O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


11 de fevereiro de 2017

Lianna



Lianna. Drama. Romance. Lesbianismo. 113 minutos. 1983. Estados Unidos.

Con Linda Griffiths, Jane Hallaren, Jon DeVries, Jo Henderson.

Dirección de John Sayles.

Frente al espejo, la protagonista se mira y dice: “Lianna Massey es lesbiana”. Ya no tiene miedo de nada ni de nadie. Se mira y se siente satisfecha consigo misma.


Lianna es una película independiente clave de los años ochenta que trata el tema del lesbianismo sin ser melodramática, como era típico en aquella época en las películas que se aventuraban a hablar de la homosexualidad femenina, con pequeñas excepciones, como es el caso de la excelente Desert Hearts (1985).

Lianna es un drama profundo y sensible del autodescubrimiento de la sexualidad de una mujer casada. Esta película huye de los estereotipos de su tiempo y presenta el proceso de una mujer que tiene la oportunidad de redescubrirse como lesbiana, aceptar lo que ella es, y sentirse plena con ese autoconocimiento, sin tener ni remordimiento ni sentimientos de culpa; sin tener vergüenza de nada y, principalmente, sin tener miedo de volver empezar a vivir.
Lianna en su nuevo hogar
El espectador contemporáneo, probablemente, ya está acostumbrado a ver películas similares, pues en los últimos años la divulgación de este tipo de producciones ha ganado un poco más de espacio en el mercado, aunque no signifique, necesariamente, una aceptación social, pues es indudable que para muchos la homosexualidad aún es un tabú. Y es justo aquí que hay que recordar el aporte de John Sayles a las películas de temática lésbica: él acierta con precisión en la construcción de una historia íntima, dejando de lado debates sociales, políticos, religiosos o de otra índole. Por eso, Lianna es una película obligatoria, no solo para los que les gusta el buen cine, sino también para aquellos que se preocupan con la integridad y la realización personal y profesional de las lesbianas. Es lógico que, con el pasar de los años, Lianna ha sido superada en muchos aspectos, pero no hay como negar su gran contribución al cine y, en el momento de verla, hay que ponerse en los zapatos de una mujer en esa época.
Ruth
La historia y sus personajes.-

Lianna Massy tiene treinta y tres años, está casada con Dick, un profesor universitario, y tiene dos hijos. Ella abandonó sus estudios universitarios después que se casó con su profesor, y frecuenta una escuela nocturna donde tiene clases de psicología infantil. Además, trabaja como responsable por el montaje de las luces en un teatro. Su rutina diaria consiste en cuidar la casa, cuidar a los hijos, irlos a buscar en la escuela, y conversar con su amiga Sandy mientras ambas esperan a sus respectivos hijos a la salida de la escuela.
 
Lianna y Sandy
Dick es un profesor de cine que está frustrado porque no consigue ser nombrado para el departamento de su interés en la universidad en la que trabaja; este hecho ha terminado por amargar su carácter. Es una persona ríspida que no sabe dialogar ni con su esposa ni con sus hijos. No tiene paciencia para conversar con estos últimos y se comporta de manera grosera cuando Lianna lo va a visitar, en la universidad, al final de sus clases.
Dick y Lianna
Uno de los primeros temas que trata la película, y que influye mucho en el carácter y en la realización personal de la protagonista, es el tiempo que ella le ha dedicado a la profesión de su esposo. Ella y Sandy conversan sobre cómo las mujeres que ellas conocen se han consagrado a la casa para que sus esposos pudieran estudiar, graduarse y trabajar. Otra mujer, al referirse a su propio marido, conversa con Lianna sobre esta situación: “las esposas graduadas mantienen a sus maridos alumnos”. Esta es la realidad de muchas mujeres en la pequeña ciudad donde Lianna vive.

