O filme que assistimos...

Você encontrará neste espaço comentários e analises de filmes de todas as épocas. Uma excelente oportunidade para aprender além do cinema.

Patricio Miguel Trujillo Ortega


30 de novembro de 2015

¡Átame!



Átame. España. 1990. Comedia - Drama. España. 101 minutos.

Con Victoria Abril, Antonio Banderas, Loles León.

Dirección de Pedro Almodóvar.

Átame es una excelente película del primer período del siempre polémico Almodóvar. Una historia seductora, con personajes fuertes, impactantes y sensibles; a eso hay que añadir la fotografía bellísima, el dinamismo de la historia y, como es esencial en el director español, el choque: escenas crudas, explícitas y profundas, con una buena dosis de humor y mucho drama para un final alentador, de esperanza.

Átame es una película sobre personajes marginales que transitan entre el amor, la locura, la obsesión y la soledad; y el espectador, al verlos, no deja de preguntarse hasta qué punto él mismo no forma parte de ese grupo de “marginales”, pues Almodóvar consigue explorar profundamente el lado humano de estos personajes que, por su condición “marginal”, probablemente serían ignorados o retratos con estereotipos.

La historia y los personajes.-

“Tengo veintitrés años, cincuenta mil pesetas y estoy solo en el mundo. Me gustaría ser un buen marido para ti y un buen padre para tus hijos”. Esto es lo que le dice Ricky a Marina cuando acaba de raparla en el propio departamento de ella.
Antonio Banderas y Victoria Abril
Ricky es un joven huérfano desde los tres años de edad y ha vivido toda su vida en instituciones sociales, de las que se ha escapado en más de una ocasión. Pero esta vez, por orden judicial, sale del último centro psiquiátrico donde está internado con la idea de reintegrarse al mundo de la “normalidad” y formar una familia. No obstante, él tiene dos obsesiones que le guían y le apartan, al mismo tiempo, de ese mundo “normal” que tanto anhela. Por un lado le gustaría volver a ver su pueblo natal, al que no ha ido desde cuando tenía tres años de edad. Por otro lado, decide raptarle a Marina, como él mismo le dice “...para darte la oportunidad de que me conozcas a fondo porque estoy seguro de que te enamorarás de mí como yo lo estoy de ti”.
Ricky es dado de alta de un instituto psiquiátrico
Marina es una actriz de películas de segunda categoría y también ha trabajado en películas pornográficas. Además, en el pasado se ha prostituido y ha sido drogadicta. Ella está terminando de rodar una película cuando Ricky sale del centro psiquiátrico con la idea fija de encontrarse con Marina, a quien la conoció en una de sus fugas y, después de haber tenido sexo con ella, le había prometido que la sacaría de la calle y la cuidaría. Con este pensamiento, Ricky va al estudio, se roba algunas cosas, entre ellas las llaves del departamento de la actriz y, poco después, la secuestra.

Sus intenciones originales no eran la de secuestrarla, sino que ella misma percibiera quién era él, que se acordara de la promesa que él le había hecho hacía un año y que lo aceptara en su vida. Ingenuamente, porque Ricky es un hombre ingenuo, piensa que su plan es perfecto, pero al ser rechazado, se las juega al todo al secuestrarla pues, como lo dirá posteriormente, él no tiene nada que perder.
Escena de la película que Marina está rodando
Ricky es un hombre solitario que piensa que con sus intenciones de amar todo está resuelto y, cuando las cosas no funcionan como quiere, recurre a la violencia, no solo en lo que se refiere a Marina sino también en otras situaciones, como cuando va a buscar drogas para ayudar a Marina.

