Con Fredric March, Mirian Hopkins, Rose Hobart,
Edgar Norton, Holmes Herbert, Hailiwell Hobbes.
Dirección de Rouben Mamoulian
El terror de los años 30.
Las películas de terror gótico, en adaptaciones
hechas de grandes obras literarias, marcaron de manera definitiva el desarrollo
del cine de terror, que había empezado a mediados de los años veinte. Grandes
películas como Drácula y Frankestein, ambas de 1931 y
producidas por la Universal, dieron
el puntapié comercial para este tipo de género que la Universal supo aprovechar haciendo diferentes versiones de sus
obras a lo largo del siglo veinte. Sin embargo, no todas esas películas fueron
necesariamente las mejores aunque copado el mercado.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Escena inicial que nos remite al terror gótico |
Dr. Jekyll y Mr. Hyde de 1931, adaptación de la novela
del escritor inglés Robert Louis
Stevenson, publicada en 1886, fue producida por la Paramount y ganó en 1932 el Óscar al mejor actor (Fredric March) y
dos dominaciones, una de las cuales fue la de mejor fotografía (Karl Struss).
Esta película es, definitivamente, una de las mejores adaptaciones, por no
decir la mejor, que se ha hecho en el cine de la obra de Stevenson por todo su
conjunto: la excelente fotografía, las técnicas como recurso narrativo, el uso
perfecto de alegorías, la coherencia del guion al tratar los diversos temas, la
actuación de los protagonistas, etc.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931): Jekyll al inicio de la película y luego secuencia de la primera transformación |
En fin, Dr. Jekyll y Mr. Hyde , después de
más de ochenta años, no ha sido superado a pesar de que hoy existen más y
mejores recursos técnicos. Además, es una obra obligatoria para cualquier
amante del buen cine y, aunque hoy no provoca ni el susto ni las emociones que
sí provocó en la época de su realización, merece un lugar de destaque entre las
obras pioneras y las mejores del género del terror.
El estilo narrativo de Dr. Jeykll and Mr. Hyde.-
Durante los cuatro primeros minutos de la
película, el espectador solo ve lo que el protagonista observa. La cámara es el ojo del Dr. Jekyll, que
con efecto viñeta, da la sensación de que estamos dentro de él. Los movimientos
son rápidos, con una cámara que tiembla en algunas ocasiones y solo veremos al
Dr. Jekyll por primera vez cuando él se mira en el espejo antes de la salir de
la habitación en la que se encuentra. Este efecto se lo repite una segunda vez
cuando el doctor toma por primera vez la poción con la que se transformará en
el señor Hyde.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931): la cámara es el ojo del Dr. Jekyll |
El objetivo de ese efecto no era solo innovar
la técnica narrativa, sino que el espectador sintiera cómo el protagonista
observa el mundo de manera subjetiva. Esto es esencial para entender los
conflictos que el Dr. Jekyll vive y la dimensión que toma cuando surge el señor
Hyde, un hombre sin escrúpulos, que es fuerza bruta y amoral.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931): la cámara es el ojo del Dr. Jeykll en plena transformación |
Otra característica de Dr. Jekyll y Mr. Hyde es la manera peculiar en la que se cambian
algunas escenas, específicamente en las escenas de los minutos cincuenta y
cinco, sesenta y ocho y setenta y tres. En la primera escena, el doctor Jekyll
le acaba de enviar a Ivy cincuenta libras. Ella se queda feliz con el dinero y,
en lugar de la escena cambiar a otra, ésta se divide con na línea perpendicular
que sube desde el ángulo inferior derecho hasta llegar al medio, donde se
detiene por unos instantes, para después continuar subiendo hasta el ángulo
superior izquierdo. En la parte superior de la escena se ve a Ivy, feliz con el
dinero que ha recibido y en la parte inferior se ve a Muriel, la enamorada del
doctor Jekyll, conversando con él sobre el hecho de que durante la ausencia de
ésta, de más de un mes, él no la haya escrito una vez siquiera. El doctor
Jekyll le dice a su amada que ha “estado enfermo del alma” y que ha hecho
experimentos peligrosos. El espectador sabe de qué se trata, y la idea está
reforzada al mostrar en la misma escena, aunque en lugares diferentes, a las
dos mujeres que a él le son importantes: Muriel, la mujer a quien ama y con
