The Secret life of Walter Mitty. (La
vida secreta de Walter Mitty). 2013. 114 minutos. Estados Unidos. Aventura.
Con Ben Stiller, Dristen Wiig, Sean
Penn, Adam Scott, Patton Oswalt, Shirley MacLaine, Kathryn Hahn.
Dirección de Ben Stiller.
Introducción.-
Acabo de
ver The
Secret life of Walter Mitty (La vida secreta de Walter Mitty) y me ha
gusto mucho. Es una película interesante que, a pesar de que no es perfecta, nos
transmite una “fuerza positiva” en los momentos en que la vida nos puede
parecer que está “estancada”.
Con una buena dosis de humor, Stiller consigue hacer una obra con la que
cualquier espectador puede identificarse, pues no podemos negar el hecho de que
todo ser humano “sueña” pero, mucho más importante que los sueños, es tener el
valor, no tanto de ir tras los sueños, sino de vivir la vida: no como la
vivirían los otros, sino como uno mismo la debería viviría o debería haberla
vivido.
Lamentablemente, parece que este tema les disgusta a muchos “críticos”
que no entendieron nada de la película y se pierden en análisis negativos y
llenos de “clichés”, muchos de ellos – algo que no es ninguna novedad –
repitiendo lo que otros han dicho, y sin detenerse a pensar en los disparates
que escriben; en lugar de repetir esos comentarios, vamos a descubrir los
aspectos positivos de esta película en la que Stiller muestra que, a pesar de
su “comicidad”, tiene condiciones de hacer algo mucho más profundo.
La vida secreta de Walter Mitty |
Por lo tanto, a quienes ya han leído algún “comentario” sobre La
vida secreta de Walter Mitty y se hayan dejado llevar por eso, les
invito a que miremos esta producción cinematográfica con otros ojos.
La historia.-
La revista Life impresa en
papel está con los días contados, pues acaba de ser vendida y está pasando por
un proceso de restructuración para transformarla en una edición on-line, lo que significa que habrá
cambios sustanciales en la empresa, principalmente en lo que se refiere al
despido de muchos empleados.
Walter Mitty, un hombre introspectivo y de pocas palabras, trabaja en el
departamento de los negativos de las fotografías y, al recibir las últimas
fotos del famoso fotógrafo Sean O’Connel (Seam Penn), no encuentra el negativo
veinticinco, que ha sido escogido por el propio fotógrafo como la foto de la
última portada de la revista impresa.
Los nuevos jefes y Walter Mitty |
El problema es que el nuevo jefe y responsable por la transformación de
la revista, Ted Hendricks (Adam Scott), es un joven impetuoso y muy
desagradable, que no solo trata con desprecio a todos, sino que lo hace de una
manera muy peculiar con Walter, al darse cuenta de que es una persona algo retraída.
Al mismo tiempo, Walter está enamorado de su nueva colega de trabajo,
Cherly (Dristen Wiig), con quien nunca ha cruzado una palabra y quiere
conocerla a través de una comunidad virtual de relaciones en lugar de hablar
con ella personalmente.
Cherly y Walter Mitty |
Pero el problema en sí es que Walter vive soñando despierto.
Cuando está frente a algo que le llama la atención, sea positiva o
negativamente, no ve ni escucha lo que pasa a su lado, pues se aísla en su
fantasía y, cuando percibe lo que ha sucedido, muchas cosas ya han pasado a su
lado sin que él se diera cuenta, como por ejemplo, perder el tren, no escucha
lo que alguien le estaba diciendo, etc.
Walter Mitty se aisla al "vivir" sus fantasías |
Es aquí entonces que se plantea el nuevo dilema de Walter: necesita
encontrar el negativo que está perdido y con la ayuda de Cherly, con quien
finalmente conseguirá entablar una amistad, intenta localizar a Sean O’Connell,
que es un fotógrafo que pasa todo el tiempo viajando y fotografiando, razón por
la cual es difícil ubicarlo. Con algunas pistas que encuentra, Walter decide
hacer lo imposible: dejar de soñar sus grandes aventuras “imaginarias”, valga
la redundancia, e ir en búsqueda del negativo veinticinco, para lo cual tendrá
que dejar su vida, aparentemente acomodada, y enfrentarse a una serie de
aventuras y peligros por territorios “desconocidos”, lo que le da la oportunidad
de, finalmente, reencontrarse consigo mismo.