Pero volvamos al secuestro: a partir de este, la relación entre Ricky y Marina es una serie de enfrentamientos complejos, contradictorios y ambiguos. Ricky se esfuerza por mostrarle su amor y está convencido de que ella también lo va a amar; o, mejor dicho, está convencido de que debe amarlo. Pero Marina se resiste y, cuanto más ella lo hace, Ricky se exalta mucho más aún y trata de demostrar que sus intenciones son perfectas, consiguiendo, muchas veces, con este comportamiento lo contrario.
¡Átame!
Sin embargo, como ya es conocido el caso del Síndrome de Estocolmo, Marina, al ver a Ricky, que llega al departamento en una de sus salidas, destrozado física y emocionalmente, “crea” una serie de sentimientos profundos por su secuestrador y la relación empieza a fluir a base de pura pasión, como si fueran una “pareja normal”. Y es ahí que tiene sentido el título de la película: por primera vez Marina le pide a Ricky: “átame” cuando este va a salir una vez más: en otras palabras, después de tres días, ella parece dispuesta a amarlo.
Ricky y su obsesión por Marina
Escenas especiales.-

Átame es una película dinámica que fluye con naturalidad porque sus escenas están bien construidas. No hay elementos que sobren. Las piezas están correctamente encajadas,  aunque al final hay algunos elementos –pues a pesar de ser una excelente película, no es perfecta- que se pierden en el desenlace, como es el caso de la obsesión oscura que tiene el Director de la película por Marina en la que ella acaba de actuar. Sin embargo, queremos destacar algunas escenas claves ya sea por la osadía de las mismas o por lo sentido en la construcción de la historia y el desarrollo de sus personajes.
La hermana de Marina interpretando una canción en una fiesta después de terminado de rodar la película

La primera es una escena casi explícita de Marina masturbándose en una bañera. La escena empieza con algo de ingenuidad y gana una tensión artística y sexual. Es erótica, pero nada pornográfica. Es sensual y nada vulgar. Imaginémonos esta escena a principios de los años noventa: ¡un escándalo! Pero esta escena no es clave solo por el “acto sexual” en sí, o por cómo fue concebida, sino porque nos muestra el otro lado de Marina: una mujer que está en una transición, intentando dejar atrás su pasado negro, y disfrutando, por lo menos, de un momento íntimo con ella misma, lejos de la presión que siente por parte de su hermana, del Director de la película y, tal vez, de otros.
Marina
Marina

La segunda escena es cuando Ricky se presenta con la frase que va a marcar toda la película: “Tengo veintitrés años, cincuenta mil pesetas y estoy solo en el mundo. Me gustaría ser un buen marido para ti y un buen padre para tus hijos”. Ricky es un muchacho que está solo y que no se da cuenta que más que amar, lo que busca es ser amado, darle un sentido a su vida.

La tercera escena es una mezcla de comicidad y dramatismo: Ricky no consigue controlar su fuerte temperamento cuando Marina está en el baño y lo rechaza constantemente (no un rechazo sexual, pues Ricky en ningún momento intentará tener relaciones sexuales con ella sin su consentimiento). Marina le dice que él es un “mamarracho”. De repente, Ricky se siente ofendido, pues nadie en la vida le había llamado “mamarracho” y no entiende cómo ella puede ser tan cruel justamente con él, que se está esforzando por amarla y hacerla feliz. El drama está en el dolor profundo que esa simple palabra provoca en Ricky, y la comicidad en la incapacidad de este para comprender que no se puede entrar simplemente al departamento de una persona, secuestrarla hasta que esta nos ame. El mundo de la ingenuidad de Ricky es tan grande, que no se da cuenta que el insulto de Marina es muy poco frente a lo que él hace.
¡Átame!
La cuarta escena es cuando finalmente Ricky se Marina tienen una relación sexual. Es interesante cómo está hecha la escena y es uno de los aspectos peculiares de Almodóvar, quien, cuando trabaja con este tipo de situación, lo hace con su propio estilo, que no tiene que ver con el “glamour” de Hollywood. Rice acaba de llegar al departamento sangrando, con la ropa sucia de sangre y todo el cuerpo herido porque le acaban de dar una paliza. Marina al verlo, se sensibiliza y se da cuenta de que siente algo por él; pero lo que más nos llama la atención en esta escena es la posición de la cámara durante la relación sexual que intenta mostrar “cómo ella es en la vida real”.
Ricky y Marina
Y por último, una de las escenas más profundas y conmovedoras de la película es cuando Ricky está en las ruinas de lo que un día fue su pueblo. Aquel sueño que él siempre tuvo de volver a la casa en la que vivió hasta los tres años de edad, cuando sus padres murieron, está destruido, profundamente, así como el propio pueblo. Y es entonces que escuchamos un buen trecho de la canción Resistiré interpretada por el legendario Dúo Dinámico. Esa canción es un verdadero himno que nos motiva a nunca darnos por vencidos.
Ricky, Marina y su hermana cantando "Resistiré"
Palabras finales.-

