lo que hace
que él la “utilice” como “su” prueba personal para controlar su instinto
sexual, sin importarle para nada las necesidades y los problemas que pueda
tener su esposa. Lo único que a él le importa es que ella cuide bien a su madre
y el restaurante para poder dedicarse con ahínco a sus creencias espirituales,
razón por la que sale de casa durante las noches para estar junto a su líder
religioso, escuchando las orientaciones de éste.
Fire: Sita y su sentimiento de soledad y agotamiento emocional |
Radha, a pesar de su infelicidad
matrimonial, ya se ha acostumbrado a ese estilo de vida y prácticamente no se
queja de nada. Ha aceptado su realidad y no se la cuestiona a nadie.
Sita descubre enseguida que su
matrimonio con Jatin es un fracaso porque él no la ama y continúa manteniendo
relaciones amorosas con Julie, su amante china, a quien sí ama y con quien ya
se relacionaba desde antes de casarse. Al principio, Jatin mantiene su relación
extraconyugal con discreción, pero al percibir que su esposa no es una mujer
pasiva y no acepta su comportamiento, no duda en mostrarle a ella que su
matrimonio solo fue una conveniencia impuesta por Ashok. Jatin hace hincapié en
decirle a Sita que no la ama, que ella está ahí para satisfacer los deseos sexuales
de él y cuidar la casa.
Fire: el restuarante |
A pesar de que Radha y Sita son dos
mujeres diferentes, ambas tienen algo en común: la insatisfacción, no solo
sexual, sino espiritual, pues sus matrimonios no las conducen a ningún lugar.
Ambas están “condenadas” a vivir en una casa en la que no pueden hacer nada que
no haya sido determinado por sus esposos. Ellas no tienen vida propia. No
tienen ambiciones ni sueños ni la esperanza de que sus vidas puedan mejorar, ni
con ellas mismas ni con sus maridos. Jatin, que es dueño de un videoclub, solo
se preocupa por su amante china. Ashok prefiere participar en las ceremonias
religiosas que compartir el ambiente familiar con su esposa. A esto hay que
añadir el hecho de que Radha y Sita tienen la obligación de cuidar a Beji, la
matriarca de la familia, una señora anciana, semi-inválida, que vive con ellos
y se comunica tocando una campana.
Al principio de la historia, Sita
hace todo lo posible para aproximarse a su esposo, quien se esfuerza por
esconder sus verdaderos sentimientos, pero después que ella descubre la foto de
su amante, él ya no duda en rechazarla abiertamente. Sita sufre con la
decepción, y poco a poco se acostumbra al hecho de que su esposo la traiciona y
no la ama. Sin embargo, esta brecha en su vida matrimonial solo sirve como un
trampolín para que su amistad con Radha crezca y se fortalezca.
Fire: Sita y Radha |
Un día, Sita le confiesa a Radha que
su sufrimiento no es por Jatin, sino porque ella tiene un nuevo conflicto mucho
más importante en su vida: con el pasar del tiempo, el sentimiento de amistad
que tenía por Radha ha cambiado y en lugar de admirarla como amiga o hermana,
ha empezado a amarla como mujer. Radha se asusta frente a esa información y al
principio no sabe cómo comportarse, no tanto porque se trate de una declaración
de un amor homosexual, sino porque en los últimos quince años de su vida se ha
acostumbrado a ser una mujer no amada, no deseada, y esa declaración de Sita,
tan inesperada, le provoca un doble conflicto: ella está casada con Ashok, pero
al mismo tiempo, tiene sus deseos insatisfechos. Radha se deja seducir por Sita
y ambas inician una relación de amor que les trasmite paz y satisfacción,
principalmente por el hecho de que ambas están solas, en una casa que no les
pertenece de verdad. Ellas aprovechan el silencio del hogar y el hecho de que están
solas la mayor parte del tiempo para conocerse y descubrir el significado de esta
nueva experiencia y pasión.
El lesbianismo y la insatisfacción sexual.
-
A pesar de que surge un amor lésbico
entre Sita y Radha, podemos afirmar que Fire (Fuego) no es una película
exclusivamente sobre el lesbianismo, y sí sobre la insatisfacción sexual de las
mujeres dominadas por una cultura machista que las trata como objetos que
sirven únicamente para la satisfacción, sea cual sea, de los hombres.
Fire: Radha le peina a Sita |
Primero hay que establecer la
diferencia de edad. Sita, la más joven, es una mujer que se rebela contra la
opresión de su marido. Es una mujer que está dispuesta a amar y a ser amada. Ella
no quiere ser un objeto de uso. Representa, de alguna manera, a una generación
que cuestiona el absolutismo de las tradiciones milenarias. No está dispuesta a
bajar la cabeza y a aceptar pasivamente lo que su esposo le manda hacer.