quién se quiere casar e, Ivy, la mujer a la que le salvó en la calle y a la que
quiere proteger de la obsesión maligna del señor Hyde.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931): A la izquierda, Ivy; a la derecha, Jekyll y Muriel |
Este recurso de dividir la escena y dejarla de
esa manera por algunos segundos es buena para mostrar los opuestos y los
conflictos que viven los diferentes personajes a partir de una misma situación,
y más aún cuando algunos de esos personajes no conocen a los otros y no saben
lo que sucede a su alrededor, como es el caso de Muriel e Ivy. Al mismo tiempo
son escenas que ayudan a destruir cualquier idea optimista de que las cosas
pueden mejorar, pues ambas representan el conflicto de la dualidad del doctor
Jekyll y el señor Hyde. Esto está muy bien representado una vez más en la
escena del minuto sesenta y ocho. En la parte superior, Ivy está bebiendo y
está muy feliz porque cree que finalmente se ha liberado de la presencia aterrorizante
del señor Hyde, mientras que en la parte inferior se le ve a Muriel que está
preocupada porque el doctor Jekyll está atrasado y no ha llegado a la cita que
tenía con ella. En esta escena se plantea de forma contunde el preámbulo de la destrucción
del doctor y de Ivy, así como el fin de las ilusiones de Muriel, pues ninguna
de las dos sabe que Jekyll se ha transformado, involuntariamente, en Hyde
mientras iba a encontrarse con su enamorada.
Algo similar sucede en el minuto setenta y
tres. Cuando la escena permanece dividida, en una parte aparece el coronel
Carew, padre de Muriel, quien afirma categóricamente: “Nunca volverán a ver a ese hombre”, refiriéndose al doctor Jekyll,
quien nunca llegó a la cita que tenía con su hija. Mientras se escucha la sentencia
de Carew, en la otra mitad aparece el rostro del doctor, que ahora se da cuenta
que está perdiendo el control de su personalidad para su lado negativo.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931) |
Durante la mayor parte de la película, la
cámara cumple un papel importante al mostrar escenas de diferentes ángulos y con diferentes efectos. Hay dos
escenas en particular que hay que destacarlas. La primera sucede al principio
de la película, cuando el Dr. Jekyll da una conferencia sobre sus ideas de que
se puede separar el alma del ser humano y mostrar tanto el lado positivo como negativo
de cada ser humano. Como es lógico, sus ideas son rechazadas por todos, pero la
cámara dice lo contrario: en un momento determinado, para mostrar la veracidad
de su discurso, se le enfoca al protagonista desde un ángulo inferior, lo que
ayuda a engrandecer las ideas de Jekyll y mostrar que falta muy poco para
mostrar el poder que él tiene con sus ideas.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Jekyll llega al lugar de la conferencia: el espectador ve a través del ojo del doctor. |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Jekyll hace sus afirmaciones sobre la dualidad del "alma" durante una conferencia |
La segunda escena que destacamos es el
magnífico juego de sombras que hay
casi al final de la película. El señor Hyde huye de la policía que le persigue
por las calles de Londres. En un determinado momento, la cámara está distante,
creando un plano general, enfocando la pared de una casa que está un poco lejos
en la que se proyectan las sombras de Hyde que huye y de la policía que le
persigue. Es una escena muy bien hecha que muestra la versatilidad del director
y la calidad de Karl Strauss, el fotógrafo responsable de la película que sería
reconocido por su trabajo.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La policía persigue a Hyde |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Hyde huye de la policía |
La sensualidad en Dr. Jekyll and Mr. Hyde.-
Como es de conocimiento general, en 1934 entró
en vigencia en los Estados Unidos el Código
Hays, creado en 1930, con el objetivo de censurar el cine. Este Código de
autocensura tenía un reglamento rígido para controlar las escenas que
representaban el sexo, la violencia, los crímenes, ec. Este Código dictaba lo
que “ellos” (los censores) decidían qué se podía mostrar o no en la gran
pantalla. La moral del cine estaba dictada por los prejuicios moralistas de unos
pocos que tenían el poder y el control de la censura. (El código Hays fue
eliminado en los años sesenta).