Átame es una de esas películas que, sin llegar a ser la mejor que haya hecho su director, uno la ve varias veces sin cansarse porque algo nuevo se descubre en cada exhibición. Es una película sin pudor, pero con mucha sensibilidad. Una manera brillante de captar la realidad de personas que transitan, como lo he dicho anteriormente, entre el amor, la locura, la obsesión y la soledad. Átame no es solo una historia de un amor obsesivo, sino una búsqueda por encontrarse a uno mismo cuando, aparentemente, todo ya se ha perdido.
Marina y su hermana huyen de Ricky
La película participó en numerosos festivales de cine y obtuvo muchos premios, entre ellos el de mejor actor (Antonio Banderas) en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Colombia), 1991; en el Fotogramas de Plata (España), 1991; en la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (EE.UU.), 1991; mejor película en el Fotogramas de Plata (España), 1991; en Premios Sant Jordi (España), 1991; y algunas nominaciones como a la mejor película en el Premios César (Francia), 1991.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización del autor.

27 de setembro de 2015

Populaire



Populaire. Comedia. 2012. 111 minutos. Francia.

Con Roman Duris y Deborah François.

Dirección de Regis Roinsard.

Populaire es una hermosa película nostálgica que, a pesar de aparentemente no “aportar” nada “nuevo” al cine, en cuanto “comedia romántica”, es original no solo por su temática, sino también por la manera cómo hace que el espectador se vuelva a encontrar, una vez más, en los años cincuenta. Además, si bien es verdad que la película no “retrata” con exactitud total esa época, nos muestra que, atrás de la moda “retro”, hay una ganas de encontrar algo de ese mundo, “tecnológicamente tan distante”, que le puede hacer falta al actual.

La época.-

Estamos en el año de 1958. El mundo parece que se ha recuperado de la segunda guerra mundial y, en medio de la prosperidad, se avecina una nueva época: las mujeres quieren salir de las casas de sus padres y buscar un trabajo. El “sueño” de la independencia empieza a crecer y hay una profesión, en especial, que parece seducir tanto a las jóvenes como a las señoritas: ser una “secretaria” y, por tanto, encontrar la posibilidad de iniciar un nuevo estilo de vida y, por ende, no quedarse como una “ama de casa” para el resto de la vida.

No significa que el ser “secretaria” sea la salvación para las mujeres que buscan su “independencia” en un mundo machista; no obstante, a pesar de los prejuicios sociales de la época, con las mujeres en general y con las “secretarias” en particular, esta es una profesión en crecimiento en una sociedad en la que fuerza laboral de las mujeres pasa a ser un aporte importantísimo.

Esta es la época en la que transcurre la historia de Populaire que Regis Roinsard consigue retratar con bastante exactitud. Es lógico que para que la dinámica de la película funcione correctamente, el director se toma algunas libertades, como es el caso de que el protagonista masculino se preocupe para que una joven mujer –la protagonista femenina- salga adelante profesionalmente y se descubra a sí misma como persona. (Algo difícil de creer, pues los comportamientos masculinos y femeninos de esa época eran otros). O el hecho de que los dos – ambos solteros - vivan bajo el mismo techo sin que eso provoque un escándalo social, como sería de esperarse que sucediera; o, para ser más exactos, que la muchacha acepte tal propuesta sin considerarla un atrevimiento y una falta de decoro. Sin embargo, ninguna de estas libertades le quita a la película seriedad, profundidad y entretenimiento; por el contrario, gracias a ella, la obra sigue su ritmo perfecto.

