O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


30 de maio de 2013

God Bless America



God Bless America. Comedia Negra. 105 minutos. 2011. Estados Unidos.

Con: Joel Murroy y Tara Lynne Barr.

Dirección: Bobcat Goldthwait.

God Bless America (Dios Bendiga a Estados Unidos) es una excelente comedia de humor negro que abofetea y cuestiona el famoso “estilo de vida americano” con dos personajes sensibles que deciden matar a la gente que es mala o, como dice Roxy, “nuestra principal directiva es interferir en la evolución cultural de una civilización pre pervertida”.

Con mucha dosis de humor negro y dinamismo, God Bless America es una película profunda que desnuda algunas de las llagas del estilo de vida estadounidense: el racismo, la homofobia, la xenofobia, la poca calidad de los programas de televisión, la mala educación de los hijos y la falta de responsabilidad de los padres, la violencia, la superficialidad de las personas y el temor de demostrar los sentimientos al relacionarse con otras personas, el control de las armas y la pedofilia.

Dios Bendiga a Estados Unidos, como vamos a llamarla a partir de este momento, no da una respuesta a los problemas, pero nos incomoda y nos desafía sin importar cuál sea nuestra nacionalidad, pues no es solo en los Estados Unidos que se viven esos problemas.

Les incomoda a los conformistas que creen que “todo está bien” y a los que “se niegan” a pensar con sus propias ideas; a aquellos que, sin darse cuenta, se han transformado en máquinas-reproductoras-no-pensantes de un sistema porque, este, simplemente existe.

Al mismo tiempo, les desafía a los conformistas para que tengan un poco de inteligencia y de sensibilidad para que sean capaces de ver el vacío existencial en los que ellos, y por tanto, la sociedad, ha caído sin darse cuenta. Por tanto, Dios Bendiga a Estados Unidos nos desafía a todos porque nadie está libre de este gran conflicto social: ser uno mismo o fingir que uno es uno mismo y no pasa de una mera copia como “quieren” que seamos para alimentar un sistema de consumo.
 
God Bless America: Frank y Roxy.
Dios Bendiga a Estados Unidos es una película dinámica que se encaja en el género “road movie”. Sus personajes van a ir por las carreteras de su país, en un flamante choche amarillo, como dos antihéroes anónimos que intentan cambiar el mundo en el que no se encajan, no porque ellos sean mejores que otros, sino porque la gente “ya no tiene el sentido de la decencia ni el sentido de la vergüenza”. Ya no se distingue “el bien o el mal”.

Roxy mata a un grupo de fanáticos fundamentalistas
La película está hecha con diálogos inteligentes, rápidos y monólogos profundos que son verdaderas acusaciones ideológicas al comportamiento de la sociedad en general; al mismo tiempo, hace planteamientos de grandes ideales representados a través de los monólogos que son, tal vez, las partes más importantes de la película porque solo entendiéndolos, comprendemos lo que les pasa a Frank y a Roxy.

¿Quiénes son Frank y Roxy?

Frank, interpretado por Joel Murroy, es un hombre que no está conforme con la grosería de las personas, con la irresponsabilidad con la que los padres educan a sus hijos; con el contenido superficial de los programas de televisión y la manera denigrante con la que se trata a la gente.

Frank es un hombre de unos cuarenta años que tiene cuatro grandes problemas: sus vecinos, su trabajo, su familia y su salud.

Los vecinos de Frank son personas mal educadas, groseras, egoístas y superficiales. Hablan a gritos toda la noche y no les importa cuán gentil él sea o haya sido con ellos, que continúan comportándose de la misma manera. Frank piensa que ellos “son incapaces de entender que sus acciones afectan a otra gente. Les falta totalmente consideración hacia los demás... No tienen decencia, no les preocupa, no tienen vergüenza...”
Frank en la oficina
En relación a su trabajo, Frank acaba de ser despedido porque la recepcionista, Karen, injustamente, le ha acusado de “acoso sexual” y no se siente segura con la presencia de él. Como la empresa no tolera ese tipo de actitudes, lo expulsan inmediatamente de su puesto y del propio edificio.