Hay una escena que ejemplifica muy
bien el carácter de Sita. Ella discute con Jatin por la relación extraconyugal
que él tiene y por la vida matrimonial de ambos. A Jatin no le gusta nada la
actitud con la que ella le desafía y le
da una tremenda cachetada en la mejilla. Sita, en lugar de llorar o retroceder
asustada, le da también a Jatin una cachetada. Esa reacción de Sita no le
agrada a Jatin, no tanto por el golpe en la cara, sino porque su esposa lo ha
desafiado. Con el golpe, ella le dice que no está dispuesta a someterse a los
caprichos de él.
Este carácter independiente de Sita,
de revelarse, como mujer, contra la tradición, aparece desde el principio de la
película. Un día, cuando está sola en su habitación, se viste con las ropas de
su esposo y se contempla en el espejo. Ella sonríe feliz al verse travestida y
se mueve libremente en ese espacio suyo, como si tuviera el control de su
entorno. El hecho de sentirse de esta manera, al usar la ropa de su esposo,
muestra la visión que Sita tiene sobre los hombres y las mujeres. Los primeros
tienen la libertad de movimiento, de tomar decisiones y de hacer lo que
quieren; las segundas, están oprimidas, se sienten agotadas, tristes,
solitarias. Ese instante, cuando ella está usando las ropas masculinas, es un
contraste con los otros momentos que ella vive en su nuevo hogar, donde pasa la
mayor parte del tiempo triste, agotada, sin ilusiones.
Fire: Sita se pone las ropas de su esposo |
Fire: Sita y Radha divirtiéndose de una manera ingenua y jovial |
Por otro lado, no se puede afirmar
que Sita sea lesbiana desde el principio. Lo que se percibe es que, al
establecer una amistad profunda y desinteresada con Radha, ella se da cuenta de
que puede amar a una mujer con intensidad y que puede ser feliz de esta manera.
En otras palabras, ella descubre el lesbianismo como una opción que le hace
sentirse bien consigo misma.
Al contrario de ella, Radha, algunos
años mayor que Sita, tiene miedo cuando escucha que la esposa de su cuñado está
enamorada de ella. No es que ella cuestione de alguna forma el amor homosexual.
Lo que le pasa es que ella representa a esa generación que se ha acomodado a
las tradiciones, aunque no esté satisfecha con ellas. A pesar de que no las
entiende perfectamente, no tiene la fuerza necesaria para rechazarlas con
convicción. Esto se retrata en el hecho de aceptar pasivamente una relación con
su marido que solo la frustra cada vez más. Al escuchar las palabras de amor de
Sita, Radha no sabe cómo reaccionar frente a la posibilidad de volver a amar y
ser amada, de ser deseada como mujer. Sin embargo, el contacto físico que tiene
con Sita, por medio de las miradas, las sonrisas picantes, las palabras, los
momentos de silencio, la compañía mutua, le permite descubrir que hay otra
posible forma de amar. Y al final, decide aceptarla y asumirla con firmeza.
Fire: el toque y el deseo |
El contacto físico entre Sita y
Radha es fundamental en la relación que surge entre ambas. La relación se
inicia de manera sutil y ellas aprovechan todas las oportunidades que tienen
para tocarse con las manos. A través del contacto con los dedos, ellas inician
un proceso de satisfacción física. Se dan cuenta que sus deseos pueden ser
satisfechos y aprenden, principalmente, a no reprimirse más. Este contacto
físico permanente entre ambas es un contraste con la frialdad con que les
tratan sus maridos.
En otras palabras, Sita y Radha
encuentran en el lesbianismo su forma de amar y de ser felices. Su manera de
realizarse como personas, como individuos, como mujeres que tienen deseos con
los que se sienten bien.
Segundo, hay que desconfiar de la
idea absurda de que la relación homosexual entre Sita y Radha sea una manera de
escapar de la relación heterosexual frustrada a la que se han visto sometidas
por sus esposos. Creer que ellas se volvieron lesbianas porque no había un
hombre que las satisficiera plenamente, es una manera simplista, pobre,
ignorante y prejuiciosa de entender la realidad de las mujeres oprimidas y de
justificar el lesbianismo con conceptos simplistas.
Fire: Sita y Radha: el descubrimiento del placer del toque |
Sita y Radha descubren el
lesbianismo como algo pleno y deciden aceptarlo y asumirlo. Al hacerlo, ellas
dejan en el pasado la historia que han tenido con Ashok y Jatin y lo que ellos representan.
