Con Heather Matarazzo, Victoria
Davis y Ken Leung.
Dirección de Todd Solondz.
Bienvenido a la casa
de muñecas (Welcome to the dolhouse)...
Por un momento imaginémonos
la siguiente escena: una niña de once años está en la mesa cenando con su
familia...
La madre lleva a la mesa
el postre dividido en cinco platos y empieza a repartirlos; sin embargo, en el
último minuto se arrepiente y le quita el plato a su hija de once años como un
acto de venganza porque la pequeña no quiere derrumbar “su casa” que está en
medio del patio y que le sirve como único refugio. Como forma de punirla más
aún, divide ese postre “sobrante” con los otros dos hijos, que se lo comen con
satisfacción.
El padre de la muchacha
contempla la escena y no dice nada. La hermana de la niña se ríe de felicidad;
el hermano mayor está concentrado en el postre y la madre observa con satisfacción
cómo su hija no se atreve a protestar.
La madre está satisfecha
con el castigo.
En síntesis, parece que
a nadie le importa los sentimientos de la niña de once años de edad.
* * * * *
Entonces, podemos
hacernos una pregunta: ¿qué es la infancia? ¿Cómo es la relación de los niños
con sus padres? Y la relación entre ellos, ¿en qué está basada?
Las “teorías” populares
dicen que la niñez es el mejor momento de la vida y la gente añora su infancia
cuando se contempla frente al espejo como adulto.
No obstante, Bienvenido
a la casa de muñecas nos da una bofetada y nos dice lo contrario: la
infancia puede ser un mundo cruel.
Casa de muñecas |
La escuela es cruel. Los
padres son crueles. Los hermanos son crueles. Los amigos son crueles. Uno mismo
es cruel. En resumen: ser niño es difícil, y ser adolescente, más aún.
Pero no nos engañemos: Bienvenido
a la casa de muñecas no es una película sobre la maldad, sino una
profunda reflexión sobre la crueldad con que le rodea al adolescente y la lucha
de este por encontrar su espacio, su identidad, aunque a veces lo haga por
caminos equivocados. Por eso, esta película cruel nos impacta por su lenguaje
directo, sin tapujos, sin hipocresías y sin estereotipos: una película que nos
dice directamente: qué difícil y peligrosa es la etapa de la transición entre
la infancia y la adolescencia si no hay alguien a tu lado.
Dawn en la escuela |
Todd Solondz retrata en Welcome
to the dolhouse (Bienvenido a la casa de muñecas) el mundo agridulce de
la infancia y deja de lado los temas estereotipados, vacíos, que muchas
películas para la “gran masa” lo tratan y “destratan”: no habla de las drogas,
ni de la popularidad, ni de embarazos precoces y, peor aún, de fiestas
escandalosas sin sentido. Al contrario, nos coloca frente a una niña que sufre
con la crueldad de los otros y encuentra, en la crueldad, la mejor manera de
retribuir la crueldad, generando de esta manera, un ciclo constante de
sufrimiento, frustración y fracaso.
¿Quién es Dawn?.-
Dawn Winer es la segunda
hija de una familia de clase media de los años ochenta en los Estados Unidos y
no es, precisamente, el “modelo” femenino al que “aspiran” la gran mayoría de
jóvenes. Al contrario, ella no es guapa, usa frenos (atención: hoy es común que
el adolescente los use y muchos adultos también, pero debemos recordar que
hablamos de los años ochenta y la historia es “otra”) y es miope. Por otro
lado, es una persona introvertida, testaruda, pero al mismo tiempo determinada
para hacer lo que se propone, aunque no tiene el carisma necesario para seducir
a las personas.
"Te voy a violar" |
Por eso, en la escuela
los compañeros se burlan de ella constantemente y tratan de agredirla física y
emocionalmente, porque saben que ella no sabe cómo defenderse.
Hay dos escenas que
muestran esta situación a la perfección. La primera se da en el baño femenino. Dawn
es sorprendida por otra muchacha que le obliga a usar el retrete con las
puertas abiertas. Dawn no consigue defenderse y lo único que logra es
preguntarle a la chica por qué la odia tanto. La respuesta que todos escuchamos
es muy sencilla: “porque eres fea”.
La otra escena es cuando
un muchacho, también problemático, pero en una dimensión diferente a la de
Dawn, le dice que la va a violar. Y le dice inclusive el día y la hora en que
va a suceder el hecho.
Dawn y su hermana |
Frente a todo eso, ¿qué
hace Dawn?
Se esperaría que pidiera
ayuda a las autoridades de la escuela o a sus padres ya que ella no sabe cómo
defenderse; no obstante, la agresión también viene por parte de algunos
profesores y, como no tiene a su lado a su familia para que le apoye
emocionalmente, Dawn hace lo mismo que le hacen: tratar a los otros con
crueldad, más específicamente, a su hermana menor –que recibe toda la atención
de su madre- y al único amigo que ella tiene. Ella se venga en los más débiles
y de esta manera acaba perdiendo el control del mundo que podría tener. Dawn
también es cruel y su vida le parece tan difícil que le pregunta a su hermano
mayor, en un deseo de tener esperanza, si la vida la vida será más fácil cuando
esté en el octavo grado. La respuesta de su hermano es desalentadora: la vida será
mucho peor.