Es por eso que Lianna se siente mal cuando descubre que Dick la traiciona con una de sus alumnas. Al saber de la infidelidad de su esposo, no duda en enfrentarse con éste, pues son latentes las frustraciones que ella vive en todos los niveles: familiar, sexual, matrimonial y profesional, y llega un momento dado en que no es ya no es posible aguantarse tantos fracasos.
Lianna y Ruth
Casi inmediatamente, Dick tiene que viajar a Toronto a un festival de cine y Lianna sale una noche a cenar con Ruth, su profesora de psicología de la escuela nocturna, a quien admira mucho. Durante la conversación que tienen en la casa de la profesora, Lianna se siente libre para expresar sus emociones y hablar sobre ella sin miedo de nada. Sin dejar de ser ella misma, es capaz de expresarse con claridad. Incluso le cuenta algunos secretos de su pasado, de cuando era adolescente, como por ejemplo, la atracción que ella tenía por la guía del campamento, una chica de unos 15 o 16 años, al que había ido de adolescente. Se siente libre para contarle detalles íntimos de sus fantasías. Lianna no sabe el motivo que le lleva a abrirse con Ruth, pero se siente cómoda conversando con ella, hasta que la profesora, con suavidad, y con cierto temor, se aproxima más y la besa en la boca. Para sorpresa, y satisfacción, de ambas, Lianna acepta el beso, las caricias de la profesora, dando de esta manera el primer paso para iniciar una relación amorosa entre ambas. Mientras Ruth le confiesa que es lesbiana, Lianna reconoce, finalmente, que ella siempre tuvo una atracción especial por las mujeres.

El lesbianismo de Lianna en Lianna.-

Lianna no es una película que plantee cuestionamientos sobre el lesbianismo. Al contrario, nos presente a una mujer que tiene la oportunidad de autodescubrirse como tal, de aceptarlo con satisfacción, sin ningún tipo de temor. Y de empezar a amar.
Lianna y Ruth en la taberna
Es verdad que este descubrimiento de la sexualidad de la protagonista empieza después de que ella descubre que su esposo la ha traicionado; pero sería demasiado ingenuo creer que ella “opta” por amar a una mujer porque tenga despecho de los hombres. Todo lo contrario, la traición de su esposo y su partida inmediata abren las puertas para que Lianna empiece a analizar su vida y perciba que todas sus aspiraciones, tanto personales como profesionales, han quedado en un segundo plano, principalmente porque se dedicó exclusivamente a su esposo. Aunque no se lo dice en la película, es como si ella se hubiera autocastrado al seguir ciertas las costumbres que la sociedad “impone”, directa o indirectamente, por mera tradición.

La cita que tiene con Ruth es el punto de partida para la nueva vida que se le presenta a Lianna. Las confesiones que le hace a Ruth son espontáneas. Al iniciar la conversación, no sabe que Ruth es lesbiana, ni que ella misma lo es. Pero la atracción que tiene por la profesora es muy fuerte y, cuando ésta toma la iniciativa de besarla, Lianna no retrocede un solo instante. Se siente plena, tanto es así que, cuando regresa del viaje su marido, no duda un instante en decirle que tuvo una relación con una mujer. No le importa lo que su marido piense, diga o haga con relación a ella. Lianna acepta su propia historia que ha estado sofocada por mucho tiempo.
 
Lianna acepta su homosexualidad con satisfacción
Podemos decir que, a partir de esta revelación y confesión de Lianna, el tema del lesbianismo es enfocado desde tres puntos de vista.

El primer punto de vista es de Lianna. Ella no duda un solo instante en aceptarse como lesbiana. No tiene miedo de su descubrimiento, de su decisión y no se arrepiente para nada por haber estado con Ruth. Tanto es así que se enfrenta con fuerza a las dificultades que le llegan cuando se ve obligada a abandonar su hogar. No la vamos a ver un solo instante llorando o deprimida por su opción sexual. Al contrario, la vemos evolucionar desde el primer momento hasta el instante en que se mira frente a un espejo y dice su nombre: “Lianna Massey es lesbiana”. Es importante destacar la naturalidad con la que el personaje evoluciona. Inicia con su relación idílica con Ruth; luego, la primera visita que hace a una taberna donde solo hay lesbianas. Más adelante, cuando toma la iniciativa y tiene una relación casual con otra mujer. Después, la facilidad que tiene al presentarse como lesbiana cuando conoce a una vecina en la lavandería del edificio al que ha ido a vivir.
Lianna pasa a sentirse bien consigo misma cuando se reconoce como lesbiana
En síntesis, Lianna se acepta como lesbiana y pasa a vivir bien con ella misma.