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Sensudalidad en la era de pre código. |
Dr. Jekyll y Mr. Hyde es una película de la época del pre
código y por eso hay una serie de escenas que están cargadas de sensualidad de
manera explícita para la sociedad conservadora de aquella época. Esta
sensualidad que hoy, definitivamente, no le llama la atención a nadie, tenía un
objetivo: resaltar el conflicto del doctor Jekyll, pues éste es una persona
buena, que gasta parte de su tiempo ayudando a los necesitados, pero en ningún
momento se considera un “santo”; al contrario, confiesa que le agrada la
tentación, pero sabe reprimir sus deseos más escondidos.
El primer lugar hay que hablar del descote de la blusa de Ivy Pierson, la
cantante y prostituta a quien el Dr. Jekyll le ayuda y por quién se obsesiona
el señor Hyde. Su blusa muestra, de una manera osada, parte del busto, lo que
es un contraste bien establecido con las ropas que usa Muriel Carew, la novia
del doctor.
Dr.Jekyll and Mr. Hyde (1931). La ropa de Muriel: elegante y discreta al misma tiempo |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). El descote provocativo de Ivy |
En segundo lugar hay que mencionar la escena en
la que el Hyde le presiona psicológicamente a Ivy. Éste le hace un juego de
palabras sobre amar y odiar, lo que le deja aterrorizada a ella, ya que no sabe
qué actitud debe tener, pues si dice algo que Hyde no quiere oír, algo malo le
sucedería ese instante. Hyde, entonces, después de divertirse aterrorizándola,
se sienta en el suelo, a los pies de Ivy que está sentada en una silla y,
cuando la cámara les muestra a ambos en un plano medio, aparece en destaque, en
primer lugar el descote de la blusa de la muchacha y, en segundo lugar, Hyde
apoyando, y presionando con fuerza, su cabeza en el seno de la joven. La escena
dura un buen tiempo y muestra la obsesión que él tiene por el cuerpo y la
belleza de Ivy. Aquí tenemos una situación de sensualidad terroríficamente gótica.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Hyde apoya la cabeza en el seno derecho de Ivy |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Hyde presiona el pecho de Ivy |
En tercer lugar está la escena en la que Ivy aparece
en un teatro de variedades donde ella suele ir todas las noches. Ella está
sentada y un cliente pone su mano abierta en el muslo de la pierna derecha de
Ivy y no la retira. Mientras ambos conversan, él mantiene la mano presionada en el muslo. Esta es una escena que
un par de años después desaparecería por completo en el cine, debido a que la
censura no lo permitiría de ninguna forma. Al mismo tiempo, unos segundos
después, cuando llega Hyde y pide que Ivy vaya donde él, alaba explícitamente la belleza de su cuerpo, mostrando la lujuria que
siente por la joven. Hyde le dice: “¡Qué
figura!”. Hay un deseo carnal explícito seguido por propuestas directas: “Deberías vivir en un lugar que diera relance
a tu bello cuerpo – ese momento él le arranca a la fuerza el abrigo que Ivy
usa para cubrir sus hombros - , cabellos
rubios, rostro pálido. La ropa también debería ser acorde”.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La mano del cliente en el muslo de Ivy |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Hyde alaba explícitamente la belleza del cuerpo de Ivy |
Pero la escena más importante sobre la sensualidad
en Dr.