Ellas deciden darse una oportunidad para volver a vivir en plenitud. Esta
decisión está representada muy bien en la escena en la que Ashok las encuentra
a ambas en la cama. Con una determinación única, algo que es su característica,
Sita coge sus cosas y se va de la casa, quedando con Radha en verse después en
un templo religioso, para a partir de ahí iniciar una nueva vida. Radha, cuando
se queda sola frente a frente con su esposo, no le pide disculpas, como él se
imagina que debería ser: al contrario, por primera vez en su vida matrimonial, ella
no lo teme, se enfrenta a él y toma la decisión más importante de su vida: irse
de la casa para encontrarse con Sita, sabiendo que a partir de ese momento la
vida de ella y su nueva amante no sería más la misma, pero sabiendo, al mismo
tiempo, que a partir de ese instante sus vidas tienen un sentido mucho más
grande.
Fire: Sita y Radha se encuentran en un templo |
La soledad y la tiranía sobre las
mujeres. –
Fire muestra en los primeros diez minutos el abismo
que hay en la relación conyugal entre Sita y Jatin, aunque le engaña al
espectador que al principio parece estar viendo una relación idílica entre un
hombre y una mujer recién casados. La pareja está paseando, en medio de un
grupo de turistas, por el palacio Taj Mahal. El guía turístico les cuenta a los
turistas la historia de amor sobre el palacio, pero Sita, que está participado
del paseo, está sola. Su marido se mantiene distante. Inclusive hay una escena
en la que se le ve apoyado en una pared, cubierto por una sombra que solo
permite ver su impaciencia. Debido que no se siente a gusto en su matrimonio,
no hace nada para estar con Sita, desde el principio de la relación.
Además de la soledad, Fire
muestra la tiranía de los hombres sobre las mujeres no solo a través de los
esposos de Sita y Radha, sino también por medio de Mundu, el criado de la
familia. Este es un personaje desagradable que solo piensa en sí mismo y todo
lo que hace es para su satisfacción personal, ya sea por placer o por venganza.
En algunas ocasiones, Mundu tiene
que cuidar a Beji, la matriarca, una mujer religiosa y conservadora. En esas
oportunidades, al estar sola con la anciana que está postrada, él debe poner en
la televisión las películas religiosas que tanto a ella le gustan, pero en
lugar de hacerlo, él se pone a ver, frente a ella, las películas pornográficas
del video-club de Jatin y se masturba, sin sentirse incómodo con la anciana que
no consigue expresar lo que siente.
Fire: Mundu se masturba frente a la anciana Beji |
¿Qué se puede decir de Mundu y de
esta situación? Él sabe que, mientras no le descubran, puede hacer lo que
quiera.
Escenas especiales. –
Primero vamos a hablar de las
escenas de sexo y de amor. Ambas son discretas. En la primera, la de sexo,
prevalece el plano general y el plano americano, con algunos primeros planos. Estas
escenas en tonos pálidos le deja al espectador distante de lo que sucede en la
cama, permitiendo que prevalezca la intimidad de ambas amantes.
Fire: Sita y Radha |
Fire: la seducción |
Fire: la pasión |
Siguiendo el mismo estilo de las
escenas de sexo, las de amor suceden de manera discreta. Hay dos escenas que
deben ser destacadas. Una sucede en la azotea de la casa. Radha y Sita están
solas y ambas se sientan en el suelo, en medio del silencio del hogar, para
conversar y disfrutar ese momento de intimidad. Ambas mujeres están
descubriéndose y dándose la oportunidad de amarse. La otra sucede en la mitad de la película, en
un paseo en el que participan todos los miembros de la familia. Mientras están
sentados en el césped, conversando, Sita le masajea los pies a Radha y lo único
que les delata son sus miradas que, a pesar de que son discretas, transmiten el
placer, el erotismo que están viviendo ese momento, de una manera silenciosa y
desafiadora, porque lo hacen frente a sus esposos, quienes no tiene la
capacidad de percibir lo que sucede entre ambas. Es una escena de amor, de
sexo, de pasión y de desafío.
Fire: Sita y Radha: la seducción con el toque y la mirada |
Fire: Sita expresa por Radha con la mirada |
En todos estos casos, las escenas
muestran el rompimiento del tabú sobre el amor mutuo de dos mujeres. Algo que
hay destacar en estas escenas es que el romance que viven Sita y Radha, a pesar
de la felicidad que les trae, es sufrido, pues no pueden manifestarlo
libremente porque están conscientes de que, a pesar de que es bueno para ellas,
para la sociedad tradicional en la que viven, es prohibido.