El segundo punto de vista son los prejuicios sociales. La película no se preocupa en cuestionarlos, sino tan solo en mostrarlos desde varios ángulos.

Su esposo no se siente tan ofendido porque Lianna lo haya traicionado también, sino porque lo ha rechazado. A él le gusta tener el control de todo. Su esposa le acusa un par de veces de que a Dick siempre le gusta ganar. Inclusive a sus hijos. Entonces, él no duda en apuntarle con el dedo a Lianna y acusarla: “cometiste un acto antinatural como esposa”. Como se puede ver en esta afirmación, a Dick no le importa si Lianna es lesbiana o heterosexual, simplemente se siente ofendido como marido. Lo que sucede de verdad es que él está tan concentrado en sus ambiciones personales que es incapaz de darse cuenta de lo que sucede alrededor. Esto está muy bien ejemplificado cuando intenta explicarles a sus hijos el por qué la madre de ellos se ha ido de la casa. Empieza con un discurso retórico y acaba complicándose con las palabras. Al darse de lo que sucede, es el hijo adolescente, de unos trece años, que le dice a su padre las palabras exactas: que su mamá es homosexual, una lesbiana.
Lianna conoce a una vecina: nace una amistad sin prejuicios
El prejuicio también es palpable en Sandy, quien, al enterarse de lo que ha sucedido, se aparta poco a poco de Lianna y la evita de todas las maneras posible. El comportamiento de Sandy es el espejo de los tabúes de la sociedad. Sandy llega incluso a hacer raciocinios absurdos sobre lo que su amiga podría haber sentido por ella en situaciones pasadas. Hay que recordar que estamos en los años ochenta y aunque muchos cambios sociales ya habían ocurrido en aquella época, los prejuicios aún eran muy fuertes. Y más aún en una ciudad pequeña.
Sandy y un amigo: no consigue entender a Lianna
No obstante, hay dos personajes que son lo opuesto de Sandy. Primero, el esposo de ella. Él entrena a un equipo de fútbol y le cuenta a Lianna cómo él descubrió que uno de sus jugadores era homosexual. En su discurso se ve más racismo que prejuicio sexual, pues dice: “El chico era negro. No sabía que ellos eran así”. Sin embargo, al hablar de la sexualidad del futbolista, dice: “No cambió mi opinión sobre él. Seguía siendo un gran chico”. El otro personaje es la nueva vecina de Lianna. Ambas se conocen en la lavandería del edificio y cuando ella le dice su nombre, Lianna, en lugar de decirle el suyo, le dice espontáneamente: “Yo soy homosexual”. Lo dice de tal manera, que ambas se ríen y se establece entre ambas una amistad sincera. La nueva vecina es más joven que Lianna y, representa, obviamente, esos cambios que empezaban a darse en algunos sectores de la sociedad en los años ochenta.

El tercer punto de vista sobre el lesbianismo está representado por la profesora Ruth. Ella es un personaje paradójico que está entre las características que mencionamos del primer y segundo punto de vista sobre el lesbianismo. Por un lado, ella no tiene problemas con su sexualidad; mas, vive atormentada, de alguna manera, con el miedo de la sociedad y cómo puede influenciar negativamente en su carrera profesional si se descubre su secreto.
Ruth retrocede cuando percibe que Lianna ha empezado a amarla
Cuando Ruth le seduce a Lianna, le confiesa que tenía miedo porque no sabía cómo sería su reacción. Después se tranquiliza y disfruta cada uno de los momentos en que ambas están juntas; sin embargo, al descubrir que Lianna está empezando a amarla, no sabe cómo enfrentar esa situación. Es verdad que ambas viven un sueño idílico en sus momentos de intimidad, pero conforme Lianna se autodescubre y asume públicamente su sexualidad, Ruth retrocede. Empieza a apartarse debido a que teme que la sociedad sepa que ella es lesbiana.

