Bridge to Terabithia – Puente para Terabithia.
Aventura – Fantasía - Drama, 96 minutos, 2007. USA - Nueva Zelanda.
Con AnnaSophia Robb, Josh Hutcherson.
Dirección de Gabor Csupo.
Bridge to Terabithia (Puente para Terabithia) es una excelente adaptación del
libro del mismo nombre de Katherine Peterson y, por esas raras ocasiones del
cine, es tan buena como el libro.
Puente para Terabithia es una película que, a pesar de ser
de aventura y de fantasía, es profunda y conmovente porque lleva a la pantalla grande
una historia de relaciones personales y de las difíciles relaciones consigo
mismo, con un toque de realidad y de magia que es imposible no sensibilizarse
frente a ella.
Para un buen observador, esta no es una simple
historia de amor y de dolor, de superación y de conquistas; es una historia que
nos hace sentir la importancia de que las personas se sientan libre para ser lo
que son, en lo más profundo de su esencia.
La historia de Leslie y Jess no es una historia
ingenua de dos niños de diez años de edad y, uno de los méritos del guion y de
la dirección, es que la película consigue articular bastante bien los dos
elementos que la componen: la realidad social de los niños frente a la
fantasía, lo que hace que este drama al final nos dé la fuerza necesaria de
encontrar el camino para la realización personal en medio de las adversidades
de la vida frente a las cuales, a veces, nada podemos hacer.
Jess y Leslie: Bridge to Terabithia |
Los personajes.-
Leslie y Jess pertenecen a mundos
diferentes y la mejor manera de
compararlos es decir que ellos representan el valor y el miedo; la confianza y
la inseguridad; el placer de la fantasía y el dolor de la realidad; sin
embargo, a pesar de las diferencias, tienen algo muy fuerte en común y es ese
el elemento que los une y los hace avanzar superando las dificultades de la
vida cotidiana.
Jess es un artista que sabe dibujar y se
expresa a la perfección con los pinceles; sin embargo, es tímido y permanece
aislado tanto en la casa como en la escuela, apegado a sus sueños que no tiene
con quién compartirlos.
La vida del muchacho en su casa es complicada,
no solo por las dificultades económicas que vive su familia, sino también por
las relaciones difíciles que tiene con sus padres y sus hermanas. Jess tiene
tres hermanas: las dos mayores siempre se burlan de él, lo que hace que tenga
que esconderse en su rincón para soportar el tiempo dentro del hogar; mientras
tanto, la menor lo ama, lo admira y quiere estar todo el rato con él, lo que le
incomoda mucho y hace que la maltrate algunas veces.
Con relación a la situación económica, hay que
destacar que este problema familiar afecta en la vida diaria de Jess. La escena
que lo demuestra es cuando su nueva amiga, Leslie, por su cumpleaños, le regala
una linda y grande caja de pinturas. Jess, apenas la ve, antes de agradecer, lo
primero que dice es “debe haber costado
una fortuna”. En otras palabras, el muchacho carga un peso encima y no sabe
cómo disfrutar de las pequeñas cosas. Leslie le ayuda de la manera más
sencilla: “no importa cuánto haya costado”.
El padre de Jess es un hombre duro, frío y
exigente. Está preocupado por la situación económica de la familia y no sabe
cómo relacionarse con sus hijos. No sabemos si ya lo ha intentado o si tiene
algún interés en hacerlo, pues la participación de este ocupa poco tiempo en la
película, sin embargo su presencia es fundamental para algunos elementos de la
trama.
Jess es un muchacho que intenta pasar
desapercibido en la escuela, donde también tiene problemas con los compañeros
valentones que le provocan siempre que pueden y su único deseo es ganar una
competición de corrida.
Una de las escenas claves de la situación de
Jess es una de las primeras de la película. El muchacho se levanta muy temprano
en su casa y sale a correr por el campo como parte de su entrenamiento. Al
llegar a la casa, sus zapatos deportivos están destruidos y la madre, como no
le puede comprar unos nuevos, le da unos usados que fueron de una de sus
hermanas. Como los zapatos tienen tiras de color rosado, Jess se siente mal
porque sabe que va a ser objeto de chacota en la escuela.