Además, él padece de fuertes dolores de cabeza que no le dejan dormir durante la noche. Pasa las horas en vela frente a la televisión, con el control remoto en las manos, pasando de un canal a otro con la esperanza de encontrar algo bueno que ver mientras intenta conciliar el sueño. Como los dolores de cabeza no pasan, va al médico y este le dice que tiene un tumor maligno y que, sea cual sea la operación que se haga, corre el riesgo de morir.

Finalmente, Frank tiene una hija, Ava, que vive con la madre de ella. Él está arrepentido de haber autorizado que su ex posa se fuera con su hija a vivir a otra ciudad. Él quiere pasar algunos días con su hija de cinco años de edad, pero ella no quiere estar con su padre. La ex de Frank no hace nada para que Ava cambie de idea.

Roxy, interpretada magníficamente por la Tara Lynne Barra, es una joven estudiante de secundaria que está cansada de su vida normal, de sus padres normales y de tener que escuchar siempre lo que ella debe hacer y pensar. Roxy quiere pensar por sí misma; quiere tomar sus propias decisiones y, cuando conoce a Frank, encuentra la oportunidad que tanto esperaba. Ella es inteligente, crítica, decidida y una entusiasta por la vida y odio los comportamientos masivos; detesta que “todos” sean iguales y rechaza los estereotipos con los que la gente, en general, se comporta. Por ejemplo, uno de los personas de películas que más desprecia es Juno.
 
Roxy y su primera reacción al ver a Frank
“Sé que no es normal el deseo de matar”

A Frank no le gustan sus vecinos y detesta al bebé de ellos porque llora toda la noche y él no consigue descansar; sin embargo, cuando habla con ellos, lo hace de la manera más educada y, aunque sus vecinos le provocan con su mala educación, Frank permanece calmado y hace hincapié en ser lo contrario de ellos. Sin embargo, él se imagina que los mata y eso le deja un poco tranquilo.

A pesar de que tiene ese sueño sangriento, Frank es un hombre muy gentil con todas las personas y le disgusta que la gente maltrate a los demás, que se humille a los otros; no soporta que haya gente que se burle de lo más débiles.

¿Por qué, entonces, esa decisión de matar a las personas?

Para responder esta pregunta debemos analizar algunas escenas que explican la actitud de Frank y de Roxy.

El comportamiento grosero de las personas es uno de los temas que trata Dios Bendiga a Estados Unidos. Hay dos escenas claves que retratan la falta de educación de las personas en la sociedad. Se ve a la gente que es grosera, egoísta, individualista y que ha perdido el sentido del “bien común” y del respeto a los demás.

La primera es el comportamiento de los vecinos. Además de que ellos hablan a gritos toda la noche y no le dejan descansar, cuando Frank le pide a su vecino que retire su coche porque él no puede sacar el suyo, este se comporta de manera arrogante, grosera, como si le estuviera haciendo un “favor” especial y como si el propio Frank fuera culpable de que el vecino hubiera estacionado mal su auto. Mientras Frank espera con paciencia que su vecino le dé espacio para salir en el auto, escucha en la radio una noticia en la que se dice: “De hecho, el 40% de los adultos estadounidenses no pueden leer al nivel más alto que el de cuarto grado. Cuando se les preguntó a los alumnos de preparatoria qué clase de personaje contemporáneo querían ser, la mayoría de las muchachas respondió Kim Kardashian...”

