Con: Sean Biggerstaff, Emilia Fox, Shaun Evans.
Dirección: Sean Ellis.
“Se
necesitan unos 230 kg para aplastar un cráneo humano; pero la emoción humana es
algo mucho más delicado”
Así empieza Cashback, una bellísima película
que habla de las emociones humanas, de la belleza femenina, de los sueños, del
amor y del tiempo; principalmente del tiempo porque “puedes acelerarlo, puedes hacerlo más lento. Hasta puedes congelarlo un
momento, pero no puedes retroceder el tiempo. No puedes volver atrás lo que
está hecho”.
Con un lenguaje figurado, escenas poéticas y
cómicas y bastante humor negro, Sean Ellis nos cuenta una historia donde lo
imposible se hace posible y el final feliz esperado se hace realidad sin ser
meloso ni repetitivo.
Cashback cuenta la historia de Ben Willis, un joven
estudiante de arte que, después de terminar violentamente su relación con su
novia Suzy, no consigue dormir, pues esta separación es su “primera separación de verdad”. Él no comprende
plenamente por qué la relación terminó y se cuestiona si el amor es “así de efímero”; por tanto, intenta, inútilmente, volver con Suzy, pues no logra olvidarla.
Suzy termina violentamente su relación con Ben |
Pero como ya no consigue dormir desde que Suzy
lo abandonó, percibe que dispone de ocho horas más –las ocho horas que la gente
usa para dormir- para pensar en ella; entonces, para escapar de su propio
pensamiento, se presenta a un puesto de trabajo en un supermercado (Sainsbury’s) que busca “gente agradable para el turno de la noche”.
Y es de ahí que sale el título de la película: Cashback: un negocio redondo. Ben les da
las ocho horas en que la gente duerme y “las
capitaliza”; es decir, las aprovecha para olvidar a Suzy y poder continuar viviendo.
Ben es una persona tan tranquila y calmada en
su forma de actuar que parece que no se inmuta con los comportamientos
excéntricos de sus nuevos compañeros de trabajo que inventan mil maneras de
pasar tiempo en el supermercado sin aburrirse en el turno de la noche, como
Barry, Matt, Brian que se comportan como jóvenes inmaduros, egocéntricos, algo
irresponsables y patanes y sin mucha perspectiva para el futuro. (Las escenas de las travesuras de los empleados son cómicas, ingenuas y ridículas, pero no son grotescas, lo que hace que el humor negro que es uno de los hilos conductores de la película tenga mucha fuerza para establecer una especie de balanza con las angustias de Ben).
Uno de los empleados en monopotín por los corredores del supermercado |
Por todo esto, el supermercado se transforma
en un mundo en el que Ben descubre un nuevo universo que, no solo le da mejores
perspectivas en su carrera artística, sino que le hace encontrarse consigo
mismo y realizar su sueño, cuando menos lo espera.
Después de dos semanas sin dormir, Ben se queda
con la sensación de que el “tiempo es
irreal” y vaga entre la imaginación y la realidad. Se imagina que el tiempo
se detiene, una técnica para no sentir pasar su turno y, congelándolo de esta
forma, camina por el supermercado, “libre
e inadvertidamente”.
Ben contemplando la belleza femenina con el tiempo congelado |
Y es así que transcurre la primera parte de Cashback:
con el tiempo congelado y Ben caminando por los corredores del supermercado,
capturando la belleza femenina, porque ahora le resulta “sencillo” comprenderla y apoderarse de ella. Él se acerca a una
mujer bonita en el corredor y le acaricia delicadamente el pelo y, mientras lo
hace, narra cómo de niño le fascinó la belleza femenina. Él tenía unos 6 o 7
años de edad cuando en su casa se hospedó una estudiante extranjera, sueca, que
salía del baño desnuda y caminaba sin ningún pudor hasta su habitación. Este
comportamiento de la joven despertó en él una fascinación y “admiración” por la belleza de la mujer y, por ende, del desnudo; por tanto, desea congelar el mundo para vivir ese momento por una semana.