Una historia de concurso de mecanografía.-

Rose Pamphyle, de 21 años, vive en Saint Fraimbault, un pueblito en Normandía. Ella vive con su padre, Jean, dueño de una tienda y su futuro, por decisión de este, es el de ser la esposa del mecánico del lugar, Maurice. Lo que para otras muchachas significaría la gran posibilidad de tener un futuro asegurado, para Rose no significa nada. Ella desea salir del pueblo y encontrar su propio camino.
 
Rose Pamphlye
Este sueño de Rose está representado en la máquina de escribir que está a la venta en la tienda de su padre. Todas las noches, Rose coge la máquina a escondidas de su padre y, sin que nadie sepa, aprende a escribir a una velocidad extraordinaria con tan solo dos dedos. A partir de ese momento, ella sueña en transformarse en una secretaria hasta que llega el día en que se va a la ciudad de Lisieux a probar su destino.

Solo que Rose no tiene las características ideales para ser una excelente secretaria. Es un poco desordenada y algo atolondrada. Una escena clave que muestra esta característica es cuando ella, más adelante, al recibir una llamada telefónica, en lugar de anotar el recado para su jefe en un papel, lo escribe en la mano del propio jefe. Y lo hace de una manera tan natural, que su jefe no consigue ni siquiera llamarle la atención.

Rose empieza a trabajar en una empresa de seguros de propiedad de Louis y pasa a vivir en una pensión para “señoritas”, donde la regente administra con severidad, para mantener intacta la buena reputación del local.
 
Visual impecable
Como dijimos anteriormente, Rose no es la “secretaria” ideal y Louis la contrata porque percibe que con ella puede participar y ganar el campeonato regional de mecanografía y, tal vez, el nacional, pues está seguro que Rose es la muchacha que escribe a máquina más rápido en el mundo.

Solo este detalle de la “mecanografía” ya le da un toque especial a Populaire (que por cierto es el nombre de una de las máquinas de escribir más famosas de aquella época en Francia), pues nosotros nos encontramos en una era de avances tecnológicos tan rápidos en la informática, que nos cuesta creer que hubo una época en la que había concursos mundial de mecanografía, los mismos que despertaban, enormemente, el interés del público.

Los personajes.-

Louis es una persona seductora, exigente, y es soltero; pero, principalmente, es competitivo. Su mejor amigo se llama Bob Taylor: un exsoldado estadounidense que llegó a Francia en el Día D y se casó con Marie, una amiga de infancia de Luis y su enamorada por largo tiempo.

Louis, Bob y Marie forman un trío impar. Bob y Marie es una pareja que vive en harmonía, sin ningún problema; pero en medio de ellos está Louis, el antiguo enamorado que no ha perdido su pasión por Marie, pero se mantiene lo suficientemente lejos para no perjudicar en nada a sus dos mejores amigos, con quienes comparte sus penas y glorias.

Sin embargo, hay que destacar que Louis y Bob viven todo el tiempo haciendo apuestas de cualquier cosa, y siempre es Louis el que pierde. Esta especie de “competición” para ver quién gana, lo podemos entender como una forma de dar continuidad a la primera “competición” que hubo entre ambos y que Louis la perdió: a pesar de amar a Marie, la perdió porque no tuvo coraje suficiente para pedirle que se quedara con él.
 
Louis e Rose
Rose está determinada a conseguir lo que se ha propuesto y no quiere dar el brazo a torcer; además, es espontánea y a veces llega a ser insoportable; pero, más que nada, es una persona firme que quiere vencer en la vida. Su proceso evolutivo en la película pasa por diferentes fases en las que aprende a controlar tu temperamento, dejando a lado, muchas veces, sus emociones, para lograr su objetivo.