La otra escena es cuando Frank y Roxy entran a un cine que está casi vacío. Llega un grupo de jóvenes que hablan a gritos durante la película, se ríen, se burlan, usan el teléfono celular y luego empiezan a lanzar comida a la gente por el simple hecho de divertirse. Además, cuando Frank les llama la atención, ellos le llaman de viejo con el deseo de despreciarlo y de humillarlo. Por eso, Frank y Roxy matan a todos los que están en el cine menos a la única persona que no dijo. Después de haberlos matado a los pocos espectadores que estaban en el cine, Frank se acerca a la mujer y le dice: “Gracias por no hablar durante la película”.
Imagen de un programa de televisión criticando al Presidente
El racismo, la homofobia, el nacionalismo y la degradación de las personas son temas constantes que aparecen en la película a través de los programas de televisión que Frank ve.

Dios Bendiga a Estados Unidos critica la pésima calidad de estos programas que pasan todas las noches y de los cuales, al día siguiente, la gente comenta con orgullo y satisfacción, repitiendo lo que dicen los actores y los periodistas, como si fuera una verdad universal.

En unos programas se insulta a los homosexuales; en otros se humilla públicamente a la gente que piensa de manera diferente; se utiliza el nombre de “dios” para despreciar a todos aquellos que no piensan como mandan los “elegidos” por “dios”; en los reality shows la gente se insulta, se pega y  se ultraja. Podemos mencionar dos programas de este estilo.

El primero sucede en una casa donde conviven varias mujeres jóvenes; una de las chicas empieza insultarle y le agredir verbal y físicamente a otra, hasta que una de ellas se quita el tapón de menstruación y le lanza a la cara a su rival. Es un espectáculo grotesco transmitido “en vivo” y a la gente le encanta ver y aparecer en el progrma.

En otro, que se llama “American Sperstarz”, los jueces se burlan, se ríen y humillan a un participante que canta pésimamente. Le tratan a este de “retardado” y al día siguiente de su primera presentación, la gente continúa riéndose del “retardado” y les parece muy gracioso que eso suceda en la televisión. En los canales de noticias o en los programas de comentarios, al día siguiente el tema más importante es hablar sobre “el cantante ridículo” y todos celebran con entusiasmo las humillaciones al que fue sometido el chico.
Frank y Roxy: la última matanza
Lo más absurdo de este programa, es que el cantante, Steve, está feliz de aparecer en la televisión y no le importa que se burlen de él; parece, incluso, que no percibe que se burlan de él y luego, más adelante, intenta suicidarse porque pensó que nunca más iba a aparecer en la televisión.

Este es el tipo de programas que la película critica no solo la pésima calidad de los mismos, sino por la incapacidad de las personas de darse cuenta de que esos mismos programas no le aportan nada positivo ni a ellos ni a la sociedad. Se ve entones la falta de pensamiento crítico de la gente que solo hablar y repetir lo que la televisión dice.

De esta forma, entramos en el tema de la dependencia de la televisión.

Frank le dice a un colega de trabajo, refiriéndose a la televisión: “Es el mismo tipo de entretenimiento que aparece cada vez que se enfrentan las estrellas del imperio. ‘American Supertarz’ es el nuevo Coliseo. Y no voy a mirar un programa donde se destroza a los débiles cada semana para entretener al resto. Estoy harto. Todo es cruel ahora...”

El compañero de Frank no está de acuerdo con él y la parece ridículo que Frank piense de esa manera. Para este muchacho, la opinión de 20 o 30 millones de telespectadores es válida. Frank insiste, porque inclusive, no está de acuerdo con el hecho de que ahora la gente prefiera amistades y conversaciones “on-line”: “¿Cuándo fue la última vez que tuviste una conversación real con alguien sin enviarle un mensaje de texto o sin mirar la pantalla o el monitor?”

Lo interesante es que la gente lo mira a Frank con ojos raros, como si fuera un “fenómeno” por pensar diferente, porque es el único que no sabe nada de la vida de los artistas, de los famosos, etc.