Aquí es importante resaltar que el espacio
físico en el que corre Jess. Es el único lugar en el que puede estar solo, sin
que nadie le presione de ninguna forma, sin que nadie se burle o le digan lo
que debe hacer. Él corre veloz y libre. Es la única manera que tiene de ser él
mismo, porque una vez que llega a su casa o entra en el bus de la escuela, se
encoge y siente la presión de los demás sobre él.
Leslie es una muchacha con una personalidad
fuerte y con una sonrisa constante en el rostro que nos encanta y nos cautiva.
Es una niña que no le teme a nada. Gracias a la educación de sus padres y a las
buenas relaciones que tiene con ellos, tiene una manera peculiar de ver la vida
y, por tanto, de vivirla: ella cree que hay que tener una mente abierta para
las cosas y que no hay que tener miedo de usar la imaginación.
Leslie, que tiene una manera especial de
vestirse y que es parte de su personalidad y de su encanto –algo que se
mantiene constante a lo largo de la película– dándole de esta forma coherencia
al personaje, no es una chica popular y no está interesada en formar parte de
un grupo. Ella es nueva en la escuela y, por coincidencia, la nueva vecina de
la familia de Jess y, cuando lo conoce, percibe la riqueza interior del
muchacho y, tal vez sin proponerse conscientemente, pues su edad no le permite
actuar de otra manera, se hace amiga de él y le enseña a tener la mente abierta
y a usar la imaginación.
La relación entre Jess y Leslie no es fácil al
principio, pues ella es la que gana la corrida en la escuela, aquella que tanto
Jess quería ganar. Él se siente frustrado y, principalmente, humillado porque
una muchacha le ha ganado. Pero eso no le incomoda para nada a Leslie, y cada
día le da extiende la mano para que sean amigos.
Leslie gana la corrida: Puente para Terabithia |
Lo fundamental de Leslie es su imaginación.
Ella no tiene miedo de ser diferente de los demás. No se compara a nadie y
tampoco está intentando impresionar a nadie. Ella vive la vida con pasión y
todo lo que hace, es con pasión, con alegría, con entusiasmo. Es una muchacha
feliz porque vive de manera libre, como lo dijimos anteriormente, gracias a que
tiene la mente abierta y sabe usar la imaginación.
Los padres de Leslie son escritores y cuando
están ocupados con un nuevo libro, prácticamente no tienen tiempo para nada, ni
siquiera para estar con su hija, lo que hace que ella busque a Jess y encuentre
en él el amigo que le hace falta, pues la vida de ella no es perfecta a pesar
de que su familia no tiene problemas económicos y se lleva bien con sus padres,
quienes comparten con ella todo lo que pueden –incluso el tiempo- después de
que han terminado el libro que estaban haciendo.
Leslie, sus padres y Jess |
La escena clave de la película para entender a
Leslie es cuando en la escuela, una profesora les pide a los alumnos que vean
un programa en la televisión para hacer un trabajo. Leslie le dice a la profesora,
frente a todos sus compañeros, que en su casa no tienen televisión –lo que es
una sorpresa para todos– porque sus padres piensan que esta hace mal para la
inteligencia de las personas. Leslie no tiene vergüenza por no tener televisión
y su mayor orgullo es saber usar la imaginación.
Tener la mente abierta y ser feliz.-
Los problemas que nos rodean tienen que ser
solucionados; sin embargo, cuando no se puede hacer nada frente a algo que está
fuera de nuestro control, lo fundamental es la actitud que se tiene frente a
esa situación; y, Leslie sabe qué hacer en esas situaciones.
Para ella, la escuela tampoco es fácil. El
recorrido que tiene que hacer en el bus desde su casa hasta la escuela es un
martirio, no solo para ella sino para todos los que tienen miedo de la
“valentona” que hace lo que quiere en el bus; o el hecho de que tanto ella como
otras niñas menores no pueden usar el baño de la escuela porque la “valentona”
está en la puerta impidiéndoles el paso sino le pagan. A pesar de estas
dificultades, Leslie encuentra en la imaginación la oportunidad, no de escapar
de la realidad, sino de encontrar su propio espacio donde pueda ser ella misma
y, de esta manera, cuando está en la escuela, no se deja dominar por el
sufrimiento, que es justo lo que le sucede a Jess.