Populaire, como toda comedia romántica, se centra en Louis y Rose: dos personajes divertidos que, aparentemente, no tienen nada en común, pero evolucionarán hasta que sean capaces de descubrir que juntos pueden lograr, no solo ganar un campeonato mundial de mecanografía, sino descubrirse como individuos y llegar a la realización como pareja.

Pero para esto, ellos tendrán que pasar por una serie de vericuetos en los que se enfrentan con sus temperamentos fuertes. Ninguno de los dos quiere darse por vencido: Louis para conseguir lo que se ha propuesto y para demostrar que él tiene la razón; Rose, para lograr su objetivo de “independencia” y, al mismo tiempo, para demostrar que no se le puede vencer fácilmente. Un ejemplo de eso son las escenas en la que Louis le entrena durante horas y horas a Rose, ya sea mecanografiando libros (de autores clásicos) –que al mismo tiempo son una especie de trampolín, porque le ayudan a la muchacha a ver el mundo con otros ojos- , o ya sea con el entrenamiento físico, haga sol o lluvia. Escenas agradables, divertidas, que preparan el terreno “romántico”, cien por ciento previsible, pero lleno de gracia.
Horas de entrenamiento
Como sugerencia, vale la pena que el espectador también le preste mucha atención al personaje de Marie, la esposa de Bob, la antigua enamorada de Louis y su gran amiga en la actualidad. Ella es una especie de “puente” entre las dos culturas: la francesa y la estadounidense que se mezclan en una época en las que ambas se van adaptando a los “nuevos” tiempos. Ella parece la perfecta ama de casa estadounidense retratada en las comedias de Hollywood de los años sesenta; pero al mismo tiempo, su mentalidad es tan abierta que cumple un papel importante el momento en que hay que definir lo que le pasará a Rose cuando Louis, una vez más, se acobarda.

El concurso de mecanografía.-

En nuestra época, en la que cada semana, sin ninguna exageración, nos enfrentamos con nuevos “inventos” que han transformado nuestra manera de ver la vida, las relaciones personales y de conocer el mundo, es curioso ver cómo el director consigue retratar algo que hoy casi nadie sabe que existió: los concursos nacionales e internacionales de mecanografía.
 
Annie, la archienemiga de Rose
Este tipo de evento en el que las mujeres debían mostrar su dominio total sobre la máquina de escribir, Roisard nos lo presenta con grandiosidad, no solo en el aspecto físico: grandes escenarios, con el público presente en los eventos, sino también la confrontación entre las competidoras. Es interesante ver a Rose en la final contra Annie, la gran campeona francesa a la que nadie ha conseguido vencer y que representa el ideal de las secretarias: una mujer sofisticada y eficiente, a la que Rose no se le parece en nada.

Sin profundizar conflictos reales de una época.-

Pero ser secretaria no es tan fácil, como puede parecer si nos quedamos con una visión superficial de la película. Es verdad que Populaire no profundiza los conflictos sociales inherentes a las secretarias en una sociedad, en su gran mayoría, machista. Hay algunas pinceladas básicas que muestran esta situación, mas sin entrar en detalles y cuestionamientos sociales y psicológicos. Son solo ideas que se lanzan para crear un ambiente lo más realista posible de la época; no obstante, como la película no está preocupada en profundizar estos conflictos, las pinceladas son solo eso: pinceladas. Como ejemplo, podemos citar los siguientes momentos:

·    Cuando Rose va a la entrevista del trabajo, las otras candidatas dejan escapar una serie de insinuaciones sobre cómo tendría que ser, no solo el comportamiento en general, sino también la apariencia de la secretaria ideal. Léase aquí: prejuicio social.

·         El mejor amigo de Luis, al principio le insinúa a este cómo puede disfrutar de su “nueva” secretaria, sin las debidas complicaciones laborales.

·         La regente de la pensión donde vive al principio Rose le sugiere que su comportamiento compromete con la buena reputación del local y su actitud es hostil.

·     La actitud pesimista, cerrada y terca del padre de Rose que no entiende que su hija tenga otras pretensiones y que esté dispuesta a ir contra la corriente para tener éxito.