Jekyll y Mr .Hyde, en esta época previa a la censura, sucede al
principio de la película cuando el doctor está por primera vez con Ivy. Después
de ayudarla en la calle, donde un hombre la estaba maltratando, él la lleva a
la habitación donde ella vive. Ella, no solo que se siente agradecida, sino que
intenta seducirlo, pues está impresionada por los modales y la manera cortés
con la que él la trata todo el tiempo. El doctor resiste a la tentación -
aunque después confesará que realmente se siente atraído por ella - y le ayuda
a acostarse en la cama, a que descanse. Durante todos esos conflictos rápidos
que surgen por medio del diálogo, la cámara muestra diversas situaciones en las
que ella se le insinúa directamente. Primero, ella se levanta la falda y se
quita las ligas que usa. Incluso le tira una a él. En otro momento, permanece
con las piernas colgadas, con la falda levantada, mostrándole las piernas
desnudas. Después, cuándo él se sienta en la cama para ayudarla, ella está
desnuda, cubierta con una cobija. La cámara, con discreción, pero osada para la
época, la muestra a ella de perfil, revelando que realmente está desnuda.
Después, cuando él y su amigo salen de la habitación, hay una sobreposición de
imágenes: mientras camina conversando con su amigo, él solo piensa en la pierna
desnuda de Ivy, que está colgada y moviéndose de manera provocativa. Además, él
confiesa que la situación le gustó porque se trata de un instinto elemental. A
él le gustó el beso que Ivy le dio y el ambiente de tensión sensual que acabó
de vivir.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La mano e Jekyll en el musco de Ivy |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Ivy le da un beso a Jekyll |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Ivy intenta seducir a Jekyll |
Dr. Jekyll and Mr.Hyde (1931). Jekyll no deja de pensar en la pierna de Ivy |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La pierna de Ivy: una osadía en la era de pre código |
Esta escena que acabamos de describir es
fundamental para entender el tema central de la película. La aparición del
señor Hyde no es solo porque el ser humano tenga un lado oscuro que intenta
salir de alguna manera. En verdad, lo que Jekyll busca es la liberación de los
deseos reprimidos; el problema es que éstos van a aparecer de manera violenta y
nada saludable. Cuando el ser humano vive reprimiéndose, por el simple hecho de
reprimirse, porque las normas de la sociedad la dictan de manera tajante, como
se ve en diversas situaciones en la película, nada bueno puede suceder con él.
Los temas del Dr. Jekyll and Mr. Hyde.-
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Jekyll ayuda a los necesitados sin llegar a ser un "santo" |
La historia del Dr. Jekyll and Mr. Hyde es
conocida de forma general por la gran mayoría del público, no necesariamente
porque hayan leído el libro de Stevenson, sino porque ha sido adaptada de las
más diversas formas, incluso en dibujos animados. Por eso, no nos vamos a
detener en contar los detalles de la historia que, como es lógico, como la gran
mayoría de las adaptaciones cinematográficas, no es fiel a la obra literaria;
sin embargo, se basa en la esencia del libro.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Hyde a la izquierda; el padre de Muriel a la derecha: ambos lados de la represión |
Hay cuatro temas generales que aparecen en esta
película de 1931 y que vale la pena destacarlos. En primer lugar está el tema
de separar la naturaleza del ser humano; es decir, se parte del principio de
que el ser humano está formado por un lado bueno y malo y el Dr. Jekyll está
seguro que es posible separar el “alma” del
hombre para conocer y diferenciar los dos elementos que la componen.
