Fehér isten (White God – Dios blanco). Fantasía. Drama. Suspense, 121
minutos. 2014. Hungría, Alemania y Suecia.
Con Zsofia Psotta, Sandor Zsoter.
Dirección de Kornel Mundruczo.
Una película original sobre la discriminación.-
White God (Dios blanco), Fehér isten, su título original, es una
excelente película que trata de un tema actual y del que nadie puede fingir que
no lo conoce: la discriminación racial. Es una película fuerte, impactante, que
le choca al espectador por la manera original de presentarnos el problema de la
discriminación: un enfrentamiento entre el amor y la violencia.
White God es una de esas películas que tiene éxito en los
grandes festivales de cine y que debería ser más difundida, no solo por el
tema, sino por la calidad cinematográfica, por el buen uso de la fotografía,
por su guion original y bien construido; sin dejar de lado la actuación
impecable de la novata Zsofia Psotta.
Cuando hablamos sobre la discriminación, es
normal que nos planteemos algunas preguntas: ¿Por qué se discrimina a alguien?
¿Cuáles son las verdaderas razones para que una persona se crea superior a
otra? ¿Qué le pasa al discriminado?
Podríamos responder estas y otras preguntas
similares con diversas teorías psicológicas y sociales y mucho “bla-bla-bla” con
los que podríamos estar de acuerdo y, al final del debate nos sentiríamos
satisfechos con nosotros mismos mientras la vida continúa su curso con la misma
discriminación, pero con ropas nuevas.
White God: una parábola contemporánea sobre la "raza pura" |
¿Por qué, entonces, hacernos esos interrogantes
si nuestra historia nos cuenta que siempre ha habido discriminación? ¿Qué no
hemos aprendido aún las lecciones trágicas de la humanidad?
White God, película húngara producida junto con Alemania
y Suecia, es una parábola contemporánea sobre este problema que afecta a todas
las sociedades en pleno siglo XXI, y sin ningún tipo de moralismos nos muestra
el otro lado de la discriminación.
White God: una historia de violencia y amor |
White God es una película extraordinaria, llena de
simbolismos, con la que el espectador no consigue permanecer indiferente. De
alguna forma vamos a reaccionar al final de la misma, pues la historia de Lili
y su perro Hagan no es una historia común de amor entre niños y animales. Es
una historia de amor, odio y violencia. Y aquí, desviándome un poco de tema,
una recomendación que la vengo haciendo desde hace algún tiempo: hay que tener
mucho cuidado con las reseñas mal hechas y mediocres que son divulgadas en
internet, pues quien no ha visto la película esperará algo que nunca sucederá.
La historia.-
Lili es una joven de trece años y sus padres
están divorciados. La madre de ella se va a Australia y ella tiene que quedarse
a vivir con su padre. La relación entre hija y padre no es buena y hay mucha
tensión desde el principio, y más aún cuando éste último se entera de que Lili
se quedará también con el perro de su madre.
White God: Lili y Hagan |
En la Hungría de la película hay una
legislación especial para los perros callejeros, y más aún para los que no son
de raza pura: los dueños deben pagar una taza o los animales serán llevados a
la perrera donde, si no son adoptados, serán sacrificaos.
Lili, Hagan y su padre |
Desde el principio de la convivencia entre Lili
y su padre, éste se irrita con facilidad por la presencia del perro y decide
que el animal no puede quedarse con ellos. Lili se opone a la idea de su padre
e intenta mantener el control de la situación, a veces tomando actitudes
drásticas. Por ejemplo, en la primera noche, como su padre no le permite que
duerma con el perro en la misma habitación, que ella comparte con su padre,
pues el departamento es pequeño, Lili se va al baño, se acuesta en la bañera y
el perro se tumba en el piso, y así pasan la noche juntos.
White God: Lili y su padre |
Sin embargo, las dificultades solo aumentan con
la presencia de Hagan – que provoca también la irritación de los vecinos,
principalmente porque se trata de un perro mestizo. El mismo problema sucede
cuando Hagan invade el local donde Lili ensaya trompeta todos los días con una
orquesta de jóvenes músicos. Como consecuencia, el padre de la niña le abandona
a Hagan en medio de una avenida y aunque durante un par de semanas Lili lo
busca con ahínco, no lo vuelve a encontrar y acaba desistiendo de su animal.
A partir de este momento, la película se divide
en dos partes: en la primera seguiremos la rutina de Lili y su convivencia con
su padre, las provocaciones y su rebeldía, hasta que finalmente parece que ella
se olvida por completo de Hagan. En la segunda parte seguiremos la nueva vida
de Hagan que lo transformará de un animal cariñoso y juguetón en un animal
salvaje y asesino. Primero, el perro intenta encontrar a Lili sin éxito;
después establece una relación simbólica con otros perros callejeros en un
terreno abandonado, transformándose en una especie de líder. Posteriormente,
Hagan será capturado, adiestrado y transformado en un perro salvaje para
participar en peleas con otros perros.