El campeonato mundial en los Estados Unidos
Populaire es una comedia romántica que, de principio a fin, sigue paso a paso cada una de las características de este tipo de película, a tal punto que todo lo que sucede es previsible; el espectador no se va a sorprender con nada nuevo, a no ser el tipo de humor, ya propio de cada director; no obstante, eso no significa –como los “intelectuales y seudo intelectuales” nos quiere hacer creer– de que es algo malo. Por el contrario, es una película de buen gusto y estéticamente, perfecta.

Populaire se esfuerza en crear el ambiente existente en la época de la historia, y se percibe un esfuerzo muy grande, y bien logrado, en el vestuario, los peinados, los colores y la atmósfera, en general. Es prácticamente imposible no pensar que uno está en los años cincuenta. Esto ayuda mucho a que veamos la película como algo verosímil. Incluso, las características de los personajes son convincentes aunque, como lo dijimos arriba, a veces pierden la “fidelidad” de su época.

Populaire es una película que vale la pena verla, sea cual sea nuestra opinión sobre las comedias románticas. Es una película bien hecha, con una fotografía estupenda. Su historia es sólida; sus personajes están bien definidos, son sensibles y fuertes al mismo tiempo. Una película para disfrutarla y ver con ojos nostálgicos una época que se fue y nunca volverá: la máquina de escribir.

Para finalizar, hay que mencionar que mencionar que Populaire fue nominada 5 veces al Premio César y obtuvo algunos galardones en los festivales de cine en Grecia, Los Ángeles, San Francisco y Tokio.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.
Está prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización escrita del autor.

22 de agosto de 2015

Welcome to the dolhouse (Bienvenido a la casa de muñecas)



Welcome to the dolhouse (Bienvenido a la casa de muñecas). Drama. 1995. 89 minutos. Estados Unidos.
Con Heather Matarazzo, Victoria Davis y Ken Leung.
Dirección de Todd Solondz.

Bienvenido a la casa de muñecas (Welcome to the dolhouse)...
Por un momento imaginémonos la siguiente escena: una niña de once años está en la mesa cenando con su familia...
La madre lleva a la mesa el postre dividido en cinco platos y empieza a repartirlos; sin embargo, en el último minuto se arrepiente y le quita el plato a su hija de once años como un acto de venganza porque la pequeña no quiere derrumbar “su casa” que está en medio del patio y que le sirve como único refugio. Como forma de punirla más aún, divide ese postre “sobrante” con los otros dos hijos, que se lo comen con satisfacción.
El padre de la muchacha contempla la escena y no dice nada. La hermana de la niña se ríe de felicidad; el hermano mayor está concentrado en el postre y la madre observa con satisfacción cómo su hija no se atreve a protestar.
La madre está satisfecha con el castigo.
En síntesis, parece que a nadie le importa los sentimientos de la niña de once años de edad.
* * * * *
Entonces, podemos hacernos una pregunta: ¿qué es la infancia? ¿Cómo es la relación de los niños con sus padres? Y la relación entre ellos, ¿en qué está basada?
Las “teorías” populares dicen que la niñez es el mejor momento de la vida y la gente añora su infancia cuando se contempla frente al espejo como adulto.
No obstante, Bienvenido a la casa de muñecas nos da una bofetada y nos dice lo contrario: la infancia puede ser un mundo cruel.
Casa de muñecas
La escuela es cruel. Los padres son crueles. Los hermanos son crueles. Los amigos son crueles. Uno mismo es cruel. En resumen: ser niño es difícil, y ser adolescente, más aún.
Pero no nos engañemos: Bienvenido a la casa de muñecas no es una película sobre la maldad, sino una profunda reflexión sobre la crueldad con que le rodea al adolescente y la lucha de este por encontrar su espacio, su identidad, aunque a veces lo haga por caminos equivocados. Por eso, esta película cruel nos impacta por su lenguaje directo, sin tapujos, sin hipocresías y sin estereotipos: una película que nos dice directamente: qué difícil y peligrosa es la etapa de la transición entre la infancia y la adolescencia si no hay alguien a tu lado.
Dawn en la escuela
Todd Solondz retrata en Welcome to the dolhouse (Bienvenido a la casa de muñecas) el mundo agridulce de la infancia y deja de lado los temas estereotipados, vacíos, que muchas películas para la “gran masa” lo tratan y “destratan”: no habla de las drogas, ni de la popularidad, ni de embarazos precoces y, peor aún, de fiestas escandalosas sin sentido. Al contrario, nos coloca frente a una niña que sufre con la crueldad de los otros y encuentra, en la crueldad, la mejor manera de retribuir la crueldad, generando de esta manera, un ciclo constante de sufrimiento, frustración y fracaso.