De este tema surge el segundo, que es la lucha
entre el bien y el mal, que está de manifiesto en los diálogos del Dr. Jekyll
con su amigo, con su empleado, con Ivy, con Muriel y con el padre de Muriel. El
tema está bien retratado en la primera transformación. Al tomar la poción, el
doctor Jekyll está frente a un espejo y las imágenes, que se mueven velozmente en
círculo, son escenas anteriores en las que prevalecen las cuestiones negativas,
principalmente las prohibiciones, como por ejemplo, el hecho de que el padre de
Muriel no acepta el casamiento de su hija antes de la hora que él, como ha
establecido; el amigo que le reprime por su conducta en la habitación de Ivy;
las palabras de Ivy que dice “lamento no
haberlo estrangulado”(al referirse al hombre que la maltrató). La palabra del coronel Carew que le dice a
Jekyll: “Indecente”. Las propias
palabras que él le dice a su amigo después de haber salido del cuarto de Ivy: “¿Puede un hombre que muere de sed olvidarse
el agua”. “Es desagradable”, “Estás loco” (su amigo le recrimina). “Regresa pronto” (le pide Ivy mientras él
continúa viendo en su mente las piernas desnudas de la chica). Al final del
proceso de transformación, cuando surge el señor Hyde, como resultado del
impulso reprimido, éste dice: “Soy libre...
Hipócritas, negadores de la vida”.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La primera transformación: la poción |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La primera transformación: la escena gira en círculos |
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). La primera transformación: sobreposición de imágenes anteriores |
Como causa y/o consecuencia, al mismo tiempo,
pues resulta difícil definir en qué momento surge el conflicto, otro de los
temas que aparece constantemente es la necesidad de controlar los impulsos. Sin
caer en un fondo moralista, la lucha entre el bien y el mal provoca y/o sugiere
esa necesidad, lo que está claramente impregnado en la personalidad del doctor
Jekyll, que es un hombre que, a pesar de la fama que tiene, gasta mucho de su
tiempo libre ayudando a los demás, a los necesitados. Sin embargo esto no
significa, como dijimos antes, que Jekyll sea un santo; al contrario, él tiene
deseos muy personales e íntimos, como por ejemplo, la necesidad de “consumir”
su relación con Muriel (Hay que recordar que estamos en una época en la que no
era permitido y/o se escondían las relaciones sexuales antes del matrimonio –
no es que no las hubiera, pero había una presión para que estas no aparecieran
públicas, muy diferente a lo que sucede hoy en día), algo que le deja impaciente
y que sale a flote cuando Ivy intenta seducirlo.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). El coronel, Jekyll y Muriel |
Por último, aunque podría ser el primer tema
propuesto, es la experiencia científica. Al principio de la película se plantea
el problema de que “no es científico no
admitir la posibilidad de algo”. Es decir, todo es posible, al referirse a
la idea inicial del Dr. Jekyll en la conferencia que da, y no se puede negar
nada hasta que no se haya comprobada científicamente. O sea, la praxis se
sobrepone a las cuestiones morales, éticas o las simples creencias que no
tienen ningún fundamento empírico.
Escenas especiales.-
Antes de hablar de las escenas especiales, es
necesario mencionar el uso de alegorías en
algunas escenas importantes de la película: un recurso bien utilizado e
interesante que ayuda a crear una atmósfera especial.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Primer plano de Muriel |
Al principio de la película, después de la
conferencia, Jekyll está con Muriel. Es una escena de primeros planos en la que
ambos se besan. Mientras ellos se besan, la cámara se mueve y muestra unas
flores que están en un estanque y que parecen estar besándose. La sustitución
del beso de la pareja por el beso de las flores crea una alegoría sobre la
relación de ambos que viven un momento conflictivo: ambos quieren casarse y
tienen el consentimiento del padre de Muriel, no obstante éste no quiere que se
casen inmediatamente sino que esperen ocho meses más, para que se casen el día
de aniversario de su propio casamiento. El coronel Carew es testarudo, defiende
su “tradición” y no da el brazo a torcer; por ese motivo, ese beso es parte de
la “complicidad” que la pareja de enamorados tienen frente a la oposición que
no les deja cumplir su deseo. Las flores muestran claramente el deseo sexual
que tiene la pareja y que, más adelante, Jekyll lo confirma cuando se siente
atraído por Ivy.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Después del beso de Jekyll y Muriel, dos flores que se desean |
Otra escena alegórica es cuando el señor Hyde
mata a Ivy. Al descubrir que ella está enamorada de Jekyll y que éste le quiere
ayudar a escapar de él, la ahorca. La cámara muestra, en un plano medio, la
muerte de Ivy y Hyde no la suelta en ningún momento, sino que la empuja lentamente
hasta que desaparecen de la escena, pues están atrás de una mesa. Sin embargo
la cámara continúa enfocando un objeto que estaba atrás de ellos: una estatua
de mármol en la que un ángel con alas abiertas que besa a una mujer. El ángel
está inclinado sobre el cuerpo de la mujer a quien la sostiene, con una mano en
la espalda y con la otra, en el cuello. La alegoría es impactante porque es un
contraste entre la delicadeza con la que el ángel trata a su amada y la
crueldad con la que Hyde, el “monstruo” o, si queremos llamarlo de otra forma,
el “demonio”, mata a su “amada”.