La historia.-
Bienvenido a la casa
de muñecas no
es una historia de problemas infantiles en la escuela. Es solo una parte de la
historia. Lo que le sucede a Dawn en la escuela es lo mismo que le pasa en su
casa: su vida le es difícil. Transita entre la falta de paciencia y de amor de
su madre hacia ella, la indiferencia de su padre y de su hermano mayor y el que
me importismo de los demás.
Dawn es una niña que,
simplemente, está sola por lo que desconoce el sentido de la expresión “dulce hogar”.
La vida en su familia está centralizada en su madre y en los mimos de esta
hacia su hija menor de seis años, Missy; por lo tanto, el “refugio” natural que
sería la casa para el niño, no existe. Por esta razón, Dawn intenta sobrevivir
de cualquier manera para tratar de encajarse en el “grupo”. Pero no tiene
éxito. Y hay que resaltar que no se trata de sensaciones o imprecisiones: Dawn,
realmente, no es comprendida y nadie quiere esforzarse en comprenderla, a tal
punto que su casa es el lugar donde más se desarrolla la violencia emocional,
para lo cual la física no hace falta.
Podemos mencionar dos
escenas de este mundo cruel en la familia de Dawn.
Dawn y el acosador |
La primera, cuando Missy
es raptada y Dawn se escapa una noche de la casa con el objetivo de encontrar a
su hermana porque hay una pista de que podría estar en Nueva York. Ella no se
va a buscarla porque la ame, sino porque es la oportunidad de demostrar que
ella “vale” algo. Lo lamentable es que en su casa nadie se da cuenta de su
ausencia y cuando regresa, está más sola que nunca.
La otra escena se da
cuando la familia está reunida para ver un video casero. Todos se ríen cuando
la hermana menor se acerca por atrás y le tira a Dawn a una piscina inflable.
Todos se ríen del “chiste” gracioso de la pequeña y conmemoran la ocurrencia de
Missy; pero la única que no se ríe es Dawn, pues no tiene nada que conmemorar,
pues se siente atacada por todos lados.
La familia de Dawn |
La consecuencia, como
dijimos anteriormente, de este mundo hostil constante es la necesidad que tiene
Dawn de vengarse a través de la
hostilidad, permaneciendo por tanto, aislada del grupo al que quiere
pertenecer.
Pero, ¿qué puede hacer
una niña de once años para cambiar este ambiente?
* * * * *
Todd Solondz no denuncia
ni da ninguna solución al problema de Dawn en su película. Él se limita a
mostrarnos una nueva dimensión de ese mundo cruel con los personajes que van
creando una especie de tela de araña en la que la mosca, en este caso, Dawn,
cae irremediablemente. No importa por dónde ella vaya ni lo que pretenda hacer,
siempre estará en medio de este torbellino que le ahoga, que le hace infeliz y
que no le la oportunidad de encontrar su lugar en la vida, salvo si cambia
algo.
Dawn, castigada una vez más |
Pero, ¿qué debe cambiar?
Solondz no nos lo dice y por eso, con Bienvenido a la casa de muñecas, él despierta
la admiración de unos y el odio de otros porque sin recurrir a situaciones
exageradas, abre un abanico peligroso sobre las relaciones infantiles. Es más
fácil vivir engañados con historias fantásticas y moralistas, o con historias
en las que los abusadores son adultos neuróticos y psicópatas; en cambio no
resulta difícil aceptar lo que Mark, el hermano de Dawn le dice cuando ella le
pregunta si el próximo año en la escuela será mejor: “al estar más cerca de la Universidad, las cosas mejorarán. Aún te van
a insultar, pero lo harán a tu espalda”.
¿Es que no hay
escapatoria?
Dawn en la escuela |
A pesar de lo dicho
anteriormente, Bienvenidos a la casa de muñecas no es una película pesimista;
al contrario, nos libera de los mitos al que el propio cine nos ha acostumbrado
sobre los miedos de la infancia y de la adolescencia: el mundo no es tan dulce
para muchos jóvenes como a nosotros, los adultos, “nos parece”: sobrevivir en
un ambiente donde se imprime la crueldad de las más diversas maneras es una
tarea ardua.
En esta película no hay
el amor romántico ni los diálogos moralistas ni la escuela que se esfuerza por
encaminarle al joven en el “camino perfecto” de la vida. Lo único que hay es el
sufrimiento del joven adolescente que se enfrenta con uñas y dientes contra “el
mundo” en el que no se encaja y que no le comprende a él.
Bienvenido a la casa de muñecas: una película sobre la crueldad |
Y Dawn es solo una
muchacha entre muchas otras que viven esa situación.
Bienvenidos a la casa
de muñecas
obtuvo premios importantes: Gran Premio del Jurado en el Sundance Festival (1995), Reconocimiento especial en el National Board of Review (1995), Premio
C.I.C.A.E en el Festival Berlim (1995), entre
otros.
Solo una observación más
antes de terminar: esta película es un drama y no una comedia dramática como
repiten los “borregos” en cientos de páginas en Internet. Técnicamente la
película está bien hecha y la construcción de la historia es lineal y exacta.
Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.
Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la
autorización del autor.