Uno de los pretextos que utiliza es que está reatando su relación Jan, la compañera con la que vivía antes de ir a trabajar en la ciudad donde ahora vive. Ruth construye una serie de barreras para separarse de Lianna, como por ejemplo, no quiere que ésta participe de la investigación con ella, en la escuela nocturna, porque como son amantes, no quiere que Lianna sea su subordinada. Justo ese momento le cuenta que hay “una mujer” en su pasado, dice que sabe si volverá con ella, para prácticamente después “huir” de la ciudad. Ruth ejemplifica el instinto de sobrevivencia en una sociedad que aún condenaba a las lesbianas.

Una historia de amor.-

A pesar de todo el análisis breve que hemos hecho sobre la aceptación de la sexualidad de Lianna, y la presión social de la época sobre el lesbianismo, Lianna es una historia de amor paradojalmente triste y feliz al mismo tiempo.

Hace tiempos que no tomo de la mano a alguien” le dice Lianna a Ruth cuando están cenando. Lianna se siente vacía y se enamora de verdad de Ruth. No es un capricho ni, como dijimos anteriormente, una actitud de despecho por su fracaso matrimonial. Ella realmente descubre que es posible enamorarse de verdad. Por eso es importarte resaltar el diálogo entre Lianna y Dick cuando ella le cuenta sobre su relación con Ruth.
 
Lianna admira y ama a Ruth
Hay que recordar, primero, que Dick no está preocupado para nada ni con la traición de su esposa ni con el futuro de ésta. No le importa lo que le vaya a pasar. Él es un hombre sumamente egoísta, amargado y cuando su esposa le cuenta lo que le pasó, lo único que él le quiere saber es si fue con alguien que él conocía. Por eso resaltamos este diálogo que demuestra lo que sucede con ella:

-No se te ocurrió que podría enamorarme de alguien- le dice Lianna a Dick.
-De alguien más- le contesta Dick.
-De alguien.- enfatiza Lianna.

Es decir, Lianna no cree que lo vive sea una aventura o una relación pasajera que se le presentó y nada más. Para ella es un momento único, que supera cualquier otro sentimiento que en algún instante tuvo por su esposo o por otra persona. Lianna finalmente sabe lo que siempre fue y está feliz por ser así. Más aún cuando percibe que puede amar y ser amada por lo que ella es.
Lianna no vive una aventura: vive un amor
Lianna acepta la responsabilidad de sus decisiones. Es una mujer adulta, seria, comprometida, valiente. Ella se va de la casa, busca un nuevo trabajo, enfrenta la separación de sus hijos y la dificultad de que estos comprendan que su madre es lesbiana. A pesar de todo esto, Lianna aún no tiene la madurez emocional necesaria para darse cuenta de que una relación no solo vive del amor. Cuando Ruth le dice que aún no sabe si volverá a vivir con su antigua compañera, Lianna le dice: “Creí que al encontrar a alguien, todo estaría bien”. Pero Ruth piensa diferente: “Este es el mundo real. Mantengámoslo en secreto” le dice a Lianna.
Lianna y la dificultad de su hija de aceptar lo que le pasa a su mamá
Lianna va a pasar por una época sufrida cuando Ruth empieza a apartarse. Estará sola y triste, pero no perderá la esperanza de encontrar lo que busca. Además no se arrepiente de las decisiones que ha tomado. Por eso dijimos al principio que es una historia triste y feliz al mismo tiempo. Lianna sufre la pérdida de este nuevo amor, pero es feliz porque ahora sabe lo que ella es y a aprenderá a caminar con la cabeza levantada, buscando su realización plena.

Ruth y Lianna son diferentes. La primera, a pesar de que tiene mucho más experiencia de vida que la segunda, aún está atada a los tabúes sociales. Lianna no tiene miedo de vivir su nueva realidad y lo acepta con valentía. Lianna está preparada para amar con intensidad y Ruth, tal vez por la diferencia de edad, aunque sea pequeña, ve las cosas diferentes. “Cuando te dije que te amaba, tú empezaste a retroceder”, le dice Lianna a Ruth. “Amarte me enorgullece”, Ruth solo le pide disculpas.
Liana en la taberna
Y aquí viene uno de los puntos positivos de esta película y su contribución al cine de temática lésbica: a pesar de la triste historia de amor de Lianna, no es una película trágica ni desesperadora ni melodramática. Todo lo contrario: es una película que al final del túnel le muestra a su protagonista una luz para que llegue a ser una mujer que puede realizarse siendo lo que ella es.
Ruth se aparta cuando se da cuenta que Lianna la ama
Escenas claves.-