White God: Hagan se transforma en un perro salvaje |
Este es el momento clave de la película, pues
se destruye la sensibilidad del Hagan y se lo transforma en un animal asesino
que, cuando consigue escapar, liderará una “revolución” canina por las calles
de la ciudad, matando furiosamente a todos aquellos que lo maltrataron. Son
escenas de pavor en las que la gente deja las calles desiertas mientras Hagan
corre con su ejército y no hay nada que lo detenga: él está decidido a destruir
a todos aquellos que lo hicieron sufrir.
Los personajes.-
No se conoce nada de la historia pasada de Lili
y sus padres. Solo se sabe que la relación entre ellos no es buena. Tanto es
así que, cuando Lili llega para quedarse con su padre, ninguna de los dos
muestra algún tipo de emoción positiva. Ellos simplemente se ven obligados a
convivir en un mismo espacio porque no tienen otra opción. La madre de Lili es
solo un elemento de referencia para la presencia de Hagan, pues ella es la
verdadera dueña del animal.
Lili busca a Hagan |
El padre de Lili es un hombre frío, de
temperamento fuerte que no sabé cómo dialogar con su hija. Se muestra violento
con Hagan y no esconde la antipatía que siente por el animal. Es un hombre seco
que no hace nada para entender a su hija y comprender que ella está pasando por
una transformación brusca con la separación involuntaria de su madre. Más
adelante describiremos una escena que representa la personalidad del padre de
la muchacha.
Lili es una niña determinada y nada tímida. No
tiene miedo de defender sus ideas y le desafía abiertamente a su padre, y
también a cualquier autoridad, cuando se siente o atacada o incomprendida. Lili
no tiene miedo de irse de la casa de su padre o de abandonar el ensayo de la
orquesta a pesar de las amenazas del director de que nunca más podrá retornar.
Lili le desafía a su padre |
Lili y su sentimiento de estar perdida... |
Pero lo que más le caracteriza a Lili es su
trompeta. Pero de esto hablaremos un poco más adelante, al tratar de la
simbología de la película.
El otro personaje es el colectivo, representado
en los perreros, de la sociedad que discrimina a los animales por su raza. Los
perreros son mujeres y hombres que disfrutan maltratando a los perros que no
son puros. Los cazan con crueldad y siempre están determinados a eliminarlos.
Dentro de este colectivo, hay que incluir a los hombres que adiestran a los
perros para que sepan luchar entre ellos mismos.
Hagan y otros perros impuros abandonados |
La simbología de White God.-
White God no es una historia de amor de una niña y su
perro: es una historia de violencia y amor que retrata a través de los perros
la discriminación racial.
White God no es una historia de amor de una niña y su perro... |
Ya hemos visto un sinfín de películas históricas
y ficticias que hablan del racismo y, aunque cada una trata del mismo problema,
aunque de manera diferente, ninguna tiene el impacto de Whhite God por varias
razones.
La primera, y la más fuerte, es la
transformación que sufre Hagen. De un perro cariñoso y juguetón, se transforma
en un asesino violento que no le teme a nada y que está dispuesto a matar al
opresor. Hagen es un perro “desechable” para la sociedad en la que vive porque
no es un animal puro. No es de raza pura. Y esta expresión, de “raza pura” no
nos es desconocida. Y no me estoy refiriendo al tema trillado de la segunda
guerra mundial: me refiero a los conflictos constantes en nuestra sociedad en
la que se discrimina a las personas por su raza, entre otras cosas.
White God: Hagan es un perro "impuro" |
¡Hagan es simplemente discriminado por no ser raza
pura!
El director Mundruczo acierta al escoger al
perro como protagonista porque en nuestra sociedad se ha despertado cada vez
más el interés por los “derechos” de los animales, y han surgido leyes nuevas
que castigan a quienes abandonan o maltratan a los perros. Es como si hubiera
una mayor preocupación por el destino de los animales, aunque no tengamos la
misma preocupación por el de las personas. Tal vez porque ya estamos tan
acostumbrados a la violencia humana que, cuando la vemos, permanecemos
insensibles. Lo que no ocurre cuando vemos cómo maltratan a los animales. Y en
eso las redes sociales se han especializado en hacer escándalos.
Hagan lidera la rebelión canina |
Por tanto, cuando vemos cómo Hagan, un perro
dulce, se transforma en un asesino, nos detenemos para pensar: Hagan no solo
representa a los discriminados, sino que sus actos de venganza son las voces de
los discriminados. Es como que, de repente, ellos tienen la fuerza para
castigar a todos aquellos que los han maltratado de alguna manera.