La estudiante sueca en la casa de Ben |
Y eso es justamente lo que Ben hace: congela el
tiempo y se acerca a las mujeres para dibujarlas. A todas las mujeres que las
pinta les quita la ropa para capturar la “esencia”
de la belleza femenina. Estas escenas transcurren de una forma lírica, a pesar
de que se muestran los cuerpos desnudos sin ningún pudor. Este nudismo no es
erótico y sí poético gracias, no solo a las reflexiones que hace el artista,
sino al movimiento de la cámara, a los trazos de los dibujos y a la propia
intención de Ben. Prevalecen los primeros planos y algunas;
pero, lo más interesante del movimiento de la cámara es que esta se mueve
lentamente, al ritmo delicado de los trazos del artista. Es como si ella fuera
el pincel del artista para el espectador. Luego que él pinta a las mujeres, las
vuelve a vestir y deja que el tiempo siga su curso.
Cashback: la fascinación por la belleza femenina |
Cashback: Ben pinta mientras el tiempo para |
A pesar de su “encanto” por la belleza femenina, Ben no consigue olvidarse de Suzy
hasta que un día se fija en Sharon. Ella es una cajera que usa una técnica muy
peculiar para no sentir el aburrimiento
de la noche en el supermercado: nunca mira el reloj para no sentir que el
tiempo camina lentamente. Ben, al verla, siente un “flechazo por ella” y quiere congelar el tiempo, pero solo consigue
hacerlo más lento. Después, cuando ella se va, él se siente solo.
Sharon |
Sin embargo, Ben y Sharon se hacen amigos. Él
le cuenta que él siempre quiso ser pintor y ella le confiesa que quiere
estudiar español para viajar y poder trabajar porque siente que su vida, en el
supermercado, se está perdiendo. Ambos tienen algo en común: un sueño y desean
realizarlo.
La amistad nace entre Ben y Sharon |
Después de cuatro semanas sin dormir, Ben ya no
piensa en Suzy y ahora congela el tiempo solo para pintar a Sharon. La escena
que muestra cómo le pinta es bellísima. Prevalecen los primeros planos, hay una
música suave de fondo y la cámara está en permanente movimiento, lentamente,
como si fueran los ojos del pintor que busca el mejor ángulo para pintar a la
muchacha.
Con el tiempo congelado, Ben pinta a Sharon |
Finalmente el hechizo de Ben se rompe cuando
Sharon lo besa y él vuelve a dormir.
Es entonces que se llega al clímax de la
película: Ben regresa al tiempo normal; ya no necesita congelarlo y va con
Sharon a una fiesta organizada por el gerente excéntrico del supermercado,
donde, aparentemente, como en toda comedia, se da la obvio: la magia entre Ben
y Sharon se rompe cuando esta “ve el
segundo equivocado de la historia de dos segundos”.
El camino de Sharon y Ben se separa y cada sigue
su propio camino hasta que "el sueño" los vuelve a unir.
Algunas reflexiones.
Cashback es una bellísima película desde varios puntos
de vista.
Primero hay que mencionar que la historia es narrada en primera persona por Ben y hay constantes retrospectivas al pasado que son los puntos que ayudan a entender la personaldiad del artista. Es una manera de conocerlo mejor, tanto a él como a su amigo Sean, que a pesar de ser un personaje secundario, cumple un papel importante en la vida de Ben. Por otro lado, estos regresos al pasado le dan sentido a los sueños de Ben, a su pasión por pintar mujer desnudas y hace que el expectador, principalmente el femenino, pueda ver los "desnudos" del supermercado con naturalidad artística, sin que nadie se sienta "violado".
El congelamiento del tiempo es una imagen para dividir y unir, al mismo tiempo, la
realidad y la imaginación. Al principio nos da la sensación de que el tiempo
congelado no es más que la imaginación de Ben como una forma de huir de su
drama y de su incapacidad de enfrentarse a Suzy, pues él, como ya lo dijimos
anteriormente, es tranquilo y evita la confrontación con las personas; mas,
después percibimos que él realmente consigue congelar el tiempo para capturar
la esencia de la belleza que está a su lado y que no todas las personas la ven.