Una escena importante para entender los prejuicios sociales de la época y el miedo de comprometerse en público por parte de Ruth sucede en el minuto 37. Lianna está nadando en una piscina y conversa con Ruth, que está sentada al borde de la misma. Lo único que muestra la pasión que sienten ambas son las miradas y la conversación en voz baja. Ellas tienen ganas de tocarse, pero no lo hacen y Ruth hace hincapié en resaltar que no pueden hacerlo en público.
Lianna en la piscina
Otra escena clave en Lianna es cuando las dos amantes van a la taberna “My Mode”. Lianna se siente rara y desubicada, pues es la primera vez que está en un lugar exclusivo para lesbianas. Ella tiene la impresión de que todas la ven y no sabe cómo comportarse. Llega incluso a tener un poco de vergüenza cuando ve que hay alguien conocida. Ruth la tranquiliza y le hace caer en cuenta que, así como ellas, todas las mujeres que están ahí son lesbianas. Pero lo más importante en esta escena son los tres minutos en los que la cámara recorre la pista de baile y se detiene, en primeros planos, para mostrar a todas las mujeres que están presentes. Son de todas las edades y a ellas se las ve felices. Es importante resaltar que las lesbianas no son retratadas con estereotipos, que muchas veces llegan a ser grotescos y agresivos. Son solo mujeres que se están divirtiendo en un ambiente saludable y agradable. Esta escena es una contribución importantísima considerando la época en que fue hecha la película.
Lesbianas en la taberna "My Mode"
Al final de esta escena, Lianna será otra mujer: más suelta, más segura de sí misma y sus expresiones ganarán espontaneidad. Sin embargo, es justo en este momento que Ruth empieza a distanciarse de Lianna, pues al verla de esa nueva manera, su rostro se cierra. Hay una mueca que dice que no le está gustando lo que ve: una Lianna diferente de la que llegó. Es como si se diera cuenta de que la puede perder. Es como si a Ruth le gustara tener el control y al ver que Lianna se siente libre, tiene un sentimiento de pérdida.
Lianna mira y admira a las mujeres en la calle
Liana observa los detalles que antes le pasaban desapercibidos
Y complementando esta escena, la siguiente sucede después de la que acabamos de describirla. Lianna camina por las calles y empieza a ver a las mujeres con otros ojos. Ve la belleza que le seduce, que le fascina y ya no tiene más miedo de ver a las mujeres directamente. Esta escena ya la hemos visto en otras películas, pero posteriores a Lianna.

La fogografía.-

Una de las características constantes de Lianna para mostrar la relación de amor de Lianna y Ruth es la utilización de los primeros planos y mucha sensualidad. No hay escenas apelativas ni eróticas, sino que todo está hecho para mantener un clima de sensualidad y de privacidad al mismo tiempo. Las escenas en las que ambas están en la cama teniendo una relación sexual son demoradas, y duran entre dos y tres minutos. Las escenas son lentas, sensuales, con los primeros planos mostrando los besos, las caricias delicadas. A pesar de su sensualiad, no llegan a ser eróticas.

Este tipo de fotografía lo vemos nuevamente al final de la película cuando hay un paralelismo bellísimo al mostrar dos momentos diferentes: durante tres minutos se intercambian las escenas de una relación sexual entre Lianna y Ruth con la presentación de la obra de danza en la que Lianna es responsable por la iluminación del escenario. Es una escena bella y triste al mismo tiempo.

Lianna no ganó ningún festival ni ningún premio internacional, pero sabemos que ese no es requisito para estar frente a una buena película. Hoy, indudablemente, hay muchas producciones que han superado a Lianna, no solo por cuestiones técnicas, sino, principalmente, por el cambio de mentalidad en una buena parte de la sociedad; no obstante, hay que reconocer los méritos de esta obra que, en su última escena, nos reconforta al descubrir que la protagonista no está tan sola como ella se imaginaba.

No podía terminar sin mencionar la excelente música original de la película compuesta por Mason Daring.

Texto original de Patricio M. Trujillo O.

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