Cambiando de tema, hay dos puntos que son muy importantes en la crítica que hace Dios Bendiga a Estados Unidos sobre las relaciones interpersonales. El primero es el miedo de relacionarse con la gente, de decir lo que se siente, de crear auténticas relaciones humanas que vayan más allá del “compartir” en las comunidades virtuales. La gente ya no sabe hablar, ya no sabe cómo actuar frente a otra persona. Cualquier gesto puede ser malinterpretado y las consecuencias pueden ser fatales. Y eso es lo que le sucede a Frank, cuando Karen, la recepcionista del lugar donde él trabaja desde hace diez años, dice que no se siente segura con él y le acusa de “acoso sexual”. Todo eso porque él, un día, le mandó unas flores a Karen a su casa porque ella estaba pasando mal y, con ese gesto, él simplemente trató de hacerla sentir bien. Pero, como la empresa no tolera ese tipo de comportamiento, él se queda sin trabajo.
Frank y Roxy en una parada en medio del viaje
Es la soledad que se vive en las grandes y en las pequeñas ciudades; es la soledad de las personas que están rodeadas de aparatos electrónicos y se satisfacen con ellos; es el miedo de tener contacto con otras personas. Ya no se puede ser gentil porque los demás siempre van a ver los buenos con malas intenciones.

Este miedo de relacionarse también se ve cuando Frank viaja con Roxy por las carreteras y todos piensan que hay “algo” entre ellos, a pesar de que es obvia la diferencia de edad entre Frank, hombre adulto, y Roxy, una adolescente. La gente se ríe y finge que le comprende, pensando que mantiene una relación “pedófila” con Roxy y, como estas personas no son capaces de ver de otra forma, lo aceptan. Sin embargo, lo  interesante de la personalidad de Frank y Roxy es que ambos, desde el principio, establecieron y dejaron clara la diferencia que hay entre ambos, principalmente para Frank, quien ve a como una niña y no acepta que la sociedad esté transformado a las niñas en “mujeres” prematuramente.

En este momento Frank le hace una crítica atroz a Wody Allen y al comportamiento general de la sociedad. Él dice que no quiere ser responsable de la autoestima de una adolescente y no permite nunca que Roxy se confunda en su relación de amistad con él.
La relación de Frank y Roxy es una profunda amistad
El segundo punto es la indiferencia de la gente por los problemas de los demás. Cuando Frank sale del consultorio deprimido porque recibe la noticia de que su tumor es maligno, él se sienta en el suelo, al lado del ascensor y permanece un tiempo callado, deprimido. La cámara está posicionada al nivel del suelo y desde ese ángulo muestra lo pequeño y derrotado que se siente Frank en relación a la vida, al mundo. Ese instante la cámara permanece parada y se aproxima una mujer que trabaja en el edificio, se acerca a Frank y le dice que él no puede permanecer en ese lugar, que debe irse. No hay intento por saber qué le pasa a él.

No hay espacio para la empatía. Solo reina el egoísmo y el individualismo, así como las apariencias.

A pesar de todo lo dicho, desde nuestro punto de vista la mala educación de los hijos y la irresponsabilidad de los padres que no saben ponerles límites y que confunden el significado de la  palabra “felicidad” es el punto central de God Bless America, pues a partir de esto Frank decide matar a la “gente mala”.