Pero Leslie consigue hacerle comprender a su
amigo que él también puede ver la realidad de otra forma, dejando de lado los
temores, la inseguridad y la autocompasión, si decide aceptar el reto de tener
la mente abierta.
De esta forma, cuando ellos descubren, cerca de
dónde viven, cómo cruzar un río con la ayuda de una soga vieja que está atada a
un árbol, Leslie inventa el mundo de Terabithia. Es un bosque abandonado,
silencioso y en un árbol hay una casa vieja abandonada. Este lugar se transforma
en el mundo mágico en el que tanto ella como su amigo son los héroes que han
llegado a liberar al pueblo que ha sido dominado por los monstruos. Es importante
resaltar la primera reacción de Jess frente a la propuesta de Leslie: “no conozco ese juego”. Es decir, el
muchacho no sabe cómo jugar con la imaginación y cómo ser el mismo.
Bridge to Terabithia |
Al principio, a Jess le cuesta entender lo que
Leslie hace. No consigue ver lo que su amiga ve; mas, con el pasar de los días
aprende a usar la imaginación y, principalmente, a tener la mente abierta y, de
esta manera, “vuelve” a recuperar la infancia, la ingenuidad natural de un niño
que estaba truncada por los dramas familiares y escolares. Y conseguir entender
lo que Leslie hace, ambos amigos pasan a vivir cada una día una gran aventura.
Después de la escuela, corren al bosque y
entran al mundo mágico de Terabithia en donde organizan el reino y se enfrentan
a feroces enemigos (representados con los rostros de los valentones de la
escuela). Como ya se ha dicho anteriormente, Terabithia no es una “fuga” de la
realidad: es el poder de la imaginación que todo niño tiene y al que no se le
debe quitar. En Terabithia, Leslie y Jess son libres. No hay temores ni
secretos. Tienen la fuerza para vencer al más terrible enemigo. No hay nada que
les impida crecer y ser felices.
El puete para Terabithia.-
Terabithia es el mundo mágico que les da la
oportunidad a los niños de ser felices, principalmente a Jess. Leslie le dio,
sin que él se diera cuenta, algo muy especial: la fuerza necesaria para
sentirse realmente vivo; la capacidad de construir en medio de las
adversidades; por eso, cuando al final se encuentra solo, triste y se siente
culpable por la partida fatal e inesperada de Leslie, encuentra en los
recuerdos de su amiga la voluntad, la energía y el amor para construir el
“puente” para Terabithia.
Leslie ya no está, pero la vida continúa. No
puede quedarse lamentándose todo el tiempo ni volver a sentirse fracasado y
frustrado. Entonces decide entregarle el reino de Terabithia a su hermana
menor, que nunca ha dejado de amarlo y admirarlo. Jess construye literalmente
el “puente” para el reino encantado y, al mismo tiempo, construye, de manera
positiva, sus relaciones personales. Porque eso es lo que representa el puente:
la conexión con uno mismo, con los amigos, con la vida, con la realidad, con la
fantasía, pues no se puede vivir aislado. Con el puente, Jess recupera lo mejor
que le dio Leslie: la pasión por la vida, la alegría de ser feliz y de ser
diferente.
Bridge to Terabithia (Puente para Terabithia) es una gran película para todo el público.
Es profunda, sensible, motivadora y sin ningún tipo de moralismo. No hay
lecciones éticas, ni religiosas ni de ningún otro tipo con las que se quiere “educar”
a los niños. La única lección aquí es: aprender a vivir sin miedo.
La actuación de AnnaSophie Robb es formidable.
Muestra un gran talento la pequeña actriz, razón por la cual fue indicada al
premio Critics Choice Avawrdas (2007),
ganó el premio Young Artist Awards,
en la categoría de Mejor actriz joven y,
en 2008, volvió a ganar el premio de Mejor
actriz joven en el premio CAMIE. Los tres premios siempre por su actuación
en Puente
para Terabithia.
Vale mencionar también que otra de las
cualidades de esta película son los efectos especiales que fueron muy bien
hechos y son exagerados, como suelen los de las típicas películas de aventura y
de fantasía; con “exageración” queremos decir que los efectos visuales no son
más importantes que la historia y este es uno de los logros de Puente
para Terabithia, pues los efectos son buenos y complementan la
historia, pero no la eliminan.
Texto original de
Patricio Miguel Trujillo Ortega.
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