Walter Mitty se "reedescubre" |
Pero hay que tener cuidado: no es así tan fácil la decisión de Walter de
dejar sus cosas y salir por el mundo en búsqueda de Sean: él se enfrenta con
algo más peligroso: dejar sus delirios y volver a hallar lo que siempre quiso tener.
Los personajes.-
Empecemos con Walter Mitty. Él no es otro individuo tímido en una gran
empresa. Es una persona que pasa por un proceso de redescubrimiento. Lo primero
que le llama la atención al espectador, y que al principio nos desorienta,
hasta que después conseguimos saber cuándo se trata de realidad y cuándo de
fantasía, es que él vive soñando despierto.
Walter Mitty vive soñando despierto |
Una de las primeras escenas que muestra esta característica suya, es
cuando está esperando el tren y de repente, lo vemos saltar, como un súper
héroe, desde la estación hacia un gran edificio y, en un acto temerario, salva
a varias personas de un incendio. Y se transforma en el héroe de la mujer de la
que está enamorado, pero no se atreve a hablar personalmente con ella. Enseguida,
vemos que él ha perdido el tren y está solo en la estación.
La vida secreta de Walter Mitty |
Así es Walter Mitty: a pesar de estar mucho tiempo en el mundo de las
fantasías, no es una persona alienada. Él sabe los problemas y las necesidad
que hay a su alrededor y trata de cumplir sus obligaciones de la mejor manera,
tanto como empleado como individuo. Más adelante descubrimos el por qué de este
comportamiento. Cuando era adolescente, a los 17 años, él tuvo que abandonar
sus sueños y se hizo responsable por el futuro de su familia: su padre había
fallecido y él se quedó a cargo de su hermana y de su madre. Con su padre tenía
una excelente relación y este le llegó a regalar, inclusive, un cuaderno de
bitácora de viaje, para que anotara sus experiencias cuando saliera a andar por
el mundo. Sin embargo, tuvo que dejar de lado la mochila que había comprado
para sus viajes que pensaba hacer; se arregló el cabello, que lo tenía al
estilo punk, y empezó a trabajar en una cafetería. En pocas palabras, Walter
Mitty se vio obligado a abandonar sus sueños de joven para asumir la
responsabilidad familiar. Por eso, podemos entender que los “viajes
imaginarios” que él vive constantemente, y que nadie los comprende, son una
forma de mantener despierto algo de lo que perdió. Podríamos decir que es una
compensación psicológica para recuperar su espíritu rebelde que la vida le
forzó a perderlo. y eso lo mantiene cuerdo en un mundo de estrés y de grandes
responsabilidades familiares y laborales.
La vida secreta de Walter Mitty |
En pocas palabras, y con estas queremos decir que no estamos de acuerdo
con la superficialidad con la que lo vieron muchos críticos, Walter Mitty no es
un hombre cuarentón que está acomodado en una situación y de repente se libera;
al contrario, Walter Mitty encuentra la oportunidad de reencontrar su verdadero
espíritu y, en medio de este drama, ese reencuentro provoca los momentos
cómicos que le dan el equilibrio necesario a la película.
Otro aspecto que hay que destacar, aunque sea en un par de líneas, es
que él cree en el lema de la empresa en la que trabaja: “Para ver el mundo y las cosas peligrosa que vendrán. Para ver más allá
de las paredes y llegar más cerca. Para encontrar al otro y sentir. Ese es el
propósito de la vida”. Es este el lema que le motiva a ir atrás de la
fotografía perdida, a pesar de que todo está en su contra. En este aspecto,
Walter Mitty es lo opuesto al nuevo jefe, Ted Hendricks, que no es solo
arrogante, sino que desprecia, y no oculta su desprecio frente a los demás, y
para quien ese lema no significa nada.