Todo empieza cuando Frank intenta convencer a su hija de que pase día con él en su casa, y la pequeña, de cinco años, no quiere hablar por teléfono con él porque dice que “está haciendo algo importante”. Y lo que Ava está haciendo es jugar con su famoso “Nintendo” y no quiere dejar de jugar para conversar con su padre y, cuando se ve obligado a hacerlo, se burla de éste y la madre de Ava permanece indiferente ante el comportamiento de la niña.
Frank mata a Chloe
La actitud de Ava le afecta mucho a Frank, pues para él su hija es todo y no desiste de pasar el día con ella; sin embargo, se siente derrotado en relación a su hija cuando ve una noche en la televisión un reality show que transmite todos los preparativos de la fiesta de cumpleaños de una muchacha que se llama Chloe. Ella está cumpliendo 16 años y sus padres, que son ricos, hacen todos los caprichos que ella quiere, como por ejemplo, comprarle sus vestidos en París porque en Virginia, donde ellos viven, no hay nada que a ella le quede bien. A pesar de eso, Chloe les insulta a los papás, porque cree que ellos no hacen todo lo que deberían hacer. Por ejemplo, a la mamá le grita frente a las cámaras de televisión, diciéndole que es una “prostituta” porque lo arruina todo, ya que ella está usando un vestido igual al de su hija. Luego los padres le compran un coche y cuando ella ve que no es el que había pedido, les grita y les insulta. Tiene un verdadero berrinche porque no le han comprado el coche que ella quería. Continúa insultándoles a sus padres, y el papá de Chloe, al escuchar lo que dice su hija, se resigna y dice pasivamente frente a las cámaras de la televisión: “Es mi trabajo hacerle feliz. Si ella no está feliz, yo metí la pata”. (Solo esta frase merece un análisis profundo sobre cómo los padres están educando a sus hijos y cómo a palabra felicidad está tan mal interpretada y manipulada)
Un sueño de Roxy mientras duerme
Un sueño de Frank mientras duerme
Ese instante, mientras continúan los gritos histéricos de Chloe en la televisión, le llama por teléfono a Frank su hija para decirle que odia a su madre porque ella quería un iPhone y su madre le ha comprado un Blackberry. Frank intenta conversar con Ava y convencerle de que vaya a la casa de él; mas, ella insiste en que no quiere porque lo único que le interesa es tener un iPhone.

Ese momento Frank percibe que Ava está comportándose como la Chloe de la televisión y se siente fracasado y decide suicidarse; pero antes toma la decisión de matar a Chloe, y todo el mundo que ella representa; con esta decisión, Frank iniciando una serie de  matanzas, pero siempre de las personas que “son malas”, que hacen hincapié de maltratar a los demás.

La manipulación de los medios de comunicación es otro de los aspectos que critica la película. Por ejemplo, después que Frank y Roxy mataron a los espectadores en el cine, ellos ven el televisión de un motel la noticia en la que el reportero comenta que la propia película, que era un documental sobre la guerra, podría haber despertado ese fanatismo que terminó con la muerte de los inocentes.
 
Frank le enseña a Roxy a disparar
Frank y Roxy perciben que, hagan lo que hagan, la televisión continuará informando las cosas a su manera, tanto es así que deciden que debe morir “cualquiera que viva de sembrar el miedo entre las masas

Uno de los puntos que hay que destacar en la película son los monólogos de Frank y Roxy, pues estos reflejan las frustraciones que sienten, sus aspiraciones y sus más profundos deseos. Es en estos monólogos que el director hace una crítica directa contra el “estilo de vida americano” y la incapacidad de las personas de ver lo que les rodea. Hay que destacar que durante los monólogos prevalecen los primeros planos y los planos medios cortos.

Roxy, antes de matar al presentador de un programa de televisión que está herido en el suelo y les está apuntando con un arma, le dice: “¿Cuánto hace que tuviste que dispararle a alguien? ¡Ah, espera! Nunca has tenido que hacerlo. Me olvidé. Tú nunca estuviste en el ejército. Tuviste a tus padres ayudándote a evitar el reclutamiento como cualquier otro rico engreído que se gana la vida gracias a los estadounidenses xenófobos. Parece que ustedes han explotado ciertas tragedias para promover sus propios intereses. De hecho, parece que siempre han tratado de proteger el derecho de grandes compañías petrolíferas para que mantengan en ebullición a todo el mundo. Simplemente porque algún presidente rústico designado empezó a recibir órdenes de Jesús o del Conejo de Pascuas o de algún amigo suyo imaginario.”.
 
Frank está de acuerdo con el menor control de armas
Este es un discurso crítico directo al sistema político, militar y económico de los Estados Unidos y no merece más comentarios.