Una segunda escena fundamental, para
entender la verdadera dimensión de la película Fire, como una crítica a
la cultura de la India que trata a las mujeres como objetos de sus esposos,
como seres que no tienen derecho a buscar sus propios deseos, es cuando Radha
conversa con su esposo sobre el camino espiritual. Como ya lo mencionamos
anteriormente, Ashok ha desistido de su vida sexual con su esposa, aunque no
consigue abandonar por completo sus deseos sexuales, para dedicarse a la vida
espiritual. En un momento determinado, ella le pregunta a él cuál es el deber
que ella tiene como esposa. Ashok le dice que su deber es apoyarlo (en la
búsqueda de su camino espiritual). En otras palabras, esa frase muestra una
cultura que determina al hombre como el centro de la vida de las esposas,
quienes son excluidas porque se desconoce sus necesidades y deseos sexuales y espirituales.
Es decir, la función de las esposas es cumplir con los antojos de los hombres,
pero ellos no tienen esa obligación.
Otra escena clave de Fire
es un diálogo entre Sita, Ashok y Jatin sobre su amante. Esta escena muestra
dos facetas del conflicto cultural esposo-esposa. Primero, los hombres no
soportan la idea de que una mujer no los “respete”
como ellos creen que las mujeres deben hacerlo. Segundo, porque muestra el
espíritu de Sita: una mujer más joven, valiente, que no tiene miedo de enfrentarse
a los valores tradicionales de su cultura. Una mujer que decide tratar a los
hombres de la misma manera como ellos la tratan. La escena es la siguiente:
Jatin discute con su hermano Ashok porque desea ir a ver a su amante, pero no
lo dice explícitamente porque no quiere que su hermano sepa lo que él va a
hacer. Sita, al escuchar la conversación, le dice a Jatin que debería irse a
encontrarse con su amante. Con la misma ironía y el mismo desprecio con el que
él la trata, ella le incentiva a que se vaya a donde Julie. No lo hace como una
forma de resignación, sino como un medio de mostrarle el desprecio que tiene
por él, lo que le irrita a Jatin, pues le incomoda de manera especial que su
esposa no lo “respete”. Es una escena paradójica porque en otras
circunstancias, el hombre “se quedaría” contento de que su esposa le
incentivara a tener una relación extraconyugal.
Palabras finales.-
La mayor parte de la película
transcurre en ambientes cerrados, específicamente, la casa en la que viven Sita
y Radha. En este ambiente prevalecen los colores opacos y la fisonomía de las
mujeres denota, principalmente, tristeza, soledad y resignación. Los únicos
momentos en los que se las ve alegres, es cuando están solas, disfrutando de su
intimidad, de sus fantasías. Lo que contrasta con las pocas escenas que suceden
al aire libre, que son coloridas, y en las que ellas parecen sentirse algo más
aliviadas del peso del hogar.
Algo importante que hay que resaltar
es que en Fire no se nos muestra una India “exótica”. La película huye de
los estereotipos de mostrar la cultura “exótica” para el occidente. La mayor
parte del filme sucede en el interior de la casa de la familia y en el
restaurante. La historia está construida a partir de los diálogos de sus
protagonistas, de sus conflictos, de sus frustraciones. Son pocas las escenas
que suceden al aire libre, lo que ayuda a mostrar el mundo represor de una
cultura que está ahincada en la tradición.
Fire no nos muestra una India "exótica" |
Fire es una película hermosa y
angustiante al mismo tiempo que retrata la realidad de lo que es ser mujer en
la India. El título de la película hace referencia a la purificación del
individuo. El fuego es un elemento que se utiliza en las reuniones espirituales
de Ashok, así como también en una de las películas religiosas que ve la anciana,
Biji, en la televisión. Ese mismo fuego está presente en el enfrentamiento
final entre Radha y Ashok, cuando ella, en lugar de bajar la cabeza, tiene la
fuerza necesaria para decirle a su esposo que ella quiere ser amada, que le
desea a Sita, que tiene sus propios deseos. El fuego, en esa escena, es una
metáfora de la purificación por la que acaban de pasar ambas mujeres: han roto
con una tradición milenaria sofocante y han decidido caminar con sus propios
pies.
Fire: una película hermosa y angustiante |
Fire ganó diversos premios internacionales en
festivales como el Chicago Internacional
Film Festival (1996), el Vancouver
International Film Festival (1996), el Verona
Love Screens Film Festival (1997), el Barcelona
International Women’s Film Festival (1997), el L.A. Outfest (1997), el Mannheim-Heindelberg
International Filmfetival (1996).
Texto original de Patricio M. Trujillo O.
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