Otra escena importante es la metáfora, en el minuto sesenta y seis, de la transformación. El
doctor Jekyll está a camino de un compromiso que tiene en casa de Muriel y, al
caminar por un parque, se detiene al ver a un pájaro que está cantando encima
de un árbol. Jekyll se emociona con la belleza del ave y mientras lo escucha,
un gato se acerca de repente y ataca al pájaro. De la alegría y de la belleza,
se transita a la tristeza y al horror; en seguida, sin haber tomado ninguna
pócima, Jekyll se transforma, a pesar de que no quiere, en Hyde, anunciando de
esta manera el final trágico que se aproxima.
Dr., Jekyll and Mr. Hyde (1931). Un gato negro ataca a un pájaro en el parque |
Además de las escenas mencionadas hasta aquí,
hay que resaltar el horror estampado en el rostro de Ivy (minuto cincuenta y
uno). Un minuto antes, Hyde la tortura psicológicamente preguntándole si lo ama
o si lo odia. Ella, como tiene mucho miedo, le dice que lo ama, pero Hyde sabe
que no es verdad y se complace torturándola, entonces se pone a hablar sobre
sentimientos, amenazas y el deseo de irse. Durante toda la escena, el rostro de
Ivy expresa un terror absoluto, lo que es contrario a las palabras que ella
dice para sobrevivir. La escena es muy buena por la fuerza de expresión de los
ojos de la mujer.
Palabras finales.-
Dr. Jekyll and Mr. Hyde está dividida en dos partes. Los
primeros veintitrés minutos sirven para presentar a todas los personas
involucrados en la historia y los diversos temas que mencionamos hace un
momento: la naturaleza del ser humano y su dualidad, la lucha entre el bien y
el mal, el deseo sexual de Jekyll y Muriel, reprimido por la testarudez del
coronel Carew y transferido en el deseo reprimido de Jekyll por Ivy. La segunda
parte está constituida con la transformación de Jekyll y la aparición de Hyde,
y la lucha que establece entre el bien y el mal.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Después de la conferencia, nadie cree en las teorías de Jekyll |
Otro punto importante es la “transformación”
física de Jekyll en Hyde. Hay tres transformaciones que tienen características
únicas. La primera se preocupa más por mostrar la liberación del deseo
reprimido, el surgimiento y el triunfo del lado negativo del individuo, tanto
es así que en la escena, como lo explicamos anteriormente, está hecha a partir
de escenas anteriores que giran velozmente y que termina con la voz triunfante
de Hyde: “soy libre”.
Dr. Jekyll and Mr. Hyde (1931). Jekyll e Ivy |
En la segunda transformación hay una mayor
preocupación por mostrar el cambio físico, lo que ayuda a ver los excelentes
efectos especiales que se realizaron. La tercera, cuando Jekyll está en el
parque, ni siquiera se la muestra. Simplemente existe porque la parte buena del
“alma” de Jekyll ha sido derrotada.
Aunque sabemos que el púbico actual no tiene
ninguna simpatía por las películas clásicas, y peor aún por las que fueron
filmadas en blanco y negro, Dr. Jekyll and Mr. Hyde es una de
esas las grandes películas que no ha sido superada con el pasar de los años.
¡Hay que verla!
Texto original de
Patricio M. Trujillo O.
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