White God: la venganza de los perros |
Los otros elementos simbólicos en la
transformación que sufre Hagan por causa de la violencia son la trompeta de
Lili y la música del compositor Litz, la Rapsodia Húngara. Estos dos elementos
funcionan como oponentes antagónicos en esa sociedad que ha decidido que solo
los perros puros son dignos de vivir y de tener derechos.
La trompeta de Lili representa el amor y la
Rapsodia Húngara representa el racismo. Estos dos elementos están, usando un
término de la literatura, como un leimotive
en la película. Por un lado, la trompeta es el medio por el que Lili se expresa
mejor, así como también la manera de tranquilizarle al perro, cuando le toca la
música, como sucede en la escena ya descrita anteriormente en la casa de su
padre, cuando ambos duermen en el baño. Durante toda la película, cuando Lili
está con su mochila en la espalda, siempre aparece la trompeta y el espectador
observador, un poco antes de terminar la película, ya presiente cuál será la
función de la trompeta.
La Rapsodia Húngara representa el racismo, no
porque el compositor Litz lo haya sido, sino porque metafóricamente esta música
representa la identidad del pueblo húngaro que no permite la presencia de los
impuros. Por eso, esta música es una constante a lo largo de
White God porque es como si ella fuera la voz de esa sociedad que ha
decidido eliminar a los perros impuros.
Hagan escucha la Rapsodia Húngara interpretada por el gato Tom |
Para reforzar esta idea de la Rapsodia Húngara
hay una escena bastante surrealista: Hagan y otros perros están en la perrera y
en la sala en la que se encuentran hay una televisión que está prendida. El
programa que pasan es el clásico de los dibujos animados de Tom y Jerry. El gato Tom está sentado en
el piano, como si fueran un gran músico, e interpreta magistralmente la
Rapsodia Húngara de Franz Litz.
Escenas claves.-
Las primeras escenas de la película son
escalofriantes. Se ve una ciudad vacía, con una toma aérea panorámica que
muestra las calles desiertas, los carros abandonados y un silencio total. La
primera impresión es que estamos en una ciudad que ha sido o, abandonada, o
destruida por alguna fuerza descomunal. Enseguida vemos a una niña en
bicicleta, con su mochila en la espalda, y un primer plano de los zapatos, las
medias blancas y las piernas que pedalean una bicicleta. Parece que la niña es
la única sobreviviente de alguna hecatombe, más aún cuando ella pasa por las
calles del centro de la ciudad en la que no hay nadie y las luces de los
semáforos cambian para nada. De repente aparece una jauría de más de cien
perros que corre en la misma dirección de la niña, que se ve obligada a huir.
White God |
White God: Lili |
Otra escena importante es la que muestra al
padre de Lili en el matadero en el que este trabaja. Durante un par de minutos
el espectador presenciará un ritual cotidiano y sangriento de cómo él
inspecciona el corte de la vaca. La escena es fría al mostrar el cuerpo del
animal abierto y destripado. El único ruido que se escucha es el provocado por
las sierras eléctricas que hacen su trabajo. A esto hay que añadir cómo el
padre de Lili reacciona de manera fría y profesional su trabajo, y más aún
cuando su camisa se mancha con un poco de sangre del animal. Esta escena es muy
simbólica porque demuestra la dureza y frialdad del padre de la niña, que ha
perdido la capacidad de emocionarse o, mejor dicho, de mostrar sus
sentimientos, en contraste con la actitud un colega de trabajo que le regala un
paquete especial de carne para Lilia.
Otros elementos.-
White God es una excelente película en la que los
rechazados tendrán la oportunidad de vengarse por el sufrimiento que se les ha
impuesto. No es una película que proponga la violencia como solución a un
conflicto, pero nos muestra cómo la violencia puede llegar a nivel asustadores.
Y para lograr ese efecto hay dos aspectos que no podemos dejar de comentar.
Lili y su trompeta |
El primero es sobre las imágenes iniciales de
la película que se contrastan inmediatamente con la escena dulce en la que se
ve a Lili jugando con el perro de su madre en un parque. Este tipo de contraste
es constante en la película en todos los ambientes, principalmente en la
relación que Hagan establece con los otros animales: un sentimiento de
solidaridad y de rebeldía al mismo tiempo.
El segundo aspecto es la banda sonora. La
tensión de la película es provocada también por el contraste de la Rapsodia
Húngara con los ruidos ambientales del cotidiano. Y el final de White
God es uno de los más angustiantes que he visto, pues después de
presenciar una secuencia larga de ladridos de perros que corren por las calles
de la ciudad sembrando el pánico en una noche sangrienta, hay un silencio total,
acompañado de una fotografía magnífica que, sin un solo ruido ni una palabra,
cierra esa parábola de manera magnífica.
White God ganó, entre muchos otros premios, el Prix un Certain Regard en el festival de
Cannes.
Texto original de
Patricio M. Trujillo Ortega.
Está prohibida la
reproducción total o parcial del texto sin la autorización escrita del autor.