Lucha imaginaria entre Ted Hendricks y Walter Mitty |
Mientras
Walter lucha, aunque sabe que nunca más se editará la revista, por mantener el
espíritu en pie hasta el último número, Ted hace todo lo posible para demostrar
que él manda ahí y que todo lo viejo es decadente. En este sentido, la película
aporta también una crítica a esa idea, muy difundida, de que los “jóvenes” lo
pueden todo. Y más aún esos jóvenes que han nacido con la tecnología y que
piensan que solo hay que apretar un botón en la web para conseguir las cosas. Esa crítica, nada sutil, la vemos en
la escena en la que Ted reúne a los empleados y no entiende las palabras que le
dicen. Necesita que otro colaborador le explique lo que le quieren decir.
Otros dos personajes que hay mencionar son Edna y Odessa Mitty: la madre
y la hermana, respectivamente. Ambas mujeres están presentes en la vida de
Walter. Pero es una presencia positiva y madura. Entre los tres hay un aire de
vida “familiar”, en el sentido de que a pesar de que cada uno vive su propia
vida, hay amor, sintonía y apoyo. Es decir, no hay un resentimiento de Walter
porque tuvo que abandonar sus sueños para ayudar a su familia. Tampoco hay una dependencia
ni de la madre ni de la hermana. Los tres han construido sus vidas y, ahora,
ellos son el apoyo para ellos mismos. Es interesante esta reflexión positiva
sobre la familia. Una reflexión que se la hace de manera sutil, sin moralismos.
La vida secreta de Walter Mitty |
Y otro personaje que cumple un papel importante es Todd Maher (Patton
Oswalt). Él dirige la página de la web de relaciones en la que participa
Walter. Y gracias a una llamada para un simple información, entre ambos se crea
una “amistad” que llega ser, en un momento dado, el pilar que le ayudará a
Walter a mantenerse de pie cuando parece que todo está perdido.
De la fotografía y otros detalles.-
The Secret life of Walter Mitty tiene algunas características
que hay que destacalarlas: lo obvio, la fotografía, la música y efectos
visuales.
Empecemos hablando de la “búsqueda de la foto”. La verdad es que ésta no
está perdida, pero Walter Mitty no consigue ver lo obvio para encontrarla. Y,
como es lógico, el espectador, tampoco. Pero si no fuera por este detalle, la
historia, simplemente no existiría. Gracias a la incapacidad de ver lo obvio,
que es una de las características de la personalidad de Walter, es que él
consigue “redescubrirse”, ver que aún había dentro de él la fuerza para
enfrentarse a los más grandes peligros físicos (tiburones, erupciones
volcánicas, etc.) y emocionales (él mismo y su nuevo jefe). Y en la vida real,
lo obvio no es siempre tan obvio, y en la película está demostrado en el
conjunto de las fotografías del rollo que Walter recibió: las imágenes parecen
enigmas que se van resolviendo de una manera sencilla, aunque para llegar a la
solución, el proceso fue largo y penoso.
Segundo, la fotografía de la película es un lujo. No solo por los bellos
paisajes de Islandia, sino porque ellos llegan ser prácticamente un “personaje”
más en la historia, ya que le sirven de desafío y de inspiración a Walter para
seguir adelante en su búsqueda por la fotografía veinticinco. Y por ende, en su
propia búsqueda. En la fotografía también debemos añadir el papel que cumplen
las diversas portadas de la revista Life.
Ellas, por sí solas, ya cuentan otra historia o, mejor dicho, le dan a la
historia una perspectiva diferente que enriquece a su personaje principal. A
esto tenemos que añadir la excelente banda sonora que combina la imagen con el
sonido de tal manera que le da fuerza a la película o, mejor dicho, le da
vitalidad, pues la película se trata de eso: de vitalidad.
Las portadas de Life |
Tercero, la película no utiliza la famosa “pantalla verde”. Y este es
uno de los aportes más interesantes de The Secret life of Walter Mitty al
cine, en una época, como la que vivimos, en la que se hacen grandes películas
solo porque se utiliza la “pantalla verde”. Si le quitamos la “pantalla verde”
a las grandes películas de la actualidad de gran taquilla, no queda nada: ni
siquiera una historia para contar.
Walter Mitty salta del helicóptero |
Walter Mitty en Islandia |
The Secret life of Walter Mitty fue filmada en los lugares
donde la historia sucede. Claro que hay muchos efectos visuales, pero sin la
famosa “pantalla verde” con la que todos son grandes cineastas. La película fue
filmada en los lugares donde la historia sucede, con excepción de la parte de
Groenlandia. Incluso la pelea imaginaria entre Walter y Ted sucede en las
calles de la ciudad, con la cámara y un gran equipo de producción en
movimiento.