Eso se puede ver en su propia relación con Sharon. Mientras el gerente del
supermercado está interesado en ella y luego de salir una vez al cine con
Sharon cuenta una historia ficticia sombre el “fantástico sexo” que tuvo con
ella, Ben consigue ver y capturar la belleza profunda que hay en la cajera y
sorprende a todos, al final de la película en la primera exposición que hace de
sus pinturas, con arte y pasión.
Primero hay que mencionar que la historia es narrada en primera persona por Ben y hay constantes retrospectivas al pasado que son los puntos que ayudan a entender la personaldiad del artista. Es una manera de conocerlo mejor, tanto a él como a su amigo Sean, que a pesar de ser un personaje secundario, cumple un papel importante en la vida de Ben. Por otro lado, estos regresos al pasado le dan sentido a los sueños de Ben, a su pasión por pintar mujer desnudas y hace que el expectador, principalmente el femenino, pueda ver los "desnudos" del supermercado con naturalidad artística, sin que nadie se sienta "violado".
La primera vez que Ben congela el tiempo, observa, analiza, comprende... |
Al hablar de Cashback también hay que
hablar del nudismo. Los cuerpos femeninos desnudos, sin pudor, que aparecen son
bellísimos. La posición en que cada una de las mujeres aparece, la forma en que
Ben las pinta, el respeto y la admiración que tiene con el cuerpo femenino es
sorprendente. La propia imagen de cuando Ben, de niño, ve a la joven estudiante
extranjera llega a ser onírica a pesar de que por un segundo pueda parecer
explícito.
Hay también que resaltar el fantástico trabajo
de la fotografía y del movimiento de la cámara. Ésta cumple un papel
fundamental en la historia porque ella habla tanto como las palabras y los
gestos de los personajes. Podemos mencionar algunas escenas para ilustrar lo
que queremos decir.
Después de que la relación terminó, Ben le llama por teléfono a
Suzy. Quiere saber si hay chances de que ellos regresen. Mientras habla, la
cámara se mueve en forma panorámica, lentamente, en primer plano. Ese
movimiento muestra cómo el mundo de Ben gira y luego, cuando él cuelga el
teléfono, la cámara se aleja y él cae lentamente en su propia cama, con la
cámara enfocándolo desde el techo. La transición de él, que está en un teléfono
público en el corredor de la residencia estudiantil hasta su cama, se da gracias
al movimiento de la cámara.
Transición espacio-tiempo |
De las muchas escenas cómicas, ridículas y
algunas grotescas que hacen los compañeros de Ben en el supermercado, una de
las más hermosas se da en el minuto dieciocho cuando, al ritmo del Bolero de Ravel, vemos a Barry en su
monopatín paseando velozmente por los corredores vacíos del supermercado.
Cashback es una bellísima película. Sus
reflexiones sencillas son profundas al mismo tiempo. Como dice el Ben: “Cuando uno
se duerme no sabe que se durmió hasta que se despierta. Durante esas horas de
ausencia otro mundo entra en vida”. ¿Y qué hay en ese otro mundo? Ben
descubrió lo que hay en él.
Además, Cashback es una película que habla
sobre el encuentro del amor que, como dice el protagonista: “está ahí, si tú quieres que así sea. Solo
tienes que ver que está envuelto en belleza y que se oculta entre los segundos
de tu vida. Sino te detienes un segundo, es posible que te lo pierdas”.
Para finalizar, hay que mencionar que la
película se inspiró en un cortometraje realizado por el mismo director, con el
mismo título que lo hizo en 2004 y que fue nominado al Óscar de cortometrajes ese año. Cashback
también participó en la Selección Oficial de Toronto Film Festival, San Sebastian Film Festival y SXSW Film Festival.
Texto original de
Patricio Miguel Trujillo Ortega.
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