¿Quién es Dawn?.-

Dawn Winer es la segunda hija de una familia de clase media de los años ochenta en los Estados Unidos y no es, precisamente, el “modelo” femenino al que “aspiran” la gran mayoría de jóvenes. Al contrario, ella no es guapa, usa frenos (atención: hoy es común que el adolescente los use y muchos adultos también, pero debemos recordar que hablamos de los años ochenta y la historia es “otra”) y es miope. Por otro lado, es una persona introvertida, testaruda, pero al mismo tiempo determinada para hacer lo que se propone, aunque no tiene el carisma necesario para seducir a las personas.
"Te voy a violar"
 Por eso, en la escuela los compañeros se burlan de ella constantemente y tratan de agredirla física y emocionalmente, porque saben que ella no sabe cómo defenderse.
Hay dos escenas que muestran esta situación a la perfección. La primera se da en el baño femenino. Dawn es sorprendida por otra muchacha que le obliga a usar el retrete con las puertas abiertas. Dawn no consigue defenderse y lo único que logra es preguntarle a la chica por qué la odia tanto. La respuesta que todos escuchamos es muy sencilla: “porque eres fea”.
La otra escena es cuando un muchacho, también problemático, pero en una dimensión diferente a la de Dawn, le dice que la va a violar. Y le dice inclusive el día y la hora en que va a suceder el hecho.
Dawn y su hermana
Frente a todo eso, ¿qué hace Dawn?
Se esperaría que pidiera ayuda a las autoridades de la escuela o a sus padres ya que ella no sabe cómo defenderse; no obstante, la agresión también viene por parte de algunos profesores y, como no tiene a su lado a su familia para que le apoye emocionalmente, Dawn hace lo mismo que le hacen: tratar a los otros con crueldad, más específicamente, a su hermana menor –que recibe toda la atención de su madre- y al único amigo que ella tiene. Ella se venga en los más débiles y de esta manera acaba perdiendo el control del mundo que podría tener. Dawn también es cruel y su vida le parece tan difícil que le pregunta a su hermano mayor, en un deseo de tener esperanza, si la vida la vida será más fácil cuando esté en el octavo grado. La respuesta de su hermano es desalentadora: la vida será mucho peor.