La vida secreta de Walter Mitty |
Solo esto, para quien no le gusta la película por ser demasiado
“positiva”, ya es un excelente aporte de que se puede hacer grandes películas
sin la “pantalla verde”.
Escenas claves.-
Aunque al principio el espectador no perciba, las primeras imágenes que
muestran la rutina “planificada” de Walter Mitty, principalmente en lo que se
refiere a las cuentas y a los gastos, es esencialmente clave para entender las
características y la evolución del personaje. La primera impresión que tenemos
es la de una persona totalmente esquemática, mas sin prestamos atención a los
detalles de esos primeros minutos, podemos comprender al personaje y el proceso
doloroso y satisfactorio que es su “redescubrimiento”.
Walter Mitty y O'Connel |
Sin embargo, algunas de las mejores escenas de la película involucran a
la fotografía, como arte y así, una de las escenas más importantes es cuando
Walter Mitty se encuentra, finalmente, con el fotógrafo O’Connel. Esta escena
es una cachetada a la sociedad contemporánea en general. Vivimos en una época
de “imagen”: las personas, en general, por el hecho de tener un teléfono
celular y muchos apps y programas
para transformar sus fotografías en “verdaderas fotografías” – algo que por
cierto, no funciona [pero este comentario ya está fuera de la intención del
presente texto] – están preocupadas por sacar fotos y subirlas a internet en
una manía enfermiza de aparecer, de hacerse notar, y por este mismo hecho, la
gente no consigue ver lo que está frente a sus ojos, es decir: entender y disfrutar
cada momento que se nos presenta. O’Connel está en Asia, en Afganistán,
esperando con paciencia para sacar la foto que nunca antes nadie la había
sacado: la del famoso tigre fantasma.
Y cuando el animal se le aparece, él ve y disfruta lo que ve.
La vida secreta de Walter Mitty: el tigre fantasma |
The Secret Life of Walter Mitty es una película que nos
transmite un cierto bienestar psicológico en una sociedad que está en constante
transformación, donde un individuo se ve obligado a tomar decisiones en las que
el único beneficiado o perjudicado es él mismo.
Esta película no es ninguna receta de “auto-ayuda”; no se plantean
moralismos de ninguna índole: simplemente nos ofrece algunos de los dramas de
nuestra sociedad contemporánea: la dificultad de relacionarse con las personas
que están a nuestro lado y la búsqueda excesiva de las redes sociales para
hacerlo; el abandono de los “sueños” para sobrevivir en el “mercado de
trabajo”; los cambios por los que pasan las empresas frente a la indiferencia
de cómo estos afectan a la vida de sus empleados, porque no todos consiguen ser
Walter Mitty. Y frente a estos
dramas, la película no ofrece ninguna solución: tal vez la única pista que nos
da es que la persona puede “redescubrirse” a sí mismo y que para eso, solo hay
que querer hacerlo.
Space Oddity |
Pero, dejando de lado algunos elementos como el buen guion, aunque
sencillo; la música que le da una fuerza sorprendente; las escenas que nos
emocionan al mezclar la realidad y la fantasía, como cuando Walter se sube al
helicóptero al vuelo mientras escucha Space
Oddity de David Bowie; lo que la película realmente nos deja para siempre
está en los últimos minutos, cuando finalmente todos veremos el secreto de la
foto veinticinco. Una foto que nos sorprende por la sencillez y, al mismo
tiempo, la belleza del mensaje: en el mundo hay personas que creen que son
pequeñas y, sin serlo, se tratan y son tratadas de esa manera. Sin embargo, el
talento de estas personas es menospreciado, principalmente si ellas no
responden al patrón de comportamiento que la sociedad nos impone, a pesar de
que ellas consiguen ver lo que nadie más vería. Es un verdadero homenaje que la
película presta a los “pequeños” y “desconocidos” que construyen lo que nos
rodea.
Texto original de Patricio Miguel Trujillo Ortega.
Prohibida la reproducción total o parcial del texto sin la autorización
del autor.