Frank también lanza un monólogo que es una radiografía de lo que el director cree que son los Estados Unidos actualmente. La policía le pregunta a Frank quién es él, y responde: “¿Quiénes son ustedes? Estados Unidos se ha convertido en un lugar cruel y salvaje. Premiamos al más superficial, al más tonto, al más malo, al más chillón. Ya no existe el sentido de la decencia. No existe el sentido de la vergüenza. Ya no hay más bien o mal. Las peores cualidades de la gente son ser admirado y famoso... Nos hemos convertido en una nación de eslóganes, de incitadores de odio. Hemos perdido la bondad. Hemos perdido nuestra alma”.

God Bless America es una película interesante no solo por su contenido sino también por su forma narrativa. La película es lineal y uno de los recursos que utiliza el director son las escenas paralelas. Estamos llamando con este nombre cuando dos escenas, que aparentemente no tienen nada que ver, se unen creando una simbología que dispensa más palabras. Podemos mencionar algunas de estas escenas: la primera es cuando Frank está en su casa y se escucha el llanto del bebé de los vecinos y se escucha el programa de televisión que dice: “para poder salir le das a este tipo una estrangulación de guillotina y se muere. Yo soy Robbie Barkley y ustedes están mirando ‘Hollywood Extreme’”. Este ya es un anuncio de lo que será la película, y más aún cuando Frank dice: “Yo detesto a mis vecinos” al mismo tiempo que escuchamos a la vecina que dice “detesto a los que hablan mal de Michel Jackson”.

Otra escena paralela interesantísima es cuando Frank está cansado de pasar de un canal a otro y cuando, finalmente, se queda dormido, se escucha que en la televisión están pasando un reportaje del primer asesino serial de los Estados Unidos en 1966. Nuevamente, se anuncia lo que es la película: Frank y Roxy se convierten en una especie de asesinos serial.

Sin embargo, la escena más importante de estas “paralelas” es cuando Ava le llama a  Frank para reclamarle que su madre no le ha comprado el iPhone. Mientras Frank escucha sus gritos histéricos, se ve a Chloe, en la transmisión del reality show que está gritandoles a sus padres de la misma forma. Inclusive se da la sensación de no saber quién está reclamado: si es Ava o Chloe. Esto crea la sensación de que Ava será una futura Chloe, lo que despierta en Frank esa decisión de matar a la adolescente.
Roxy: "Hay otras Chloes que tienen que morir"
Hay muchos otros temas que se pueden profundizar y que no lo podemos hacer ahora por falta de espacio; mas, no queremos terminar sin comentar la que consideramos la escena clave de la película: es cuando Frank está en un cuarto de un motel preparándose para suicidarse. Cuando está a punto de hacerlo, llega Roxy, quien lo vio matar a Chloe en la escuela. Roxy entra a la habitación y está feliz por lo que ha visto. Le parece fantástico todo lo que está sucediendo y cree que esa es la oportunidad que Frank tiene de cambiar las cosas en el mundo. Roxy no se asusta frente a nada y le dice a Frank que tiene la oportunidad de hacer algo realmente asombroso, “hay otras Chloes que tienen que morir”. Enseguida, ella le desafía a Frank a que se suicide cuando en verdad le está desafiando a seguir su nuevo instinto. La escena es brillante gracias a los diferentes planos que utiliza el autor con mucho dinamismo en tan poco tiempo para retratar la fuerza de la joven, su poder de influencia, sus aspiraciones, frente a la experiencia, a la paciencia y a la cortesía de Frank, lo que hace que estos dos opuestos se transformen un dúo dinámico al ritmo de la balas.
Roxy le desafía a Frank a que se suicide
God Bless America es una película que vale la pena verla detenidamente. Su humor es negro, directo, inteligente y, a veces salvaje, pero de buen gusto. Después de verla, no se puede ser el mismo ni ser tan indiferente frente al mundo que nos rodea.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega

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