La historia.-

Bienvenido a la casa de muñecas no es una historia de problemas infantiles en la escuela. Es solo una parte de la historia. Lo que le sucede a Dawn en la escuela es lo mismo que le pasa en su casa: su vida le es difícil. Transita entre la falta de paciencia y de amor de su madre hacia ella, la indiferencia de su padre y de su hermano mayor y el que me importismo de los demás.
Dawn es una niña que, simplemente, está sola por lo que desconoce el sentido de la expresión “dulce hogar”. La vida en su familia está centralizada en su madre y en los mimos de esta hacia su hija menor de seis años, Missy; por lo tanto, el “refugio” natural que sería la casa para el niño, no existe. Por esta razón, Dawn intenta sobrevivir de cualquier manera para tratar de encajarse en el “grupo”. Pero no tiene éxito. Y hay que resaltar que no se trata de sensaciones o imprecisiones: Dawn, realmente, no es comprendida y nadie quiere esforzarse en comprenderla, a tal punto que su casa es el lugar donde más se desarrolla la violencia emocional, para lo cual la física no hace falta.
Podemos mencionar dos escenas de este mundo cruel en la familia de Dawn.
Dawn y el acosador
La primera, cuando Missy es raptada y Dawn se escapa una noche de la casa con el objetivo de encontrar a su hermana porque hay una pista de que podría estar en Nueva York. Ella no se va a buscarla porque la ame, sino porque es la oportunidad de demostrar que ella “vale” algo. Lo lamentable es que en su casa nadie se da cuenta de su ausencia y cuando regresa, está más sola que nunca.
La otra escena se da cuando la familia está reunida para ver un video casero. Todos se ríen cuando la hermana menor se acerca por atrás y le tira a Dawn a una piscina inflable. Todos se ríen del “chiste” gracioso de la pequeña y conmemoran la ocurrencia de Missy; pero la única que no se ríe es Dawn, pues no tiene nada que conmemorar, pues se siente atacada por todos lados.
La familia de Dawn
La consecuencia, como dijimos anteriormente, de este mundo hostil constante es la necesidad que tiene Dawn de vengarse  a través de la hostilidad, permaneciendo por tanto, aislada del grupo al que quiere pertenecer.
Pero, ¿qué puede hacer una niña de once años para cambiar este ambiente?
* * * * *
Todd Solondz no denuncia ni da ninguna solución al problema de Dawn en su película. Él se limita a mostrarnos una nueva dimensión de ese mundo cruel con los personajes que van creando una especie de tela de araña en la que la mosca, en este caso, Dawn, cae irremediablemente. No importa por dónde ella vaya ni lo que pretenda hacer, siempre estará en medio de este torbellino que le ahoga, que le hace infeliz y que no le la oportunidad de encontrar su lugar en la vida, salvo si cambia algo.
Dawn, castigada una vez más
Pero, ¿qué debe cambiar? Solondz no nos lo dice y por eso, con Bienvenido a la casa de muñecas, él despierta la admiración de unos y el odio de otros porque sin recurrir a situaciones exageradas, abre un abanico peligroso sobre las relaciones infantiles. Es más fácil vivir engañados con historias fantásticas y moralistas, o con historias en las que los abusadores son adultos neuróticos y psicópatas; en cambio no resulta difícil aceptar lo que Mark, el hermano de Dawn le dice cuando ella le pregunta si el próximo año en la escuela será mejor: “al estar más cerca de la Universidad, las cosas mejorarán. Aún te van a insultar, pero lo harán a tu espalda”.
¿Es que no hay escapatoria?
Dawn en la escuela
A pesar de lo dicho anteriormente, Bienvenidos a la casa de muñecas no es una película pesimista; al contrario, nos libera de los mitos al que el propio cine nos ha acostumbrado sobre los miedos de la infancia y de la adolescencia: el mundo no es tan dulce para muchos jóvenes como a nosotros, los adultos, “nos parece”: sobrevivir en un ambiente donde se imprime la crueldad de las más diversas maneras es una tarea ardua.
En esta película no hay el amor romántico ni los diálogos moralistas ni la escuela que se esfuerza por encaminarle al joven en el “camino perfecto” de la vida. Lo único que hay es el sufrimiento del joven adolescente que se enfrenta con uñas y dientes contra “el mundo” en el que no se encaja y que no le comprende a él.
Bienvenido a la casa de muñecas: una película sobre la crueldad
Y Dawn es solo una muchacha entre muchas otras que viven esa situación.
Bienvenidos a la casa de muñecas obtuvo premios importantes: Gran Premio del Jurado en el Sundance Festival (1995), Reconocimiento especial en el National Board of Review (1995), Premio C.I.C.A.E en el Festival Berlim (1995), entre otros.
Solo una observación más antes de terminar: esta película es un drama y no una comedia dramática como repiten los “borregos” en cientos de páginas en Internet. Técnicamente la película está bien hecha y la construcción de la historia es lineal y exacta.

Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.

Está prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización del autor.